Francisco lleva su mensaje a una convulsionada África
Kenia, Uganda y República Centroafricana esperan visita papal
Foto de un sonriente papa Francisco se observa en una calle de Nairobi, capital de Nigeria, horas antes de llegada del Papa GORAN TOMASEVIC/REUTERS
EL UNIVERSAL
miércoles 25 de noviembre de 2015 12:00 AM
Nairobi.- El papa Francisco inicia hoy una visita de alto riesgo a Kenia, Uganda y República Centroafricana, tres países marcados por la falta de respeto a los derechos humanos y la violencia armada donde el Pontífice espera dejar un mensaje de justicia, paz y tolerancia.
Francisco aterrizará a media tarde en Nairobi, donde mantendrá un encuentro con el presidente Uhuru Kenyatta, quien hasta fines del pasado año estuvo imputado por la Corte Penal Internacional (CPI) como responsable de la ola de violencia ocurrida en Kenia tras las elecciones de 2007, dijo Efe.
Desde hace cinco años, el país de los safaris se encuentra en estado de alerta por la amenaza del grupo yihadista somalí Al Shabaab, que en septiembre de 2013 alcanzó fama internacional al matar a 67 personas durante un asedio de cuatro días al centro comercial más popular de Nairobi.
En abril de este año llevó a cabo otra masacre en la Universidad de Garissa, en el norte del país, donde hombres armados con fusiles de asalto y granadas asesinaron a 143 personas, la mayoría de ellas estudiantes.
Los líderes de Al Shabaab -que ha matado a cientos de personas en otros atentados en Kenia- recuerdan periódicamente que seguirán disparando mientras Kenyatta mantenga sus tropas en Somalia.
Diez mil agentes vigilarán Nairobi, que durante la mayor parte del jueves y el viernes tendrá todas sus principales avenidas cortadas al tráfico.
El Papa también desafiará a la amenaza yihadista en Uganda, donde Estados Unidos y Reino Unido han lanzado este año al menos dos alertas por posibles atentados.
Desde 2007, Uganda tiene a más de 6.000 soldados desplegados en Somalia y, como respuesta, Al Shabaab mató a 79 personas con una bomba en un restaurante de Kampala durante la final del Mundial de Fútbol de 2010.
Sin embargo, la mayor amenaza que conocerá el Pontífice en este país será la que sufren a diario los homosexuales, perseguidos por la sociedad, la Iglesia, el Gobierno y la justicia con duras penas de cárcel.
La etapa más peligrosa de este viaje será la última, República Centroafricana (RC): un país en estado de guerra por el conflicto étnico-religioso entre cristianos y musulmanes.
"Estoy preparado para sostener el diálogo interreligioso, para animar la convivencia pacífica. Sé que es posible, porque todos somos hermanos", dijo Francisco a los fieles.
El Vaticano se planteó suspender esta parada por el recrudecimiento de la violencia vivido durante las últimas semanas en Bangui, pero finalmente el Papa confirmó que viajaría como símbolo de mediación.
Durante su estancia en la capital, el Santo Padre visitará la Gran Mezquita, y los musulmanes, que casi han sido expulsados del país por las milicias cristianas, se han mostrado favorables a este gesto.
Francisco aterrizará a media tarde en Nairobi, donde mantendrá un encuentro con el presidente Uhuru Kenyatta, quien hasta fines del pasado año estuvo imputado por la Corte Penal Internacional (CPI) como responsable de la ola de violencia ocurrida en Kenia tras las elecciones de 2007, dijo Efe.
Desde hace cinco años, el país de los safaris se encuentra en estado de alerta por la amenaza del grupo yihadista somalí Al Shabaab, que en septiembre de 2013 alcanzó fama internacional al matar a 67 personas durante un asedio de cuatro días al centro comercial más popular de Nairobi.
En abril de este año llevó a cabo otra masacre en la Universidad de Garissa, en el norte del país, donde hombres armados con fusiles de asalto y granadas asesinaron a 143 personas, la mayoría de ellas estudiantes.
Los líderes de Al Shabaab -que ha matado a cientos de personas en otros atentados en Kenia- recuerdan periódicamente que seguirán disparando mientras Kenyatta mantenga sus tropas en Somalia.
Diez mil agentes vigilarán Nairobi, que durante la mayor parte del jueves y el viernes tendrá todas sus principales avenidas cortadas al tráfico.
El Papa también desafiará a la amenaza yihadista en Uganda, donde Estados Unidos y Reino Unido han lanzado este año al menos dos alertas por posibles atentados.
Desde 2007, Uganda tiene a más de 6.000 soldados desplegados en Somalia y, como respuesta, Al Shabaab mató a 79 personas con una bomba en un restaurante de Kampala durante la final del Mundial de Fútbol de 2010.
Sin embargo, la mayor amenaza que conocerá el Pontífice en este país será la que sufren a diario los homosexuales, perseguidos por la sociedad, la Iglesia, el Gobierno y la justicia con duras penas de cárcel.
La etapa más peligrosa de este viaje será la última, República Centroafricana (RC): un país en estado de guerra por el conflicto étnico-religioso entre cristianos y musulmanes.
"Estoy preparado para sostener el diálogo interreligioso, para animar la convivencia pacífica. Sé que es posible, porque todos somos hermanos", dijo Francisco a los fieles.
El Vaticano se planteó suspender esta parada por el recrudecimiento de la violencia vivido durante las últimas semanas en Bangui, pero finalmente el Papa confirmó que viajaría como símbolo de mediación.
Durante su estancia en la capital, el Santo Padre visitará la Gran Mezquita, y los musulmanes, que casi han sido expulsados del país por las milicias cristianas, se han mostrado favorables a este gesto.
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