El Carabobeño13 octubre 2011
Omar Kayan, el poeta persa, señalaba que la historia del mundo es una representación que Dios planea, pone en marcha y contempla, para distraer su eternidad. Eternidad que es sólo de él e inalcanzable para los hombres, aunque deseada por todos especialmente para aquellos que se sienten predestinados, líderes mesiánicos, embriagados del poder, olvidan lo efímero de la vida. Es el síndrome de hybris, en su ansia de prolongarse en el espacio y en el tiempo. Olvidan la fragilidad de su cuerpo y la finitud de su existencia. El propio Gandhi reconocía "Siempre supuse que tenía una constitución de acero, pero me encontré con un cuerpo enfermo convertido en masa y arcilla, al estar tan cerca de la muerta fue la oportunidad única para examinar mi vida y mis principios".
Para el Señor Presidente, el sorpresivo cáncer tal vez le permita cambiar su proyecto personal de vida como él lo ha anunciado y ojalá también pudiera servir de punto de reflexión en su acción política, hacia la cooperación, la convergencia y no la confrontación. La suerte siempre acompañó al Señor Presidente, especialmente durante el golpe de Estado de abril del 2002, incluso en el fallido golpe de 1992, con el posterior indulto presidencial. Desde el 2005 la errada decisión de la oposición le permitió perfilar jurídicamente el país a su medida.
El cáncer del Presidente puede inscribirse en la dinámica del "Cisne negro", título del Best Seller, de Nassim N. Taleb, el libro describe eventos aleatorios sobre lo altamente improbable con un enorme impacto y ocurridos a posteriori tratamos de encontrar una explicación racional.
Cisne negro para el señor Presidente, para su familia, para sus amigos, para sus seguidores, para los indiferentes y para los opositores. Apareció de repente en la esfera de lo incierto y aleatorio de la vida humana, donde todo esto puede ocurrir, pero se trata de negar. Para el señor Presidente, como para cualquier mortal, como decía Borges "toda vida es una muerte anunciada y toda muerte es una vida vivida", con la advertencia sartriana de que ni el comienzo ni el final de la existencia depende de nosotros, sino de lo otro y de los otros. El efecto fue inmediato. En lo internacional fue postergado el más importante evento programado para el Bicentenario de la República, la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). El fastuoso desfile cívico-militar, preparado con meses de antelación, con la mayor exhibición de las fuerzas militares y sociales que lo apoyan, se realizó sin la presencia del líder. Fue la última oportunidad en que los militares alto rango lanzaron el grito de "Patria, Socialismo o Muerte". Posteriormente el Presidente Chávez queriendo desterrar la palabra muerte, ordenó a sus seguidores un nuevo slogan para invocar sólo la vida. Desterrar la muerte no se hace por decreto, Borges cuenta la historia del emperador Shih Huanti, quien ordenó la muralla china y al mismo tiempo decretó se quemaran todos los libros anteriores a él, prohibió que mencionaran el término muerte en su reino y buscó desesperadamente el elixir de la eternidad. Lo efímero de la vida particularmente para quienes detentan el poder es descrito por Owen cuando vincula la política y la medicina, cuestionando la toma de decisiones en esta situación, el peligro de mantener en silencio la dolencia y la difícil decisión de abandonar el poder.
Igualmente, Taleb, toma como referencia en muchos casos, las enfermedades de líderes, con la poca predictibilidad y el gran impacto, con el añadido que actúan en la vida como si eso nunca sucedería, olvidando que esta vida es un efecto acumulativo de un puñado de impactos importantes sin planes preestablecidos.
Heinz Dietrich, el teórico del Socialismo del siglo XXI, en una reciente entrevista duda que el Señor Presidente se presente en las próximas elecciones por el cáncer que padece y afirma que nadie en su entorno podrá sucederlo, aunque sugiere que el presidente de no ser candidato optaría por Maduro. Todo está por verse".
