Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Japón conmemora hoy los 45 años de la muerte del escritor Yukio Mishima, cuya tumultuosa biografía ha terminado por eclipsar a su obra, pese a ser una de las más prolíficas e influyentes del Japón de posguerra.

Yukio Mishima (三島由紀夫 Mishima Yukio?), cuyo verdadero nombre eraKimitake Hiraoka (平岡公威?) (Tokio14 de enero de 1925 - ibídem25 de noviembre de 1970), fue un escritor y dramaturgo japonés, considerado uno de los más grandes escritores de la historia del Japón.
La muerte de Mishima ha estado siempre rodeada de mucha especulación. Cuando se realizó el harakiri acababa de terminar el libro final de su tetralogía El mar de la fertilidad (compuesta por las novelas Nieve de primaveraCaballos desbocadosEl templo del alba y La corrupción de un ángel (esta última editada póstumamente, ya que el mismo día de su muerte se la envió a su editor—), que constituye una especie de testamento ideológico del autor, que se rebelaba contra una sociedad sumida en la decadencia espiritual y moral. Fue reconocido como uno de los más importantes estilistas del lenguaje japonés de posguerra.
Mishima escribió 40 novelas, 18 obras de teatro, 20 libros de relatos, y, al menos, 20 libros de ensayos, así como un libreto. Una gran porción de su obra se compone de libros escritos rápidamente sólo por los beneficios monetarios, pero, incluso no teniendo en cuenta estos, seguimos ante una obra de grandes proporciones.

Se cumplen 45 años de la muerte de Yukio Mishima

A sus 45 años, el autor nipón dejó 34 novelas, entre ellas la tetralogía "El Mar de la Fertilidad" completada justo antes de su muerte, unas 50 obras teatrales de géneros que van desde el kabuki y el noh hasta el contemporáneo, 25 libros de historias cortas, 35 ensayos y una película.

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Mishima: su tumultuosa biografía eclipsó su obra (Cortesía)
EL UNIVERSAL
miércoles 25 de noviembre de 2015  04:48 PM
Tokio.- Japón conmemora hoy los 45 años de la muerte del escritor Yukio Mishima, cuya tumultuosa biografía ha terminado por eclipsar a su obra, pese a ser una de las más prolíficas e influyentes del Japón de posguerra.

Mishima falleció en el ritual japonés del suicidio o "seppuku" el 25 de noviembre de 1970, tras apoderarse del cuartel general de las Fuerzas de Autodefensa de Tokio junto a un grupo de adeptos y fracasar su intento de inspirar un golpe de Estado para restaurar el Japón Imperial.

A sus 45 años, el autor nipón dejó 34 novelas, entre ellas la tetralogía "El Mar de la Fertilidad" completada justo antes de su muerte, unas 50 obras teatrales de géneros que van desde el kabuki y el noh hasta el contemporáneo, 25 libros de historias cortas, 35 ensayos y una película.

Con ocasión del aniversario de su muerte, son escasos los medios nipones o las personalidades del mundo de la política y de la cultura que se atreven a ensalzar su legado, ante la controversia que aún genera el autor de "Confesiones de una máscara" (1949) o "El Templo del Pabellón de Oro" (1956).

La Universidad de Tokio, alma mater del autor, ha organizado un simposio internacional en el que han participado 30 expertos en la obra de Mishima, y en la que se han exhibido los icónicos retratos del escritor realizados por el fotógrafo nipón Eikoh Hosoe, quien también participó en el evento.

"Mishima podía asumir el papel protagonista tanto en una foto como de una de sus novelas. Creo que la alegría que ambas cosas le causaban estaba al mismo nivel", afirmó Hosoe, de 82 años y autor de instantáneas tan célebres como aquélla en la que el escritor emula a San Sebastián, maniatado y con varias flechas clavadas en su torso.

En cuanto a sus aspiraciones políticas, el diario conservador Sankei recupera hoy el artículo publicado en la misma cabecera por Mishima en julio de 1970, en el que advertía de que Japón iba camino de convertirse "en un país con una gran economía sin contenido", pero "neutral y vacío".

Durante su discurso ante un millar de militares el día de su muerte, Mishima abogó por recuperar la grandeza perdida de Japón y por abolir el artículo pacifista de su Constitución, el mismo que el actual Gobierno ha decidido reinterpretar en una polémica iniciativa, señala en el Sankei el exalto cargo militar Katsumi Terao.

El escritor, cuyo nombre real era Kimitake Hiraoka, nació en 1925 en el barrio tokiota de Yotsuya en una familia acomodada, y durante su meteórica carrera ganó los más prestigiosos galardones nipones y fue finalista en tres ocasiones al Premio Nobel de Literatura.

Su obra está marcada por temas como la obsesión con la muerte, el culto al cuerpo y la crítica a la sociedad nipona de posguerra, fracturada por su transición desde la tradición hasta la modernidad, y carente de referentes morales ante la supremacía de occidente.

Algunos estudiosos subrayan que fue uno los primeros literatos que se encumbró como estrella mediática al explotar su imagen de culturista y de practicante del kendo (arte marcial de la espada), y achacan su popularidad más a estas excentricidades que a la calidad de su obra.

Para otros, Mishima planteó su vida como una grandilocuente obra dramática, y decidió interpretar a su personaje principal hasta las últimas consecuencias.

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