Manuel Malaver: La olla podrida de Rodríguez Torres
Martha Colmenares: A “La Casona” la atacaron primero que a Miraflores
Mis vivencias del 4F de 1992
■ Era difícil predecir que Hugo Chávez se constituyera en una amenaza para el continente americano y el mundo.
■ La hija de CAP, Carolina Pérez, recordó que antes del día 4 de febrero de 1992 ya se conocían rumores sobre el golpe de Estado que daría Chávez.
■ Carolina agregó que se encontraba en la Casona cuando esa residencia fue atacada por más de 200 hombres. “Fue un ataque horroroso”, manifestó.
El lugar de acantonamiento escogido por los asaltantes golpistas en la Residencia Presidencial la Casona, fue mi oficina, la de Coordinación de Información y Prensa. La atacaron primero que al Palacio de Miraflores. Las fotos de los daños causados, sin verlas las llevo registradas en mí claramente sin esfuerzo alguno. Los hechos dejaron secuelas… Mi artículo para Diario de América.
El lugar de acantonamiento escogido por los asaltantes golpistas en la Residencia Presidencial la Casona, fue mi oficina, la de Coordinación de Información y Prensa. La atacaron primero que al Palacio de Miraflores.
Se desató el fuego parejo hacia la residencia defendida por el Batallón de Custodia, la DISIP y la Policía Municipal de Sucre, algunos de ellos muertos, que se fajaron con valentía. Los insurrectos usaron armamento de mayor potencia del que contaba la defensa de la residencia presidencial.
Las fotos de los daños causados a La Casona y sin verlas las llevo registradas en mí claramente sin esfuerzo alguno. Los hechos dejaron secuelas…
Aunque, milagrosamente, muchas bombas y granadas lanzadas, aparecieron sin explotar según los reconocimientos realizados por los expertos en explosivos de la guardia civil: quedaron pasmadas en el interior de la casa, en los alrededores de la fuente frente al llamado Patio Rojo y sobre los techos de las habitaciones del área privada.
La llamada casita, el lugar destinado para la oficina, para cumplir las labores como su directora, y para el personal a mi cargo, quedó como un colador por los tiros. Recuerdo que unos colegas, cuando me llamaron a mi despacho para enterarse sobre la situación y si yo estaba bien, a mi teléfono privado, les atendió el militar que asaltó la residencia, el teniente Miguel Rodríguez Torres.
Con Chávez presidente, ocuparía el cargo de Director de la DISIP. Actualmente, es Coronel y el Sub director de la Academia Militar de Venezuela.
Lo reseñaría el periodista Jesús Eduardo Brando en la edición especial del periódico El Nacional de ese día: “…el informante llamó nuevamente esta vez al despacho de la asistente de prensa de la señora de Pérez la periodista Marta Colmenares, pero le atendió alguien que sólo se identificó como el Capitán Rodríguez. El oficial le aseguró que doña Blanca estaba bien y que no tenía de que preocuparse para colgar inmediatamente’’.
El sedicioso con teléfono en mano y sentado en mi cómoda silla de espaldar alto, se comunicaba e incluso por ahí aceptaba pactar la tregua solicitada por el Teniente Coronel Bacalao, el Comandante del Batallón de Custodia de La Casona, y jefe de la guarda de la familia presidencial, para atender a los heridos de lado y lado. Por cierto, “Ríndase Doña Blanca, ríndase”, le decía Bacalao a la en ese momento, primera dama, Blanca Rodríguez de Pérez.
En Venezuela, había una situación de confusión y malestar en el sector militar. Su mayoría involucrados en este golpe, unos directa o indirectamente.La Primera Dama venezolana, esa honorable mujer, será recordada por su coraje, en ningún momento se planteó rendirse, y así está inserta en la historia. Con una hermana mayor, una hija, dos nietos de menos de 4 años, y algunos allegados. El presidente Carlos Andrés, acababa de abandonar la casa, para dirigirse al palacio presidencial, cuando comenzaron los ataques.
No se sabía quién era quien: oficiales y suboficiales traidores los hubo por montones (aún esconden su participación pero el tiempo los va develando).
Lo que fue determinante para que se diera el golpe en contra del Gobierno de Carlos Andrés Pérez, legal y legítimamente constituido. En este arroz con mango privaron razones políticas en el ejército, es indudable: el brazo armado de la política son las fuerzas armadas. Pero con una gran diferencia: ahora con el régimen de Chávez, la adulación es el merito mas importante de un militar.