Julio César Pineda ||
Cisnes negros, enfermedades y presidentes...
jcpineda01@gmail.com, @jcesarpineda
Sin llegar a la alta calidad literaria e histórica de Javier Cercas en su libro "Anatomía de un instante" sobre una especial circunstancia, que salvo a la democracia española con motivo del golpe de Estado de 1981, y más allá de la metáfora del "Cisne negro", aprovechando la valiosísima información del médico y político británico David Owen en su obra "En el poder y en la enfermedad", me permito con toda consideración referirme al cáncer del Señor Presidente.Omar Kayan, el poeta persa, señalaba que la historia del mundo es una representación que Dios planea, pone en marcha y contempla, para distraer su eternidad. Eternidad que es sólo de él e inalcanzable para los hombres, aunque deseada por todos especialmente para aquellos que se sienten predestinados, líderes mesiánicos, embriagados del poder, olvidan lo efímero de la vida. Es el síndrome de hybris, en su ansia de prolongarse en el espacio y en el tiempo. Olvidan la fragilidad de su cuerpo y la finitud de su existencia. El propio Gandhi reconocía "Siempre supuse que tenía una constitución de acero, pero me encontré con un cuerpo enfermo convertido en masa y arcilla, al estar tan cerca de la muerta fue la oportunidad única para examinar mi vida y mis principios".
Para el Señor Presidente, el sorpresivo cáncer tal vez le permita cambiar su proyecto personal de vida como él lo ha anunciado y ojalá también pudiera servir de punto de reflexión en su acción política, hacia la cooperación, la convergencia y no la confrontación. La suerte siempre acompañó al Señor Presidente, especialmente durante el golpe de Estado de abril del 2002, incluso en el fallido golpe de 1992, con el posterior indulto presidencial. Desde el 2005 la errada decisión de la oposición le permitió perfilar jurídicamente el país a su medida.
El cáncer del Presidente puede inscribirse en la dinámica del "Cisne negro", título del Best Seller, de Nassim N. Taleb, el libro describe eventos aleatorios sobre lo altamente improbable con un enorme impacto y ocurridos a posteriori tratamos de encontrar una explicación racional.
Cisne negro para el señor Presidente, para su familia, para sus amigos, para sus seguidores, para los indiferentes y para los opositores. Apareció de repente en la esfera de lo incierto y aleatorio de la vida humana, donde todo esto puede ocurrir, pero se trata de negar. Para el señor Presidente, como para cualquier mortal, como decía Borges "toda vida es una muerte anunciada y toda muerte es una vida vivida", con la advertencia sartriana de que ni el comienzo ni el final de la existencia depende de nosotros, sino de lo otro y de los otros. El efecto fue inmediato. En lo internacional fue postergado el más importante evento programado para el Bicentenario de la República, la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). El fastuoso desfile cívico-militar, preparado con meses de antelación, con la mayor exhibición de las fuerzas militares y sociales que lo apoyan, se realizó sin la presencia del líder. Fue la última oportunidad en que los militares alto rango lanzaron el grito de "Patria, Socialismo o Muerte". Posteriormente el Presidente Chávez queriendo desterrar la palabra muerte, ordenó a sus seguidores un nuevo slogan para invocar sólo la vida. Desterrar la muerte no se hace por decreto, Borges cuenta la historia del emperador Shih Huanti, quien ordenó la muralla china y al mismo tiempo decretó se quemaran todos los libros anteriores a él, prohibió que mencionaran el término muerte en su reino y buscó desesperadamente el elixir de la eternidad. Lo efímero de la vida particularmente para quienes detentan el poder es descrito por Owen cuando vincula la política y la medicina, cuestionando la toma de decisiones en esta situación, el peligro de mantener en silencio la dolencia y la difícil decisión de abandonar el poder.
Igualmente, Taleb, toma como referencia en muchos casos, las enfermedades de líderes, con la poca predictibilidad y el gran impacto, con el añadido que actúan en la vida como si eso nunca sucedería, olvidando que esta vida es un efecto acumulativo de un puñado de impactos importantes sin planes preestablecidos.
Heinz Dietrich, el teórico del Socialismo del siglo XXI, en una reciente entrevista duda que el Señor Presidente se presente en las próximas elecciones por el cáncer que padece y afirma que nadie en su entorno podrá sucederlo, aunque sugiere que el presidente de no ser candidato optaría por Maduro. Todo está por verse".
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