De qué van las antologías
Carlos Sandoval antologó el relato venezolano del siglo XXI.
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DANIEL FERMÍN | EL UNIVERSAL
miércoles 12 de junio de 2013
Otra antología ya está a la venta en las librerías nacionales. De qué va el cuento. Antología del relato venezolano 2000-2012,fue presentada por Alfaguara en el V Festival de la Lectura. Carlos Sandoval, el autor de la obra que reúne a 40 escritores del siglo XXI, lo anuncia en el prólogo: "entre las variadas formas de conocer el estado de una situación particular de la literatura, las antologías resultan las más polémicas". La subjetividad propia del género lleva a constantes reclamos.
Una antología, en su concepto inicial, pretende ofrecer un panorama o una muestra representativa de un género o autor en un momento determinado. Como un primer acercamiento a un universo que es amplio. "Las antologías son una buena manera de hacer un recorrido para que luego cada lector pueda profundizar en aquellos autores que le gustan a partir de ese abanico de posibilidades", dijo el crítico Carlos Pacheco, que junto con Antonio López Ortega y Miguel Gomes publicó en 2010 La vasta brevedad. Antología del cuento venezolano del siglo XX (Alfaguara).
Aquel trabajo pretendió resumir lo mejor de la narrativa corta del país en el siglo pasado. Desde Pedro Emilio Coll hasta Alberto Barrera Tyszka. La de Sandoval, en cambio, intenta compilar a aquellos narradores que ganaron representatividad en el nuevo milenio: Federico Vegas, Rodrigo Blanco Calderón o Gabriel Payares, entre otros que, en el futuro, quizás formen parte de la historia de la literatura venezolana.
La polémica suele surgir: que no están todos los que deberían estar o que están algunos que no deberían estarlo. "Siempre va a pesar el criterio de quien hace las antologías. Luis Barrera Linares suele usar el término antojolía porque hay mucho de antojo. Aún cuando uno haga un mapa y especifique muy bien cuáles son los parámetros que sustentan la muestra, siempre va a haber gente que no está de acuerdo", explicó Carlos Sandoval, que hizo una maestría en Literatura Venezolana en la UCV.
De qué va el cuento se convirtió en la antología o muestra 30 que se publica en el país desde 2000 (la cifra es de Sandoval). Cada una con sus características. "Ha habido una necesidad en estos primeros años del siglo XXI de publicar antologías por razones asociadas, quizás, al boom editorial del año 2003 o con la situación contextual del país. Tiene que ver con el hecho de delimitar territorios".
La constante aparición de compilaciones en la nación hace que muchos autores se repitan. A veces porque hay escritores que son canónicos en el país; otras, por la inercia propia del formato (así le decía Orlando Araujo, recuerda el mismo Sandoval). "Las antologías resisten muy mal el paso del tiempo porque, al final, se terminan pareciendo mucho unas a otras. Siento que se amontonan entre sí. Hay una especie de calco", dijo Willy Mckey, que realiza su tesis de maestría en la UCV sobre el tema.
El poeta caraqueño cree que ese tipo de trabajos ya no tienen mayor sentido hoy en día. "Durante mucho tiempo la antología sirvió de un modo panorámico, ahora ya no tanto. Antes no cualquiera aparecía en una, pero cualquiera que tuviese formación podía hacer una. Hoy sucede al revés: ahora, por el mismo apetito panorámico, cualquiera puede aparecer en una antología pero no cualquier puede hacerla. Antes lo importante era la figura del autor compilado en ella; ahora resulta que las antologías tienen un coordinador importante porque el gesto crítico se ha mudado a un asunto ensayístico", agregó Mckey, que critica la hiperpanoramización de la literatura venezolana.
