Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

lunes, 31 de octubre de 2011

¿QUE CREEMOS O SABEMOS DE VERDAD DEL HOMBRE NUEVO????


EL HOMBRE NUEVO »




La idea del prototipo del “hombre nuevo”, ha creado recientemente muchas discusiones con no muy buenos resultados. El hombre normal es propenso a resentirse por sta “denominación”, ya que presiente como si fuera privilegio de unos pocos ascender a las alturas para dominar a los demás, por algún poder limitador de la dignidad o libertad humana.

Es como si el Hombre nuevo fuera una glorificación de un raro y solitario superego, que ha superado a los otros en las cualidades humanas.



SegundaFundación

No obstante este significado del Hombre nuevo, no es más que una parodia intolerante y mezquina. El evangelio de esta verdadera humanidad nos lo presenta como el ideal magnánimo, misericordioso y noble para toda la raza humana en vías de desarrollo. El Hombre nuevo es el fruto del equerimiento hecho al hombre mismo por la evolución de la Naturaleza hacia lo Superior, y que ya casi se adivina. Y cuando eso se imagina y se comprende, es la Idea que llega a ser la semilla más potente que queda ser sembrada en la tierra, para un nuevo crecimiento.




AUTORECONOCIMIENTO

El Hombre nuevo puede auto reconocerse por un mandato (algo que sabe) esencialmente interno; es como una ley secreta de su Unidad que conoce la ley de otro ser y la del ser del mundo.




Siente una NECESIDAD que le compele y obliga a realizar sus grandes posibilidades propias, por un mandato divino que le llega a la superficie mental pero en esencia es un impulso interno de su alma que busca exteriorizarse en el individuo.

Tenemos entonces dos principios en la Vida: la necesidad o la voluntad del ego separado de sobrevivir en su distinción y conservar su identidad, y la compulsión impuesta por la Naturaleza de fundirse con los demás




Pero Dios es muy complejo y la tentación del intelecto humano es buscar el camino más corto y fácil hacia la Naturaleza Superior. Por lo que generalmente optamos por dedicarnos compulsivamente a algún trabajo relacionado con la ayuda o el amor que satisfaga temporalmente nuestros impulsos. O bien buscamos nuestra salvación individual, escapando al cielo en un acto de supremo egoísmo, dejando a los demás abandonados en la tierra. Si los más preparados pretendieran escaparse de esta manera liberándose a ellos mismos, que sería de los menos preparados, abandonados a su suerte en esta tierra. El hombre nuevo siente la necesidad de quedarse en esta tierra hasta que la última alma humana sea liberada del yugo de la esclavitud.

Sin embargo, ésta no puede ser la última etapa; esa sólo puede alcanzarse cuando se armonicen los dos principios, cuando el individuo pueda persistir en la conciencia de su individualidad y con todo fundirse con los demás sin alteración del preservador equilibrio ni interrupción de la supervivencia.



SegundaFundación




EL DESCUBRIMIENTO DEL AMOR




¿Qué puede ser más divino que el amor? Pero la adoración y la devoción son impotentes por sí solas para resolver las discordias del mundo. “

La asociación con el amor como su principio secreto y su emergente cima es el modelo, el poder de esta nueva relación y, por lo tanto, el principio rector del desarrollo en el tercer estado de la vida. La preservación consciente de la individualidad junto con la conscientemente aceptada necesidad y deseo de intercambio, auto-entrega y fusión con otros individuos, es necesaria para el funcionamiento del principio del amor; pues si queda abolida, la actividad del amor cesa, cualquiera sea el lugar que tome


Jesús,
El CRISTO el Avatar adorado del Amor, es un ejemplo Divino, su memoria es luminosa e imperecedera. Pero seguirá siendo ineficaz para nosotros y para la vida hasta que no lo bajemos de la Cruz y armonicemos la adoración y devoción con el resto de las cualidades Divinas que son necesarias para nuestro desarrollo hacia el hombre nuevo.

Dios no solo es Amor; otro de los nombres de Dios es Conocimiento. Cuando en el Templo que adoramos o en la ONG que trabajamos le cerramos las puertas al Poder del Conocimiento (error que cometemos continuamente), esterilizamos nuestras raíces secretas y secamos el pozo de nuestra vida interior, convertimos la Unidad en un cero inexistente y encontraremos al final que nuestro loto del corazón está embotado, muerto o marchitado, descubrimos que hemos alcanzado la muerte y no la gran existencia.