Conservo las fotos de los daños causados a La Casona y sin verlas las llevo registradas en mí claramente sin esfuerzo alguno. Los hechos dejaron secuelas en mí. Los afiches de mi despacho que colgaban en las paredes, serie de gráficas de la pareja presidencial o de la Primera Dama en sus diversas actividades amanecieron arañados o lacerados.
Por el ancho de la ranura presumo que lo hicieron a punta de bayoneta, así con el mismo delirio del plomo parejo que se desataba: el combate entre las fuerzas leales y los sublevados era intenso. Más por parte de los sublevados que de los leales. ¡Quién podría imaginar que hasta los reclutas, muchachos muy jóvenes del regimiento Guardia de Honor entrenados para ser mesoneros también tomaron las armas para defender La Casona!
Esa mácula de odio dejada ahí, me asombró muchísimo. Ese odio de éstos hacia esos personajes, y posiblemente hacia quienes también ahí posábamos, con digno orgullo.
Ahí estaba la crónica del trabajo que se había hecho: nuestras visitas a los Hogares de Cuidado Diario, Programa de Estado para enfrentar la pobreza, entrega de sillas de ruedas, nuestras idas a los barrios, no sólo en Venezuela. En la oportunidad de ir a Río de Janeiro y Sao Paolo en Brasil lo único que conocimos fueron las favelas entre kilómetros y kilómetros de miseria.
Ni se diga de las fotografías del archivo sacadas de sus sobres para ser pisoteadas. Igualmente quedaron con las huellas de esas botas militares con cierre lateral en piel un tanto húmedas y llenas de polvo marca UNIFORMEX.
En el Fuerte Tiuna, se iniciaron las acciones golpistas, en las comandancias generales del Ejército y la Armada. Y en la base aérea Francisco de Miranda en La Carlota, a cargo del teniente coronel Joel Acosta Chirinos. Denominada por los insurgentes como Operación Zamora, la cual incluía la toma de los medios de comunicación, que no pudo materializarse. Y en otras ciudades también se sublevaron.
El gobierno tuvo que enfrentar la insurrección haciendo uso de unidades de policía, del batallón de infantería Simón Bolívar, de la 31 Brigada de Infantería, algunas unidades blindadas del batallón Ayala, del destacamento 51 de la Guardia Nacional, y de aviones Bronco, Tucán y F16.
Las tropas leales retomaron el Palacio de Miraflores a las 4 a.m., del 4 de febrero; y así, el para ese momento Jefe del Estado, Carlos Andrés Pérez, retornó al Palacio. Se habían rendido los golpistas.
En otro de mis escritos (algunos de ellos recopilados en mi sitio de Internet) en relación a este infausto día para la democracia venezolana, en la versión 2004 de “Recuerdos de un día aciago”, hago mención en relación a la participación decisiva para salvar tanto la vida del Presidente como la de la democracia, quien quedará para la posteridad con sus méritos y créditos en esta gesta heroica:
“En el periódico El Nacional una foto “de Jesús Castillo ilustraba el reportaje de Víctor Rodríguez: “La larga noche del Presidente”, relato desde el arribo de CAP a Maiquetía, hasta su llegada a Venevisión, pasando por el momento de ser sacado del Palacio por el Jefe de la Casa Militar, Mario Ivan Carratú, protagonista de esta historia, testigo fiel del trayecto y sus horas, cuando se defendía la democracia venezolana. CAP daba su primer mensaje sin protocolo ni Bandera de Venezuela ni edecanes como backing al fondo. Al cabo de unas horas, ya en su despacho durante su tercer mensaje se retomaba la majestad presidencial y veíamos a un Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas firme anunciando que la situación se estaba normalizando rápidamente”.
Por cierto, tiende a generalizarse el referirse a la fecha como intentona golpista. Es un error. Fue un golpe de estado, ahora que haya fracasado es otra cosa.
El 4 de febrero de 1992, es el ejemplo más didáctico cuando del delito de rebelión militar se trata. Cifras oficiales determinaron 14 muertos, 53 heridos, 1.089 militares detenidos y cuantiosas pérdidas materiales. Aunque versiones extraoficiales inicialmente daban un estimado de 50 muertos y más de 100 heridos.
Sin embargo, el Teniente coronel Hugo Chávez y demás golpistas, responsables de un hecho consumado, reconocido, con pruebas, con utilización de los recursos militares del Estado (guarniciones, batallones, armas, tanquetas, aviones), con muertos, heridos y daños y con rendición, fueron objeto de toda clase de prebendas.
