ISIS
Los llamados “colectivos”, el brazo armado más radical del chavismo
Usar la debilidad y la locura
El Nacional 19 DE NOVIEMBRE 2015 - 12:01 AM
La política terminó siendo psicología. Es el uso de la locura como arma e instrumento de dominación. Tomemos, por ejemplo, el Estado Islámico. ¿Cuál es la tipología común de sus seguidores, de las personas que van a la guerra, se inmolan y ejecutan los atentados? Se trata, por lo general, de jóvenes desadaptados y fracasados, individuos que han tenido muy pocas oportunidades y que no han hecho nada en la vida. No tienen pareja o son de pocos amigos. Han sido maltratados y heridos y tienen muy pocos recursos psíquicos para tratar y sanar esas heridas. En eso aparece alguien que les promete un destino, una fe. Les jura que ellos son seres superiores, que han fracasado porque han sido excluidos y que están designados para un gran fin. Y todo aquello pega, no en una psique normal, sino en una mente muy alterada, en millones de neuronas que mantienen conexiones de heridas profundas, de traumas y resentimientos, de alucinaciones e ideas delirantes de cualquier tipo, de complejos históricos. Por eso la economía del ISIS se ha vuelto un serio problema para las naciones occidentales. Sus costos son muy bajos. El reclutamiento de personas es mucho más fácil de lo esperado. Y lo que han encontrado los cuerpos de seguridad occidentales es que la fanatización, el proceso de entrenamiento para inculcar las ideas religiosas y convertir a esos individuos en fanáticos dispuesto a todo, puede ocurrir en pocas semanas. Ya ni siquiera es indispensable el repetido contacto personal porque gran parte de la reeducación del fanático pueden hacerse por Internet, por chats y redes sociales. Los núcleos de locura de las personas pueden ser convertidos en armas mortíferas en muy breve tiempo.
Algo similar ocurre con el chavismo. Fue un movimiento político que nació y creció nutriéndose en el resentimiento. Utilizó un discurso muy poco racional, muy loco, inspirado en el habla típica de los estados de posesión de los héroes muertos, una retórica del pasado que penetró en todos los rincones de las personas y la sociedad del siglo XXI. Hoy vemos a Chávez en los altares de las religiones extáticas, en los trabajos de los médiums en procesos de disociación y posesión, en la corte malandra. El chavismo apeló a la psicopatía, a la violencia y al crimen. Ahora, caído en la desgracia por su propio desvarío, convertido en una pequeña minoría capaz de hacer muchísima bulla, pretende mantenerse en el poder sembrando el miedo con bandas de malandros y fanáticos que rodean los circuitos electorales de difícil acceso y supervisión. El 6 diciembre le daremos una nueva oportunidad a la normalidad.
@axelcapriles
La política terminó siendo psicología. Es el uso de la locura como arma e instrumento de dominación. Tomemos, por ejemplo, el Estado Islámico. ¿Cuál es la tipología común de sus seguidores, de las personas que van a la guerra, se inmolan y ejecutan los atentados? Se trata, por lo general, de jóvenes desadaptados y fracasados, individuos que han tenido muy pocas oportunidades y que no han hecho nada en la vida. No tienen pareja o son de pocos amigos. Han sido maltratados y heridos y tienen muy pocos recursos psíquicos para tratar y sanar esas heridas. En eso aparece alguien que les promete un destino, una fe. Les jura que ellos son seres superiores, que han fracasado porque han sido excluidos y que están designados para un gran fin. Y todo aquello pega, no en una psique normal, sino en una mente muy alterada, en millones de neuronas que mantienen conexiones de heridas profundas, de traumas y resentimientos, de alucinaciones e ideas delirantes de cualquier tipo, de complejos históricos. Por eso la economía del ISIS se ha vuelto un serio problema para las naciones occidentales. Sus costos son muy bajos. El reclutamiento de personas es mucho más fácil de lo esperado. Y lo que han encontrado los cuerpos de seguridad occidentales es que la fanatización, el proceso de entrenamiento para inculcar las ideas religiosas y convertir a esos individuos en fanáticos dispuesto a todo, puede ocurrir en pocas semanas. Ya ni siquiera es indispensable el repetido contacto personal porque gran parte de la reeducación del fanático pueden hacerse por Internet, por chats y redes sociales. Los núcleos de locura de las personas pueden ser convertidos en armas mortíferas en muy breve tiempo.
Algo similar ocurre con el chavismo. Fue un movimiento político que nació y creció nutriéndose en el resentimiento. Utilizó un discurso muy poco racional, muy loco, inspirado en el habla típica de los estados de posesión de los héroes muertos, una retórica del pasado que penetró en todos los rincones de las personas y la sociedad del siglo XXI. Hoy vemos a Chávez en los altares de las religiones extáticas, en los trabajos de los médiums en procesos de disociación y posesión, en la corte malandra. El chavismo apeló a la psicopatía, a la violencia y al crimen. Ahora, caído en la desgracia por su propio desvarío, convertido en una pequeña minoría capaz de hacer muchísima bulla, pretende mantenerse en el poder sembrando el miedo con bandas de malandros y fanáticos que rodean los circuitos electorales de difícil acceso y supervisión. El 6 diciembre le daremos una nueva oportunidad a la normalidad.
@axelcapriles
La exaltación del miedo
FRANCISCO OLIVARES | EL UNIVERSAL
sábado 21 de noviembre de 2015 12:00 AM
Es evidente que desde el sector oficialista ya se ha asimilado que a pocos días del evento electoral son minoría. La pérdida de la Asamblea Nacional es un hecho que solo se puede revertir mediante un evento extraordinario.
