Madre confirma la muerte de venezolano Sven Silva en ataques
El joven de 29 años de edad ha muerto en el atentado terrorista en Bataclan.
Sven Silva en el concierto del teatro de Bataclan (Cortesía)
ILANA APONTE GARCÍA | EL UNIVERSAL
martes 17 de noviembre de 2015 08:41 AM
Giovanina Perugini, madre de Sven Silva, a través de un mensaje en una popular red social, confirmó la muerte de su hijo en el atentado perpetrado por el Estado Islámico en Francia, el pasado viernes.
A través de un mensaje en Facebook, Perugini escribió: "Nuestro amado ser de luz Sven Alejandro Silva Perugini, ya no estará físicamente entre los seres que lo amamos. Recordemos su sonrisa, sus bromas, su optimismo, su carisma. Nosotros sus padres, hermana, familiares, amig@s y demás allegados agradecemos todo el apoyo recibido en estos momentos de dolor. Pedimos una cadena de oración para que ninguna otra persona o familia pase por esta situación inexplicable y tan dolorosa. Te llevaremos hijo amado y hermano entrañable siempre en nuestros corazones hoy, mañana y siempre...."
Sven Silva, se encontraba der desaparecido desde el incidente, según informó ayer el embajador de Francia en Venezuela, Frédéric Desagneaux.
Silva acudió, junto a sus amigos Félix Salazar y Alfredo Reyes, a la sala de conciertos Bataclan, en París, lugar que fue atacado a tiros por terroristas del Estado Islámico y donde murieron varias personas.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, se refirió ayer al incidente donde estaban los venezolanos y aseguró que uno de ellos había muerto. "Lamentablemente, falleció otro compatriota venezolano producto de estos ataques terroristas".
Por otro lado, la agencia de noticias venezolana AVN reseñó que la embajada de Venezuela en Francia confirmó este martes la muerte del joven venezolano Sven Alejandro Silva, en uno de los atentados terroristas perpetrados en la cuidad de París, el viernes 13 de noviembre.
La información fue difundida por el viceministerio de Comunicación Internacional a través de la cuenta en Twitter @ComInterVzla.
El despacho indicó también que los familiares de Silva se encuentran en la capital de Francia.
La canciller de la República, Delcy Rodríguez, se trasladó este lunes a París para atender y transmitir la solidaridad del Gobierno del presidente de la República, Nicolás Maduro, a las víctimas y familiares de los venezolanos afectados por los atentados.
A través de un mensaje en Facebook, Perugini escribió: "Nuestro amado ser de luz Sven Alejandro Silva Perugini, ya no estará físicamente entre los seres que lo amamos. Recordemos su sonrisa, sus bromas, su optimismo, su carisma. Nosotros sus padres, hermana, familiares, amig@s y demás allegados agradecemos todo el apoyo recibido en estos momentos de dolor. Pedimos una cadena de oración para que ninguna otra persona o familia pase por esta situación inexplicable y tan dolorosa. Te llevaremos hijo amado y hermano entrañable siempre en nuestros corazones hoy, mañana y siempre...."
Sven Silva, se encontraba der desaparecido desde el incidente, según informó ayer el embajador de Francia en Venezuela, Frédéric Desagneaux.
Silva acudió, junto a sus amigos Félix Salazar y Alfredo Reyes, a la sala de conciertos Bataclan, en París, lugar que fue atacado a tiros por terroristas del Estado Islámico y donde murieron varias personas.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, se refirió ayer al incidente donde estaban los venezolanos y aseguró que uno de ellos había muerto. "Lamentablemente, falleció otro compatriota venezolano producto de estos ataques terroristas".
Por otro lado, la agencia de noticias venezolana AVN reseñó que la embajada de Venezuela en Francia confirmó este martes la muerte del joven venezolano Sven Alejandro Silva, en uno de los atentados terroristas perpetrados en la cuidad de París, el viernes 13 de noviembre.
La información fue difundida por el viceministerio de Comunicación Internacional a través de la cuenta en Twitter @ComInterVzla.
El despacho indicó también que los familiares de Silva se encuentran en la capital de Francia.
La canciller de la República, Delcy Rodríguez, se trasladó este lunes a París para atender y transmitir la solidaridad del Gobierno del presidente de la República, Nicolás Maduro, a las víctimas y familiares de los venezolanos afectados por los atentados.
El bastión de EI en el Mediterráneo celebra los ataques en París
Fotos divulgadas en la web por el aparato de propaganda de la rama libia del Estado Islámico mostraban a decenas de jóvenes salieron con fusiles y pistolas en ristre para celebrar los cruentos atentados yihadistas en París.