Tampoco tuvieron violaciones procesales en sus juicios. De hecho fueron indultados o sobreseídas sus causas. La democracia de entonces, respetó sus derechos.
Al día de hoy, sus autores disfrutan de grandes fortunas al tomar luego el gobierno electoralmente y han ocupado y ocupan cargos relevantes.
Chávez ha convertido el 4 de febrero en una fiesta nacional y glorifica la fecha como “El Día de la Dignidad”. Los venezolanos de la democracia sentimos con dolor ese día aciago para Venezuela.
Algunos advertimos que se avecinaba la desgracia para nuestro país. Como ven, Hugo Chávez alcanzó la presidencia y un infausto proyecto revolucionario tiene al país derruido. Tampoco nos extraña que en nuestros días, su nombre ocupe los titulares del mundo al declarar que los asesinos en potencia, la banda narcoterrorista FARC, es un proyecto político respetable y solicitar que sea retirada de la lista de terroristas del mundo.
Ese es Hugo Chávez. Aunque era difícil predecir que se constituyera en una amenaza para el continente americano y el mundo.
Duro es el exilio, y más el forzoso, el político. Y más todavía aquel que no es dorado, sino exilio de trabajo, de quehacer contra el jerarca atrabilioso, invasor de bienes y conciencias e ideas. Duro es el exilio, pero también temple para la voluntad y el abandono para el crecimiento del coraje.
Ese de la expatriación obligada fue el ámbito donde Blanca Rodríguez de Pérez enriqueció su definida personalidad con insustituibles experiencias, asumidas integralmente –incalculables riesgos, práctica de fe democrática, tenacidad y firmeza- junto al esposo y compañero de batalla, Carlos Andrés Pérez. No gratuitamente se ganó el respeto y la admiración de quienes cerca de ella estaban participando de la misma obligación de patria.
Lo más sabio de la conducta humana es extraer el mejor aprendizaje en cada circunstancia a la que la dinámica de la vida nos someta: restablecida la democracia en Venezuela, reintegrados al solar patrio los aventados por la política, Blanca Rodríguez de Pérez asume, en el relativo descanso tras la batalla del exilio, la no menos formativa práctica de madre de familia; de allí sale reforzado su vivo sentido del hogar venezolano. Por añadidura, sus incansables recorridos con Carlos Andrés, como candidato a la presidencia, por los más recónditos lugares, barrios, caseríos y pueblos, le incrementan, con testimonio inmediato, el conocimiento de las necesidades de un conglomerado nacional que no tarda en reconocer en Blanca Rodríguez de Pérez, la preocupación por sus problemas: la obtención de la primera presidencia por su esposo le permitirá consolidar sus aspiraciones en trascendentes obras sociales fuera y dentro de Venezuela.
En efecto, destaca su actuación como presidenta nacional de la Fundación del Niño, institución a cargo de las esposas de los presidentes, al crear el programa “Hogares de Cuidado diario”, reconocido luego por Unicef como modelo de atención integral al ni~no, y desarrollado con éxito en otros países como Colombia y Ecuador.
Durante todo el período siguiente a los cinco años de la primera presidencia de su esposo, Carlos Andrés Pérez, continúa frecuentando sus visitas a barrios y sus pobladores, a los hospitales y sus enfermos, a todo hogar donde se requiera su presencia, su ayuda material, su afecto, su dolido compartir de mujer y madre a quien comueve cualquier carencia en cualquier hogar del país.
Por ello se la tiene en mente y corazón no sólo, ni principalmente, como esposa del ex Presidente, sino además como la mujer esencial que es, de peso específico, de identidad precisa, de virtudes individualizadas, altamente cooperadora en y para toda empresa digna.
Y como respuesta a la esperanza de la familia venezolana, continúa su labor social, esmerada, responsable y dedicada, en obras como, entre otras, el Banco de Sillas de Ruedas (Bandesir) institucionalizado por ella en todos los estados de la nación y complementada su gestión de entrega de sillas de ruedas y aparatos ortopédicos con servicios médicos, en la actualidad programa de autogestión que preside, al cabo de los años, cuando Carlos Andrés Pérez asume la presidencia por segunda vez, y al término de este mandato.
