Habla de su arduo trabajo para abrirse camino en el mercado norteamericano
Arturo Correa: “Pinto ese gran camino que es la vida”
- “Cuento de una monarca N° 2” (izq) y “Buscando oxígeno” (der) son parte del nuevo trabajo de Arturo Correa. (Notitarde / Jennifer Anais Infante)
Daniela A. Chirinos A.
Arturo Correa tiene dos años residenciado en Naples, Florida (EE.UU.). Llegó a Venezuela hace una semana, pero vino solo por 10 días, y casi se estaba bajando del avión cuando nos recibió en su taller ubicado en la calle Colombia del casco central de su muy querida Valencia, ciudad que no aparta de su corazón, aunque se encuentra trabajando duro para introducirse en el mercado norteamericano, incluso, con orgullo dice “soy valenciano”.
Específicamente su estudio queda en el piso superior de la conservada casa colonial de su abuela Chuchuíta Caravallo de Díaz. De hecho, para llegar ahí, hay que subir por unas estrechas escaleras en forma de caracol, las paredes son de grueso friso, y los ventanales dan vista al amplio jardín que está cundido de árboles de todo tipo. Toda una reliquia arquitectónica de más de un siglo, según calcula Arturo.
Ya en el taller, a un lado se encuentra un enorme lienzo con el bosquejo de un cuadro que incluiría “Al filo del caballo”, su última exposición en esta ciudad, la cual realizó hace dos años, en el Centro cultural Eladio Alemán Sucre (Cceas). También mostró parte de lo que está pintando, como “Cuentos de una monarca N° 2”, en la que se observa una mariposa acompañada de la palabra “frágil”.
Además, a su temario incluyó “superhéroes”, y está usando “muchos tornillos incrustados en la madera, haciendo como una especie de escudo alrededor de lo que quiero resaltar”. En síntesis, pinta “ese gran camino que es la vida”. Su trabajo se puede observar en www.arturocorrea.com.
Y es que estos días Arturo está concentrado en pintar entre sesenta y setenta piezas de gran formato, que conformarán su próximo gran proyecto: Una mega exposición que se llamará “Stage 16”, y se realizará en octubre de 2014, en el prestigioso Sidney and Berne Davis Art Center de Fort Myers, Florida, siendo el primer venezolano en exponer en este espacio.
Pero eso no es todo, pues a la par está en los preparativos de la muestra que hará el año que viene, en la Galería de Arte Ascaso en Miami. Al mismo tiempo, lleva las riendas de su galería “Esferas de Vida Centro de Arte”, donde muestra su obra permanentemente, la cual está ubicada en Naples, en un galpón grande. Éste también es su estudio y de ahí han salido piezas para distintas partes del mundo, dicta talleres y cada dos o tres meses hace eventos vinculados a las artes plásticas.
“Tengo 17 años exponiendo, mi obra se ha mostrado en Venezuela, la costa oeste de EE.UU. (Miami, Nueva York, Connecticut, Orlando), y Singapur. No he tenido la oportunidad de llevar mi obra a Europa, pero poco a poco voy conquistando fronteras”, comenta.
Asimismo, recuerda que “todo lo que hago tiene un concepto, porque eso para mí es tan o más importante que la parte estética, que también la valoro. Toda obra de mi autoría es producto de algo que me está pasando, algo que quiero decir, y quiero que vivas a tu manera”.
- ¿Qué representa “Stage 16”?
- Antes veía la vida como un rompecabezas que vas armando a medida que consigues las piezas, luego lo terminas y tienes una gran imagen, pero después me di cuenta que esto no es así, porque la vida no está preestablecida, y creo que lo único preestablecido es el día en que llegas y el día en que te vas.
Ahora veo la vida como un collage de imágenes o un gran escenario, donde hay diversidad de elementos, pero ¿quién decide lo que pasa en ese escenario? Tú, porque tomas esos elementos, los conectas y vas armando vivencias. De ahí viene la palabra “Stage”.
En cuanto a “16”, ése es el nombre que le di a “la ruta” de mi vida. Además, ese número siempre está presente en mi obra y se refiere a una fecha muy importante, de mucha nostalgia que marcó mi vida.
