Sant'Egidio sobre el viaje papal a África: 'Es un llamamiento a que no decaiga el anhelo de paz'
El presidente de la Comunidad, Marco Impagliazzo, considera que la visita de Francisco es una gran ocasión para un continente que está construyendo su futuro en medio de mil dificultades
El presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, Marco Impagliazzo, ha afirmado este martes que “el viaje del papa Francisco es una gran ocasión para un continente que está construyendo su futuro y que, en medio de mil dificultades, se está convirtiendo a título pleno en uno de los protagonistas del panorama mundial”.
En una nota firmada en Roma, Impagliazzo ha definido como “valiosa y llena de desafíos” la visita que el Santo Padre ha comenzado este miércoles en África, y no solo para la Iglesia. El Pontífice “ha decidido ir a tres países como Kenia y Uganda, que tienen ante sí perspectivas de desarrollo, y la República Centroafricana, que intenta salir de una situación de conflicto y de la amenaza del terrorismo. Los tres miran con esperanza a un futuro de crecimiento tanto social como económico”, ha indicado.
“El viaje también es un llamamiento a no dejar que decaiga el gran anhelo de paz que proviene de las tierras africanas y que nos pide multiplicar el trabajo que hacemos todos a favor del diálogo y la convivencia entre etnias y religiones distintas”, ha subrayado.
“Nuestras comunidades, que están presentes desde hace años en África --también en los tres países que visitará Francisco-- y son amigas de los pobres, especialmente de los niños, de los ancianos y de los enfermos de sida, quieren mostrarle al Papa su cercanía y su afecto”, ha asegurado.
Por último, el presidente de la Comunidad de Sant'Egidio ha dicho que “estos días serán para nosotros un llamamiento a mirar el mundo desde las periferias, y a transformarlas en el centro de nuestros intereses”.
El Pontífice está dispuesto a asumir los riesgos personales de su viaje a Kenia, Uganda y Centroáfrica, para predicar con su propia persona que la paz es posible, a través de la reconciliación y del diálogo interreligioso. Una visita de altísimo riesgo, pero necesaria para el Santo Padre que, en sus propias palabras, va a África “como mensajero de la paz”.
Francisco se traslada a este continente por primera vez, y además lo hace yendo al ojo del huracán, visitando los citados países a pesar de los conflictos abiertos y la inseguridad existente.
En Kenia, donde estará los días 25, 26 y parte del 27 de noviembre, existe una amenaza real de atentado por parte de los yihadistas somalís de al-Shabab, que en abril atacaron la Universidad de Garissa y asesinaron a 150 estudiantes cristianos.
La República Centroafricana se considera el destino más peligroso de los tres a los que el Obispo de Roma viajará. El Gobierno centroafricano ni tan siquiera controla su capital y se podría decir que el único lugar relativamente seguro es el aeropuerto de Bangui, donde se encuentran desplegados 900 militares franceses que forman parte de la denominada operación Sangaris, de las Naciones Unidas. Aparte de estos soldados, en el país hay destacados otros diez mil efectivos más, sobre todo de otros países africanos, dada la situación de inestabilidad.
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