Flores colocadas por los parisinos en las calles del teatro de Bataclan (AFP)
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EFE
martes 17 de noviembre de 2015 06:57 AM
Trípoli.- Situada a orillas del Mediterráneo, las calles y playas de la ciudad libia de Sirte fueron escenario este fin de semana de una macabra fiesta: decenas de jóvenes salieron con fusiles y pistolas en ristre para celebrar los cruentos atentados yihadistas en París.
Fotos divulgadas en la web por el aparato de propaganda de la rama libia del Estado Islámico mostraban, asimismo, jóvenes que repartían caramelos y mujeres que gritaban algárgolas como si de una boda se tratase, citó Efe.
Y es que Sirte, ciudad en la que nació y después fue linchado hasta a la muerte el derrocado dictador Muamar al Gadafi, ha devenido en los últimos meses en el bastión de la rama libia del EI en la costa del Mediterráneo.
Según fuentes de Seguridad que resisten aún en la parte más occidental de la urbe, en las últimas semanas varios altos mandos de las fuerzas yihadistas se han trasladado a sus bases en un aparente plan destinado a tomar definitivamente la ciudad, situada a escasos 435 kilómetros al este de Trípoli.
"La situación en Sirte es insoportable, los miembros del EI están ya por todas la calles. Circulan y hacen sus compras en las tiendas libremente, sin esconderse", explica a Efe un miembro de la Policía local, que prefiere no identificarse.
En las zonas bajo su control absoluto, aquellas que se extienden desde el centro de la urbe a la base militar donde estaba ubicado el aeropuerto, la situación es incluso más asfixiante, ya que los yihadistas han comenzado a imponer su herética interpretación de la ley musulmana.
"El EI obstaculiza el trabajo de los comerciantes. Ha ordenado el cierre de lugares considerados obscenos como los probadores en las tiendas donde las mujeres compran la ropa", resalta un habitante de los barrios periféricos occidentales.
Además, "infligen castigos a las personas que fuman o que caminan por las calles en el momento de la oración, o que escuchan música. Han cortado las telecomunicaciones y cerrado todos los bancos comerciales", agrega.
A Abdelali Ismail, jefe del comité de seguridad en Sirte, le preocupa, sin embargo, el creciente número de combatientes que se unan cada día al EI, procedentes tanto de la propia ciudad como de las aldeas del este del país.
Y la cantidad de combatientes extranjeros, tunecinos, argelinos, egipcios, pero también sirios, iraquíes y de diversas nacionalidades árabes que han desembarcado en esta localidad que asoma su costa a Europa.
"Se debe provocar un levantamiento de las tribus que habitan en Sirte con el fin de liberarla de las garras del EI. La ciudad se encuentra en esa situación a causa de la falta de apoyo por parte del Congreso Nacional General (CNG)", uno de los dos gobiernos que luchan por el poder en el país, dice.
Libia es un estado fallido, víctima de la guerra civil y el caos, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara militarmente el alzamiento rebelde contra la dictadura de Gadafi.
Desde las últimas elecciones, el país está dividido entre dos gobiernos, uno en Trípoli (el CNG) y otro en Tobruk, que luchan por el poder apoyados por distintos grupos islamistas, señores de la guerra, líderes tribales y contrabandistas de petróleo, armas, personas y drogas.
De esta división se aprovechan los grupos yihadistas afines al EI, que han ganado y consolidado su control sobre el terreno, como advirtió este lunes la ONU en un informe.
"En este marco de ilegalidad, desorden y combates, grupos que han proclamado su alianza con el llamado Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL) han ganado y consolidado su control sobre franjas de territorio, cometiendo graves abusos", afirmó.
Y es que el EI no solo se ha asentado en Sirte. Su principal bastión es aún la ciudad oriental de Derna, próxima a la frontera con Egipto y escenario desde hace días de una nueva ofensiva de las milicias islamistas afines a Trípoli.
Según explicaron a Efe fuentes de Seguridad en la citada localidad, al menos 12 yihadistas ha muerto en combates desde que el domingo se emprendiera la citada operación, denominada "Shuhadaa al Quba" y cuyo objetivo es liberar la barriada de Al Fatayah, una de las puertas de acceso a Derna.
También tiene una destacada presencia en la localidad de Bengasi, segunda ciudad de país, testigo desde hace un año y medio de combates entre las fuerzas leales a Tobruk que la asedian y las milicias aliadas a Trípoli que la defienden.
Los enfrentamientos han obligado a más de 100.000 personas a abandonar su hogar y convertirse en desplazados internos, vacío que ha sido aprovechado por los yihadistas para asumir el control de algunas zonas periféricas.