De hecho, en el año 2009 hice la exposición “Paisaje de la nostalgia” en la Galería de Arte Ascaso de Las Mercedes en Caracas, ahí mostré la serie “Ruta 16”, que se refiere a: Cuando vas de un punto “A” a un punto “B”, el problema no es llegar a la meta, sino que lo queremos hacer tan rápido que se nos olvida ese andar, y eso es la vida, el camino, en el que pasarán cosas buenas y malas, y aunque no tenemos la posibilidad de evitarlas, sí podemos reaccionar a ellas.
En síntesis, para mí la vida es gran un camino, un gran collage o un gran escenario, en el que tenemos diversidad de elementos que al final del día decidimos cuáles tomar y unir para formar vivencias.
- ¿“La vida” es el mensaje que quiere llevar a EE.UU.?
Sí. Cuando empecé a pintar mi mensaje era muy básico y se refería a lo físico y espiritual, después incluí “la unión” y por ahí encaminé mi estudio. Pero un 16 de mayo ocurrió un quiebre en mi trabajo, ese día comprendí que todos los seres humanos creemos en lo físico y espiritual. Sin embargo, para mí todo tiene que partir de la vivencia de cada quien, de manera que lo que transmito viene de mi ser. Y mi obra es eso, es esa vida que tenemos en frente, pero al final del día, nosotros somos quienes la conducimos.
- Comente sobre los “superhéroes” que también está pintando
- Es un pequeño “superhéroe” que tiene los ojos muy grandes, usa una máscara y se parece a mi hijo, pero en realidad soy yo, eres tú y el espectador que observa la obra, porque quiero que se sientan así, como si fuese protagonista de la pieza.
De hecho, la ropa que usa ese personaje son mis blue jeans y franelas de trabajo, que pinto de varios colores como cuando limpio mis pinceles mientras trabajo y son como mi paleta. Además, a la obra le atornillé mis brochas pintadas de blanco. Es muy conceptual, porque realmente en la pintura está en el sudor del traje del superhéroe, y la brocha queda blanca porque es solo un instrumento de trabajo.
- ¿Y qué representan las monarcas con la palabra “frágil”?
-La monarca es una mariposa, pero antes de llegar a este estado es un gusanito de seda. Se trata de dos estados de la vida, pues empezamos como ese gusanito y vamos cambiando hasta que nos transformamos. Cada quien tiene derecho a pensar como quiere, pero lo que sí es un hecho es que hoy somos físico y luego -cuando Dios decida- paremos a otro estado más espiritual. Por otro lado, la fragilidad no está en pasar de un estado a otro, sino cómo vivimos esa transformación y cómo transitamos el camino.
Al mismo tiempo, por muy adoctrinado que estés, recuerda que somos seres individuales que nos complementamos unos con otros, eso no quiere decir que la individualidad del otro se afecte o esté amenazada, y de eso hablan las esferas que también incluyo en esta obra.
- ¿Tiene planificado exponer pronto en Valencia?
- Aunque ahora estoy trabajando muy duro en “Stage 16”, siempre hay planes de mostrar mi obra acá, porque esta ciudad me ha visto crecer, éste fue mi primer mercado, aquí me apoyaron los primeros coleccionistas y galerías. Aprovecho para agradecer a la Galería Universitaria Braulio Salazar, al Gabinete del Dibujo y la Estampa de Valencia, y al Cceas, entre otros.
- ¿Cómo percibe el movimiento cultural en esta ciudad?
- Siempre he dicho que en Valencia talento es lo que sobra, acá el problema no son los artistas, ni los espacios museísticos privados, incluso hay empresas como San Miguel que en la persona de Christian Palmisano, están apoyando al talento regional.
Aquí lo que no hay es dirección a nivel del gobierno central. Además, se están politizando áreas como la cultura y el arte, y no debería ser así, porque para ser un buen artista no hay que vestirse de “rojo”, “azul” o “amarillo”. En lo personal, si creo que algo está mal (en la sociedad) lo pinto, tenga razón o no, porque considero que el artista tiene que ser fiel a su momento y a su propuesta.
