Miguel Ferrari: "La homosexualidad es un tabú en Venezuela"
Tras conseguir el Goya a la mejor película iberoamericana, "Azul y no tan rosa" ha entrado a la historia del cine venezolano poniendo el dedo en la llaga de la intolerancia con un filme que reflexiona sobre el respeto hacia la diferencia y la homosexualidad.
Ferrari estrenará su película en España esta semana (Efe)
EL UNIVERSAL
lunes 21 de abril de 2014 10:32 AM
Barcelona (España).- En Venezuela, un país gobernado por el religioso culto al cuerpo y la virilidad masculina, "la homosexualidad es un tabú", ha señalado el cineasta venezolano Miguel Ferrari, autor de la película "Azul y no tan rosa", que se estrenará en España el próximo 25 abril.
Tras conseguir el Goya a la mejor película iberoamericana, "Azul y no tan rosa" ha entrado a la historia del cine venezolano poniendo el dedo en la llaga de la intolerancia con un filme que reflexiona sobre el respeto hacia la diferencia y la homosexualidad, una palabra que, como ha explicado Ferrari en una entrevista con Efe, "no se pronunciaba ni en los telediarios".
Su película, coproducción hispano-venezolana, relata el reencuentro entre un hijo, interpretado por Ignacio Montes, de Madrid, y su padre homosexual, encarnado por Guillermo García, que vive en Venezuela y con el que no le resultará fácil restablecer una relación afectiva.
"Mi objetivo era hablar sobre el amor en una familia moderna", ha señalado Ferrari, que ha aclarado que el tema principal del filme no es la homosexualidad sino "la necesidad de que los niños crezcan con amor", lo que, según el cineasta, es algo que se debe convertir en "natural", independientemente de la orientación sexual de sus progenitores.
"Si te fijas -subraya-, el niño llega con una maleta llena de reproches que nada tienen que ver con la orientación sexual de su padre sino más bien con el distanciamiento de su relación".
En Venezuela, que, según Ferrari, está "muy lejos" de aprobar "leyes matrimoniales igualitarias", esta película, que se estrenó a finales del año pasado, sacudió a unos espectadores que se identificaron con los cercanos y atractivos personajes y plasmaron en la redes debates sobre la necesidad de respetar al otro en su diferencia.
Ferrari, que estudió Arte Dramático en Madrid y ahora vive a caballo entre Madrid y Caracas, confiesa ser un gran admirador de la "desfachatez" del cine de Almodóvar, que le influyó a la hora de crear el personaje de Delirio, una transformista amiga de su padre que hace actuaciones en un club nocturno.
Con un pin en la solapa de su americana, Ferrari exhibe con orgullo ser el primer venezolano galardonado con el premio otorgado por Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, un reconocimiento que va más allá del ámbito cinematográfico, pues también es una manera de "dar a conocer cosas bonitas que los venezolanos sabemos hacer", resalta Ferrari.
Este primer Goya a un venezolano se suma a la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, que recibió la también venezolana Mariana Rodón con "Pelo Malo", lo que demuestra que desde este país latinoamericano llega con fuerza el trabajo de una nueva generación de cineastas "muy preparados, que tienen algo que decir".
Una etapa cinematográficamente dorada que contrasta con la difícil situación por la que está atravesando Venezuela. Con esta película, Ferrari ha querido poner su "granito de arena" estimulando a los espectadores a ponerse "en los pies del otro" y "sacar lo mejor de uno mismo", algo que, sumado, Ferrari espera que permita que el país "logre salir adelante".
Ferrari estrenará su película en España esta semana (Efe)
EL UNIVERSAL
lunes 21 de abril de 2014 10:32 AM
Barcelona (España).- En Venezuela, un país gobernado por el religioso culto al cuerpo y la virilidad masculina, "la homosexualidad es un tabú", ha señalado el cineasta venezolano Miguel Ferrari, autor de la película "Azul y no tan rosa", que se estrenará en España el próximo 25 abril.
