La credibilidad hay que ganársela todos los días
¿Qué si se lee todos los periódicos antes de comenzar? No lo crea.. (Foto Cortesía 6j86 Producciones.)
Dhameliz Díaz | ddiaz@el-carabobeno.com
Todos los días se levanta a las 4:30 de la madrugada, no por costumbre. Tiene que acomodar su reloj biológico para que cuando comience su programa radial a las 6 de la mañana, sea ya mediodía.
¿Qué si se lee todos los periódicos antes de comenzar? No lo crea. “Al despertar hago otras cosas, leo literatura... Prefiero revisar los diarios a primera vista al comenzar el programa y lo que me impacta se lo transmito al oyente”.
El público ya conoce que significan los silencios de César Miguel Rondón. Sus pausas, los diferentes matices de su voz... Suman 22 años en Unión Radio, más dos anteriores en FM Radio Capital con el mismo formato. En total son 24 ofreciendo una hojeada del país entumecido.
Filósofo de la Universidad Central de Venezuela -quién lo diría- y periodista de la Universidad Católica Andrés Bello, en marzo tenía 16 mil 59 canciones en su iPod, que desde un tiempo para acá comparte en su página Web, comentando detalles de esas melodías de todos los tiempos.
Vive de su credibilidad, dice orondo.
¿Cómo tenerla en medio de esta guerra mediática en pleno desarrollo, donde pareciera, hay dos verdades enfrentadas?
- En Venezuela existen muchas más verdades, el asunto es cómo nos aproximamos a ellas. Uno tiene que ser honesto con lo que tiene por delante y no trampear al dirigirse al gran público, que con el tiempo, con el paso de los años le confiere credibilidad a lo que viene de ti, a la manera como ves esas realidades que te rodean. Uno no es una persona imparcial ni objetiva: es un sujeto que tiene su cédula, sus espacios, derechos como ciudadanos. Trato, eso sí, que mis opiniones personales no se impongan en la manera que transmito los hechos que estoy observando. Cuando yo opino, opino y queda muy claro cuál es mi opinión”.
- En mis editoriales parto de premisas: No ofendo, así que no voy más allá de lo que puede ser; no especulo jamás, porque la especulación es sumamente riesgosa y más en estos tiempos movedizos, cuando tanta gente opina sin fundamento.
La credibilidad, argumenta, es como salir a matar el toro todos los días. Puedes tener un buen récord a lo largo de tu vida profesional, pero un error involuntario la acaba. No es que te la ganaste, sino que cada día sales a pelear por tu credibilidad, a seguirla construyendo porque en cualquier momento puedes perderla.
¿Cuál es el secreto para que tus opiniones personales no se impongan sobre los hechos? ¿Cómo sometes las emociones que te inclinan a destacar una información de otra?
- A ver... Mucha gente cuenta que mis silencios son más elocuentes que mis palabras. Al toparme con una noticia, hoy por ejemplo -22 de mayo- “La Fiscal no va a investigar”... me callo. Ese silencio significa ¿Cómo no va a investigar...? Se ha creado una relación de complicidad muy fuerte con los oyentes, porque esa frase que me he abstenido de decir, se la hacen quienes me están escuchando y le doy la pausa necesaria para que cada quien tenga tiempo de expresarla. Las emociones están allí. Cuando son por una razón noble no tengo inconveniente en hacerlas sentir. En el momento que los muchachos del Proyecto Cumbre alcanzaron la cima del Everest, pues las dejé fluir libremente. Pero la rabia, la indignación trato de contenerlas, porque no tengo derecho a contaminar a los oyentes con mis opiniones.
Antes y después
¿Advertías el éxito del evento con los artistas a favor de la candidatura de Henrique Capriles o fue una de esas batallas que se intuyen después de realizadas?
- Se planteó con mucha urgencia, prácticamente de la noche a la mañana. Ese impacto mayúsculo era imposible calcularlo, aunque lo sospechábamos. Primero vino la emoción de encontrarnos con tanta gente que teníamos tiempo sin vernos ¡Fue muy bonito! Compañeros de trabajo entrelazados entre besos y abrazos... Nadie nos había llevado... Ver a María Teresa Chacín abrazada con Soledad Bravo... Todas esas emociones se contagiaron a buena parte del país. Los analistas políticos coinciden que hubo un antes y un después de ese acto.
