Durante celebración del 192 aniversario del Concejo Municipal
Sugieren cambiar nombre al puente Morillo por Uslar
- El Concejo impuso la orden “Gran Cordón Cabildo de Valencia” a 41 personajes que han contribuido con el desarrollo de la ciudad. (Notitarde / Jennifer Anais Infante)
Valencia, junio 30 (Silmari Rivas Rubin).- El profesor Miguel Ángel Da Silva sugirió a las autoridades municipales cambiar el nombre al puente Morillo, por Uslar; rescatar el río Cabriales, expropiar la casa que era de Miguel Ignacio Malpica para convertirla en museo y recuperar la plaza de toros, durante su discurso como orador de orden por el 192 aniversario de la instalación del Concejo Municipal de Valencia.
Da Silva, profesor universitario y ex director de la Zona Educativa de Carabobo, intervino en la Sesión Solemne llevada a cabo este domingo en el Teatro Municipal, durante la cual el concejal Pablo Montoya, presidente del Concejo; y Alemania Meléndez, secretaria del cuerpo edilicio, impusieron la orden “Gran Cordón Cabildo de Valencia” a un grupo de 41 personajes por su contribución con el desarrollo de la ciudad.
El quórum estuvo constituido por los ediles Orlando Tortolero, vicepresidente del órgano legislativo; Oswaldo Di Lorenzo, Víctor Suárez, Alexis López, Pedro Pérez, Pedro Yánez, José Guzmán, Luis Ortega, Mary Marín, Noé Mujica, Claudio Suárez y por el propio Montoya.
También estuvieron sobre el escenario el alcalde Edgardo Parra, el síndico procurador Lubín Heras, el contralor municipal Rafael Arteaga, Héctor Agüero, coordinador del Psuv en Carabobo y Manuel Zambrano, asesor jurídico del Concejo Municipal.
El discurso de orden
Da Silva pronunció un largo discurso y en buena parte evocó aspectos importantes de la historia local, como lo fueron la fundación de Valencia y su posterior toma, las batallas de Bárbula y de Las Trincheras, la Batalla de Carabobo y –por su puesto- la instalación del primer Concejo Municipal después de la Independencia de Venezuela, que fue precisamente el de Valencia, el 30 de junio de 1821.
Al justificar el cambio de nombre del puente Morillo, por Uslar, dijo que sería en honor a este patriota (Juan Uslar) que trabajó en su construcción amarrado sin perder la pasión por los ideales libertarios.
El orador de orden igualmente planteó a las autoridades locales construir una réplica del Palacio Municipal en el mismo lugar donde estaba el que fue derribado en 1974, espacio que actualmente ocupa la sede de la Policía Municipal, frente a la plaza Bolívar, en el centro. “El poder municipal debe retornar a su sitio histórico, de donde nunca debió salir”.
En lo referente al casco central de Valencia, apuntó que debe ser transformado en viable, seguro y bello. Se debe convertir –indicó- en un centro turístico importante de Venezuela, con actividad intensa de 6:00 de la tarde a 9:00 de la noche. “ (…) un centro que impacte la visual positivamente, bulevares, sus casas nutridas de colores, con su metro activado y transporte diverso”.
Sobre el río Cabriales, lamentó que esté invisibilizado: “Pareciera que no existiera, a pesar de que sus aguas siguen atravesando la ciudad”. En ese sentido, propuso que sus aguas sean tratadas y construir a sus orillas sitios donde propios y visitantes puedan degustar una exquisita cachama.
Asimismo, pidió “salvar y sanear el Lago de Valencia para entregárselo a nuestros descendientes”. En esto –siguió- debemos trabajar unidos, no solo las alcaldías de Carabobo, sino todas las de los estados centrales, gobernaciones, ministerios, todo el Gobierno Nacional y todo el poder popular.
Con respecto a la plaza de toros Monumental de Valencia, propuso llenarla de grandes espectáculos recreativos y actividades diversas de manera permanente.
Da Silva, profesor universitario y ex director de la Zona Educativa de Carabobo, intervino en la Sesión Solemne llevada a cabo este domingo en el Teatro Municipal, durante la cual el concejal Pablo Montoya, presidente del Concejo; y Alemania Meléndez, secretaria del cuerpo edilicio, impusieron la orden “Gran Cordón Cabildo de Valencia” a un grupo de 41 personajes por su contribución con el desarrollo de la ciudad.
El quórum estuvo constituido por los ediles Orlando Tortolero, vicepresidente del órgano legislativo; Oswaldo Di Lorenzo, Víctor Suárez, Alexis López, Pedro Pérez, Pedro Yánez, José Guzmán, Luis Ortega, Mary Marín, Noé Mujica, Claudio Suárez y por el propio Montoya.
También estuvieron sobre el escenario el alcalde Edgardo Parra, el síndico procurador Lubín Heras, el contralor municipal Rafael Arteaga, Héctor Agüero, coordinador del Psuv en Carabobo y Manuel Zambrano, asesor jurídico del Concejo Municipal.
El discurso de orden
Da Silva pronunció un largo discurso y en buena parte evocó aspectos importantes de la historia local, como lo fueron la fundación de Valencia y su posterior toma, las batallas de Bárbula y de Las Trincheras, la Batalla de Carabobo y –por su puesto- la instalación del primer Concejo Municipal después de la Independencia de Venezuela, que fue precisamente el de Valencia, el 30 de junio de 1821.
Al justificar el cambio de nombre del puente Morillo, por Uslar, dijo que sería en honor a este patriota (Juan Uslar) que trabajó en su construcción amarrado sin perder la pasión por los ideales libertarios.
El orador de orden igualmente planteó a las autoridades locales construir una réplica del Palacio Municipal en el mismo lugar donde estaba el que fue derribado en 1974, espacio que actualmente ocupa la sede de la Policía Municipal, frente a la plaza Bolívar, en el centro. “El poder municipal debe retornar a su sitio histórico, de donde nunca debió salir”.
En lo referente al casco central de Valencia, apuntó que debe ser transformado en viable, seguro y bello. Se debe convertir –indicó- en un centro turístico importante de Venezuela, con actividad intensa de 6:00 de la tarde a 9:00 de la noche. “ (…) un centro que impacte la visual positivamente, bulevares, sus casas nutridas de colores, con su metro activado y transporte diverso”.
Sobre el río Cabriales, lamentó que esté invisibilizado: “Pareciera que no existiera, a pesar de que sus aguas siguen atravesando la ciudad”. En ese sentido, propuso que sus aguas sean tratadas y construir a sus orillas sitios donde propios y visitantes puedan degustar una exquisita cachama.
Asimismo, pidió “salvar y sanear el Lago de Valencia para entregárselo a nuestros descendientes”. En esto –siguió- debemos trabajar unidos, no solo las alcaldías de Carabobo, sino todas las de los estados centrales, gobernaciones, ministerios, todo el Gobierno Nacional y todo el poder popular.
Con respecto a la plaza de toros Monumental de Valencia, propuso llenarla de grandes espectáculos recreativos y actividades diversas de manera permanente.
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