¿Salto de fe?
MIBELIS ACEVEDO DONÍS | EL UNIVERSAL
lunes 24 de noviembre de 2014 12:00 AM
"Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa."
Winston Churchill
En idéntico instante, en Venezuela es fácil pasar del estupor a la indignación, de la indignación a la tristeza, de la tristeza a la infalible frustración. Cada vez con más frecuencia y mayor hondura nos asalta la revelación de algún venezolano que se negó a seguir creyendo: "Tanta pantomima escogiendo diputados para que al final el Gobierno dicte las leyes que le dé la gana: esto no tiene remedio". En una Venezuela sobre-diagnosticada, el autor de ese tweet sumaba también así su sombrío dictamen al augurar una eventual abstención en las elecciones parlamentarias de 2015. Lo peor, es que la agobiante saeta a menudo logra traspasar la tenaz fortaleza del optimista; y lo incomoda, lo hace sentir culpable por mantener la esperanza pegada al respirador, lo obliga a cuestionarse, lo contamina. El pesimismo político nos acorrala a tal punto que a veces logra sembrar la certeza de que las señas de la inteligencia sólo pasan por una visión trágica de la realidad (lo que Harold Bloom, en lides de la filosofía, calificó como la "Escuela del rencor"). Por contraste, el optimista es un ingenuo, un idealista, un irrelevante. En la pugna de enfoques extremos, ni el hegeliano "Ardid de la Razón" parece desafiar a la razón cínica: la frustración se convierte así en rasgo patológico, tan potencialmente endémico como un virus cebado por el palpable dislate de estos tiempos.
"No hay nada más histórico que la tristeza", dice Rafael Huertas: la frustración (entendida como respuesta de desintegración emocional, surgida de la percepción de resistencia u obstrucción al cumplimiento de la voluntad individual) es signo común de nuestros días. Y no es nuevo: es simple traza de la herencia original de un populismo que se ha servido circunstancialmente de la esperanza, siempre con la oferta de reivindicar, "ahora sí", la voluntad ciudadana: malograda promesa, que suele acabar en decepción. El riesgo es que ese desaliento persistente (que involucra el tóxico descreimiento frente a la democracia y sus instituciones) transmute en su expresión más destructiva: la agresión y autoagresión, por ejemplo, cada vez más frecuentes en Venezuela; o en alternativas que no lo enfrentan, como la huida, la evasión. La frustración no resuelta ("No creo que mi participación cambie el rumbo de los acontecimientos") convertida en inacción y apatía ciudadana, nos condena a habitar la inagotable trampa de los círculos viciosos.
¿Cómo vacunarse contra el nocivo reciclaje de la frustración? ¿Cómo hacer para recuperar la esperanza perdida, la sensación real de que nuestro concurso es decisivo a la hora de torcer el derrotero de la historia, la certeza de que este momento también nos pertenece? ¿Cómo superar la insatisfacción que resulta de la pérdida de significado moral en el discurso político? ¿Cómo construir una comunicación política en positivo, plena de "optimismo desafiante" (como diría Isabel Allende) capaz de convocar la emoción, pero sin servirse inescrupulosamente de ella?
Espinosa faena. Remontar la tentación de caer en nuevos espejismos promovidos por la ansiedad, no es fácil. Hay que cuidarse, especialmente, de oponer a la caótica perspectiva del pesimista un optimismo ciego, gratuito y fantasioso, que cometa el pavoroso pecado de no anclarse en la realidad; eso que Felipe González llama la "retórica profesional", dirigida a espolear simpatías sin jamás preocuparse por ofrecer resultados. La razón es clara: discursos ardorosos pero sin eco en la práctica, lejos de ayudarnos, sólo conducirán a profundizar el naufragio emocional de los descreídos.
En este sentido, las Teorías de la Frustración y del Conflicto (Lewin) ofrecen algunas claves para conjurar los efectos negativos de la expectativa fallida. Una comunicación política orientada a recuperar apoyos perdidos y capitalizar el arrepentimiento, podría considerar la revalidación de motivos -el beneficio que impulsa la acción- a fin de vigorizar conductas; neutralizar la proyección de errores propios; estimular la identificación, o promover la sustitución selectiva de metas por otras que resulten más accesibles o adecuadas al alcance de cada individuo o sector.