El autor de Paisajeno cree que las compilaciones en Venezuela se quedan en abrebocas. Que su auge ha hecho que no se vaya más allá de la superficie. "Tú vas a una librería o una feria y consigues muchas antologías pero es casi imposible conseguir un libro de cuentos completos donde puedas ver el proyecto de un autor antologado. No existe la obra completa. Te quedas con el acercamiento propio de la antologías, pero no tienes la manera de abordar la obra completa y las antologías se terminan legitimando. No se impone la obra de un autor sino la obra del antólogo sobre determinados escritores", concluyó el mismo Willy Mckey. Las antologías, desde su definición actual, suelen dejar descontento a más de uno.
dfemin@eluniversal.com
Una antología, en su concepto inicial, pretende ofrecer un panorama o una muestra representativa de un género o autor en un momento determinado. Como un primer acercamiento a un universo que es amplio. "Las antologías son una buena manera de hacer un recorrido para que luego cada lector pueda profundizar en aquellos autores que le gustan a partir de ese abanico de posibilidades", dijo el crítico Carlos Pacheco, que junto con Antonio López Ortega y Miguel Gomes publicó en 2010 La vasta brevedad. Antología del cuento venezolano del siglo XX (Alfaguara).
Aquel trabajo pretendió resumir lo mejor de la narrativa corta del país en el siglo pasado. Desde Pedro Emilio Coll hasta Alberto Barrera Tyszka. La de Sandoval, en cambio, intenta compilar a aquellos narradores que ganaron representatividad en el nuevo milenio: Federico Vegas, Rodrigo Blanco Calderón o Gabriel Payares, entre otros que, en el futuro, quizás formen parte de la historia de la literatura venezolana.
La polémica suele surgir: que no están todos los que deberían estar o que están algunos que no deberían estarlo. "Siempre va a pesar el criterio de quien hace las antologías. Luis Barrera Linares suele usar el término antojolía porque hay mucho de antojo. Aún cuando uno haga un mapa y especifique muy bien cuáles son los parámetros que sustentan la muestra, siempre va a haber gente que no está de acuerdo", explicó Carlos Sandoval, que hizo una maestría en Literatura Venezolana en la UCV.
De qué va el cuento se convirtió en la antología o muestra 30 que se publica en el país desde 2000 (la cifra es de Sandoval). Cada una con sus características. "Ha habido una necesidad en estos primeros años del siglo XXI de publicar antologías por razones asociadas, quizás, al boom editorial del año 2003 o con la situación contextual del país. Tiene que ver con el hecho de delimitar territorios".
La constante aparición de compilaciones en la nación hace que muchos autores se repitan. A veces porque hay escritores que son canónicos en el país; otras, por la inercia propia del formato (así le decía Orlando Araujo, recuerda el mismo Sandoval). "Las antologías resisten muy mal el paso del tiempo porque, al final, se terminan pareciendo mucho unas a otras. Siento que se amontonan entre sí. Hay una especie de calco", dijo Willy Mckey, que realiza su tesis de maestría en la UCV sobre el tema.
El poeta caraqueño cree que ese tipo de trabajos ya no tienen mayor sentido hoy en día. "Durante mucho tiempo la antología sirvió de un modo panorámico, ahora ya no tanto. Antes no cualquiera aparecía en una, pero cualquiera que tuviese formación podía hacer una. Hoy sucede al revés: ahora, por el mismo apetito panorámico, cualquiera puede aparecer en una antología pero no cualquier puede hacerla. Antes lo importante era la figura del autor compilado en ella; ahora resulta que las antologías tienen un coordinador importante porque el gesto crítico se ha mudado a un asunto ensayístico", agregó Mckey, que critica la hiperpanoramización de la literatura venezolana.
El autor de Paisajeno cree que las compilaciones en Venezuela se quedan en abrebocas. Que su auge ha hecho que no se vaya más allá de la superficie. "Tú vas a una librería o una feria y consigues muchas antologías pero es casi imposible conseguir un libro de cuentos completos donde puedas ver el proyecto de un autor antologado. No existe la obra completa. Te quedas con el acercamiento propio de la antologías, pero no tienes la manera de abordar la obra completa y las antologías se terminan legitimando. No se impone la obra de un autor sino la obra del antólogo sobre determinados escritores", concluyó el mismo Willy Mckey. Las antologías, desde su definición actual, suelen dejar descontento a más de uno.
dfemin@eluniversal.com
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