Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

domingo, 4 de mayo de 2014

El historiador Tomás Straka señala que la diferencia entre la Ley Lara y la sentencia del TSJ es que, aunque ambas reglamentan la protesta, en 1936 no había jurisprudencia al respecto. El historiador recuerda que casi 80 años después de la Ley hay suficientes avances en materia de derechos fundamentales como para restringir las manifestaciones.

Straka: Sentencia del TSJ recuerda a "Ley Lara" de López Contreras

El historiador Tomás Straka señala que la diferencia entre la Ley Lara y la sentencia del TSJ es que, aunque ambas reglamentan la protesta, en 1936 no había jurisprudencia al respecto. El historiador recuerda que casi 80 años después de la Ley hay suficientes avances en materia de derechos fundamentales como para restringir las manifestaciones.

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El historiador señala que la sentencia del Máximo Tribunal busca controlar a la sociedad (Archivo)
SARA CAROLINA DÍAZ |  EL UNIVERSAL
viernes 25 de abril de 2014  03:24 PM
Caracas.- La sentencia que en la noche de ayer emitió el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que limita las manifestaciones en el país, busca reducir las libertades de los ciudadanos que protestan contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, opina el historiador Tomas Straka.

El especialista señala que la sentencia recuerda a la llamada Ley Lara, que presentó el ministro Alejandro Lara, que ocupaba el despacho de Relaciones Interiores durante el gobierno de Eleazar López Contreras en el año de 1936, luego de la muerte de Gómez, cuando el pueblo y los estudiantes de izquierda se volcaron a las calles para exigir libertad.

"Luego de la muerte de Gómez el ministro del gobierno de López Contreras, Alejandro Lara, emitió una Ley para regular las manifestaciones y protestas. A pesar de que había cierta apertura ese año de 1936, cuando López Contreras intentó marcar cierta distancia del gomecismo con una apertura política, el retorno de los exiliados, etc, el severo control del período anterior había motivado a que la gente tomara las calles y para controlar la situación se hace una ley de orden público y que en esencia es para tratar de reglamentar como serían las protestas", explica Straka.

La diferencia, acota, entre la Ley Lara y la sentencia de ayer del TSJ es que, aunque ambas reglamentan la protesta, en 1936 no había jurisprudencia sobre las manifestaciones. El historiador recuerda que ahora, en pleno siglo XXI,  y casi 80 años después de la Ley Lara, hay suficientes avances en materia de derechos fundamentales como lo expresa el artículo 68 de la Constitución.

"Ahora hay unos estatutos en Derechos Humanos, un universo de principios, valores, jurisprudencia que se ha acumulado en tantos años que no tiene sentido una sentencia como la que se dio a conocer por el TSJ", señaló Straka en conversación con El Universal.

Para Straka "este es un paso más del Gobierno a través de la justicia en su esfuerzo por retomar el control de una sociedad que se le fue de las manos por la represión y su actuación en los últimos meses".

Entre otros aspectos en el proyecto de Lara se establecía que para celebrar una reunión por lo menos 5 de sus promotores debían, con 24 horas de anticipación, participarlo por escrito a la autoridad civil que tenía la facultad para conceder o no el uso de las calles, plazas o cualquier otro lugar. Además, debía solicitarse auxilio de la autoridad para impedir actividades ilícitas en las reuniones y de no hacerlo, los promotores, organizadores y directores serían responsables de las infracciones en razón de su objeto o de los discursos pronunciados.

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