El Carabobeño 15 agosto 2012
Eumenes Fuguet Borregales || Historia y Tradición
Beata Madre Candelaria de San José
En la población de Altagracia de Orituco, municipio José Tadeo Monagas del estado Guárico, nace el 11 de agosto de 1863 Susana Paz Castillo Ramírez, fundadora de la Congregación Hermanas Carmelitas de la Tercera Orden Regular de Venezuela; hija de Francisco de Paula Paz Castillo, naturista con conocimientos prácticos de medicina y María del Rosario Ramírez; ambos caraqueños que huían de las persecuciones y penalidades de la Guerra Federal. En su ascendencia paterna figura Doña Susana Paz Castillo su abuela, prima del Libertador y de varios próceres emancipadores, uno de ellos Juan al ser expulsados por Monteverde en 1812, formaba con el sacerdote chileno José Cortés de Madariaga, denominados “Los Ochos Monstruos”. La vida de Susana está signada por el sacrificio, amor al prójimo y dedicación a los valores cristianos; su padre fallece cuando ella contaba apenas siete años y su madre, a los veinticuatro años. Primero le correspondió ayudar a la madre en el sustento de sus tres hermanos, luego Susana tuvo que afrontar la crítica situación familiar, ampliando casi en forma paralela su beneficencia con los menesterosos y enfermos con gran sensibilidad, atendiéndolos en forma precaria en una casa semi abandonada ubicada al lado de la iglesia parroquial. Quienes tuvieron la suerte y honra de tratarla, la consideraban como una Santa. Su formación educativa se vio limitada, apenas pudo recibir conocimientos elementales y cursos de manualidades, bordados y costura. Junto a varias colaboradoras que aspiraban ser religiosas y con la autorización de la iglesia local, Susana designada Directora, funda en 1903 un pequeño hospital en Altagracia de Orituco llamado “San Antonio”.
El 13 de septiembre de ese año, con autorización del Obispo diocesano, luego de realizar talleres espirituales, viste el hábito de las Hermanitas de los Pobres; cambia su nombre por el de Candelaria de San José, denominación que toma en honor a su madre. Le acompañaron en esta nueva congregación varias coterráneas empeñadas en servirle al Supremo Creador mediante la atención a los de menos recursos: Mercedes Malaver por Hermana Trinidad de San José; Natividad Pérez Medina por Hermana María de San José; Adelina Doménico por Hermana Dolores de San José, y Clara Pérez por Hermana Providencia de San José. Al año siguiente también un 13 de septiembre se les unió Ramona Aragort con el nombre de Hermana Elvira de San José. El 31 de diciembre de 1910, al ser aceptadas como religiosas según el ceremonial de las Hermanitas de los Pobres de Maiquetía, nace oficialmente la Congregación de las Religiosas Carmelitas de la Tercera Orden Regular, teniendo a la Madre Candelaria como Superiora durante treinta y cinco años. Actualmente son denominadas Religiosas Carmelitas de la Madre Candelaria. Estas nobles y sacrificadas hermanas lograban el mantenimiento del hospital a través de la limosna que recogían de casa en casa y de pueblo en pueblo.
La Madre María Candelaria recordando a sus ascendientes que lucharon por legarnos independencia indicaba que: “nuestros Libertadores conquistaban la Patria Terrenal, nosotros conquistamos la Patria Celestial”. El afán de ayudar al prójimo y a pesar de sus quebrantos de salud las inspira fundar congregaciones y hospitales en varias ciudades de Venezuela, tales como la de Porlamar, Upata y Cumaná; sostenidos a fuerza de voluntad y de las colectas que diligentemente procuraban. En 1937 la Congregación contaba con cuarenta y cinco religiosas, nueve instalaciones hospitalarias, dos colegios y un seminario. Encontrándose el 29 de junio de 1919 en proceso post operatorio en el Hospital Vargas de Caracas, víctima de un atropello automovilístico, ingresan al Dr. José Gregorio Hernández, la Madre Candelaria estuvo orando ante el “Siervo de Dios”. Anciana y enferma aún se dedicaba a la formación de las novicias. Entrega su alma al supremo Creador en Cumaná el 31 de enero de 1940, fue velada en la Catedral de dicha ciudad; sus restos fueron trasladados a Caracas el 28 de diciembre de 1954; fue Beatificada oficialmente por el Vaticano el 24 de abril del 2008, convirtiéndose en la segunda venezolana en alcanzar la gloria de los altares luego de la Madre María de San José.
(*) Gral de Bgda.
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