Tras conseguir el Goya a la mejor película iberoamericana, "Azul y no tan rosa" ha entrado a la historia del cine venezolano poniendo el dedo en la llaga de la intolerancia con un filme que reflexiona sobre el respeto hacia la diferencia y la homosexualidad, una palabra que, como ha explicado Ferrari en una entrevista con Efe, "no se pronunciaba ni en los telediarios".
Su película, coproducción hispano-venezolana, relata el reencuentro entre un hijo, interpretado por Ignacio Montes, de Madrid, y su padre homosexual, encarnado por Guillermo García, que vive en Venezuela y con el que no le resultará fácil restablecer una relación afectiva.
"Mi objetivo era hablar sobre el amor en una familia moderna", ha señalado Ferrari, que ha aclarado que el tema principal del filme no es la homosexualidad sino "la necesidad de que los niños crezcan con amor", lo que, según el cineasta, es algo que se debe convertir en "natural", independientemente de la orientación sexual de sus progenitores.
"Si te fijas -subraya-, el niño llega con una maleta llena de reproches que nada tienen que ver con la orientación sexual de su padre sino más bien con el distanciamiento de su relación".
En Venezuela, que, según Ferrari, está "muy lejos" de aprobar "leyes matrimoniales igualitarias", esta película, que se estrenó a finales del año pasado, sacudió a unos espectadores que se identificaron con los cercanos y atractivos personajes y plasmaron en la redes debates sobre la necesidad de respetar al otro en su diferencia.
Ferrari, que estudió Arte Dramático en Madrid y ahora vive a caballo entre Madrid y Caracas, confiesa ser un gran admirador de la "desfachatez" del cine de Almodóvar, que le influyó a la hora de crear el personaje de Delirio, una transformista amiga de su padre que hace actuaciones en un club nocturno.
Con un pin en la solapa de su americana, Ferrari exhibe con orgullo ser el primer venezolano galardonado con el premio otorgado por Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, un reconocimiento que va más allá del ámbito cinematográfico, pues también es una manera de "dar a conocer cosas bonitas que los venezolanos sabemos hacer", resalta Ferrari.
Este primer Goya a un venezolano se suma a la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, que recibió la también venezolana Mariana Rodón con "Pelo Malo", lo que demuestra que desde este país latinoamericano llega con fuerza el trabajo de una nueva generación de cineastas "muy preparados, que tienen algo que decir".
Una etapa cinematográficamente dorada que contrasta con la difícil situación por la que está atravesando Venezuela. Con esta película, Ferrari ha querido poner su "granito de arena" estimulando a los espectadores a ponerse "en los pies del otro" y "sacar lo mejor de uno mismo", algo que, sumado, Ferrari espera que permita que el país "logre salir adelante".
Tras conseguir el Goya a la mejor película iberoamericana, "Azul y no tan rosa" ha entrado a la historia del cine venezolano poniendo el dedo en la llaga de la intolerancia con un filme que reflexiona sobre el respeto hacia la diferencia y la homosexualidad, una palabra que, como ha explicado Ferrari en una entrevista con Efe, "no se pronunciaba ni en los telediarios".
Su película, coproducción hispano-venezolana, relata el reencuentro entre un hijo, interpretado por Ignacio Montes, de Madrid, y su padre homosexual, encarnado por Guillermo García, que vive en Venezuela y con el que no le resultará fácil restablecer una relación afectiva.
"Mi objetivo era hablar sobre el amor en una familia moderna", ha señalado Ferrari, que ha aclarado que el tema principal del filme no es la homosexualidad sino "la necesidad de que los niños crezcan con amor", lo que, según el cineasta, es algo que se debe convertir en "natural", independientemente de la orientación sexual de sus progenitores.
"Si te fijas -subraya-, el niño llega con una maleta llena de reproches que nada tienen que ver con la orientación sexual de su padre sino más bien con el distanciamiento de su relación".
En Venezuela, que, según Ferrari, está "muy lejos" de aprobar "leyes matrimoniales igualitarias", esta película, que se estrenó a finales del año pasado, sacudió a unos espectadores que se identificaron con los cercanos y atractivos personajes y plasmaron en la redes debates sobre la necesidad de respetar al otro en su diferencia.
