Reflexiones en mensajes de texto sobre el
Museo de Arte Valencia
Pedro Téllez
1) El siguiente texto de Walter Benjamín debe ser tomado como punto de reflexión de todo trabajador
del Museo de Arte Valencia (Muva): “Quien hasta el día actual se haya llevado la victoria,
marcha en el cortejo triunfal en el que los dominadores de hoy pasan sobre los que también hoy
yacen en tierra. Como suele ser costumbre, en el cortejo triunfal llevan consigo el botín. Se le
designa como bienes de cultura. En el materialismo histórico tienen que contar con un espectador
distanciado. Ya que los bienes culturales que abarca con la mirada, tienen todos y cada uno un
origen que no podrá considerar sin horror. Deben su existencia no solo al esfuerzo de los
grandes genios que les han creado, sino también a la servidumbre anónima de sus contemporáneos.
Jamás se da un documento de cultura sin que lo sea a la vez de barbarie. E igual que él mismo
no está libre de barbarie, tampoco lo está el proceso de transmisión en el que pasa de uno
a otro. Por eso el materialista histórico se distancia de él en la medida de lo posible. Considera
cometido suyo pasarle a la historia el cepillo a contrapelo”. Fin de la cita.
2) El Muva puede hacer del proceso de transmisión un proceso de liberación. Pasarle, a la
historia del arte, el cepillo a contrapelo es comprender tanto la ambigüedad del documento
artístico: cultura y barbarie;
como lo social de su origen: genio y pueblo anónimo. Devolver el botín a través de la
participación, la inclusión, que presupone la accesibilidad al nuevo museo.
3) No ser una continuación del Ateneo, ni siquiera su negación formal. No tendrá en común
tampoco sus espacios: El Ateneo está fijo como un mausoleo en la mitad de la ciudad,
el museo debe ser móvil como los seres vivos.
4) De Valencia (de sus barrios y urbanizaciones), de Carabobo, Nacional y Latinoamericano.
5) No son suficientes las puertas abiertas: ejemplo el solitario museo de esculturas al aire
libre. La inclusión es a través de la cercanía a los lugares de trabajo o residencias. Ir
más allá: contrariar los mecanismos de autosegregación. No mover la colección, pero si
los promotores: invitar permanente al contacto con el aura de la obra original.
6) Público de todas las edades: salas para niños, visitas “a y de” las escuelas;
programaciones
dirigidas a los adolescentes en su búsqueda de identidad, despertando vocaciones,
exponiendo también a los más jóvenes; museo para la pareja y lugar de encuentro, caza de
citas; museo de la familia; de la sabiduría de la tercera edad: mostrar maestros.
7) La experiencia estética es individual y colectiva. El Muva deberá tener contacto
permanente con las organizaciones culturales del poder popular. Los comités
de usuarios reflejarán el empoderamiento del público. Museo en letra cursiva.
8) Del artista popular aprendamos sus estrategias de exposición: en los mercados, en las
plazas. Por otro lado debe ser lugar de gravitación del estudio, de convergencia de
saberes: museo-universidad.
9) Las políticas expositivas deben divorciarse de las motivaciones mercantiles donde
hasta el arte es fetiche. Se debe reivindicar al arte como valor de uso, mecanismo
de la desalienación. Sus investigadores no son marchantes, sus catálogos no serán
catálogos de subastas subrepticios, instrumentos de la revalorización de la obra en
los mercados.
10) Otras instituciones se hacen llamar “museos”: El Muva le dará impulso a las apagadas
instituciones a través de dos vías: cambio de ambiente y poner en evidencia el vacío.
11) Al releer a Benjamín se nos ocurre que el “cortejo triunfal” podría ser otro nombre
de los salones, como el Michelena. Pero también recordemos que las obras son de los genios
y del pueblo anónimo, y como tal deben ser preservadas, transmitidas, pero dentro de
“otro” cortejo triunfal, el nuevo contexto museístico de los hasta ayer vencidos.
No son suficientes las puertas abiertas: ejemplo el solitario museo de esculturas al aire libre.
La inclusión es a través de la cercanía a los lugares de trabajo o residencias. Ir más allá:
contrariar los mecanismos de autosegregación. No mover la colección, pero sí los promotores:
invitar permanente al contacto con el aura de la obra original”.
Médico-psiquiatra.
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