CASA DE
ESTRELLADOS
(Artículo publicado en la página
de opinión de El Carabobeño el 19 de Marzo de 1996)
E. Enrique García Grooscors
La algarabía generada en
torno al inmueble denominado "Casa de la Estrella", hizo traer a mi
memoria uno de los acontecimientos más vergonzosos y funestos de nuestra
historia patria y que casualmente tuvo su origen en esa casa. Se trata del
Decreto de Proscripción perpetua contra el padre de la patria promulgado por el
Congreso Constituyente que sesionó en nuestra ciudad de Valencia en 1830.
Lamentablemente la alcahuete memoria de los diversos gobiernos, se han
encargado de ocultar los hechos que allí acontecieron y en donde las mentiras y
calumnias levantadas contra el Libertador opacaron y mancillaron todo su honor,
manipulando la verdad y convirtiendo así a Bolívar en un vulgar perseguido y a
ser tratado como un vil enemigo público. Tan escandaloso y oscuro Decreto, aún
permanece vigente, atrapado entre las viejas paredes de adobe y ladrillo y bajo
la sombra de los techos de la caña amarga, del barro y de la teja criolla; esa
abominación de proscribir a Bolívar y a sus leales oficiales por parte de esos
canallas del Congreso, estoy seguro que fue el inicio de las desgracias que
llevaron a Bolívar a su muerte, al punto
de reducirlo a un juguete del deshonor y del infortunio. Dolor tan profundo y
agudo que llevó al Libertador a decir: "Yo estoy viejo, enfermo, cansado,
desengañado, hostigado, calumniado y mal pagado; yo no pido recompensa más que
el reposo y la conservación de mi honor: por desgracia es lo que no
consigo". Y en otra carta dirigida a un amigo le dice: "... mis
mejores intenciones se han convertido en los mas perversos motivos, y en los
Estados Unidos, en donde esperaba se me hiciese justicia, he sido también
calumniado... es lo que he hecho para haber merecido este trato?; rico desde mi
nacimiento y lleno de comodidades, en el día no poseo otra cosa mas que una
salud quebrantada; pudieran mis enemigos haber deseado mas?". El tiempo ha
pasado y ya son 166 años de tan desgraciado hecho y la tristemente celebre casa
de la estrella, Monumento Nacional, hoy objeto de una controversia por su
guardia y custodia, olvida de nuevo aquel conjuro de maquinación y maldad por quienes tenían el poder y que hizo que
tal inmueble bajara a las profundidades de la tierra, para que la historia lo
elevara como paradigma arquitectónico de lo que los gobernantes no deben hacer
en el ejercicio del poder. En palabras del Dr. Miguel Acosta Saignes:
"Considero que la ocupación de la casa de la estrella llama a la
conciencia Nacional a interpretar cabalmente los hechos del pasado venezolano;
...los entusiasta de su memoria repudian ante el tribunal de la historia las
ofensas y la ingratitud de quienes se reunieron en Valencia para someter a
vilipendio la personalidad del hombre a quien debían la libertad". Hoy es
el escándalo de la rescisión de un Contrato de Comodato, ayer fue la amenaza de
la demolición de la casa vieja, pero lo verdaderamente grave es la renovada traición
a lo que fue el ejemplo del compromiso de vida de Bolívar, lo grave es el
continuo saqueo de los bienes nacionales bajo la impunidad de los vericuetos
legales, lo grave es la hipoteca de nuestro territorio, la inmoralidad y la
corrupción de nuestros gobernantes, la instalación del nepotismo tanto nacional
como regional, el deterioro de nuestra esperanza, el derrumbe de nuestra confianza, y lo mas
grave es ese hundimiento progresivo a la cual tienen sometida nuestra Nación.
La restauración que se lleva a cabo en la casa de la estrella, nunca estará
completa hasta el día en que en un sitio visible se coloque una gran placa en
donde en nombre de la patria y su gobierno se pida perdón ante la
historia, a Bolívar y a sus leales
oficiales por los hechos de 1830, para que ello sirva de ejemplo de
arrepentimiento a nuestras futuras generaciones y lo que es mucho mas
importante: la restauración de nuestra democracia, porque mientras se continúe
con ese espíritu de traición y corrupción, mientras los diputados y concejales
cobren sin trabajar, mientras realicen componendas en la oscuridad de la noche,
en fin mientras exista esa vieja estructura de corrupción y podrición,
seguiremos todos los días echando al Padre de la Patria y vejando su espíritu,
el de nuestro pueblo y el de la historia de Venezuela. Aun resuenan las palabras de aquel que
teniéndolo todo, al final de su vida quedó sin nada, pero que desde su lecho de
moribundo tal como un esqueleto andante nos deja las siguiente reflexión:
"yo no quiero nada del gobierno de Venezuela; sin embargo, no es justo,
por la misma razón, que este gobierno permita que me priven de mis propiedades,
sea por confiscación o por injusticia de parte de los tribunales; ... mucho he
servido a Venezuela, mucho me deben todos sus hijos, y mucho más todavía el
jefe de su gobierno; por consiguiente, sería la más solemne y escandalosa
maldad que se me hubiese de perseguir como a un enemigo público; ... La
desesperación sola puede hacerme variar de resolución. Digo la desesperación al
verme renegado, perseguido y robado por los mismos a quienes he consagrado
veinte años de sacrificios y peligros. Diré, no obstante, que no les aborrezco,
que estoy muy distante de sentir el deseo de venganza, y que ya mi corazón les
ha perdonado, porque son mis queridos compatriotas y, sobre todo,
caraqueños...”.
HUBO UNA PROTESTA NO VIOLENTA DONDE OCUPAMOS LA
CASA DE LA ESTRELLA EN MAYO DE 1983, EPOCA DONDE EL GOBIERNO DE LUIS HERRERA
CELEBRABA EL BICENTENARIO DE BOLIVAR.
TOMA LIDERIZADA POR EL PROF. JOSE
FRANCISCO JIMENEZ (+), CONTO CON EL APOYO DEL DR. MIGUEL ACOSTA SAIGNES (+), Y
VARIOS ESTUDIANTES Y PROFESIONALES DE LA U.C.
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