Sabemos que el entorno -la fuerza situacional que es factor fundamental en este proceso y que por lo general tiende a oponerse al individuo- debe cambiar: pero a la vez entendemos que un cambio inmediato no puede ser parte de la oferta de ese "optimismo con experiencia". A la dirigencia opositora toca proyectar escenarios con pies atornillados en tierra, consciente de sus limitaciones, alcances y fortalezas, procurando la periódica revisión y superación de errores. Urge reconquistar la confianza de los descreídos: la recuperación de la democracia y sus instituciones –el gran motivo– gracias a ese útil salto de fe, realista, colectivo y mayoritario, dará razón a los optimistas que apostamos a que otro país es posible, y está gestándose.
@mibelis
Winston Churchill
En idéntico instante, en Venezuela es fácil pasar del estupor a la indignación, de la indignación a la tristeza, de la tristeza a la infalible frustración. Cada vez con más frecuencia y mayor hondura nos asalta la revelación de algún venezolano que se negó a seguir creyendo: "Tanta pantomima escogiendo diputados para que al final el Gobierno dicte las leyes que le dé la gana: esto no tiene remedio". En una Venezuela sobre-diagnosticada, el autor de ese tweet sumaba también así su sombrío dictamen al augurar una eventual abstención en las elecciones parlamentarias de 2015. Lo peor, es que la agobiante saeta a menudo logra traspasar la tenaz fortaleza del optimista; y lo incomoda, lo hace sentir culpable por mantener la esperanza pegada al respirador, lo obliga a cuestionarse, lo contamina. El pesimismo político nos acorrala a tal punto que a veces logra sembrar la certeza de que las señas de la inteligencia sólo pasan por una visión trágica de la realidad (lo que Harold Bloom, en lides de la filosofía, calificó como la "Escuela del rencor"). Por contraste, el optimista es un ingenuo, un idealista, un irrelevante. En la pugna de enfoques extremos, ni el hegeliano "Ardid de la Razón" parece desafiar a la razón cínica: la frustración se convierte así en rasgo patológico, tan potencialmente endémico como un virus cebado por el palpable dislate de estos tiempos.
"No hay nada más histórico que la tristeza", dice Rafael Huertas: la frustración (entendida como respuesta de desintegración emocional, surgida de la percepción de resistencia u obstrucción al cumplimiento de la voluntad individual) es signo común de nuestros días. Y no es nuevo: es simple traza de la herencia original de un populismo que se ha servido circunstancialmente de la esperanza, siempre con la oferta de reivindicar, "ahora sí", la voluntad ciudadana: malograda promesa, que suele acabar en decepción. El riesgo es que ese desaliento persistente (que involucra el tóxico descreimiento frente a la democracia y sus instituciones) transmute en su expresión más destructiva: la agresión y autoagresión, por ejemplo, cada vez más frecuentes en Venezuela; o en alternativas que no lo enfrentan, como la huida, la evasión. La frustración no resuelta ("No creo que mi participación cambie el rumbo de los acontecimientos") convertida en inacción y apatía ciudadana, nos condena a habitar la inagotable trampa de los círculos viciosos.
¿Cómo vacunarse contra el nocivo reciclaje de la frustración? ¿Cómo hacer para recuperar la esperanza perdida, la sensación real de que nuestro concurso es decisivo a la hora de torcer el derrotero de la historia, la certeza de que este momento también nos pertenece? ¿Cómo superar la insatisfacción que resulta de la pérdida de significado moral en el discurso político? ¿Cómo construir una comunicación política en positivo, plena de "optimismo desafiante" (como diría Isabel Allende) capaz de convocar la emoción, pero sin servirse inescrupulosamente de ella?
Espinosa faena. Remontar la tentación de caer en nuevos espejismos promovidos por la ansiedad, no es fácil. Hay que cuidarse, especialmente, de oponer a la caótica perspectiva del pesimista un optimismo ciego, gratuito y fantasioso, que cometa el pavoroso pecado de no anclarse en la realidad; eso que Felipe González llama la "retórica profesional", dirigida a espolear simpatías sin jamás preocuparse por ofrecer resultados. La razón es clara: discursos ardorosos pero sin eco en la práctica, lejos de ayudarnos, sólo conducirán a profundizar el naufragio emocional de los descreídos.
