Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

lunes, 24 de octubre de 2011

Gracias a Valencia alcancé este "conocimiento" que se ha convertido en eje de mi vida a pesar de las tormentosas aguas que he navegado y me enfermaron

LUNES 24 DE OCTUBRE DE 2011

De dónde parte mi sanación

Reflexiones sobre la vida espiritual,

monástica y contemplativa cristiana

BLOG DEL PADRE BEDA HORNUNG OSB.


DOMINGO 23 DE OCTUBRE DE 2011

La Oración Contemplativa






















Quisiera compartir sólo dos textos sobre la oración
contemplativa que he encontrado últimamente, y
que me parecen de suma importancia si realmente
queremos entrar en una relación íntima y sincera con
Dios:

El pensamiento racional puede llegar a ser un gran
enemigo del espíritu. No pienses, razones ni elucubres
sobre lo que haces. Simplemente hazlo; simplemente
reza. Entra en esa atmósfera, no pienses sobre ella.
El pensamiento no entiende esos estados y antes,
durante, o después de la oración, pondrá todo tipo de
impedimentos y de razonamientos haciéndote ver lo
absurdo de la práctica. El pensamiento empleará todo
tipo de argumentos de lo más convincentes e ingeniosos.
¡No hagas caso al pensamiento! Diga lo que diga la mente,
tú continúa con tu práctica de oración.
De: Anónimo
24 de febrero de 2011

La meta de la contemplación no es el tener experiencias
místicas. Estas, cuando ocurren, son solo efectos secundarios
de la travesía espiritual. Como decía San Juan de la Cruz;
"las manifestaciones de Dios no son Dios."
La meta de la contemplación es llevarnos a una relación
de amor cada vez más profunda con Cristo la cual nos
lleva a una unidad con Este hasta alcanzar la plenitud
del amor trinitario, mas allá no solo de cualquier experiencia,
si no mas allá de nosotros mismos.
De: Extensión Contemplativa Internacional en:https://www.facebook.com/groups/164314603627811/

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