Cruz Diez siempre estuvo pendiente de trabajos en la Fisicromía Naranja
Alfredo Fermín
afermin@el-carabobeno.com
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El maestro Carlos Cruz Diez estuvo pendiente, desde su estudio en París, de la restauración de la Fisicromía Naranja 2002 porque es una obra que concibió para estar colocada en la Redoma de Guaparo como una serpiente de 48 metros de largo y tres de alto.
José García, representante del artista, informó que cuatro años después de que un conductor borracho la chocó con su automóvil y le destruyó cinco metros, la espectacular obra ha sido restaurada con el patrocinio de la Alcaldía de Valencia, a través de la Fundación para la Cultura, que contrató a restauradores profesionales autorizados por el artista para intervenir su obra.
Para estos trabajos, la escultura valorada en miles de dólares fue limpiada y reparada en algunos tramos, antes de colocarle los cinco metros que faltaban. En Valencia, la empresa Vemeca se encargó de la parte metálica para fijarla en la estructura.
En talleres de Caracas fueron procesados los cortes y plegados de aluminio para pintarlos con los colores originales: naranja, sepia, verde y violeta, colocados por el artista, para lograr cambios ópticos en la Redoma de Guaparo, que juegan con el colorido de los árboles, de la fuente que está al frente y con los efectos de la velocidad de los vehículos que transitan por el lugar.
Este sábado, obreros especializados terminaron de acondicionar la estructura metálica y eliminar los deterioros que en estos años causaron la polución por el intenso tránsito de automóviles y las matas que están alrededor de la obra, como consecuencia de la falta de mantenimiento.
La Fisicromía Naranja 2002 volvió a lucir como un espectáculo de luces, colores y efectos ópticos, por lo cual la gente que pasaba expresaba satisfacción con aplausos.
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