Los privilegios de militares y “colectivos”
El Nacional 16 DE NOVIEMBRE 2014 - 00:01
“La revolución es pacífica pero armada” fue amenaza repetida hasta la saciedad por Chávez y llevada a la práctica con el otorgamiento de privilegios económicos y ascensos a los militares y la creación de grupos armados por el gobierno, hoy “colectivos”, a los que se une una milicia, también armada, cuyo objetivo es la defensa de la “revolución” que “llegó para quedarse”como también repetía Chávez y ahora Maduro. El Plan Bolívar 2000, que apenas daba una pinturita a escuelas derruidas y pasaba facturas como si las hubieran reconstruido, fue señuelo que conquistó el favor de muchos militares que no fueron investigados sobre el destino de los miles de millones “gastados” en obras nunca hechas o con escandalosos sobreprecios. Ese plan produjo adhesiones castrenses hasta su conversión en el partido armado del régimen. El financiamiento de su última elección, ya Chávez enfermo con cáncer terminal, exacerbó el abuso de recursos públicos y mañas electoreras y posteriormente enormes violaciones avaladas por un TSJ al servicio del régimen, que le permitieron a Maduro ser candidato presidencial y vicepresidente en ejercicio con acceso a todos los recursos del Estado, incluida la negativa del CNE de realizar una auditoria exhaustiva de los resultados electorales que dieron “ganador” a Maduro (las aberraciones siguen siendo tales que la ex ministra de propaganda del régimen está postulada para ser magistrado del TSJ).
Con la agudización de la crisis a pesar de los enormes recursos petroleros recibidos en estos 15 años (superiores a la sumatoria de los ingresos de todos los gobiernos democráticos juntos) y el rechazo popular cercano al 80%, Maduro privilegia abusivamente a militares y paramilitares armados, sobre cuya capacidad de fuego descansa hoy su permanencia en el poder, mientras el resto del país sufre enormes penurias por la escasez de alimentos y medicinas e inflación de las más altas del mundo. No es solo el aumento salarial de 45% que casi triplica al del salario mínimo, sino que Maduro crea un generalato masivo (en la GNB hay cerca de 200 generales cuando tradicionalmente eran 8), a quienes da cargos que no están en la nomenclatura militar ni civil, esta última inundada también por militares. A pesar de la sequía de divisas y un presupuesto muy superior a los ingresos (con petróleo este viernes a 70 dólares y dólar negro a 119 bolívares), Maduro crea numerosas “empresas militares” con créditos adicionales (es decir, con más deuda), como AgroFanb, BanFanb, EmcoFanb, TVFanb y Tiuna FM, de transporte Emiltra y ConstruFanb, que constituyen la “Zona Económica Militar Socialista”. Los créditos para estos mirlos verdes suma miles de millones y “no rinden cuentas de su gestión” (El Nacional 12-11-14). Maduro no investiga sobre cosas tan graves como la reciente denuncia del general de la Aviación, Manuel Andara, quien señala que “militares activos queman evidencias penales de vuelos de la droga”, lo que hace que tal impunidad facilite que Venezuela se consolide como trampolín de la droga” (…) Generalmente —añade Andara— los aviones son destruidos antes de que los investigadores del Cicpc intervengan”. (El Nacional 03-11-14). Tampoco se sabe a qué manos pasan las armas robadas en cuarteles militares y policiales, ni se explica por qué el asesinado diputado Serra tenía en su poder dos fusiles de guerra, o por qué la niñera de Jaua llevaba en su maleta a Brasil una pistola, ni las razones de la abrupta salida del general Rodríguez Torres del Ministerio del Interior, después que ordenase el desarme de los “colectivos” y el asalto al grupo 5 de Marzo, en el que murieron 5 de sus miembros. Se cree que Maduro está presionado por los “colectivos” que se niegan a ser desarmados y por los militares que ven su poder amenazado por la protección que el gobierno da a estos grupos.
Todos recordamos las imágenes de los grupos del 23 de Enero con armas de guerra y la cacería que emprenden los motorizados armados hasta los dientes y pagados por organismos oficiales, contra estudiantes y testigos de mesas electorales. Estos días los “colectivos” armados y cuadros del PSUV reciben su “Dakacito” navideño, como editorializase magistralmente El Nacional (12-11-14). Por la noche comienzan a vibrar sus celulares (smartphones de alta gama) indicando los comercios que van a ser fiscalizados (léase arruinados) para que comiencen los rojitos a copar las colas de las “rebajas” que luego serán sobrevendidas 5 veces más caras..