- ¿Ése sería su mensaje a los artistas emergentes?
- Sí, pero además les digo que tienen que prepararse muy bien, estudiar, investigar y leer para saber lo que quieren expresar. Las tendencias son muy buenas, pero en lugar de copiarlas hay que mejorarlas, porque los artistas primero tienen una responsabilidad consigo mismo y luego con el entorno.
Específicamente su estudio queda en el piso superior de la conservada casa colonial de su abuela Chuchuíta Caravallo de Díaz. De hecho, para llegar ahí, hay que subir por unas estrechas escaleras en forma de caracol, las paredes son de grueso friso, y los ventanales dan vista al amplio jardín que está cundido de árboles de todo tipo. Toda una reliquia arquitectónica de más de un siglo, según calcula Arturo.
Ya en el taller, a un lado se encuentra un enorme lienzo con el bosquejo de un cuadro que incluiría “Al filo del caballo”, su última exposición en esta ciudad, la cual realizó hace dos años, en el Centro cultural Eladio Alemán Sucre (Cceas). También mostró parte de lo que está pintando, como “Cuentos de una monarca N° 2”, en la que se observa una mariposa acompañada de la palabra “frágil”.
Además, a su temario incluyó “superhéroes”, y está usando “muchos tornillos incrustados en la madera, haciendo como una especie de escudo alrededor de lo que quiero resaltar”. En síntesis, pinta “ese gran camino que es la vida”. Su trabajo se puede observar en www.arturocorrea.com.
Y es que estos días Arturo está concentrado en pintar entre sesenta y setenta piezas de gran formato, que conformarán su próximo gran proyecto: Una mega exposición que se llamará “Stage 16”, y se realizará en octubre de 2014, en el prestigioso Sidney and Berne Davis Art Center de Fort Myers, Florida, siendo el primer venezolano en exponer en este espacio.
Pero eso no es todo, pues a la par está en los preparativos de la muestra que hará el año que viene, en la Galería de Arte Ascaso en Miami. Al mismo tiempo, lleva las riendas de su galería “Esferas de Vida Centro de Arte”, donde muestra su obra permanentemente, la cual está ubicada en Naples, en un galpón grande. Éste también es su estudio y de ahí han salido piezas para distintas partes del mundo, dicta talleres y cada dos o tres meses hace eventos vinculados a las artes plásticas.
“Tengo 17 años exponiendo, mi obra se ha mostrado en Venezuela, la costa oeste de EE.UU. (Miami, Nueva York, Connecticut, Orlando), y Singapur. No he tenido la oportunidad de llevar mi obra a Europa, pero poco a poco voy conquistando fronteras”, comenta.
Asimismo, recuerda que “todo lo que hago tiene un concepto, porque eso para mí es tan o más importante que la parte estética, que también la valoro. Toda obra de mi autoría es producto de algo que me está pasando, algo que quiero decir, y quiero que vivas a tu manera”.
- ¿Qué representa “Stage 16”?
- Antes veía la vida como un rompecabezas que vas armando a medida que consigues las piezas, luego lo terminas y tienes una gran imagen, pero después me di cuenta que esto no es así, porque la vida no está preestablecida, y creo que lo único preestablecido es el día en que llegas y el día en que te vas.
Ahora veo la vida como un collage de imágenes o un gran escenario, donde hay diversidad de elementos, pero ¿quién decide lo que pasa en ese escenario? Tú, porque tomas esos elementos, los conectas y vas armando vivencias. De ahí viene la palabra “Stage”.
En cuanto a “16”, ése es el nombre que le di a “la ruta” de mi vida. Además, ese número siempre está presente en mi obra y se refiere a una fecha muy importante, de mucha nostalgia que marcó mi vida.
De hecho, en el año 2009 hice la exposición “Paisaje de la nostalgia” en la Galería de Arte Ascaso de Las Mercedes en Caracas, ahí mostré la serie “Ruta 16”, que se refiere a: Cuando vas de un punto “A” a un punto “B”, el problema no es llegar a la meta, sino que lo queremos hacer tan rápido que se nos olvida ese andar, y eso es la vida, el camino, en el que pasarán cosas buenas y malas, y aunque no tenemos la posibilidad de evitarlas, sí podemos reaccionar a ellas.
