PoliAragua será investigada por video de ajusticiamiento
El proceso tomará tres meses y se verificarán el área de operaciones, el parque de armas, el departamento de Recursos Humanos, la sala de evidencias
El viceministro del Sistema Integrado de Policial, Giuseppe Cacioppo, informó que la Policía de Aragua está siendo sometida a una investigación administrativa a raíz del video que muestra el ajusticiamiento de una persona por parte de funcionarios de este cuerpo de seguridad en la Zona Industrial de San Vicente de Maracay. En el mismo sitio había tres cuerpos más y las circunstancias de esas muertes también están siendo investigadas.
Durante una visita que realizó al cuerpo policial el pasado viernes, Cacioppo declaró que se instaló una comisión de expertos que evaluará las actuaciones de la Policía de Aragua. “Buscamos determinar las responsabilidades administrativas en el hecho, verificaremos si el material difundido por las redes sociales es certero”, dijo el viceministro.
En la investigación revisarán el área de operaciones, el parque de armas, el departamento de Recursos Humanos, la sala de evidencias, entre otros espacios. Se tiene previsto emitir un informe en las próximas 48 horas y la evaluación se mantendrá por un lapso de 3 meses.
Los cinco funcionarios de la Policía de Aragua presuntamente involucrados en este caso fueron destituidos, detenidos y puestos a la orden de la Fiscalía. Tres funcionarios más también son investigados.
El Ministerio Público comisionó a los fiscales 34º nacional y 20º del estado Aragua en materia de Protección de Derechos Fundamentales, Guillermo Tirado y Elías Martínez, para que dirijan la investigación en la muerte de las cuatro personas.
“A pesar de que en el video solo aparecen cinco funcionarios, en el acta policial se indicó la participación de ocho agentes”, aclaró el viceministro.
El pasado 5 de agosto, fuentes policiales notificaron que 4 hombres habían sido abatidos al enfrentarse a una comisión de Poliaragua. Se trataba de Omar Efrén Ramírez Ibarra (26), Douglas Ernesto Bolívar Reyes (24), Leonardo Alfredo Noguera Rubio (21) y Nicolás Manuel Silva Delgado (35), miembros de la banda “El Nene”. En el video del ajusticiamiento, se muestra como le dispararon a uno de ellos a quemarropa.
Los cuerpos quedaron dentro del taller Electro Tebelca, ubicado en la Zona Industrial de San Vicente II. Los datos policiales indicaron que estas personas ingresaron para, presuntamente, robar un camión de cobre.
Los funcionarios les incautaron a los ultimados tres pistolas calibre 380, un revolver calibre 38 y una granada fragmentaria militar.
“No es política del Estado avalar esta clase de violaciones contra los derechos humanos, estos funcionarios no son reflejo de cómo actúan los 104.000 funcionarios policiales del país”, aseguró Cacioppo.
El gobernador de Aragua, Tareck el Aissami, informó que comisionó al secretario de Seguridad Ciudadana, Juan Sulbarán, para investigar el video que ha circulado en Internet.
Dijo que los responsables tendrán que enfrentar la justicia. “Ellos están uniformados para preservar y defender la vida de todos nosotros, incluso de los que cometen delitos, salvo que las personas hagan resistencia. Pero yo salgo en defensa de la Policía de Aragua, no podemos generalizar”, dijo El Aissami.
Linchamientos y sicariatos
Estas noticias, tanto el año pasado como éste, han ocupado cada vez más centímetros en los diarios
CAROLINA JAIMES BRANGER | EL UNIVERSAL
lunes 17 de agosto de 2015 12:00 AM
Cada vez son más frecuentes las noticias de linchamientos y sicariatos. El país donde todos éramos hermanos de la espuma, de las garzas, de las rosas y del sol, es ahora el país de los sicarios y de los linchadores. Una tragedia más que añadir al rosario de tragedias que nos han caído.
