30 septiembre 2011

Sin aparecer obras robadas en museo Andrés Pérez Mujica

Las piezas tardaron en volver a su lugar de origen. (Foto Clemente Espinoza)

Beatriz Rojas | brojas@el-carabobeno.com

El Museo al Aire Libre Andrés Pérez Mujica, también conocido como “Parque de las Esculturas”, no recobrará su completo esplendor hasta que aparezcan las piezas de María Gamundi y Miguel Sanoja, robadas en dos oportunidades.

Estas dos obras elaboradas en bronce por su misma condición, se convirtieron en un gran atractivo económico para personas inescrupulosas, desde el mismo momento en que fue inaugurado el museo en diciembre de 1982 en El Viñedo. Inicialmente le fueron arrebatadas al parque en 1993 y afortunadamente fueron recuperadas al año siguiente.

Miguel Sanoja donó para el museo una escultura de una mujer delgada, a la que no le puso título. María Gamundi llamó su obra “Niña que escupe agua”, la cual se la volvieron a robar y nadie se dio cuenta cuándo ni cómo. El presidente de Fundacultura, Guillermo Vizcaya, aseguró que puso la denuncia del robo ante el Cicpc.

“Mujer acostada” de Cornelis Zitman, también de bronce, fue robada a finales de la década de los 90 y la dejaron en una quebrada de Los Guayos. En la actualidad engalana el museo y es considerada una de las mejores piezas que allí reposan.

En enero del año pasado, Vizcaya anunció la inversión de unos 500.000 bolívares, para restaurar unas 12 obras que se habían deteriorado con el paso del tiempo. La labor se le encomendó a Tiziano Fioravanti, quien terminó su labor en el tiempo que se le había encomendado, es decir unos 4 meses.

Las piezas tardaron en volver a su lugar de origen, porque no se había terminado la caseta policial, que en la actualidad garantiza el resguardo del parque, pero ya se ha puesto la mayoría.

Tiziano Fioravanti citó que de las 12 que formaron parte del primer contrato, ya entregó 9. Falta por entregar “Pirámide” de Rafael Martínez, y “Sol” de Pedro Barreto.

“La Bacante”

“La Bacante”, obra del ilustre hijo de Valencia, Andrés Pérez Mujica, en cuyo honor se creó el museo, está en una pequeña redoma que tendrá que ser intervenida, pues las raíces del árbol que le da sombra, está levantando el pavimento.