SÁBADO, 26 DE DICIEMBRE DE 2015
El misterioso karma y el fabuloso Nodo Sur
TOMADO DEL BLOG "TERMÓMETRO ZODIACAL" DE PEDRO GONZÁLEZ SILVA
Siempre que hablamos de karma pensamos en algo malo, una carga que arrastramos, un castigo. Y en realidad no es así, por lo menos no del todo; el karma es mucho más que eso y nos puede conectar con cosas maravillosas, llenas de misterio, de emoción, cosas que tienen que ver con el destino insondable, casi sobrenatural, que te saca de la rutina y te hace vivir una historia fuera de lo común.
El karma es una energía generada por nosotros mismos y en relación con las personas con las que nos hemos cruzado en esta vida y en vidas remotas; son consecuencias de todas nuestras acciones, las buenas, las malas, las intermedias, en fin de todo lo que hemos hecho; y ese karma no regresa a nosotros para castigarnos, sino para darnos nuevas oportunidades: corregir errores, resolver situaciones que dejamos pendientes, recibir recompensas también… y vivir reencuentros maravillosos.
La sensación de castigo viene cuando no se aprende la lección, cuando has actuado de mala fe y no tienes el más mínimo remordimiento ni la menor intención de rectificar, entonces el karma castiga porque te sacude, te saca a juro de tu error, y eso conmociona.
El Nodo Sur de la Luna, tiene que ver con el karma. Viene en pareja con el Nodo Norte. Cuando el Nodo Norte está en un signo (en estos momentos está en Virgo), el Nodo Sur está en el signo opuesto o complementario (en este caso Piscis).
Antes de seguir, les explico a los que no conocen este término, que los Nodos son puntos de energía que se dan por el cruce de la órbita de la Luna alrededor de la Tierra, y esos puntos forman parte de lo que aparece en nuestra carta astral. Bien, sigamos.
Generalmente, se habla más y se le da más énfasis al Nodo Norte, que es nuestro aprendizaje y misión de vida, al que se le da una connotación positiva, mientras que el Nodo Sur se le ve como negativo, porque es el karma.
Pero veamos esto: el Nodo Norte es nuestro aprendizaje, lo nuevo que vamos a vivir, mientras que el Nodo Sur es lo ya aprendido, allí están acumulados nuestros talentos, nuestras vivencias, nuestras habilidades. Lo nocivo del karma es estancarnos, y provocar que nuestras virtudes pasadas se conviertan en defectos, porque el ser humano viene a crecer, a evolucionar. El Nodo Sur es nuestra zona de confort y el Norte nos empuja a lo nuevo.
Pero qué bueno que mientras aprendemos cosas nuevas, ya contamos con talentos pasados que pueden ser mejorados, y mientras el Nodo Norte nos empuja a aprender algo, el Nodo Sur nos trae de vuelta todo aquello que ya hemos vivido, para darnos nuevas oportunidades.
Y dentro de todas estas cualidades del Nodo Sur, hay una muy especial, y es que nos da la oportunidad en algún momento de nuestras vidas, de reencontrarnos con nuestra alma gemela, nos da la oportunidad de vivir aquello que tal vez en un remoto pasado, o no tan remoto, quedó inconcluso. Puede ser un encuentro mágico, mejor dicho, reencuentro, porque es la ley del karma, de aquello que viene del pasado, de las relaciones que hemos tenido, de nuestro origen, en fin, es una energía sublime.
Estoy convencido de que la energía del alma gemela está ubicada en nuestro Nodo Sur. El signo donde tengamos ese Nodo, marca las cualidades de nuestra alma gemela. Por ejemplo (y pongo este ejemplo porque el Nodo Sur está ahí ahorita) si tenemos el Nodo Sur en Piscis, nuestra alma gemela tendrá características piscianas; no necesariamente será de ese signo, pero su personalidad tendrá muchas cualidades de ese signo, a lo mejor el ascendente, la Luna o algo en su carta le dará mucha energía pisciana; asimismo con el Nodo Sur en cada uno de los signos.
Esa persona que atraes con el Nodo Sur viene de tu pasado, la conoces desde siempre, te enganchas rápida y misteriosamente con ella, puede que las circunstancias los alejen, pero inevitablemente volverán a unirse, el karma la trae de vuelta para resolver aquello que quedó inconcluso.
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