Y todo esto ocurre porque no hemos reconocido la complejidad del enigma que debemos resolver aquí.

Generamos contradicciones y oposiciones entre las palabras AMOR, PODER, CONOCIMIENTO, etc., y todos estos nombres son Dios. El enigma se resuelve armonizando los contrarios, viendo la real UNIDAD en los opuestos. El Amor por sí solo no puede resolver las discordias del mundo, ni puede impulsar tu naturaleza hacia su transmutación .

Los individuos y los agregados (grupos de individuos), que desarrollan primordialmente la ley de asociación y la ley de amor, de ayuda común, bondad, afecto, camaradería, unidad, que armonizan más exitosamente la supervivencia y mutua auto-entrega, el grupo que incrementa al individuo y viceversa, y el individuo que incrementa al individuo y el grupo que hace lo propio con otro grupo, mediante intercambio mutuo, serán los más aptos para la supervivencia en este estado terciario de la evolución.

EL SECRETO ES LA UNIDAD

Dios es el
UNO que todo abarca; no existe nada que no sea EL, y a través de nosotros se busca a SI mismo, evoluciona desde nuestra ignorancia hacia ese hombre nuevo que ya emerge.



SegundaFundación




Una UNIDAD compleja que abrace y entienda todo lo que nos rodea es el secreto que tenemos que descubrir y hacerlo consciente para poder determinar nuestras acciones y saber que es lo que tenemos que hacer para que nuestros esfuerzos no se pierdan en sueños frustrados por nuestra relación con los demás.

CUANDO NUESTRO CORAZON LLENO DE AMOR SE CALMA, POR EL CONOCIMIENTO EN NUESTRA MENTE; EL CORAZON SE VA ILUMINANDO Y PURIFICANDO EN SUS PASIONES E IMPULSOS EGOICOS.

Cuando el cerebro luminoso del Conocimiento acepte y transforme las inspiraciones oscuras del corazón y se preste el mismo a dominar sus ideas de “ego separado” sometiéndose a una Voluntad Superior que busca realizar la Unidad aquí en la tierra; el Hombre nuevo comprenderá que su alma sacrificada le impulsará a la NECESIDAD de experimentar esa Unidad con un grupo de personas afines, aceptando todos los choques que surgirán de esta relación, como la oportunidad que le brinda la Voluntad Superior, para transmutarlos por el Poder contenido en un Amor, que unido al Conocimiento, le otorgara el Poder de escalar la cima de la Unidad por el paso estrecho y provisional del grupo y la creación progresiva del alma grupal, en la unidad gnóstica.





SegundaFundación




El Hombre nuevo no será un diferenciado ser de la integral UNIDAD. El hombre nuevo consciente de la integral unidad, sentirá a los otros como algo mayor que él mismo, integrándose en ellos e integrando a ellos en él, abarcando la vida de grupo como algo mayor que su propia vida, sometiéndose al grupo y el grupo sometiéndose a él, en una relación mutua de crecimiento del grupo y crecimiento del individuo. Al final del sendero el nuevo grupo, la nueva comunidad gnóstica habrá materializado una nueva realidad del Espíritu, el Alma grupal (célula transitiva hacia la Unidad del UNO). Individuos libres conscientes de la Unidad en los muchos e individuales en el accionar del espíritu, constructores de una nueva tierra, materializadores de un cielo de tierra.

El amor mismo al principio obedece a la ley del hambre y disfruta el recibir y sacar de los demás, más bien que el darse y rendirse a los demás, que admite principalmente como precio necesario para obtener la cosa que desea. Pero aquí no ha llegado aún a su verdadera naturaleza; su verdadera ley es establecer un comercio igual en el que la dicha de dar se iguale a la dicha de recibir y tienda, al fin, a convertirse en aún mayor; pero eso ocurre cuando se lanza más allá de sí, bajo la presión de la llama física para alcanzar la realización de la completa unidad y, por lo tanto, ha de realizar a aquellos que le parecieron como separados, aquello que le pareció (no-yo) como un ser (yo) más grande y querido que su propia individualidad. En su origen-vital, la ley del amor es el impulso de realizarse y lograrse uno mismo en los demás y por los demás, de enriquecerse enriqueciendo, de poseer y ser poseído pues sin ser poseído no se posee uno mismo por completo.