No es sorprendente que esta segunda presidencia de su esposo, la encuentre sólidamente preparada para desempeñar su papel oficial, que no es sino la continuación de su actividad de ciudadana común, sobradamente apta para responder al desafío de una Venezuela moderna, distinta, exigente de respuestas concretas y justas. Durante esta segunda ocasión como Primera Dama (1989-1993), realiza cotidianamente un notable trabajo de amplias repercusiones sociales: su presencia junto a Carlos Andrés Pérez en su nuevo lapso como mandatario de nuestro país da al período una característica de alta densidad humana. En las fechas patrias, en los recibimientos a mandatarios de países amigos que nos visitan, en la toma de posesión de Gobernadores de Estado, en el trabajo conjunto para enfrentar la pobreza y programas sociales, como la masificación del programa de hogares de cuidado diario. Forman éstos parte de su actividad, actitud demostrativa de su preocupación por el quehacer de Venezuela.
A través de estas múltiples actividades, Blanca Rodríguez de Pérez hace llegar constantemente a los venezolanos su mensaje de ayuda, de participación, de fuerza en la búsqueda decidida de una sociedad justa, anhelada por todos, en la que la equidad no sea, no una palabra, sino una realidad cotidiana.
Su nombre, su gesto, es una afirmación de aspiraciones, esperanzas y realidades por una mejor oportunidad frente a la vida.
Nota:Parte de un extenso texto que realicé durante mi gestión como Directora de información y Prensa durante la segunda gestión, el cual fue impreso en Caracas, agosto del 91
CAP su última entrevista:
Habla Carlos Andrés Pérez.
“No creo que Chávez acepte ir a un referendo revocatorio”.
Un texto histórico, entrevista realizada por Martha Colmenares a Carlos Andrés Pérez, la última concedida en plenas facultades.
En el año 1985, ¡que cantidad de años!, en la entrevista del libro LA OTRA PIEL “Síndrome del diálogo”, que escribimos Norka Madrid de Armand y yo, le preguntamos que a quién había admirado y él nos contestó que su primer prototipo cuando tenía 13 años había sido Jóvito Villalba, que en ese tiempo tenía una gran figuración, y que por medio de la lectura de los libros de Rómulo Gallegos, se había sensibilizado frente a esa Venezuela del dictador, del hombre inculto, del ser primitivo y le fue “despertando los sentimientos por la democracia y por la justicia social. Gallegos fue para nosotros un paradigma, y yo creo que para muchos jóvenes de mi generación, el escritor tuvo una influencia decisiva en nuestra formación”.
Luego tendrían mucha influencia en su devenir como hombre de la política, figuras como Rómulo Betancourt y Leonardo Ruiz Pineda.
En ese entonces no era todavía candidato a la presidencia por segunda vez, hablamos muchos temas, de Contadora, de la Internacional Socialista, nos comentó que el bloqueo económico a Cuba había tenido su justificación. El fue partidario y Venezuela fue quien propuso las medidas contra Cuba, porque en ese momento la revolución cubana estaba saliéndose de su marco geográfico. Luego de cesar esa situación con el tiempo, era importante sacar al pueblo cubano del aislamiento, mantener a Cuba en el sistema latinoamericano.
Recuerdo que a los pocos días de esa entrevista, Reagan decretó el bloqueo económico a Nicaragua y fue noticia a nivel mundial la figura de Carlos Andrés Pérez por su censura al mandatario norteamericano y a Daniel Ortega por la visita de éste a Rusia. Un hombre que le ha dado una gran importancia a la política exterior, a la integración y se hizo líder del Tercer Mundo.
Martha Colmenares: – ¿Qué piensa sobre el posible referendo revocatorio? ¿Se llevará a cabo este año?
Carlos Andrés Pérez: Celebro la seriedad conque las organizaciones democráticas venezolanas han asumido la celebración del Referendo Revocatorio. Se trata de la más gallarda demostración de la voluntad del país por darle a la crisis una salida pacífica, negociada.
No creo que Chávez acepte ir al referendo revocatorio. Se valdrá de toda clase de trácalas para impedirlo. Pero eso no invalida ni le resta significación al esfuerzo nacional por realizarlo, porque demuestra palmariamente la inexistencia del estado de derecho, la violación flagrante de la Constitución Nacional y, en la opinión internacional, generará una clara idea de la realidad Venezolana.
- – ¿Qué hacer para no quedar burlados?
-Como consecuencia de esta grave circunstancia el país, la Fuerza Armada, y las organizaciones democráticas se colocan ante la obligante aplicación del artículo 350 de la Carta Magna que compromete a todos los venezolanos a sumarse en una acción franca y efectiva para devolverle la vigencia a nuestra democracia.