Ferrari, que estudió Arte Dramático en Madrid y ahora vive a caballo entre Madrid y Caracas, confiesa ser un gran admirador de la "desfachatez" del cine de Almodóvar, que le influyó a la hora de crear el personaje de Delirio, una transformista amiga de su padre que hace actuaciones en un club nocturno.
Con un pin en la solapa de su americana, Ferrari exhibe con orgullo ser el primer venezolano galardonado con el premio otorgado por Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, un reconocimiento que va más allá del ámbito cinematográfico, pues también es una manera de "dar a conocer cosas bonitas que los venezolanos sabemos hacer", resalta Ferrari.
Este primer Goya a un venezolano se suma a la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, que recibió la también venezolana Mariana Rodón con "Pelo Malo", lo que demuestra que desde este país latinoamericano llega con fuerza el trabajo de una nueva generación de cineastas "muy preparados, que tienen algo que decir".
Una etapa cinematográficamente dorada que contrasta con la difícil situación por la que está atravesando Venezuela. Con esta película, Ferrari ha querido poner su "granito de arena" estimulando a los espectadores a ponerse "en los pies del otro" y "sacar lo mejor de uno mismo", algo que, sumado, Ferrari espera que permita que el país "logre salir adelante".
La fidelidad a la Iglesia y homosexualidad
Entrevista exclusiva a Philippe Ariño, escritor y blogger contracorriente
Por Redacción
ROMA, 16 de mayo de 2014 (Zenit.org) - La diferencia es sutil: los actos homosexuales son un pecado pero la inclinación sexual es un hecho del que las personas que lo tienen no deben sentir vergüenza. Por el contrario: si es vivida en la castidad y si el sufrimiento que deriva se ofrece a Dios, la inclinación homosexual puede convertirse hasta en un instrumento de santificación. Está convencido Philippe Ariño, joven escritor y blogger francés, cuya historia ha suscitado sensación a nivel internacional. Presentamos un resumen de la entrevista realizada por la edición italiana de ZENIT.
Durante la entrevista, Philippe responde a porqué cree que se habla tanto de su blog (L’Araignée du Désert - www.araigneedudesert.fr), y de su diccionario de símbolos homosexuales (Dictionnaire des Codes homosexuels). El blogger explica que "la homosexualidad es una palabra que fascina y, al mismo tiempo, asusta, ya que está rodeada de misterio, de sufrimiento, de ignorancia, de silencio, de buenas intenciones y de una gran violencia simbólica". Él explica queantes de ser una persona con tendencia homosexual, "soy un hombre y un hijo de Dios. No me reduzco a mis pulsiones. ¡No soy un animal ni un obsesionado del sexo! Soy un ser humano... habitado por un deseo homosexual más o menos duradero. Eso es todo".
Asimismo explica que "actualmente la bipolaridad homosexualidad/ heterosexualidad, es decir una humanidad definida por sus fantasmas eróticos, es la piedra en el zapato de nuestros planeta". Philippe indica que "nuestros contemporáneos se sienten perdidos identitariamente en la sexualidad y en el amor, desde el momento que éstos se alejan de las dos rocas que nos funda y que nos ayudan a amar verdaderamente: la diferencia de sexos entre los amantes y la diferencia entre Creador y criatura".
A propósito, observa que hay una paradoja a la que muchos hombres modernos no quieren responder: ¿Cómo se puede sostener, en la misma frase, que 'es necesario aceptar todas las diferencias' y también que 'las diferencias no existen porque todos somos iguales y tenemos los mismos derechos'?
El blogger responde a cómo poder decirse al mismo tiempo católico practicante y con tendecia homosexual: "Es posible, no practicando la propia homosexualidad sino considerándolo como un deseo realmente existente que pude ser transformado y donado a los otros". Por tanto, "es posible re-descubrir la propia homosexualidad como un poderosos motor de santidad, cuando al principio representaba una vergüenza, una pulsión de la cual era necesario deshacerse".