Dese el Gobierno se hizo de todo. Cuatro regiones fronterizas del país fueron declaradas en "Estado de Excepción", se provocó conflictos internacionales con Estados Unidos, Colombia, Guyana y España, pero exaltación del nacionalismo no logró germinar en una población que padece diariamente para sobrevivir.
En paralelo se declaró una suerte de guerra a la empresa privada y a comerciantes. Multas extraordinarias contra la Polar y la expropiación de áreas importantes de esa industria de alimentos. Una empresa que provee de los productos de mayor calidad y más buscados por la población. A los ojos de cualquier persona sensata se interpretaría como un suicidio del propio Gobierno.
Los llamados "comandos de precios justos" la emprendieron "injustamente" contra pequeños comerciantes quienes invirtieron todos sus ahorros para comprar mercancía vinculada a las fiestas navideñas. "Me robaron todo", decía un comerciante de Quinta Crespo quien, factura en mano, intentaba demostrar que sus productos habían sido legalmente adquiridos.
Otras acciones contra firmas comerciales reconocida desaparecieron los pocos productos que quedaban. Cientos de comercios están cerrando sus puertas por temor a que les quiten lo poco que les queda.
Para complicar el desolador panorama que dejan los comandos de chaleco y gorra el presidente Maduro le dice a los venezolanos: "pónganse a rezar para que haya paz, porque en la calle somos candela" y más adelante dice estar "preparado políticamente y militarmente para hacer frente a una derrota en los comicios del seis de diciembre.
¿Cómo puede interpretarse esta última afirmación? ¿Cómo una campaña de miedo para que la gente se abstenga de votar? ¿Una amenaza real de lo que ocurriría frente a un triunfo opositor? ¿Están los militares y el resto del PSUV alineados a esa postura?
Es seguro que frente a un escenario de conflicto los propios sectores oficialistas se lo pensarían. En el PSUV crece la incertidumbre porque padecen los mismos conflictos e incertidumbre que genera la situación económica y de inseguridad.
Escoltas y uniformados caen abatidos igual que la población civil frente a una delincuencia sin control. Mientras las medidas económicas, el cierre de la frontera y las acciones del comando de precios justos, lejos de aliviar la crisis la estimulan.
Se insiste en una política que lleva más de dos años que no obtiene resultados sino que agrava los problemas. El resultado es que la aceptación al Gobierno es solo 20% de la población, quizás en él esté solo el sector que se ha beneficiado política y económicamente con los grandes negocios de la importación y las obras contratadas a empresas extranjeras.
En particular pienso que en el oficialismo no hay ningún liderazgo capaz de llevar adelante ese tipo de amenazas a la práctica y menos hay visión económica para encontrar salidas a la crisis que ha hecho de Venezuela uno de los países más atrasados del continente.
@ folivares10
Dese el Gobierno se hizo de todo. Cuatro regiones fronterizas del país fueron declaradas en "Estado de Excepción", se provocó conflictos internacionales con Estados Unidos, Colombia, Guyana y España, pero exaltación del nacionalismo no logró germinar en una población que padece diariamente para sobrevivir.
En paralelo se declaró una suerte de guerra a la empresa privada y a comerciantes. Multas extraordinarias contra la Polar y la expropiación de áreas importantes de esa industria de alimentos. Una empresa que provee de los productos de mayor calidad y más buscados por la población. A los ojos de cualquier persona sensata se interpretaría como un suicidio del propio Gobierno.
Los llamados "comandos de precios justos" la emprendieron "injustamente" contra pequeños comerciantes quienes invirtieron todos sus ahorros para comprar mercancía vinculada a las fiestas navideñas. "Me robaron todo", decía un comerciante de Quinta Crespo quien, factura en mano, intentaba demostrar que sus productos habían sido legalmente adquiridos.
Otras acciones contra firmas comerciales reconocida desaparecieron los pocos productos que quedaban. Cientos de comercios están cerrando sus puertas por temor a que les quiten lo poco que les queda.
Para complicar el desolador panorama que dejan los comandos de chaleco y gorra el presidente Maduro le dice a los venezolanos: "pónganse a rezar para que haya paz, porque en la calle somos candela" y más adelante dice estar "preparado políticamente y militarmente para hacer frente a una derrota en los comicios del seis de diciembre.
¿Cómo puede interpretarse esta última afirmación? ¿Cómo una campaña de miedo para que la gente se abstenga de votar? ¿Una amenaza real de lo que ocurriría frente a un triunfo opositor? ¿Están los militares y el resto del PSUV alineados a esa postura?
Es seguro que frente a un escenario de conflicto los propios sectores oficialistas se lo pensarían. En el PSUV crece la incertidumbre porque padecen los mismos conflictos e incertidumbre que genera la situación económica y de inseguridad.
Escoltas y uniformados caen abatidos igual que la población civil frente a una delincuencia sin control. Mientras las medidas económicas, el cierre de la frontera y las acciones del comando de precios justos, lejos de aliviar la crisis la estimulan.
Se insiste en una política que lleva más de dos años que no obtiene resultados sino que agrava los problemas. El resultado es que la aceptación al Gobierno es solo 20% de la población, quizás en él esté solo el sector que se ha beneficiado política y económicamente con los grandes negocios de la importación y las obras contratadas a empresas extranjeras.
En particular pienso que en el oficialismo no hay ningún liderazgo capaz de llevar adelante ese tipo de amenazas a la práctica y menos hay visión económica para encontrar salidas a la crisis que ha hecho de Venezuela uno de los países más atrasados del continente.
@ folivares10
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