Significa lo que digo, y lo afirmo después de madura reflexión, que los venezolanos no tememos la alternativa, que tanto se ha buscado, de una salida pacífica. Chávez no va a salir del Poder por la aplicación de las normas ordinarias de la Constitución, sino por el mandato imperático del artículo 350.
- – A mi me decía alguien que el referendo lo menos que tiene es fecha, que la participación internacional es decorativa, es decir, contraproducente, porque legitima lo que pasa como una negociación, cuando en realidad no se negocia nada, sino que luego de mucho trajinar se reconoce lo obvio, y es verdad, se llega a un acuerdo que era lo obvio…
- Hacer esta afirmación es para mi algo difícil y muy duro. Nuestra lucha, a lo largo de tantos años, fue para sacar a las Fuerzas Armadas de su participación en la actividad política y ahora aparezco partidario de su intervención como único camino para darle una salida democrática a la tragedia venezolana. Reconozco, sin ambages, que esto se constituye en una solución inevitable.
Los venezolanos no podemos admitir ni tolerar que Chávez, desde el gobierno, siga destruyendo a Venezuela y a sus Instituciones. Y agotadas, como quedarían las vías pacíficas con el fracaso del referendo, sólo queda el del ya mencionado Artículo 350 que hace imprescindible la acción de la Fuerza Armada, sometida como las demás Instituciones del país, a la vesania chavista de su destrucción institucional.
Corro el riesgo de que se me llame “golpista”, término muy gastado por quien si lo fue y lo es: Chávez.
JUNTA CIVICA-MILITAR PARA RECOBRAR LA CONVIVENCIA DEMOCRATICA:
– Lo interrumpo, porque aquí el único golpista es Chávez, es quien ha dado el golpe varias veces, ese 4 de febrero y ahora, no sabríamos decir en qué fecha, pero su Gobierno es autoritario y acabó con la democracia. A usted siempre se le ha reconocido su valentía y su profunda vocación democrática, eso es indudable…
-Considero que para la solución de nuestra dramática crisis, tendremos que pasar primero por una junta cívico-militar que tenga como objetivo devolverle a los venezolanos la convivencia democrática, perdida por el odio desatado por las prédicas Chavistas, y la recuperación de todas las Instituciones de la democracia, para luego, en un período que estimo de dos años, convocar a unas elecciones generales que le devuelvan a Venezuela una ancha y completa democracia con partidos políticos modernamente creados o reestructurados, que nos garanticen que no habrán de cometerse los errores del pasado.
- – Se que es una declaración responsable, usted me estuvo diciendo que era producto de profundas reflexiones, esto traerá controversia, pero es importante asomar todos los posibles escenarios…
-No se alarmen mis compatriotas venezolanos por este pronunciamiento tan claro y categórico que les estoy haciendo. Porque los invito a unirse en este propósito irrevocable a todos sin excepción, es producto de una realidad que todos tenemos a nuestra vista. La autocracia chavista no admite ni permite una salida que nos libre del camino que estoy señalando.
EL VIVAZO DE FIDEL CASTRO
- – Recuerdo claramente la toma de posesión de su segundo período y por cierto cuando llegó Fidel Castro a La Casona, los corresponsales extranjeros corrieron y tumbaron uno de los toldos del jardín donde está la fuente, que se había preparado para el banquete oficial. Era la estrella junto a Felipe González y el de Nicaragua. Cómo era ese Fidel y cómo el de ahora. ¿Se utilizan él y Chávez mutuamente o quién usa a quién?
- Fidel Castro ha sido siempre lo que es. Mis relaciones con él fueron en verdad cercanas y continuas durante mi ejercicio del poder, de ninguna manera vinculándome a su ideología ni a su modo de hacer ni de pensar sino en el propósito, infructuoso por cierto, de buscarle una salida a Cuba. Con ese objetivo actuamos al unísono, mancomunados, varios presidentes Latinoamericanos y el presidente Felipe González de España. Pero nunca tuvimos complacencias ni blandenguerías con el tirano. Para Fidel Castro la presencia de Chávez ha significado un gran apoyo. Fidel se aprovecha de Chávez. El petróleo es uno de los ejemplos. A su vez Castro es el consejero de Chávez. Estoy seguro, como si lo estuviera oyendo, que le dice reiteradamente que no haga elecciones, que las revoluciones no se cuentan.
- – El jefe de su casa militar del segundo período, Ivan Carratú, el que lo acompañó a usted cuando el golpe del 4 de febrero, en estos días expresó en Globovisión que viene una invasión de 10.000 cubanos entrenados. ¿Es esto así? De serlo, díganos por favor ¿qué hacer?