Y comienza a crecer su presencia en la antigua metrópoli romana de Sabratha, situada a medio camino entre la capital y la frontera con Túnez.
Fotos divulgadas en la web por el aparato de propaganda de la rama libia del Estado Islámico mostraban, asimismo, jóvenes que repartían caramelos y mujeres que gritaban algárgolas como si de una boda se tratase, citó Efe.
Y es que Sirte, ciudad en la que nació y después fue linchado hasta a la muerte el derrocado dictador Muamar al Gadafi, ha devenido en los últimos meses en el bastión de la rama libia del EI en la costa del Mediterráneo.
Según fuentes de Seguridad que resisten aún en la parte más occidental de la urbe, en las últimas semanas varios altos mandos de las fuerzas yihadistas se han trasladado a sus bases en un aparente plan destinado a tomar definitivamente la ciudad, situada a escasos 435 kilómetros al este de Trípoli.
"La situación en Sirte es insoportable, los miembros del EI están ya por todas la calles. Circulan y hacen sus compras en las tiendas libremente, sin esconderse", explica a Efe un miembro de la Policía local, que prefiere no identificarse.
En las zonas bajo su control absoluto, aquellas que se extienden desde el centro de la urbe a la base militar donde estaba ubicado el aeropuerto, la situación es incluso más asfixiante, ya que los yihadistas han comenzado a imponer su herética interpretación de la ley musulmana.
"El EI obstaculiza el trabajo de los comerciantes. Ha ordenado el cierre de lugares considerados obscenos como los probadores en las tiendas donde las mujeres compran la ropa", resalta un habitante de los barrios periféricos occidentales.
Además, "infligen castigos a las personas que fuman o que caminan por las calles en el momento de la oración, o que escuchan música. Han cortado las telecomunicaciones y cerrado todos los bancos comerciales", agrega.
A Abdelali Ismail, jefe del comité de seguridad en Sirte, le preocupa, sin embargo, el creciente número de combatientes que se unan cada día al EI, procedentes tanto de la propia ciudad como de las aldeas del este del país.
Y la cantidad de combatientes extranjeros, tunecinos, argelinos, egipcios, pero también sirios, iraquíes y de diversas nacionalidades árabes que han desembarcado en esta localidad que asoma su costa a Europa.
"Se debe provocar un levantamiento de las tribus que habitan en Sirte con el fin de liberarla de las garras del EI. La ciudad se encuentra en esa situación a causa de la falta de apoyo por parte del Congreso Nacional General (CNG)", uno de los dos gobiernos que luchan por el poder en el país, dice.
Libia es un estado fallido, víctima de la guerra civil y el caos, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara militarmente el alzamiento rebelde contra la dictadura de Gadafi.
Desde las últimas elecciones, el país está dividido entre dos gobiernos, uno en Trípoli (el CNG) y otro en Tobruk, que luchan por el poder apoyados por distintos grupos islamistas, señores de la guerra, líderes tribales y contrabandistas de petróleo, armas, personas y drogas.
De esta división se aprovechan los grupos yihadistas afines al EI, que han ganado y consolidado su control sobre el terreno, como advirtió este lunes la ONU en un informe.
"En este marco de ilegalidad, desorden y combates, grupos que han proclamado su alianza con el llamado Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL) han ganado y consolidado su control sobre franjas de territorio, cometiendo graves abusos", afirmó.
Y es que el EI no solo se ha asentado en Sirte. Su principal bastión es aún la ciudad oriental de Derna, próxima a la frontera con Egipto y escenario desde hace días de una nueva ofensiva de las milicias islamistas afines a Trípoli.
Según explicaron a Efe fuentes de Seguridad en la citada localidad, al menos 12 yihadistas ha muerto en combates desde que el domingo se emprendiera la citada operación, denominada "Shuhadaa al Quba" y cuyo objetivo es liberar la barriada de Al Fatayah, una de las puertas de acceso a Derna.
También tiene una destacada presencia en la localidad de Bengasi, segunda ciudad de país, testigo desde hace un año y medio de combates entre las fuerzas leales a Tobruk que la asedian y las milicias aliadas a Trípoli que la defienden.
Los enfrentamientos han obligado a más de 100.000 personas a abandonar su hogar y convertirse en desplazados internos, vacío que ha sido aprovechado por los yihadistas para asumir el control de algunas zonas periféricas.
Y comienza a crecer su presencia en la antigua metrópoli romana de Sabratha, situada a medio camino entre la capital y la frontera con Túnez.
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