La incapacidad inerte de la existencia atómica de poseerse, la sujeción del individuo material al (no-yo), pertenece al primer estado de la vida. La conciencia de la limitación y la lucha por poseer, por dominar al ser (yo) y al de los demás (no-yo), es el modelo del estado secundario. Aquí también el desarrollo hacia el tercer estado trae una transformación de los términos originales dentro de un logro y una armonía que repite los términos mientras aparentemente los contradice. Adviene, a través de la asociación y del amor un reconocimiento de los demás (no-yo) como ser (yo) mayor y, por lo tanto, una sumisión conscientemente aceptada a su ley y necesidad que realiza el creciente impulso de la vida de grupo a absorber al individuo; y hay una posesión nuevamente, por parte del individuo, de la vida de los demás como la suya propia y de todo lo que ha de dársele como suyo propio, que realiza el impulso opuesto de la posesión individual. Esta relación de mutualidad entre el individuo y el mundo en que vive no puede expresarse, completarse ni asegurarse a menos que se establezca la misma relación entre individuo eindividuo y entre grupo y grupo. Todo el difícil esfuerzo del hombre en pro de la armonización de la autoafirmación y de la libertad, por la que se posee a sí mismo, con la asociación y amor, fraternidad, camaradería, en las que se entrega a los demás, --(sus ideales de armonioso equilibrio, justicia, mutualidad, igualdad por los que crea un equilibrio de los dos opuestos)--, son en realidad un intento inevitablemente Predeterminado en sus lineamientos para resolver el problema original de la Naturaleza, el problema de la Vida misma, mediante la resolución del conflicto entre los dos opuestos que se presentan en los fundamentos mismos de la Vida en la Materia. La resolución es intentada por el principio superior de la Mente que sólo puede hallar el camino hacia la armonía buscada, aunque la armonía misma solo pueda hallarse en un Poder todavía más allá de nosotros.”


Sri Aurobindo nos legó en su libro póstumo “la manifestación supramental sobre la tierra”, las inmensas posibilidades para cualquier grupo de seres humanos que aspiren unidos en su empeño a una forma de vida colectiva perfecta e individual, o que aspiren a la vida divina, serán asistidos desde
Arriba en la consecución de su aspiración y esa sería, por lo menos, la consecuencia mínima de la acción de la Supermente.

Las notas en cursiva pertenecen al capítulo 21 de la Vida Divina. Bibliografía para ampliar: Los últimos 5 capítulos de la Vida Divina


ACERCA DE LA PRACTICA

La evolución es la continua materialización del espíritu en el cuerpo, vida y mente humanos, transformándolos y elevándolos al mismo tiempo hacia cimas más altas, sutilizando la mente, lo vital y el cuerpo físico (los planos materializados de nuestra naturaleza), sirviendo al objetivo de la Naturaleza evolutiva de alcanzar lo Superior, con el fin próximo de materializar una consciencia nueva, el
“hombre nuevo”, que representará la promesa del espíritu de alcanzar cotas todavía más elevadas. Para aquel que tiene la necesidad y la aspiración, la pregunta que se hace podría ser: ¿cómo se realiza esto? ¿ qué tengo que hacer?.



SegundaFundación

Toda experiencia espiritual, debe ser realizada aquí, para que pueda servir a la humanidad. El que busca experiencias para sí mismo, para ascender hasta las alturas celestiales, se olvida de los demás, busca unirse a Dios dejando atrás a todos los demás; es el mayor acto de egoísmo. Pues el plan divino consiste en que la tierra se divinice y se convierta en un Cielo de tierra, no debemos buscar el cielo (al cielo no le hacemos ninguna falta), sino materializarlo aquí mismo. Es el Espíritu mediante su presión desde arriba, quien responde descendiendo a la llamada de la aspiración desde abajo. Es el Espíritu el que se materializa progresivamente en la materia humana, modificándola y sutilizándola, debemos ser conscientes de este proceso en nuestro despertar al conocimiento.