En este sentido, las Teorías de la Frustración y del Conflicto (Lewin) ofrecen algunas claves para conjurar los efectos negativos de la expectativa fallida. Una comunicación política orientada a recuperar apoyos perdidos y capitalizar el arrepentimiento, podría considerar la revalidación de motivos -el beneficio que impulsa la acción- a fin de vigorizar conductas; neutralizar la proyección de errores propios; estimular la identificación, o promover la sustitución selectiva de metas por otras que resulten más accesibles o adecuadas al alcance de cada individuo o sector.
Sabemos que el entorno -la fuerza situacional que es factor fundamental en este proceso y que por lo general tiende a oponerse al individuo- debe cambiar: pero a la vez entendemos que un cambio inmediato no puede ser parte de la oferta de ese "optimismo con experiencia". A la dirigencia opositora toca proyectar escenarios con pies atornillados en tierra, consciente de sus limitaciones, alcances y fortalezas, procurando la periódica revisión y superación de errores. Urge reconquistar la confianza de los descreídos: la recuperación de la democracia y sus instituciones –el gran motivo– gracias a ese útil salto de fe, realista, colectivo y mayoritario, dará razón a los optimistas que apostamos a que otro país es posible, y está gestándose.
@mibelis
3.691 jefes del PSUV fueron "electos de manera irreversible"
Cabello felicita a la militancia y dice que "calientan el brazo para 2015".
Chavistas eligieron ayer Círculos de Lucha Popular VENANCIO ALCÁZARES
EL UNIVERSAL
lunes 24 de noviembre de 2014 12:00 AM
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, en calidad de primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) dijo que la elección interna en el seno de la organización sirvió para "calentar el brazo" de cara a las parlamentarias de 2015.
"Nos corresponde dar un mensaje de felicitación sincera a nuestra gente", destacó Cabello anoche, desde el teatro Principal en el casco histórico de Caracas.
Consultado sobre la participación y el llamado que se le hace a quienes no se incorporaron, indicó que "es lógico que algunos decidieran no participar, sus razones tendrán y se las respetamos", explicó en un encuentro con los medios, transmitido por Venezolana de Televisión.
"Hoy se realizó una jornada como no lo puede hacer ningún otro partido", destacó, recalcando que en cifras puede decirse con orgullo en la organización que "de 3 mil 988 jefes y jefas de Círculos de Lucha Popular, hay ya 3 mil 691 irreversibles".
Más temprano Cabello aseguró que "cuando se ve esta cantidad de gente votando uno tiene que darle una sonrisa de júbilo y de alegría".
Tras votar para escoger los jefes de 3.988 Círculos de Lucha Popular en la Escuela Básica Rafael María Baralt de El Furrial (Maturín/Monagas) insistió que en el PSUV están "satisfechos y felices" de la renovación constante de la organización.
Por su parte, el gobernador de Carabobo y vicepresidente de Organización y Asuntos Electorales del PSUV, Francisco Ameliach, aseguró : "Estamos organizando el partido que (el fallecido presidente Hugo) Chávez soñó, cumpliendo con el mandato del III Congreso Socialista que es relegitimar toda nuestra dirigencia desde abajo hacia arriba".
El alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez, dijo al ejercer el voto que la organización política a la que pertenece "hace historia al andar, hace camino al andar, porque no se ha conocido en la historia de Venezuela, un partido político con una vocación democrática tan profunda como la del PSUV".
Aplaudió el despliegue total de toda la militancia.
"Nos corresponde dar un mensaje de felicitación sincera a nuestra gente", destacó Cabello anoche, desde el teatro Principal en el casco histórico de Caracas.
Consultado sobre la participación y el llamado que se le hace a quienes no se incorporaron, indicó que "es lógico que algunos decidieran no participar, sus razones tendrán y se las respetamos", explicó en un encuentro con los medios, transmitido por Venezolana de Televisión.
"Hoy se realizó una jornada como no lo puede hacer ningún otro partido", destacó, recalcando que en cifras puede decirse con orgullo en la organización que "de 3 mil 988 jefes y jefas de Círculos de Lucha Popular, hay ya 3 mil 691 irreversibles".
