El Carabobeño 23 octubre 2011
Se han cumplido 124 años de la firma del decreto de erección del monolito de la Plaza Bolívar, inaugurado el 24 de junio de 1889. Desde entonces es el símbolo civil de Valencia.
Este hermoso monumento en el que se destaca la estatua pedestre del Libertador, concretó la orden del Congreso de Cúcuta de levantar una columna en honor y gloria a nuestros héroes independentistas encabezados por Simón Bolívar, en el Campo de Carabobo.
En 1887, el general Hermógenes López, nacido en Naguanagua, retomando el mandato del Congreso de la República de Colombia firmó el decreto para perpetuar "la última victoria obtenida por los próceres de la Independencia en territorio venezolano".
El gobierno contrató, por 220.000 bolívares, la obra con un empresario local quien viajó a Italia para la negociación del monumento y, cuando lo trajeron por Puerto Cabello, entusiastas valencianos lo trasladaron en una especie de carreta, a donde se encuentra actualmente. La instalación estuvo a cargo de los hermanos Winckelman, de origen alemán, especialistas en herrería domiciliados en esta ciudad.
El general Hermógenes López, sin duda, fue un gran benefactor de Valencia, durante su breve presidencia construyó el Teatro Municipal y dotó a la ciudad de alumbrado público eléctrico.
Guillermo Mujica Sevilla, Cronista de Valencia y de la Universidad de Carabobo, recuerda siempre que don Luis Taborda cuenta en su libro Daguerrotipo del Recuerdo, que después de dar un paseo con el escritor José Rafael Pocaterra alrededor de la Plaza Bolívar, ambos se sentaron en el primer escalón de la base del monolito. Al poco tiempo se acercó un policía y les dijo que estaba prohibido sentarse en ese lugar, por lo cual debieron cumplir la orden, por lo cual la gente que estaba en el lugar aplaudió.
Pocaterra, quien era el presidente del estado (1919) le dijo a Taborda en voz baja: ¿A quién estarán aplaudiendo, al policía o a mí?
En los últimos tiempos nuestro monolito ha sido testigo de hechos desagradables, producidos por la intolerancia política. Ha soportado el robo de alguna de sus piezas, ante la presencia de la Policía Municipal.
Hoy, los valencianos pasan indiferentes ante él porqué la mayoría desconoce su existencia y ubicación.
El monolito representa el corazón de Valencia, es el símbolo mayor a nuestros héroes libertadores, por lo cual es un deber patrio reconocer su historia y resaltar lo que significa para los valencianos y Venezuela toda.
El monolito, símbolo de Valencia
Tomás CabreraSe han cumplido 124 años de la firma del decreto de erección del monolito de la Plaza Bolívar, inaugurado el 24 de junio de 1889. Desde entonces es el símbolo civil de Valencia.
Este hermoso monumento en el que se destaca la estatua pedestre del Libertador, concretó la orden del Congreso de Cúcuta de levantar una columna en honor y gloria a nuestros héroes independentistas encabezados por Simón Bolívar, en el Campo de Carabobo.
En 1887, el general Hermógenes López, nacido en Naguanagua, retomando el mandato del Congreso de la República de Colombia firmó el decreto para perpetuar "la última victoria obtenida por los próceres de la Independencia en territorio venezolano".
El gobierno contrató, por 220.000 bolívares, la obra con un empresario local quien viajó a Italia para la negociación del monumento y, cuando lo trajeron por Puerto Cabello, entusiastas valencianos lo trasladaron en una especie de carreta, a donde se encuentra actualmente. La instalación estuvo a cargo de los hermanos Winckelman, de origen alemán, especialistas en herrería domiciliados en esta ciudad.
El general Hermógenes López, sin duda, fue un gran benefactor de Valencia, durante su breve presidencia construyó el Teatro Municipal y dotó a la ciudad de alumbrado público eléctrico.
Guillermo Mujica Sevilla, Cronista de Valencia y de la Universidad de Carabobo, recuerda siempre que don Luis Taborda cuenta en su libro Daguerrotipo del Recuerdo, que después de dar un paseo con el escritor José Rafael Pocaterra alrededor de la Plaza Bolívar, ambos se sentaron en el primer escalón de la base del monolito. Al poco tiempo se acercó un policía y les dijo que estaba prohibido sentarse en ese lugar, por lo cual debieron cumplir la orden, por lo cual la gente que estaba en el lugar aplaudió.
Pocaterra, quien era el presidente del estado (1919) le dijo a Taborda en voz baja: ¿A quién estarán aplaudiendo, al policía o a mí?
En los últimos tiempos nuestro monolito ha sido testigo de hechos desagradables, producidos por la intolerancia política. Ha soportado el robo de alguna de sus piezas, ante la presencia de la Policía Municipal.
Hoy, los valencianos pasan indiferentes ante él porqué la mayoría desconoce su existencia y ubicación.
El monolito representa el corazón de Valencia, es el símbolo mayor a nuestros héroes libertadores, por lo cual es un deber patrio reconocer su historia y resaltar lo que significa para los valencianos y Venezuela toda.
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ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEs improbable que José Rafel Pocaterra haya sido presidente del estado Carabobo como indica la reseña en 1.919, ya que para entonces apenas contaba con 20 años de edad, pues había nacido el escritor en esta misma ciudad en diciembre de 1.889. Otro detalle es que para 1.919 quien estaba al mando de los destinos del país era Juan Vicente Gómez a quien Pocaterra combatió sin cuartel siendo uno de sus principales adversarios políticos siendo víctima en ese período de cárcel, persecuciones y destierro. Pocaterra, si fue efectivamente presidente del estado pero en el ejercicio de Isaías Medina Angarita quien lo nombró para ese cargo entre los años 1.941-1.943.
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