SegundaFundación




Por lo tanto si yo quiero materializar el Amor, de poco me sirve imaginar y sentir que quiero a todo el mundo, ir de vez en cuando a un curso “espiritual” y salir satisfecho de lo bueno que uno es y lo bien que me siento. De nada me sirve sentirme virtuoso, por mis buenas acciones y pensar que esto es suficiente. Esto no son más que autoengaños del corazón que la mente consiente, sin conseguir nada estable y transformado en nosotros.



SegundaFundación

Materializar en uno mismo el Amor, no es trabajo sencillo, necesita de un gran esfuerzo de apertura a los demás, formando un grupo donde se aprende a vivir esta experiencia intensa de roces y choques entre individuos, ideas, actitudes, formas de ser……… con los otros (no yo) hasta que la intensa experiencia de sufrir lo que nos molesta de los demás nos vaya abriendo a un conocimiento que se nos desvela como fruto o gracia de nuestra aspiración inquebrantable a soportar la experiencia, esta aceptación desembocara en una consciencia de Unidad cada vez más abarcante y comprehendente de los otros como si fueran (yo) mismo, iluminando nuestra mente y Enamorando a nuestro corazón.

Este mundo material es de experiencia, la experiencia del Amor debe vivirse para materializarse en nosotros y poder sentir su capacidad transformadora.




¿Cómo se practica y se materializa el Amor? Como indica Sri Aurobindo, el camino para el ser individual esta abierto, nosotros os sugerimos el camino grupal, por su asistencia desde lo superior y por su capacidad de acelerar vuestra evolución; no negamos otros caminos que el infinito prevea para el logro de sus fines.

- En primer lugar esto te obliga a buscar y unirte en un grupo de personas dispuestas a vivir y compartir esta experiencia intensa.



SegundaFundación

- En segundo lugar debes saber que lo vais a pasar muy mal, porque las personas que os unáis para trabajar juntas, aportáis vuestra aspiración, pero también aportáis todas vuestras imperfecciones, y es muy probable que las fuerzas de separación que actuarán sobre el ego de vuestras imperfecciones terminen rompiendo el grupo.

- Para soportar esta primera fase de rechazo, debéis aguantar sin abandonar el grupo. El que no aguanta no consigue materializar el Amor. El que aguanta esta primera fase de intenso rechazo entre las individualidades del grupo, aportando comprensión, dulzura, armonía y ecuanimidad; tendrá posibilidades de avanzar.

- No debéis ocuparos ni preocuparos por las personas que abandonan, ya que la Providencia Divina esta con ellas, sabiendo en cada momento lo que necesitan.

- No debéis crear reglas, ni organización, ni liderazgo alguno. Dejad que el Espíritu realice su labor entre vosotros, que la jerarquía y la organización Divina, sabrá crear los obstáculos y las soluciones para que vuestra experiencia con el paso del tiempo vaya siendo consciente de que el proceso es asistido desde arriba.

- Al principio no os juntéis frecuentemente, sería insoportable, debéis juntaros como mucho 1 o 2 veces por semana, y poco a poco poneros a prueba con convivencias cortas de un fin de semana por ejemplo. Ser sinceros y expresar vuestras emociones, no acumuléis tensiones en vuestro interior sin exponerlas a los demás.

- Con el tiempo, los que aguanten, experimentarán la necesidad interior de querer verse y juntarse más a menudo. Es ese momento, el que indica el comienzo de la creación de un alma grupal.



SegundaFundación




- Más adelante comenzareis a aspirar a una convivencia mas estrecha, en ese momento sin daros cuenta el Amor subconscientemente se habrá empezado a instalar en vuestro corazón. Os ocurrirá que os seguirán molestando las cosas de los otros que no os gusten, pero algo dentro de vosotros empezará a mirarlo de otra manera; y las tensiones interiores y los deseos de separación durarán menos tiempo.

