El país que queremos
Un cronista para mi ciudad
Miguel Antonio Parra Giménez
He leído una noticia que me tiene preocupado, la Cámara Municipal de Valencia está a punto de pasar a la historia, como la Cámara menos ilustre que en sus años de vida ha tenido. Se ha aprobado en primera discusión el proyecto de reforma a la ordenanza sobre la elección del Cronista de la Ciudad. No solo en Valencia sino en muchas otras ciudades del país, el respeto por los integrantes de dichas cámaras se ha perdido por decisiones como estas. La condición de ilustre de las Cámaras Municipales ha caído, por la ligereza en sus actuaciones y la poca fundamentación de sus actos.
En el día de hoy voy a fijar una opinión sobre como Valencia debería por intermediación de la Cámara Municipal, nombrar mas no elegir, a quien debe cumplir la función de recopilar para la historia, los acontecimientos de nuestra ciudad. No debe ser la Cámara Municipal en el uso de su competencia conforme a la ley, quien designe a quien debe de ser "El Cronista" de Valencia, es la ciudad quien debe alumbrar, quien debe marcar, la condición que este debe tener. Es función de un Cronista el trabajar sobre la historia viva, en presente, movilizar una realidad y unos objetivos basados en el estudio de la historia pasada, para que la ciudad tenga donde buscar su origen y sentir el orgullo de su historia. Para ese cargo es de suma importancia el carácter independiente que ha de tener el designado, bajo ninguna circunstancia se puede permitir que personas o grupos, pretendan hacer del cronista un vasallo que pueda ser utilizado para intereses políticos o de cualquier índole contrario al interés de la historia de la ciudad. Un Cronista no debe estar atado a vínculo alguno que pueda desvirtuar su crónica.
El Cronista de mi Ciudad, es por naturaleza un cargo de cierto modo honorifico que en algún tiempo no devengo pago alguno (eran otros tiempos) y su condición es y debe seguir siendo vitalicia. No es ni ha sido nunca en mi ciudad un cargo para un hombre en solitario, es más bien la mezquindad y el poco valor por la historia de la ciudad, de parte de los últimos ayuntamientos, que no han previsto lo que esta dependencia municipal ha necesitado o a requerido. Ni Mujica Sevilla, ni Alfonzo Marín, ni Luis Taborda, a quienes conocí, fueron hombres de mendigar sino de exigir, lamentablemente no les oyeron las necesidades que la Oficina del Cronista de Valencia, demandaba. Aun así, cumplieron a cabalidad, dejando huella y obra.
Para el cargo de cronista es importante que el postulado se haya distinguido en el estudio, investigación y difusión de temas relacionados con la ciudad de la cual ha de entregarle el resto de sus días. Es esta una vocación para transmitir experiencias vividas por las comunidades o habitantes de la ciudad, debe sin duda alguna "…dar fe de los sucesos más llamativos, importantes, y esclarecedores de cada periodo que se vive…" (1); para que lo que se narre, este basado en argumentos verídicos, ya que siempre ha de imperar la verdad, de los hechos.
A los Concejales de Valencia los conmino a estudiar más sobre la pretensión que tienen, este no es un cargo para darle un sueldito a alguien, por un tiempo o por un ahora, no señor. Esta ciudad como industrial que es, está habitada por mas descendientes de forasteros que de naturales. Esa sociedad valenciana de la que muchos hablan, ya ha dejado de existir, hace años y años se ha venido mezclando, para tener una sociedad distinta, pujante, donde lo que no se ha perdido, son los valores, esencia vital que esta ciudad siempre ha exigido para honrar a sus habitantes.
La ciudad de Valencia honra y castiga. A ver cómo han de quedar ustedes.
(1). El cronista oficial y los estudios históricos de las poblaciones representadas
miguelparra@miguelparra.com
@miguelparrag
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