MENCION ESPECIAL merecen la Orquesta Sinfónica de Carabobo y el Conservatorio de Música que a lo largo de este año han ofrecido conciertos de calidad que confirman el óptimo grado de estas instituciones que dan brillo al movimiento musical venezolano, a pesar de su limitado presupuesto.

El carabobeño 19 agosto 2012

Hoy y Después en Valencia

 Alfredo Fermín
afermin@el-carabobeno.com

Nos decía en estos días Isabel Palacios que cuando viene a Valencia se encuentra con una legión, cada vez más numerosa, de gente que quiere hacer música y logra su objetivo de manera impecable. Lo afirmaba después de haber dirigido, magistralmente, la cantata Carmina Burana con la cual la Banda Sinfónica 24 de Junio celebró sus 90 años, en el Teatro Dr. Alfredo Celis Pérez. 

La compleja monumentalidad de esta obra de Carl Orff con textos del siglo XII encontrados en un monasterio alemán, fue desentrañada por Isabel Palacios para ofrecer una versión que constituye el más grandioso espectáculo musical presentado en esta ciudad en los últimos tiempos. 

Fue un trabajo intenso de tres meses de preparación, para ofrecer una Carmina Burana en versión para banda sinfónica con arreglos del maestro Jorge Castillo, coros y solistas que respondieron a las exigencias de una obra maestra que combina el canto gregoriano con música contemporánea y textos en latín y alemán antiguo cuyas interpretaciones son una verdadera proeza. 

Encargados de ejecutarla estuvieron la Camerata de Caracas, la Banda Sinfónica 24 de Junio, integrantes de la Orquesta Sinfónica de Carabobo y de la Orquesta Juvenil de Carabobo acompañados del Orfeón de la Universidad de Carabobo, la Coral Filarmónica de Carabobo, el Coro de Voces Claras y Vox Plural UC, el Coro Sinfónico de Valencia que dirige Eric Osuna y el Coro Sinfónico de Carabobo. Estos últimos, por una lamentable omisión, no aparecieron en el programa de mano. 

Participó también un conmovedor coro de niños integrado por una selección de alumnos de la Cantoría Infantil Valencia, el Colegio Lisandro Lecuna y el Coro Infantil Manuel Leoncio Rodríguez. 

William Alvarado, Luis Jaspe y Mariana Ortiz se encargaron de la parte solista completando un elenco excelente que conmovió a un público, de más de mil personas que llenó butacas y pasillos del teatro de la Universidad de Carabobo. 

William Alvarado, como el monje que cuenta su vida libertina, es un barítono que hizo demostraciones de técnica, de voz y de recursos actorales como maestro en el oficio del buen cantar. Mariana Ortiz, sobresaliente soprano, estuvo conmovedora bajando y subiendo la voz con hermoso timbre de dulzura. El contratenor Luis Jaspe fue la sorpresa para el público que no conocía su manera de deleitar apoyado en su técnica y en su magnífica y afinada voz. 

Vimos a Isabel Palacios gloriosa, disfrutando de una masa coral a la que enseñó secretos de conmoverse en pasajes dramáticos y festivos reduciendo, al mínimo, problemas de dicción en una adaptación del canto antiguo a la modernidad, que conmocionó a un auditorio que ofreció el más largo de los aplausos escuchados en esta ciudad en estos años. Qué felices nos sentimos quienes tuvimos el privilegio de participar en la celebración de nuestra muy querida Banda Sinfónica 24 de Junio siempre protegida por el Gobierno de Carabobo. ¡Bravissima Isabel Palacios! 

DUDAMEL EN VALENCIA 

Otra demostración de la calidad musical que hay en Valencia la encontró el maestro Gustavo Dudamel en el concierto que ofreció en la Plaza Monumental con la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo respaldada por la muy prestigiosa Orquesta Sinfónica Simón Bolívar. 

En este concierto, patrocinado por la Alcaldía de Valencia, el maestro Dudamel dirigió la obertura Los Toreadores de la ópera Carmen; Guía de Orquesta para Jóvenes, de Benjamín Britten; el Danzón número 2, de Arturo Márquez, y Mambo, de Dámaso Pérez Prado. 

A la maestría de Gustavo Dudamel, director de la Filarmónica de Los Angeles, se unió la fresca y prometedora dirección orquestal del joven Eduardo Salazar que dirigió la Marcha Eslava de Tchaikovsky, del cual también interpretó el IV movimiento de la espectacular Sinfonía 1800. Fue otra fiesta musical, 

MENCION ESPECIAL merecen la Orquesta Sinfónica de Carabobo y el Conservatorio de Música que a lo largo de este año han ofrecido conciertos de calidad que confirman el óptimo grado de estas instituciones que dan brillo al movimiento musical venezolano, a pesar de su limitado presupuesto. 

El esmero del Conservatorio de Música de Carabobo, dirigido por María Vadell, se ha podido constatar en esta semana con una serie de recitales de los alumnos más destacados en el auditorio del Centro Cultural Eladio Alemán Sucre, de El Carabobeño. Quienes los han escuchado quedan sorprendidos de las cualidades que tienen para el virtuosismo muchos de estos estudiantes, quienes -a no dudar- continuarán dándole la razón a una experta pedagoga y directora como Isabel Palacios sobre la musicalidad valenciana. 

DE LA NOVICIA REBELDE: todavía se escuchan los entusiastas comentarios que produjo la presentación de este colosal espectáculo con el cual Egreamigos, institución dirigida por María Luisa Maldonado, demostró los adelantos del proyecto de darle su Aula Magna a la Universidad de Carabobo. 

 Todos los que la vieron coincidieron en afirmar que esta Novicia Rebelde es un espectáculo a la altura de los de mayor prestigio internacional.