Más temprano Cabello aseguró que "cuando se ve esta cantidad de gente votando uno tiene que darle una sonrisa de júbilo y de alegría".
Tras votar para escoger los jefes de 3.988 Círculos de Lucha Popular en la Escuela Básica Rafael María Baralt de El Furrial (Maturín/Monagas) insistió que en el PSUV están "satisfechos y felices" de la renovación constante de la organización.
Por su parte, el gobernador de Carabobo y vicepresidente de Organización y Asuntos Electorales del PSUV, Francisco Ameliach, aseguró : "Estamos organizando el partido que (el fallecido presidente Hugo) Chávez soñó, cumpliendo con el mandato del III Congreso Socialista que es relegitimar toda nuestra dirigencia desde abajo hacia arriba".
El alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez, dijo al ejercer el voto que la organización política a la que pertenece "hace historia al andar, hace camino al andar, porque no se ha conocido en la historia de Venezuela, un partido político con una vocación democrática tan profunda como la del PSUV".
Aplaudió el despliegue total de toda la militancia.
“Si PSUV es nido de alacranes nadie se quedará”
Marea Socialista y Círculos replican a Diosdado Cabello: “No somos infiltrados”. Dicen que dirigencia del PSUV traicionó legado de Chávez
“¡Traidores, agentes de la CIA!”, los llamó el primer vicepresidente del partido, Diosdado Cabello. “¡Váyanse a la MUD, aquí no caben traiciones en el PSUV; ¡entristas, infiltrados y desleales!”, dijo el gobernador de Aragua, Tareck el Aissami.
En el oficialismo hay un conflicto entre autoridades y corrientes que llevan a la descalificación y a amenazas de expulsión. ¿Quiénes son los infiltrados? Cabello identifica a “gerentes escuálidos”, aunque no dice nombres; acusa a los miembros de Marea Socialista y a quienes osen emitir una crítica de propiciar la división.
Los Círculos Bolivarianos y Marea niegan ser “quintas columnas” y reinvindican el derecho a la crítica y la condición de “revolucionarios y militantes del PSUV”.
El coordinador de los CB, Rubén Mendoza, refutó: “No somos infiltrados, somos creación de Chávez. Infiltrados son quienes usan a Chávez para beneficio personal. Somos un destacamentos de la unidad, de la revolución”. Por ahora, los miembros de los CB militan en el PSUV. Sin embargo, Mendoza dijo que debatirán si permanecen en la organización: “La actitud y comportamiento de la dirigencia del PSUV incidirá si seguimos. Si se convierte en nido de complicidades y de alacranes nadie de queda. Si el PSUV es revolucionario, seguiremos”.
El politólogo Heiber Barreto descubre el plan de la dirigencia del PSUV: “Ellos quieren que nos vayamos, pero quienes traicionaron el legado de Chávez son ellos. No ejecutan el Libro Rojo. Quieren la vía fácil, como que renunciemos al PSUV, cuando somos fundadores. Cabello nos llama agentes de la CIA y pide que nos vayamos del partido; es una exhortación desesperada. ¡No nos vamos a ir! No se atreven a expulsarnos por el costo político y la simpatía que levanta Marea entre el chavismo”.
Barreto citó como “un indicador del temor del PSUV y el gobierno” la prohibición de hacer un foro sobre el desfalco cambiario en la empresa Fama de América, en Caracas, a pesar de que el sindicato Botracafé informó del acto. 50 trabajadores protestaron la medida y cuestionaron a la gerencia.
Aseguró que Marea seguirá en la calle y que hará el seminario “¿Cómo recuperar el camino de la revolución” el 13 y 14 de noviembre: “Debatiremos dónde se perdió la revolución, pues hay desviaciones con las reformas, el desmontaje de subsidio, la entrega de dólares a quienes desfalcaron al país y el aumento de precios. El gobierno opta por pagar la deuda y restringe las importaciones, lo que implica un ‘paquetazo al detal’. Eso origina la escasez y que el tema de la ‘guerra económica’ se debilite”.