- En el futuro, seréis conscientes de que vuestra mente ya no es la misma, el esfuerzo aceptable de haber vivido la experiencia y aguantado las fuerzas de separación, os aportará una consciencia mental más elevada, capaz de comprender y luego ser consciente del alcance del fenómeno en marcha, un conocimiento mucho más vasto y abarcante se habrá instalado en vuestro cerebro, vuestro ego individual se habrá sutilizado, vuestro corazón se irá calmando y el Amor ya tiene posibilidad de materializarse en vosotros, ya no podréis entender la vida sin el grupo, observareis que algo más grande que uno mismo se esta materializando y apunta a una cima todavía más alta.

- Otras fases intermedias habrán en vuestra formación grupal que no es relevante explicarlas, sino que las experimentéis por vosotros mismos. Lo importante es haber llegado hasta aquí porque ya habría una cierta garantía de éxito en la consolidación de la formación grupal.

- Al final los que quedéis en el grupo descubriréis que no Ama el que quiere, sino el que Puede; porque se necesita el Poder para Amar y este Poder se obtiene cuando el Conocimiento y Amor se unen.

t� ~ s r �Z `pW n el meollo de la doctrina que sobre las obras (trabajar para el Divino) da el Gita; el núcleo de su doctrina es una unión espiritual con el Supremo mediante el sacrificio, una autoentrega sin reservas al Eterno. La concepción vulgar del sacrificio es un acto de dolorosa autoinmolación, de austera mortificación, de autoanulación difícil: este género de sacrificio puede llegar incluso hasta la automutilación y la autotortura. Estas cosas pueden ser temporariamente necesarias en el duro esfuerzo humano por superar el yo natural; si el egoísmo es violento y obstinado, a veces ha de encontrar como respuesta una fuerte represión interna y una violencia que lo contrabalancee. Pero el Gita no anima a ninguna clase de abuso de violencia sobre uno mismo; pues el yo interior es realmente la Deidad que evoluciona, es Krishna, es la Divinidad; no ha de ser perturbado ni torturado como los Titanes del mundo lo perturban y torturan (se refiere a las Fuerzas de la oscuridad que tientan y someten al ego humano, haciéndolo presa de sus apetencias), sino crecientemente fomentado, apreciado, abierto luminosamente a una Luz, fortaleza, dicha y amplitud divinas. No es al propio yo sino a la banda de enemigos interiores del espíritu que tenemos que desanimar, desalojar, eliminar sobre el altar de la evolución espiritual; éstos pueden ser extirpados sin miramientos; sus nombres son: deseo, ira, fanatismo, dogmatismo, codicia y apego a los goces y dolores externos; son la cohorte de demonios usurpadores causantes de los errores y sufrimientos del alma. Han de considerarse no como parte nuestra sino como intrusos y pervertidores de la naturaleza real y más divina de nuestro yo; han de ser sacrificados en el más severo sentido de la palabra, cualquiera que sea el dolor que, por reflejo, puedan lanzar sobre la conciencia de quien busca la perfección.

Mas la verdadera esencia del sacrificio no es la autoinmolación, es la autoentrega; su objeto no es la autoeliminación sino la autorrealización; su método no es la automortificación sino una vida mayor; no es una automutilación sino una transformación consciente de nuestras partes humanas naturales en miembros divinos, no es una autotortura sino un pasaje de una satisfacción inferior a una Bienaventuranza o Ananda mayor. Para una parte inmadura o turbia de nuestra naturaleza superficial hay solo una cosa dolorosa al comienzo; es la disciplina que debemos exigirnos indispensablemente, la necesaria negación de toda forma de impulsos egóicos, para realizar la fusión del ego incompleto; mas para eso puede haber una rápida y enorme compensación en el descubrimiento de completarnos de una forma real, mayor y última, en los demás, en todas las cosas, en la unidad cósmica, en la libertad del Yo y Espíritu trascendentales, en el arrobamiento del contacto de la Divinidad. Nuestro sacrificio no es una entrega sin devolución alguna ni una aceptación fructífera de la otra parte; es un intercambio entre el alma encarnada y la Naturaleza consciente en nosotros y el Espíritu eterno. Pues aunque no debemos exigir compensación o ganancia, en nosotros existe un conocimiento profundo de que es inevitable una maravillosa compensación y Gracia obtenidas por regreso o reintegro en el Yo Real. El alma sabe que no se entrega a Dios en vano; sin reclamar nada, recibe, con todo, la riqueza infinita del Poder y Presencia divinos.