Tanto el linchamiento como el sicariato son maneras -ambas ilegales, repudiables y abominables- de tomar la justicia en las propias manos. Y se dan en sociedades donde la justicia no funciona y los pueblos deciden tomarla en sus propias manos. Y un pueblo que decide tomarse la justicia en sus manos es una bomba de tiempo, sencillamente porque se puede ir de las manos del gobierno de turno.
La palabra viene del apellido Lynch, aunque no se sabe si es por James Lynch Fitzstephen, alcalde de Galway, Irlanda, quien en 1493 se hizo famoso por mandar a ahorcar a su propio hijo, a quien acusó de haber asesinado a un visitante español, o por Charles Lynch, juez de paz del estado de Virginia, EEUU en el siglo XVIII, quien en 1780 ordenó la ejecución de una banda de conservadores sin que mediara un juicio. Quizás el linchamiento más famoso de la literatura es el que narra Lope de Vega en "Fuenteovejuna", donde el pueblo, hastiado de tantos abusos, lincha al comendador Fernán Gómez de Guzmán. El más famoso hace cien años por el uso que se dio a las fotografías -las enviaron como postales- fue el de Leo Frank, un judío de Marietta, Georgia, EEUU, acusado con pruebas circunstanciales y nada definitivas de haber violado a una empleada de catorce años. Su linchamiento reforzó al Ku Klux Klan.
Tanto el año pasado como éste, las noticias de sicariatos y linchamientos cada vez han ocupado más centímetros en las páginas rojas de nuestros diarios. A esto hay que añadirle las que no se publican. Esto debería encender las alarmas del Ministerio Público, los cuerpos policiales, el Ministerio de Justicia y el Tribunal Supremo, pero no pareciera que haya acciones concretas para mejorar las cosas, todo lo contrario, la impunidad sigue campeando.
Quienes tan irresponsablemente no hacen algo para detener estas acciones, tendrán que responder por los daños, perjuicios y amenazas que significa el permitirlas. Ojalá que no terminen ellos siendo víctimas de su propia desidia, de su negligencia, de su desinterés.
@cjaimesb
Tanto el linchamiento como el sicariato son maneras -ambas ilegales, repudiables y abominables- de tomar la justicia en las propias manos. Y se dan en sociedades donde la justicia no funciona y los pueblos deciden tomarla en sus propias manos. Y un pueblo que decide tomarse la justicia en sus manos es una bomba de tiempo, sencillamente porque se puede ir de las manos del gobierno de turno.
La palabra viene del apellido Lynch, aunque no se sabe si es por James Lynch Fitzstephen, alcalde de Galway, Irlanda, quien en 1493 se hizo famoso por mandar a ahorcar a su propio hijo, a quien acusó de haber asesinado a un visitante español, o por Charles Lynch, juez de paz del estado de Virginia, EEUU en el siglo XVIII, quien en 1780 ordenó la ejecución de una banda de conservadores sin que mediara un juicio. Quizás el linchamiento más famoso de la literatura es el que narra Lope de Vega en "Fuenteovejuna", donde el pueblo, hastiado de tantos abusos, lincha al comendador Fernán Gómez de Guzmán. El más famoso hace cien años por el uso que se dio a las fotografías -las enviaron como postales- fue el de Leo Frank, un judío de Marietta, Georgia, EEUU, acusado con pruebas circunstanciales y nada definitivas de haber violado a una empleada de catorce años. Su linchamiento reforzó al Ku Klux Klan.
Tanto el año pasado como éste, las noticias de sicariatos y linchamientos cada vez han ocupado más centímetros en las páginas rojas de nuestros diarios. A esto hay que añadirle las que no se publican. Esto debería encender las alarmas del Ministerio Público, los cuerpos policiales, el Ministerio de Justicia y el Tribunal Supremo, pero no pareciera que haya acciones concretas para mejorar las cosas, todo lo contrario, la impunidad sigue campeando.
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