21 DE NOVIEMBRE 2014 - 12:01 AM
El PSUV expulsó a dirigentes de Marea
La corriente exhorta a la militancia pesesuvista a rechazar “Línea Sapo” y abogar por Héctor Navarro y Ana Elisa Osorio
Marea Socialista rechazó la “arbitraria exclusión” del registro de militantes del PSUV de Nicmer Evans, Heiber Barreto Sánchez y el coordinador de Clase Media Socialista, Carlos Hurtado.
“Exhortamos a la dirección nacional a informar y aclarar si fueron suspendidos del partido, en virtud de que la verificación hecha el 19 y el 20 de noviembre en el portal web www.psuv.org.ve, no se encuentran registrados como militantes ni habilitados para participar en la elección de los jefes de Círculo de Lucha Popular”, indicaron en un comunicado.
Marea Socialista solicitó al PSUV que fije posición sobre declaraciones del gobernador de Carabobo,Francisco Ameliach, de que en el partido no hay corrientes, por cuanto contradice los estatutos y la declaración de principios.
“La eliminación arbitraria de militantes del registro del PSUV y sin que medie ninguna actuación del tribunal disciplinario viola el derecho a elegir y ser electo en los comicios internos”, señalaron.
Condenan “Línea Sapo”. Entre las conclusiones del seminario Propuestas al País, que fue saboteado en Parque Central, pero terminado en otra parte de Caracas, Marea Socialista insta a la militancia del PSUV a condenar la “Línea Sapo”, así como a trazarse como meta la suspensión de las medidas disciplinarias contra Héctor Navarro y Ana Elisa Osorio, y elegir a dirigentes probos como jefes de las Patrullas del Buen Vivir, en la jornada fijada para el domingo 23 de noviembre en 3.000 circuitos electorales.
“Rechazar la Línea Sapo creada para la denuncia de supuestos ‘infiltrados’ y ‘divisionistas’ cuyo propósito real es la persecución de los críticos. Llamar, por el contrario, al relanzamiento consecuente de las 3 R contra los corruptos”, es el plan expuesto en el informe final de la corriente del PSUV, que coordina Gonzalo Gómez, cofundador de Aporrea.
Marea Socialista se propone, indica el documento, “animar a la militancia a que, a pesar de los métodos tramposos y antidemocráticos, se esfuerce por colocar el 23 de noviembre en los Círculos de Luchas Populares y así como en las UBCH y las patrullas a camaradas honestos, luchadores y luchadoras, consecuentemente revolucionarios, no bozaleados ni cooptados por el aparato burocrático”.
El grupo solicita un debate interno y público en el PSUV con participación de todas las corrientes sobre la situación de la revolución y del partido, así como la evaluación del cumplimiento de la declaración de principios, el Código de Ética del Militante y el programa del partido.
“Hay que reivindicar las corrientes políticas dentro de la unidad del partido y condenar las camarillas y grupos de intereses. Y defender la libre expresión de opiniones y repudiar el sabotaje a los foros y debates impulsados por Marea Socialista con los trabajadores, sectores populares y militantes”, indican.
Anuncian la intención de no reelegir a los diputados que no denuncien ni combatan la corrupción y la impunidad, y piden la discusión en el PSUV para garantizar la selección democrática de candidatos al Parlamento. “Es necesario promover la escogencia de cuadros y dirigentes honestos y revolucionarios para todos los cargos de elección pública, que se sometan a las decisiones democráticas del pueblo, a la contraloría social y al Poder Popular”, indican.
Objetan persecución. En Aporrea articulistas como Toby Valderrama y Antonio Aponte condenaron en la columna “El arado y el mar” la persecución contra la disidencia: “El teléfono del PSUV para denunciar infiltrados conduce al fascismo... detengamos la locura.
“La tentación fascista es un peligro que amenaza a todo intento revolucionario, la línea que los separa es tenue. La revolución es un acto de creación de un nuevo mundo, un profundo evento de amor a la vida, opera con una ‘ética especial’, otros métodos, otras metas: el humano, la vida por sobre todas las cosas. La ética revolucionaria es de riguroso cumplimiento, cualquiera infracción tuerce el proceso al fascismo”.
Valderrama y Aponte manifiestan temor por el futuro del proceso político, al advertir: “En la revolución se pisan arenas movedizas, el ataque a la burguesía solo se justifica si es para construir el mundo nuevo, el hombre nuevo, debe hacerse con absoluto respeto por la vida, por el amor. Es, como diría Martí, ‘la guerra necesaria’, ‘la guerra sin odio’. Esta condición, que parece paradójica, es vital para mantener el rumbo, para no desviarse”.