Por último, ha de considerarse el receptor del sacrificio y el modo del sacrificio. El sacrificio puede ofrecerse a los demás o a los Poderes divinos; puede ofrecerse al Todo cósmico o al supremo Trascendente. El culto tributado pude asumir cualquier forma, desde la consagración de una hoja o una flor, un vaso de agua, un puñado de arroz, una rebanada de pan, hasta la de todo lo que poseemos y la sumisión de todo lo que somos. Cualquiera que sea el receptor, cualquiera que sea el don, es el Supremo, el Eterno en las cosas, quien lo recibe y acepta, aunque sea rechazado o ignorado por el receptor inmediato. Pues el Supremo que trasciende al universo, está también aquí, aunque velado, en nosotros, en el mundo y en sus sucesos: está allí como Testigo y Receptor omnisciente de todas nuestras obras y su Maestro secreto. Todas nuestras acciones, todos nuestros esfuerzos, incluso nuestros pecados, tropiezos, sufrimientos y luchas, independientemente de que seamos conscientes o inconscientes de ellos, son gobernados en última instancia por el Uno. Todo se vuelve hacia él en sus innumerables formas y es ofrecido, mediante ellas, a la Omnipresencia única. Tal como sea la forma y el espíritu con que nos aproximamos a él, de esa forma y con ese espíritu recibe el sacrificio.

Asimismo, el fruto del sacrificio de las obras (trabajar para el Divino) varía de acuerdo con la obra, de acuerdo con la intención en la obra y de acuerdo con el espíritu que está detrás de la intención. Pero todos los demás sacrificios son parciales, egoístas, mixtos, temporales e incompletos, (incluso los ofrecidos a los Poderes y Principios supremos mantienen este carácter: el resultado también es parcial, limitado, temporal, mixto en sus reacciones, sólo efectivo para una finalidad menor o intermedia. El único sacrificio enteramente aceptable es una última, suprema y suma autoentrega ), es esa sumisión ofrendada, con devoción y conocimiento, libremente y sin reservas, al Uno que es a la vez nuestro Yo inmanente, el circundante Todo constitutivo, la Realidad suprema más allá de ésta o cualquier manifestación y, secretamente, todas estas juntas, ocultas por doquier, la Trascendencia inmanente. Pues al alma que se le brinda totalmente, Dios también se le entrega por completo. Sólo quien ofrenda su naturaleza toda, halla al Yo. Sólo quien puede darlo todo, disfruta por doquier al Todo Divino. Sólo un supremo autoabandono confiado en el Supremo, alcanza al Supremo. Sólo la sublimación mediante sacrificio de todo cuanto es nuestra naturaleza, puede capacitarnos para encarnar al Supremo y vivir así en la conciencia inmanente del Espíritu trascendente.

-SegundaFundación



- En la fase de consolidación del grupo, seréis conscientes que la única forma de vencer a las fuerzas de separación que sentís cuando algo de los demás hermanos no os gusta, no entienden o no comparten, es el conocimiento de que ellos son como tú, una parte del infinito y como infinito son libres y únicos; y este conocimiento os dará el Poder de la aceptación por el Amor y sentiréis que el Yo grupal es Mayor que vuestro propio (yo) , porque el Poder del Amor negará la entrada a la fuerza de separación y el Alma grupal se manifestará en vosotros sintiéndoos UNO, la convivencia y el trabajo común os llevará a la acción Divina sobre el mundo alrededor vuestro. No se detiene aquí el proceso ascendente, vuestra próxima meta, apunta a cimas más altas.

Podría ser que vuestro destino os lleve a materializar al ser espiritual, convirtiéndoos en lo que Sri Aurobindo denomina un grupo gnóstico de conocimiento e irradiaréis un magnetismo transformador al mundo que os rodea, transformándoos y transformándolo para la Vida Divina sobre la Tierra. Mantenedores de vuestra individualidad y unidos en lo Total , verdaderos anarquistas espirituales.

Esta es la gran aventura de la Consciencia que presiona sobre la Humanidad de hoy; de este esfuerzo evolutivo saldrá el “hombre nuevo”.



--------------------- O --------------------

Bibliografía: los cinco últimos capítulos de La Vida Divina por Sri Aurobindo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario