Corrupción
ADOLFO R. TAYLHARDAT | EL UNIVERSAL
miércoles 18 de diciembre de 2013
En política moderna, quien pretenda dividir para alcanzar o mantenerse en el poder, está perdido. La máxima anterior, "divide y vencerás", ya no sobrevive. El rígido principio, ante la dinámica de la realidad nunca absoluta, ha ido rindiéndose ante la negociación; sobre todo, porque avances de civilidad, expresados en progresivo crecimiento de democracia en el mundo, ha comenzado a abrir los párpados de aquella humanidad sumergida en sueño salvaje y primitivo, de sumisión y resignación, allí donde no era posible extrañar la libertad por ser desconocida. Muros del palacio todopoderoso, que apuntalaban a ideologías extremas, persisten en algunas islas, sin embargo, terminan por ser derribados al igual que esas estatuas que pretenden encarnar la eternidad. Lenin no imaginó que sería decapitado y su cabeza molida a martillazos por la rebelión del pueblo ucraniano. Tampoco Saddam Hussein. Las nuevas rebeliones son un tsunami social que las dictaduras no podrán detener, porque los pueblos quieren una libertad que los haga plenos como individuos y colectivos, y no como una parcialidad mezquina de la misma libertad. Sorprende, en la inauguración del siglo XXI, que el caballo furioso de la nueva rebelión, no solo se desata y galopa por Occidente, sino por igual en el Medio Oriente y más allá de otras praderas, donde la gobernabilidad es férrea en principios dinásticos y religiosos.
La división, como valor estratégico para alcanzar un objetivo estelar y vencer, está circunscrita y dirigida a un enemigo externo, visible y armado, más que a uno interno, reducido a la inexistencia. La naturaleza primera tiene naciente en el granado principio militar que exalta la guerra. Sobre todo, cuando la nación o el Estado, teme ser invadido o anexado por otro Estado. La segunda naturaleza, apuesta a introducir la división en el propio corazón del pueblo. Mas, pueblo, es delta donde convergen todos los ríos. Al final, esta opción antipolítica no podrá ser capital político suficiente para dar sostén al Gobierno, que con demagogia y populismo, intenta profundizar la división. Si en ese pueblo pervive la idea y el sentir de la democracia, porque la ha conocido perfecta o imperfectamente en oleajes o turbulencias, no todo estará perdido aun en medio de la tragedia. Gobernar con tino, implica también afinada capacidad flexible y negociadora. Solo así el Gobierno considerará al otro que le adversa, con razones o sin ellas, opositor y no un ser despreciable, a quien hay que matar o convertir en nadie.
El gobierno venezolano, instrumenta y activa, ante graves hechos sociales, económicos y políticos que desgarran al país, la negación como la representación cierta de la realidad. Intenta preservar un poder que sabe no le es legítimo. No ostenta el arte de mentir. Porque para mentir con arte hay que ser un artista exquisito, no un mitómano. Luce incapacitado para ocultar negocios sucios y mafiosos. El descaro o desparpajo lo retrata con el narcotráfico, y estúpidamente, muestra la foto. Consejeros dilectos, representados por cubanos y la parte degradada de esa generación de guerrilleros, de aquella infeliz década de los sesenta, que ya cruzando el ocaso de sus vidas y con el pesado fardo de asaltos, robos, violaciones, ejecuciones y borracheras, venden servicios de aquellas malas mañas aprendidas, a fin de redimir un proyecto ideológico que la libertad venció en una adolescencia temprana. Eso explica el porqué desde esa empresa petrolera, Pdvsa, que devaluó su producción y prestigio al convertirse en guarida de ladrones, es promovida la impudicia más rancia, y la vorágine más inescrupulosa y letal, en cada comicio electoral. Pdvsa es conducida por la idea del revolucionario que no pudo ser.
En las recientes elecciones municipales de Venezuela, el Gobierno con el control absoluto de medios de comunicación y ventajismo propagandístico que buscaba asaltar y neutralizar a las redes sociales, empeñó hacer inexistente, a gran parte de la inmensidad de un pueblo que respira, piensa y activa su imaginación por refundar un país extraviado. El primer reporte electoral, quiso arrogar victoria aplastante a manos de candidatos del Gobierno, que la realidad de los números y la presencia en urnas electorales, en la que millones de venezolanos sufragaron, les ha negado con remarcada evidencia. Entre las tareas más siniestras, los consejeros dilectos del régimen que la sombra de la conspiración y el crimen cobijan, han propuesto una operación: ir a la compra de alcaldes ganadores de la oposición, a quienes consideren y estimen vulnerables ética y políticamente. Como siempre, los maletines negros de Pdvsa, estarán preparados para ello, desde el más alto despacho de la torre, allá desde donde es común, oír una voz meliflua y aflautada.
edilio2@yahoo.com
@edilio_p
La división, como valor estratégico para alcanzar un objetivo estelar y vencer, está circunscrita y dirigida a un enemigo externo, visible y armado, más que a uno interno, reducido a la inexistencia. La naturaleza primera tiene naciente en el granado principio militar que exalta la guerra. Sobre todo, cuando la nación o el Estado, teme ser invadido o anexado por otro Estado. La segunda naturaleza, apuesta a introducir la división en el propio corazón del pueblo. Mas, pueblo, es delta donde convergen todos los ríos. Al final, esta opción antipolítica no podrá ser capital político suficiente para dar sostén al Gobierno, que con demagogia y populismo, intenta profundizar la división. Si en ese pueblo pervive la idea y el sentir de la democracia, porque la ha conocido perfecta o imperfectamente en oleajes o turbulencias, no todo estará perdido aun en medio de la tragedia. Gobernar con tino, implica también afinada capacidad flexible y negociadora. Solo así el Gobierno considerará al otro que le adversa, con razones o sin ellas, opositor y no un ser despreciable, a quien hay que matar o convertir en nadie.
El gobierno venezolano, instrumenta y activa, ante graves hechos sociales, económicos y políticos que desgarran al país, la negación como la representación cierta de la realidad. Intenta preservar un poder que sabe no le es legítimo. No ostenta el arte de mentir. Porque para mentir con arte hay que ser un artista exquisito, no un mitómano. Luce incapacitado para ocultar negocios sucios y mafiosos. El descaro o desparpajo lo retrata con el narcotráfico, y estúpidamente, muestra la foto. Consejeros dilectos, representados por cubanos y la parte degradada de esa generación de guerrilleros, de aquella infeliz década de los sesenta, que ya cruzando el ocaso de sus vidas y con el pesado fardo de asaltos, robos, violaciones, ejecuciones y borracheras, venden servicios de aquellas malas mañas aprendidas, a fin de redimir un proyecto ideológico que la libertad venció en una adolescencia temprana. Eso explica el porqué desde esa empresa petrolera, Pdvsa, que devaluó su producción y prestigio al convertirse en guarida de ladrones, es promovida la impudicia más rancia, y la vorágine más inescrupulosa y letal, en cada comicio electoral. Pdvsa es conducida por la idea del revolucionario que no pudo ser.
En las recientes elecciones municipales de Venezuela, el Gobierno con el control absoluto de medios de comunicación y ventajismo propagandístico que buscaba asaltar y neutralizar a las redes sociales, empeñó hacer inexistente, a gran parte de la inmensidad de un pueblo que respira, piensa y activa su imaginación por refundar un país extraviado. El primer reporte electoral, quiso arrogar victoria aplastante a manos de candidatos del Gobierno, que la realidad de los números y la presencia en urnas electorales, en la que millones de venezolanos sufragaron, les ha negado con remarcada evidencia. Entre las tareas más siniestras, los consejeros dilectos del régimen que la sombra de la conspiración y el crimen cobijan, han propuesto una operación: ir a la compra de alcaldes ganadores de la oposición, a quienes consideren y estimen vulnerables ética y políticamente. Como siempre, los maletines negros de Pdvsa, estarán preparados para ello, desde el más alto despacho de la torre, allá desde donde es común, oír una voz meliflua y aflautada.
edilio2@yahoo.com
@edilio_p
Los números que Maduro no quiere que sepas
DARÍO RAMÍREZ | EL UNIVERSAL
miércoles 18 de diciembre de 2013
Ya ha pasado más de una semana de las elecciones y, a pesar de lo que el ilegítimo trata de proclamar, el Gobierno se las sigue viendo difíciles para hacernos creer no solo que son mayoría sino que el pueblo los apoya. La realidad de las elecciones es muy diferente a la que trató de proyectar ese árbitro parcializado y cara de tabla. En Venezuela, la mayoría no está de acuerdo con la forma de gobernar y tan es así, que el oficialismo perdió espacios y la Unidad creció en terrenos que hasta hace semanas los enchufados juraban como rojos rojitos.
En efecto, la alianza de la MUD sacó una diferencia pequeña de menos de 200 mil votos con la alianza del Polo Patriótico, pero ¿por qué no explica Tibisay los más de 400 mil votos nulos? O habla de los votos de partidos como el MAS, Gente Emergente, Bandera Roja, OPINA, URD, entre otros que, a pesar de no formar parte de la alianza unitaria, adversan al régimen. Es que cuando haces la sumatoria, resulta que quedan los números que Maduro no quiere que sepas, que dejan al desnudo que si hablamos de plebiscito: usted perdió, enchufado.
Tan claro están de esto, que luego de unas elecciones supuestamente victoriosas para ellos, han reforzado la censura en medios y se han desbocado en crear organismos paralelos a las alcaldías donde se encontraron con derrotas aplastantes. O expliquen por qué el que gana llora, por qué si están ratificados corren nerviosos a desconocer a una "minoría".
Diosdado quedó humillado cuando en su propia casa le ganamos, con progreso y fuerza, a todo el aparato gubernamental invertido en Maturín. No pudieron -a punto de realazo- evitar que en más de 20 alcaldías oficialistas, el pueblo les dijera que no siguen más, lucharán contra el miedo y apoyarán el progreso para todos por igual.
La creación de organismos paralelos de gobierno no les dará la legitimidad que no consiguen con votos, los cargos nobiliarios no les dan baño de pueblo. Se llenan la boca diciendo que saben reconocer derrotas y hasta la fecha no existe ni una derrota que hayan sabido reconocer y no busquen forzar por otras vías, porque les informo que saber perder no es decir que perdieron, es aceptar lo sentenciado por los votos y no pasarle por encima.
Y la triste realidad es que el país sigue en dos toletes que, sin importar hacia dónde se dirija el pequeño porcentaje diferencial, solo refleja una profunda división que lastima al venezolano, que separa familias y amistades, que destruye años de inversión y desbanca las emociones. Hoy hay que apostar al respeto y la reconciliación, el pueblo está cansado de la pelea y desea soluciones, pero también dejar claro quiénes son estos enchufados que, en lo absoluto, representan a las bases oficialistas.
Como Unidad debemos entender que hace falta acompañar cada día más a la gente en sus luchas, en la calle, escuchar y proponer junto a ellos, así fue que se ganaron muchos espacios el pasado 8 de diciembre y solo así lograremos el cambio en un corto plazo. Que no le quepa la menor duda a este régimen, que el próximo año activaremos todas las vías constitucionales y democráticas para sacarlos del poder y las promoveremos con calle, convicción, constancia, fe y progreso.
El cambio viene y nada lo detiene.
@darioramirez
Concejal del Municipio Sucre, Edo Miranda
En efecto, la alianza de la MUD sacó una diferencia pequeña de menos de 200 mil votos con la alianza del Polo Patriótico, pero ¿por qué no explica Tibisay los más de 400 mil votos nulos? O habla de los votos de partidos como el MAS, Gente Emergente, Bandera Roja, OPINA, URD, entre otros que, a pesar de no formar parte de la alianza unitaria, adversan al régimen. Es que cuando haces la sumatoria, resulta que quedan los números que Maduro no quiere que sepas, que dejan al desnudo que si hablamos de plebiscito: usted perdió, enchufado.
Tan claro están de esto, que luego de unas elecciones supuestamente victoriosas para ellos, han reforzado la censura en medios y se han desbocado en crear organismos paralelos a las alcaldías donde se encontraron con derrotas aplastantes. O expliquen por qué el que gana llora, por qué si están ratificados corren nerviosos a desconocer a una "minoría".
Diosdado quedó humillado cuando en su propia casa le ganamos, con progreso y fuerza, a todo el aparato gubernamental invertido en Maturín. No pudieron -a punto de realazo- evitar que en más de 20 alcaldías oficialistas, el pueblo les dijera que no siguen más, lucharán contra el miedo y apoyarán el progreso para todos por igual.
La creación de organismos paralelos de gobierno no les dará la legitimidad que no consiguen con votos, los cargos nobiliarios no les dan baño de pueblo. Se llenan la boca diciendo que saben reconocer derrotas y hasta la fecha no existe ni una derrota que hayan sabido reconocer y no busquen forzar por otras vías, porque les informo que saber perder no es decir que perdieron, es aceptar lo sentenciado por los votos y no pasarle por encima.
Y la triste realidad es que el país sigue en dos toletes que, sin importar hacia dónde se dirija el pequeño porcentaje diferencial, solo refleja una profunda división que lastima al venezolano, que separa familias y amistades, que destruye años de inversión y desbanca las emociones. Hoy hay que apostar al respeto y la reconciliación, el pueblo está cansado de la pelea y desea soluciones, pero también dejar claro quiénes son estos enchufados que, en lo absoluto, representan a las bases oficialistas.
Como Unidad debemos entender que hace falta acompañar cada día más a la gente en sus luchas, en la calle, escuchar y proponer junto a ellos, así fue que se ganaron muchos espacios el pasado 8 de diciembre y solo así lograremos el cambio en un corto plazo. Que no le quepa la menor duda a este régimen, que el próximo año activaremos todas las vías constitucionales y democráticas para sacarlos del poder y las promoveremos con calle, convicción, constancia, fe y progreso.
El cambio viene y nada lo detiene.
@darioramirez
Concejal del Municipio Sucre, Edo Miranda
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