En síntesis, para mí la vida es gran un camino, un gran collage o un gran escenario, en el que tenemos diversidad de elementos que al final del día decidimos cuáles tomar y unir para formar vivencias.
- ¿“La vida” es el mensaje que quiere llevar a EE.UU.?
Sí. Cuando empecé a pintar mi mensaje era muy básico y se refería a lo físico y espiritual, después incluí “la unión” y por ahí encaminé mi estudio. Pero un 16 de mayo ocurrió un quiebre en mi trabajo, ese día comprendí que todos los seres humanos creemos en lo físico y espiritual. Sin embargo, para mí todo tiene que partir de la vivencia de cada quien, de manera que lo que transmito viene de mi ser. Y mi obra es eso, es esa vida que tenemos en frente, pero al final del día, nosotros somos quienes la conducimos.
- Comente sobre los “superhéroes” que también está pintando
- Es un pequeño “superhéroe” que tiene los ojos muy grandes, usa una máscara y se parece a mi hijo, pero en realidad soy yo, eres tú y el espectador que observa la obra, porque quiero que se sientan así, como si fuese protagonista de la pieza.
De hecho, la ropa que usa ese personaje son mis blue jeans y franelas de trabajo, que pinto de varios colores como cuando limpio mis pinceles mientras trabajo y son como mi paleta. Además, a la obra le atornillé mis brochas pintadas de blanco. Es muy conceptual, porque realmente en la pintura está en el sudor del traje del superhéroe, y la brocha queda blanca porque es solo un instrumento de trabajo.
- ¿Y qué representan las monarcas con la palabra “frágil”?
-La monarca es una mariposa, pero antes de llegar a este estado es un gusanito de seda. Se trata de dos estados de la vida, pues empezamos como ese gusanito y vamos cambiando hasta que nos transformamos. Cada quien tiene derecho a pensar como quiere, pero lo que sí es un hecho es que hoy somos físico y luego -cuando Dios decida- paremos a otro estado más espiritual. Por otro lado, la fragilidad no está en pasar de un estado a otro, sino cómo vivimos esa transformación y cómo transitamos el camino.
Al mismo tiempo, por muy adoctrinado que estés, recuerda que somos seres individuales que nos complementamos unos con otros, eso no quiere decir que la individualidad del otro se afecte o esté amenazada, y de eso hablan las esferas que también incluyo en esta obra.
- ¿Tiene planificado exponer pronto en Valencia?
- Aunque ahora estoy trabajando muy duro en “Stage 16”, siempre hay planes de mostrar mi obra acá, porque esta ciudad me ha visto crecer, éste fue mi primer mercado, aquí me apoyaron los primeros coleccionistas y galerías. Aprovecho para agradecer a la Galería Universitaria Braulio Salazar, al Gabinete del Dibujo y la Estampa de Valencia, y al Cceas, entre otros.
- ¿Cómo percibe el movimiento cultural en esta ciudad?
- Siempre he dicho que en Valencia talento es lo que sobra, acá el problema no son los artistas, ni los espacios museísticos privados, incluso hay empresas como San Miguel que en la persona de Christian Palmisano, están apoyando al talento regional.
Aquí lo que no hay es dirección a nivel del gobierno central. Además, se están politizando áreas como la cultura y el arte, y no debería ser así, porque para ser un buen artista no hay que vestirse de “rojo”, “azul” o “amarillo”. En lo personal, si creo que algo está mal (en la sociedad) lo pinto, tenga razón o no, porque considero que el artista tiene que ser fiel a su momento y a su propuesta.
- ¿Ése sería su mensaje a los artistas emergentes?
- Sí, pero además les digo que tienen que prepararse muy bien, estudiar, investigar y leer para saber lo que quieren expresar. Las tendencias son muy buenas, pero en lugar de copiarlas hay que mejorarlas, porque los artistas primero tienen una responsabilidad consigo mismo y luego con el entorno.
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