¿No tuviste reservas en moderar un evento de tanto impacto político? El periodista, aunque tenga corazón, le es difícil pronunciarse hacia una causa.
- Antes que nada soy un ciudadano y trato de ser un buen profesional. Sintiendo y viendo que la situación del país va tan fuera del cauce, de alguna manera se desmadra, no puedo permanecer como un observador, así como el imparcial de Venevisión. En primer lugar porque es mentira y segundo, al asumir posiciones falsas, desinformas. Si como un autobús, el país está cerca del abismo, tengo que advertirle al chofer que nos vamos a desbarrancar, es un momento en el cual no puedes ser indiferente.
En estos tiempos -no sé si estás de acuerdo- de batalla mediática, cuando ha comenzado la transición ¿Cómo hablarle a esa otra mitad del país que quizá te ubica en la trinchera de la oposición?
- No percibo tal batalla mediática, sino que por piratería comunicacional y mala gestión profesional, los medios públicos son nulos. No es culpa mía, que con tantas emisoras de radio, canales de televisión y periódicos no hagan mella en la opinión pública venezolana. Ante eso, en unos pocos medios hacemos un trabajo comunicacional con mucho éxito. Me he preparado y no me puedes objetar que yo procure la excelencia en mi oficio. De ese lado, tienes una especie de huestes, de grandes ejércitos que no lo hacen bien y de éste, unos poquitos que sí. ¿Cuál es la meta? Conquistar ese espacio que se llama opinión pública, a la cual me dirijo, no a esas huestes. ¿Tengo que hacer un esfuerzo especial para que el sector chavista del país me oiga? No. Ellos también me escuchan porque me estoy dirigiendo al país. No estoy cayendo en la trampa de la polarización, no hago un programa de radio para los opositores, sino para los venezolanos. Buena parte de mi audiencia son esos sectores chavistas. ¿Que hay fanáticos? Sí, pero es una condición social aborrecible y yo no tengo por qué cambiar mis criterios para complacerlos.
Salvaguardándote de caer en la trampa de la polarización ¿Cómo analizas este mes y medio de Gobierno?
- Para contestarte voy a utilizar la imagen de la bañera que has llenado de agua para bañar al pequeñito, colocando barquitos, jugueticos, equis. Así está el país desde los últimos tiempos de Hugo Chávez, como los muñequitos que quedan flotando al terminar el baño y al quitar el tapón, el agua que corre en remolino hacia el desagüe que ejerce una fuerza sin control alguno, hace que esas figuritas angelicales caigan unas sobre otras, se tropiecen, un desastre. Se acaba el agua y esos sectores del poder están quedando unos sobre otros para ver si sobreviven. La prueba es la grabación de Mario Silva.
¿En la práctica ¿qué está pasando? Un Gobierno joven -apenas cumplirá dos meses- pero viejísimo porque en rigor tiene 14 años, el señor Maduro y todos los representantes del régimen son los mismos que vienen de atrás. Esa situación contradictoria crea un panorama esquizofrénico. Pero además su gobierno es frágil, inseguro que trata de sostenerse, sometido a ese remolino donde todo el mundo le está cayendo encima, incluyendo sus propios partidarios.
¿Cuál es la razón de los viajes que ha hecho Maduro al exterior? Consolidar el pedacito de legitimidad que tiene, pero no es un señor que esté gobernando. Gobierna casi como por asomo, por espasmos que tampoco se concretan. En fin... Gobernar supone arriesgarse y tomar decisiones.
El tenis y su vuelta a la niñez
¿Primero filósofo que periodista?
- Me gradué primero en filosofía, pero soy periodista desde los 6 años. Escribía en la máquina de mi papá, una hoja que era un periódico familiar, ‘La Ratonera’. Cada párrafo era una sección. Contenía un editorial, deportes, políticas, sociales... ¡En fin! Lo alquilaba por una locha a quien quisiera leerlo. Esperaba y se lo repartía al otro que se anotaba en una lista. Pero la familia prefería la de sociales. ¿Por qué estamos en este oficio? Por curiosos. Mi mamá la mayor de sus hermanos, era como el eje de la familia y siempre se enteraba de lo que pasaba. Yo oía, me encantaba estar en la conversación de los mayores y lo escribía. ¡Por supuesto que habían reclamos! Pero frente a las protestas familiares mi papá sentenciaba a mi favor: en esta casa hay libertad de expresión, decía cada vez que le reclamaban por lo que escribía. Por eso te digo que siempre he estado metido en el mundo de la comunicación.
