Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

martes, 24 de diciembre de 2013

Hoy 24 de Diciembre en la mañana, preparémonos para la Nochebuena de hoy como Maria, quien abrió su alma a Jesús que nace

El Niño Venezolano / Aguinaldo Navideño Venezolano - YouTube

  1. www.youtube.com/watch?v=E0IULEmeogg

    19/12/2011 - Subido por Ramon Perazza
    Aguinaldo Navideño Venezolano Si la Virgen fuera andina y San José de los llanos, el Niño Jesús sería un niño ...












“En el principio era 


el verbo y el verbo 


estaba con Dios y 


el verbo era Dios

Por él fueron hechas todas las cosas y sin él no se ha hecho cosa”…




 



 
La Anunciación del Señor
El Anuncio del Ángel a María
Francisco en Santa Marta: como Maria, abrir el alma a Jesús que nace
El santo padre recuerda este lunes que en Navidad tenemos que hacer sitio al Niño, más que a las compras y al ruido
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 23 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - En Navidad, como María, hagamos sitio a Jesús que viene. Es la exhortación que el papa Francisco ha hecho esta mañana en la homilía de Santa Marta. El papa ha subrayado que el Señor visita cada día su Iglesia y ha advertido sobre la actitud de cerrar nuestra alma. El cristiano, ha indicado, debe siempre estar en espera vigilante del Señor.
Además, el santo padre ha subrayado  que la Iglesia, como María, está en espera de un parto. También ella, ha explicado, “sentía lo que sienten todas las mujeres de aquel tiempo”. Siente estas “percepciones interiores en su cuerpo, en su alma” que el hijo está llegando. María, ha dicho el papa, siente en su corazón que quiere ver el rostro de su Niño. El santo padre ha recordado que “nosotros como Iglesia, acompañamos a la Virgen en este camino de espera” y casi “queremos apresurar este nacimiento del Señor”. Así, Francisco ha explicado que el Señor viene dos veces, “el que conmemoramos ahora, el nacimiento físico” y el que “sucederá al final de los tiempo”. Pero, como afirma san Bernardo, hay también un tercer nacimiento.
“Hay una tercera vendida del Señor: la de cada día. ¡El Señor cada día visita a su Iglesia! Visita a cada uno de nosotros y también nuestra alma entra en esta semejanza: nuestra alma se parece a la iglesia, nuestra alma se parece a María. Los padres del desierto dicen que María, la Iglesia y nuestra alma son femeninas y que lo que se dice de una, análogamente se puede decir de la otra. Nuestra alma está en espera, en esta espera por la venida del Señor; un alma abierta que llama: ‘¡Ven, Señor!'
Y en estos días, también a cada uno de nosotros, ha proseguido el santo padre, “el Espíritu Santo nos mueve a hacer esta oración: ¡Ven! ¡Ven!”. Todos los días del Adviento, ha recordado Francisco “hemos dicho en el prefacio que nosotros, la Iglesia, como María, estamos vigilantes en la espera”. Y la vigilancia, ha señalado, “es la virtud” del peregrino y nosotros todos “somos peregrinos”.
El santo padre se ha preguntado “¿estamos en espera o estamos cerrados? ¿Estamos vigilantes o estamos seguros en un hotel, a lo largo del camino y no queremos ir más adelante? ¿Somos peregrinos o somos errantes?” Por esto, ha explicado Francisco, “la Iglesia nos invita a rezar esto ‘¡Ven!’, a abrir nuestra alma y que nuestra alma sea, en estos días, vigilante en la espera. ¡Vigilar!” Y nuevamente ha preguntado el pontífice “¿qué sucede en nosotros si viene el Señor o si no viene? ¿Hay sitio para el Señor o hay sitio para las fiestas, para hacer compras, hacer ruidos… ¿Nuestra alma está abierta, como está abierta la Santa Madre Iglesia y como estaba abierta la Virgen? ¿O nuestra alma está cerrada y hemos colocado en la puerta un cartel, muy educado, que dice: ‘Se ruega no molestar’?
Francisco ha indicado que “el mundo no termina con nosotros, nosotros no somos los más importantes del mundo: es el Señor, con la Virgen y con la Madre Iglesia!” Por esta razón, ha invitado el papa, nos hará bien repetir la invocación: “¡Oh sabiduría, oh llave de David, o Rey de las gentes, ven!
Al finalizar, el santo padre ha propuesto "repetir muchas veces ¡Ven!, y buscar que nuestra alma no sea un alma que diga: ‘no molestar’. ¡No! Que sea un alma abierta, que sea un alma grande, para recibir al Señor en estos días y que comience a escuchar lo que mañana en la antífona nos dirá la Iglesia: ‘¡Sabed que hoy viene el Señor y que mañana veréis su gloria!”.

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