- No me cabe duda que en Venezuela los cubanos campean como en su casa. Me refiero a los agentes de Fidel Castro. En cuanto a su número no me atrevería a hacer ninguna afirmación concreta por que estoy fuera del país.
Pero no dudo que es absolutamente cierto que en los cuerpos de Seguridad e Investigación deben contarse un número importante de cubanos, así como en los grupos que protegen y custodian a Chávez, que , por cierto, se ha demostrado constantemente como un cobarde que no se baja el chaleco antibalas. Ya lo vimos por televisión en el desfile del 5 de julio rodeado su automóvil de agentes de seguridad por todos lados, dejándonos esta triste y desagradable impresión de un hombre que le teme a sus propia sombra.
Lo de los médicos cubanos y los alfabetizadores ¡una vergüenza para nuestro país! donde tenemos suficientes y más competentes médicos que los que nos puede ofrecer un país que tiene más de 40 años alejado de los formidables desarrollos científicos y tecnológicos de la Ciencia Medica. Y en cuanto a la alfabetización, tenemos gente y recursos ya probados y la habíamos iniciado ya en Venezuela. Desde luego, ya sabemos que estos emisarios son más que médicos y alfabetizadores, un pretexto para traernos cubanos al país. Aplaudo la conducta asumida por la Confederación Médica y por el Magisterio Venezolano.
LA DISPERSION DE LA OPOSICION POLITICA
– Esta es una Venezuela totalmente golpeada, que le ha tocado reaccionar, yo por ejemplo estoy convencida que Chávez ganó por ese alto porcentaje de ciudadanos indiferentes que no fueron a votar, claro aparte de otros factores que sabemos, pero esos ahora yo pienso que son los primeros que se van a las marchas… Y muchísima gente clase media, los que uno menos imaginaba jugaron a que ganara y como están de arrepentidos. Ahora lo que hay son odios, de clases, de razas, de nacionalidades. Y esa demagogia se expresa de maneras paroxísticas, en las masacres a las que luego pone en el papel de victimarios a las víctimas, como la carta al chacal, el enemistarnos con nuestros amigos de toda la vida, el asociarnos con la escoria del mundo, etc.
- Lo que más me angustia y preocupa es la dispersión de los sectores democráticos venezolanos. Hemos tenido las más hermosas demostraciones de la voluntad democrática en nuestro pueblo. De la conducta gallarda, decidida, de sus mujeres. Circunstancias que nos hacen pensar con infinito optimismo en el venturoso proceso de nuestra futura democracia con un pueblo tan compenetrado ahora de sus obligaciones públicas.
Sin embargo en el campo político dejan bastante que desear las actuaciones de muchos. Este no es momento para pensar en candidaturas presidenciales, en protagonismos específicos, ni siquiera en ideologías partidistas. El dilema venezolano es categórico y preciso: Democracia o Dictadura. Lo que a todos nos corresponde hacer es sacar a Chávez del poder. Después vendrá la reestructuración democrática, las elecciones y las luchas partidistas. Ahora es una locura restarle unidad al único propósito que debe ser unirnos todos los venezolanos: el referendo revocatorio y en su defecto la aplicación del artículo 350 de la Constitución.
- – ¿Quisiera agregar algo más..?
- Aún cuando puedo aparecer contradictorio, que no lo es, apoyo calurosamente la propuesta de los cuatro puntos de Alberto Quiroz Corradi, desarrollando otra de Alejandro Armas, para unir a la oposición en la celebración del referendo.
Quiroz cree que Chávez convocará el referendo. ¡Magnífico! Vamos adelante con su propuesta. Hemos estado sinceramente de acuerdo con su celebración y hemos apoyado todos los inmensos esfuerzos para realizarlo.
Yo creo en cambio que no y a esa seguridad obedece mi propuesta, además que considero muy difícil el ejercicio de un gobierno normal a la salida de Chávez.
Concluyó CAP: “He seguido al minuto todas las vicisitudes de esta lucha, lamentablemente no he podido participar directamente y no por falta de ganas. Pienso que mi presencia en Venezuela sería un factor de perturbación y muchos lo verían como otro competidor que se lanza al ruedo. No saben lo que intenté y lo que sufrí, impotente, en los días de abril.
Mi deseperación ante el imponente espectáculo de nuestro pueblo en las calles con un paro sin estrategia y enviándole mensajes absurdos a la Fuerza Armada…”.
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