En ese mundo fascinante donde debe presentarse un pugilato por la demanda de tiempo que te exige la música, el periodismo, el escritor de novelas, el creador de espectáculos, el productor ¿Cómo haces?
- Uno forma parte de ese todo
Pero como amantes ¿no te demandan tiempo?
- Es que yo soy buen amante.
¿Y te alcanza para todo?
- Ahí es donde está el truco. Yo no me pongo un disfraz para ser melómano o para analizar el hecho político, soy la misma entidad que se nutre de cada área.
Pero la demanda del tiempo que te exige escribir una novela, es distinta a...
- Con el tiempo vamos decantando. Cumpliré 60 años y estoy cansado. Vivo amenazando a Flor Alicia que nos tomaremos un año sabático, siempre postergado. Desde hace muchísimos años quería dejar de escribir para la televisión y por fin, creo, lo logré. Uno va decantando, cambiando en su manera de ser, poniendo por delante unas cosas, descubriendo otras. Ahora tengo la oportunidad de inventar, como el espectáculo del libro “La Salsa en Vivo” y este “En la vida hay amores”, que en lo personal me hacen muy feliz y permiten cultivar mi pasión por la música. Puedes descubrir placeres nuevos, yo que nunca fui un gran deportista, me topé con el tenis y procuro que sean sagradas las mañanas que le dedico para poder jugar.
Y te mantienes en forma
- Eso es un poco más complicado... pero sí me ayuda mentalmente. A parte de sudar, durante todo ese rato, mi concentración y esfuerzo está en alcanzar y poder darle bien a la pelota. Y lo más beneficioso es que me rejuvenece por completo y me devuelve a mi condición de niño. Tamaño viejo como yo, de repente grito porque coloqué la pelota donde era... Ni siquiera me queda aire para celebrar, pero bueno digo feliz, ¡C... lo logré!
- ¿Cómo cultivas la tolerancia en tiempos de polarización?
- Es difícil. Mi programa de Televen 30 minutos salió del aire por la falta de tolerancia. ¿Y que es intolerancia? El no reconocimieno del otro. Yo me considero un tipo tolerante, entre otras cosas, porque aprendí que ser tolerante es no tratar de imponerle al otro mis criterios Y al madurar usas todas las herramientas que te ha provisto la vida para ser cada vez más tolerante. ¡Pero resulta que tenemos 14 años sometidos a la intolerancia! Acusan de apátridas, vendidos, lacra y además quieren destruirte, entonces la reacción natural es decir, ya basta! Como las parejas mal avenidas hay un momento de ruptura, pero entre dos bloques iguales de grande en otros países ha dado pie a guerras civiles. Afortunadamente, la polarización reinante en el país, yo sospecho que es más bien un chantaje como ha quedado evidenciado por estos días. Quedó demostrado en las últimas elecciones que hay un grupo reducido que se niega a ver ese país como es. Venezuela necesita la conciliación.
Sus confesiones
¿Cuál de tus pasiones gobierna tu vida?
- Mis hijos
Creía que contestarías: Flor Alicia, tu esposa. Se ríe...
- Noooo se lo va a creer. Ella administra la voluntad de los hijos, pero ellos son quienes en definitiva mandan.
El bolero más que un género musical es un compendio de emociones y de circunstancias... ¿Cuál sería el más apropiado para la Venezuela de hoy?
- El tango Cambalache en ritmo de bolero. “El mundo es y será una porquería ya lo sé... Es la banda sonora que debe acompañar el audio de Mario Silva, cualquier declaración de Luisa Ortega Díaz...
¿Te han amenazado?
- Si he recibido amenazas
¿Te han atemorizado esas amenazas?
- Me han fastidiado.
¿Un pecado mortal?
- No chica...puros veniales
¿Que cargas como una cruz a cuestas?
- El país es una cruz a cuestas para todos los venezolanos
¿Te cuesta pedir perdón?
- Nooo. Tengo un récord de perdones diarios.
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