De este modo, indica Philippe que "desde que he elegido vivir en la continencia (desde enero del 2011 he puesto fin a la seducción, a la pornografía y a la masturbación), la vergüenza me ha dejado, mi alegría es más grande, mis amistades son más numerosas y más sólidas". Pero, añade, "la continencia en sí no me basta. No me detengo en esto. Pero es ya una liberación. Con la continencia se ha creado una unidad entre mi condición homosexual y mi amor a la Iglesia".
"Dios puede curar todas nuestras heridas, incluidas las psico-sexuales". Y señala que "yo no me focalizo sobre una sola forma de sanación de la homosexualidad. ¡No olvidemos que es Dios quien elige los modos, no nosotros!", dijo.
Al respecto observa que algunas personas "son fanáticos de los 'ex-gay' y de las 'terapias reparadoras' en lo que se refiere a la homosexualidad. "Estos están en la negación total de las personas homosexuales, de su libertad, de su recorrido y de la realidad del deseo homosexual", indica Philippe. Y matiza que "un cierto número de católicos tiene la tendencia de focalizarse sobre la curación antes incluso de mirar qué hay que curar, antes de considerar la persona homosexual y ver que algunos de nosotros permanecen con tendencias homosexuales todas la vida".
El blogger francés, reconoce que lo que desea es "la dulzura y el respeto de las personas, en la exigencia de la Verdad propuesta por Jesús.
Durante la entrevista, Philippe responde a porqué cree que se habla tanto de su blog (L’Araignée du Désert - www.araigneedudesert.fr), y de su diccionario de símbolos homosexuales (Dictionnaire des Codes homosexuels). El blogger explica que "la homosexualidad es una palabra que fascina y, al mismo tiempo, asusta, ya que está rodeada de misterio, de sufrimiento, de ignorancia, de silencio, de buenas intenciones y de una gran violencia simbólica". Él explica queantes de ser una persona con tendencia homosexual, "soy un hombre y un hijo de Dios. No me reduzco a mis pulsiones. ¡No soy un animal ni un obsesionado del sexo! Soy un ser humano... habitado por un deseo homosexual más o menos duradero. Eso es todo".
Asimismo explica que "actualmente la bipolaridad homosexualidad/
A propósito, observa que hay una paradoja a la que muchos hombres modernos no quieren responder: ¿Cómo se puede sostener, en la misma frase, que 'es necesario aceptar todas las diferencias' y también que 'las diferencias no existen porque todos somos iguales y tenemos los mismos derechos'?
El blogger responde a cómo poder decirse al mismo tiempo católico practicante y con tendecia homosexual: "Es posible, no practicando la propia homosexualidad sino considerándolo como un deseo realmente existente que pude ser transformado y donado a los otros". Por tanto, "es posible re-descubrir la propia homosexualidad como un poderosos motor de santidad, cuando al principio representaba una vergüenza, una pulsión de la cual era necesario deshacerse".
De este modo, indica Philippe que "desde que he elegido vivir en la continencia (desde enero del 2011 he puesto fin a la seducción, a la pornografía y a la masturbación), la vergüenza me ha dejado, mi alegría es más grande, mis amistades son más numerosas y más sólidas". Pero, añade, "la continencia en sí no me basta. No me detengo en esto. Pero es ya una liberación. Con la continencia se ha creado una unidad entre mi condición homosexual y mi amor a la Iglesia".
"Dios puede curar todas nuestras heridas, incluidas las psico-sexuales". Y señala que "yo no me focalizo sobre una sola forma de sanación de la homosexualidad. ¡No olvidemos que es Dios quien elige los modos, no nosotros!", dijo.
Al respecto observa que algunas personas "son fanáticos de los 'ex-gay' y de las 'terapias reparadoras' en lo que se refiere a la homosexualidad. "Estos están en la negación total de las personas homosexuales, de su libertad, de su recorrido y de la realidad del deseo homosexual", indica Philippe. Y matiza que "un cierto número de católicos tiene la tendencia de focalizarse sobre la curación antes incluso de mirar qué hay que curar, antes de considerar la persona homosexual y ver que algunos de nosotros permanecen con tendencias homosexuales todas la vida".
El blogger francés, reconoce que lo que desea es "la dulzura y el respeto de las personas, en la exigencia de la Verdad propuesta por Jesús.
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