Agregan: “Todas las revoluciones que han fracasado violaron estos principios éticos, quebrantaron lo que podríamos llamar los ‘derechos revolucionarios de la vida’: a la disidencia la fusilaron, exiliaron, calumniaron, tomaron el camino fácil de la represión, de aplastar las ideas. Olvidaron que los medios prefiguran el fin, que no todo medio lleva al objetivo revolucionario, que no todo ataque a la burguesía es revolucionario, que el trato a la disidencia determina la calidad de la revolución. Al minar la ética revolucionaria, se transformaron en un monstruo que pereció en su propia infamia”.
En el artículo califican de “un ejemplo alarmante” la creación de un teléfono y un correo electrónico para denunciar, combatir a los infiltrados, a los divisionistas. “Así lo presenta y lo justifica la dirección: “El enemigo que más nos hace daño es el enemigo interno, el infiltrado, el quinta columna, el que se disfraza de chavista y no es chavista”, dijo el gobernador del estado Carabobo, Francisco Ameliach, durante su programa en la radio pública RNV. De esta manera, la lucha ideológica interna, que enriquece a todo partido, entre nosotros se transforma en una cacería electrónica de brujas, basta tomar un teléfono y denunciar lo que le parece a alguien un enemigo interno, un infiltrado, para que sobre él caiga el ‘estado general de sospecha’ y la condena de un oculto tribunal de la inquisición”.
Capriles estima que abstención marcó las elecciones internas del PSUV
"A la mayoría del país no le interesa el proceso interno del partido de Gobierno, sino le interesan las acciones para salir del caos, bajar la inflación, la escasez", dijo el líder de la Unidad, Henrique Capriles, al considerar que se usaron recursos del Estado en algo que concierne a una parcialidad política. "Ni obligando respondió la gente", dijo.
El proceso en Miranda la abstención es de 95% aproximadamente, dijo en sus mensajes (Archivo)
EL UNIVERSAL
domingo 23 de noviembre de 2014 07:32 PM
Caracas.- A propósito de las elecciones internas que se desarrollaron este domingo en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en todo el país, el líder de la Unidad, Henrique Capriles consideró el proceso dio como resultado una abstención de 95%, lo cual, dijo, tiene un mensaje contundente para el país.
El también gobernador del estado Miranda dijo que las bases son un punto para verificar lo ocurrido. "Tomando como referencia el proceso en Miranda la abstención es de 95% aproximadamente, contundente. Hay que sumar todos los días", escribió en su cuenta en la red social Twitter, @hcapriles.
Dijo que más allá de lo realizado por el PSUV puertas adentro, "el tema del proceso interno es que los reales salen de las finanzas públicas, es decir, reales de nuestro pueblo para salud, educación, seguridad", escribió en otro de sus mensajes.
Consideró que "a la mayoría del país no le interesa el proceso interno del partido de Gobierno, sino le interesan las acciones para salir del caos, bajar la inflación, la escasez".
Explicó que "ni obligando respondió la gente", reiterando que "el daño es a las finanzas del país porque de allí salieron los reales" para cumplir con las elecciones que tuvieron el respaldo logístico del Consejo Nacional Electoral
El también gobernador del estado Miranda dijo que las bases son un punto para verificar lo ocurrido. "Tomando como referencia el proceso en Miranda la abstención es de 95% aproximadamente, contundente. Hay que sumar todos los días", escribió en su cuenta en la red social Twitter, @hcapriles.
Dijo que más allá de lo realizado por el PSUV puertas adentro, "el tema del proceso interno es que los reales salen de las finanzas públicas, es decir, reales de nuestro pueblo para salud, educación, seguridad", escribió en otro de sus mensajes.
Consideró que "a la mayoría del país no le interesa el proceso interno del partido de Gobierno, sino le interesan las acciones para salir del caos, bajar la inflación, la escasez".
Explicó que "ni obligando respondió la gente", reiterando que "el daño es a las finanzas del país porque de allí salieron los reales" para cumplir con las elecciones que tuvieron el respaldo logístico del Consejo Nacional Electoral
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