Erasmo Bolívar: “Ya basta de tanta maldad, hagan cumplir las leyes”
Erasmo José Bolívar. (Foto El Carabobeño)
A través de sus familiares, el agente Erasmo Bolívar nos hizo llegar el siguiente escrito:
Yo, Erasmo José Bolívar, nací en La Guaira, estado Vargas el 19 de octubre de 1975. Tengo tres hermosos hijos, dos varones de 18 y 15 años de edad: Erasmo Bolívar y Josep Bolívar, y una niña de 8 años, Adriana Bolívar. Vengo de una familia humilde, luchadora y muy trabajadora, ejemplo para muchos en la sociedad. En su gran mayoría son ya ex funcionarios de policía, con un historial y una trayectoria dentro de esas instituciones intachable y envidiable por muchos. Aún siguen así en el ámbito moral y social
Ingresé a la Policía Metropolitana en el año 2000. Para los sucesos del 11 de abril tenía solo 2 años de graduado. Ese día prestaba servicio en una ambulancia de la institución, ya que también soy paramédico. Mi labor ese día en esa unidad fue única y exclusivamente socorrer a todas las personas que necesitaran de nuestra ayuda, por lo menos las que estaban a nuestro alcance, ya que eran demasiados los heridos, mayormente por arma de fuego. Ese día, sin importar color de camisa o partido al que pertenecían, atendí a todos. Por lógica, por seguridad e higiene debido a la función que realizaba, ese día tenía que portar guantes de látex.
Así se demostró en el juicio, ese evento de horror parcializado y manipulado políticamente por señores del Gobierno nacional, que fue dirigido por la jueza Maryorie Calderón, quien sin ningún tipo de ética ni sentido de justicia prolongó un poco más de tres años esa tortura, con todas las incongruencias y situaciones ilógicas, alejado de toda realidad y en el cual me involucraron por una fotografía donde estoy portando en mis manos guantes de látex (quirúrgicos) y una subametralladora HK-MP5.
Esta foto fue estigmatizada y utilizada vilmente por el Gobierno para sacar sus propias conclusiones. Pese a que fue desmentida en el juicio por los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y el mismo director de este organismo encargado de llevar la investigación aseveró que mi armamento jamás fue disparado ese día, por lo cual no pude haber sido yo quien ocasionara ninguna lesión y menos aún la muerte de alguna persona.
Pero pasó. Por una absurda, inexplicable y aberrante decisión de nuestra jueza fui sentenciado a 30 años, por tres fallecidos y 17 heridos, no como muchos dicen que la sentencia fue por todos los muertos y heridos. De paso, fui sentenciado solo por las lesiones y absuelto por el caso de los fallecidos. O sea, según la misma sentencia no tuve nada que ver con los que perdieron la vida
¡Qué locura! Esta sentencia no debió ocurrir nunca, ya que no entra en el marco de la Justicia. Algo que aún no me explico es por qué a algunos de mis compañeros que sí fueron sentenciados por los fallecidos los condenaron a 17 años.
Este panorama se aclaró luego de que salieron a la luz pública, como algo notorio y comunicacional, las declaraciones del ex magistrado Eladio Aponte Aponte, en las que él mismo reconoce que todo este tema se manejó en base a una orden del fallecido presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
Aún saliendo todo esto para la vista y conocimiento de la opinión pública, sigo preso sin causa justificada. Lo que es peor es que a estas alturas aún hay miembros del Ejecutivo nacional que se atreven a decir que no puede haber impunidad en este caso y además, mienten al decir que fui sentenciado por delitos de lesa humanidad y violación a los derechos humanos, algo que mi sentencia no dice por ningún lado. Repito, solo fui sentenciado por lesiones y no por los fallecidos. Todo aquel que así lo desee puede ver mi sentencia por Internet para que saque sus propias conclusiones. Pero el Gobierno, en su afán y en su malévolo capricho de aún mantenerme preso, vocifera que no nos toca ningún tipo de beneficios postproceso Es allí donde me hago otra pregunta ¿Es que acaso nosotros, o yo en lo particular, hice las leyes de mi país?
Invito a todos los miembros del malvado Poder Ejecutivo a que se lean mi sentencia y las leyes que nuestros propios legisladores hicieron, para que dejen de mentir y de seguir haciéndonos más daño del que ya nos han hecho, porque yo llevo 10 años preso y para la fecha ya tengo dos beneficios vencidos, que por derecho Constitucional me corresponden como lo dice el artículo 272 de nuestra Carta Magna, que contempla medidas alternativas al cumplimiento de la condena. Para la fecha no tengo respuesta alguna. ¿O es que estando sentenciado existe impunidad? ¡Por Dios! Ya dejen de hablar de Justicia, si ustedes mismos a través de mentiras no la respetan. Yo no estoy pidiendo nada que no esté contemplado en nuestras leyes y que por derecho constitucional no me corresponda. Mucho menos propiciar la impunidad como ustedes se han cansado de decir. ¡Ya estoy sentenciado, qué impunidad puede haber! Mis hijos y mi familia me necesitan afuera, ¡ya basta de tanta maldad! Hagan cumplir las leyes y otórguenme lo que por justicia y derecho me corresponde!
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