Notitarde 21/02/2014
El caso de la muerte de Génesis Carmona captó la atención en las portadas de importantes medios de comunicación impresos del planeta
Una fotografía, una realidad que le dio la vuelta al mundo
- Una fotografía, una realidad que le dio la vuelta al mundo ( / )
Alejandra Pérez Medina/ Ketherine Ledo M.
Valencia, 20 febrero 2014.- La tarde de este martes 18 de febrero, fue herida de un disparo en la cabeza la joven estudiante Génesis Carmona, durante una protesta en la Avenida Cedeño de Valencia, quien luego de haber permanecido un día en la Unidad de Terapia Intensiva (UCI) del Centro Médico Dr. Rafael Guerra Méndez, falleció a causa del importante daño cerebral.
Este lamentable hecho provocó reacciones en todo el mundo, donde los medios de comunicación impresos, audiovisuales y electrónicos internacionales han mostrado la dramática fotografía captada por el lente de uno de nuestros reporteros gráficos, Mauricio Centeno, quien en una noble demostración de la pasión por su trabajo, pudo capturar el momento exacto en el que la Miss Turismo 2013 era trasladada, aún con vida, a un centro asistencial con una bala alojada en lóbulo occipital de su cerebro.
Más de 30 diarios internacionales utilizaron la gráfica de nuestro compañero de labores en las portadas de sus rotativos, siendo ésta una destacada evidencia del profesionalismo que va de la mano con el ímpetu que nuestros reporteros gráficos exaltan día a día para mostrar la realidad de nuestro país al mundo entero.
Las primeras páginas de diarios como ABC de España, Folha De Sao Paulo de Brasil, La República de Perú, El Occidental de México, Clarín de Argentina, El Universo de Ecuador, La Opinión de California en Estados Unidos, El Nuevo Diario de Nicaragua, El Siglo de Panamá, Diario Libre de República Dominicana; además de La Stampa de Italia, El Diario de Hoy de El Salvador, entre muchos otros, dedicaron su principal contenido noticioso al penoso acontecimiento.
La fotografía de Mauricio Centeno describe el lamentable hecho, que pudo ser visto por millones de personas, gracias a la destreza de un profesional de la comunicación que cumplió a cabalidad su rol como reportero gráfico: informar con solo una imagen.
En momentos difíciles, como los vividos aquel martes 18 de febrero en esta ciudad, cobra mayor fuerza la labor del fotoperiodista, quien con su lente "congela" las dramáticas escenas que serán comentadas y analizadas; y que en definitiva marcarán la historia reciente de nuestras sociedades.
Mauricio Centeno: “Siempre pensé que ella viviría, y luego me tomaría una foto con ella”
Para que el reportero gráfico Mauricio Centeno pudiera captar el traslado a la clínica de Génesis Carmona cuando cayó herida, tuvo que hacer una secuencia de 16 fotografías que fueron tomadas en medio de un ambiente hostil, donde las balas iban y venían, en lo que él recuerda como una de las coberturas que más dolor e impacto le han causado.
La pasión por su profesión, el miedo por su vida y el dolor de ver que se llevaban a la joven casi muerta; fueron algunos de los sentimientos que recorrieron el cuerpo de este fotógrafo que, desde el fondo de su corazón: “Siempre pensé que ella viviría, y luego me tomaría una foto con ella”. Lamentablemente, no fue así.
“A mí me dio de todo cuando ella iba ahí, prácticamente muerta. Fue un momento muy hostil. La gente estaba muy nerviosa, muchos lloraban, otros gritaban, se escuchaban muchos disparos. Yo mismo estaba muy nervioso, pero fue esa pasión que tiene uno el fotógrafo la que me mantuvo en pie para poder hacer las tomas”.
Centeno recuerda ese día como uno de ésos que se caracterizan por la adrenalina que se vive, pero al final, cuando todo el “susto” pasó, dio gracias a Dios por haberlo sacado sano y salvo de ese momento, porque después de todo, cuando se piensa con la mente fría, esa bala que mató a Génesis la pudo haber recibido cualquiera.
Varias cosas destaca de ese día. Muchos “clic” hizo para captar los traslados de los heridos a la clínica, sin embargo, también destaca la labor del compañero chofer que lo llevó de un lado a otro porque, después de todo, fue un trabajo en equipo el que permitió que en Notitarde se hiciera una cobertura de altura sobre este hecho, que enlutó el estado Carabobo y Venezuela entera.
También agradece la colaboración de las personas del centro médico, quienes le advirtieron que funcionarios del Sebin le querían quitar la cámara. “Ellos me ayudaron a esconderme y a salir por otro lado. Eso me dio chance de escapar y de poder mostrar al mundo, con mis imágenes, qué fue lo que pasó”.
Para “mi niño”, como cariñosamente le llama el equipo de Redacción a Mauricio Centeno, la fotografía es bella, es infinita y se debe hacer con pasión.
La pasión por su profesión, el miedo por su vida y el dolor de ver que se llevaban a la joven casi muerta; fueron algunos de los sentimientos que recorrieron el cuerpo de este fotógrafo que, desde el fondo de su corazón: “Siempre pensé que ella viviría, y luego me tomaría una foto con ella”. Lamentablemente, no fue así.
“A mí me dio de todo cuando ella iba ahí, prácticamente muerta. Fue un momento muy hostil. La gente estaba muy nerviosa, muchos lloraban, otros gritaban, se escuchaban muchos disparos. Yo mismo estaba muy nervioso, pero fue esa pasión que tiene uno el fotógrafo la que me mantuvo en pie para poder hacer las tomas”.
Centeno recuerda ese día como uno de ésos que se caracterizan por la adrenalina que se vive, pero al final, cuando todo el “susto” pasó, dio gracias a Dios por haberlo sacado sano y salvo de ese momento, porque después de todo, cuando se piensa con la mente fría, esa bala que mató a Génesis la pudo haber recibido cualquiera.
Varias cosas destaca de ese día. Muchos “clic” hizo para captar los traslados de los heridos a la clínica, sin embargo, también destaca la labor del compañero chofer que lo llevó de un lado a otro porque, después de todo, fue un trabajo en equipo el que permitió que en Notitarde se hiciera una cobertura de altura sobre este hecho, que enlutó el estado Carabobo y Venezuela entera.
También agradece la colaboración de las personas del centro médico, quienes le advirtieron que funcionarios del Sebin le querían quitar la cámara. “Ellos me ayudaron a esconderme y a salir por otro lado. Eso me dio chance de escapar y de poder mostrar al mundo, con mis imágenes, qué fue lo que pasó”.
Para “mi niño”, como cariñosamente le llama el equipo de Redacción a Mauricio Centeno, la fotografía es bella, es infinita y se debe hacer con pasión.
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