Si observamos con horror las 11 muertes del Guárico a manos de la banda el Picure enfrentada a la banda de Juvenal, o los 8 asesinatos en la masacre del Catatumbo, en el Zulia, entre los narcos Rastrojos y los Urabeños, o las muertes de funcionarios para robarles su arma y los más de 25.000 homicidios al finalizar este año, llegamos a la conclusión de que muchas de las armas oficiales en Venezuela y la mal llamada justicia están para perseguir a la disidencia, cometer delitos y sostener en el poder a quien el pueblo rechaza masivamente
Las pugnas en el PSUV suben de volumen
El oficialismo debate su supervivencia en medio de discrepancias. Darío Vivas amenaza con “sanciones severas” a las corrientes disidentes; Francisco Ameliach creó un correo y línea “antiinfiltrados”, y Diosdado Cabello clama: “Ni grupo A ni grupo B; chavista rajao”. Héctor Navarro y Saúl Ortega, desde dos esquinas diferentes, analizan la situación interna
Navarro: El partido pierde el camino democrático
—¿Es democrático el PSUV o se impone el sectarismo?
—Una aclaratoria: desde la muerte de Miguel Otero Silva dejé ser lector de El Nacional y no le declaro, pero por cortesía y por ser usted, responderé. En este momento se transita por el camino de la pérdida de la democracia en el PSUV. Los cuestionamientos a Jorge Giordani y la sanción contra mí, sin que medie un juicio y el derecho a la defensa, son indicadores del problema. A lo mejor no es de ahora; viene de hace tiempo, pero se impone con mucha fuerza. Por eso debemos impedirlo. Por ejemplo, son desafortunadas las declaraciones de Francisco Ameliach de crear una especie de “línea caliente” para denunciar a lo interno del PSUV cuando deberían abrir espacios para que la militancia se exprese, haga las críticas y no una línea para chismes o una cacería de brujas. Son declaraciones terriblemente desatinadas y desafortunadas que deberían ser rechazadas por la Dirección Nacional. Eso tiene que ser proscrito. En lugar de una cacería de brujas, debería investigarse la corrupción en Mercal, en Cadivi. Esa expresión de Ameliach da lástima.
—¿Por qué el PSUV rechaza las críticas de corrientes?
—Eso no es único en el PSUV. En AD y Copei eran igualitos ¿Estaremos actuando como en la cuarta?
—¿Se impone el stalinismo?
—El “romulismo”, que es la misma cosa. Los partidos revolucionarios deben ser profundamente democráticos.
—¿La disidencia será expulsada?
—Espero que alguien se ilumine y diga: “¡Epa, este es un llamado de atención, de alerta!”. Vamos a interpretar las cosas y ver si Giordani tiene razón; si hay que investigar la desaparición de 20 millardos de dólares o es más importante ir por los infiltrados.
—¿Por qué la militancia se alza contra la cúpula?
—Hay brotes. No es la militancia. Un estudio de Hinterlaces, cuyos resultados no comparto, debería preocupar a la dirigencia porque habla de la constitución de un “nuevo sujeto histórico” en la revolución. ¿Quiénes están en el gobierno qué son? ¿Hay brote de descontento? Sí, y es normal.
—¿Habrá una implosión en el PSUV?
—No; no lo sé. ¡Ojalá que no! ¡Ojalá que pueda haber cohesión en el PSUV para que siga habiendo revolución! ¡Ojalá se oiga a Marea, que hace propuestas! No dicen: “Vamos a matar a Maduro, o a fulano”, sino que recomiendan qué hacer en economía y en lo social. No veo actitud divisionista en Marea. Tampoco la busca o promueve. Me preocupa la situación porque no quiero que gobierne la derecha y, por eso, hago propuestas. La crisis es una oportunidad para mejorar y aplicar las 3 R de Chávez y el golpe de timón.
—¿Está expulsado del PSUV?
—No sé si estoy en el PSUV. Me pasaron al Tribunal Disciplinario y, por orden de Diosdado Cabello, estoy suspendido, pero aún no hay decisión. El tribunal no me ha convocado, a pesar de que solo escribí una carta en defensa de Jorge Giordani; no critiqué al PSUV. ¿Es un delito escribir una carta?
Ortega: Hay crítica con ponzoña para perjudicar
—¿Hay democracia en el PSUV o sectarismo?
—Totalmente democrático. Es el único partido que hace elecciones de base y ha dado cátedra en la política venezolana. El comandante Chávez hizo revolución política al establecer en la Constitución su primera hechura de largo aliento, la consulta a la militancia. El PSUV acata la Constitución y en el artículo 5 de los Estatutos consagra ese derecho.
—¿Por qué el PSUV rechaza la crítica?
—Somos amigos de la crítica. Somos un sector abierto. Ahora, hay críticas de críticas. Hay críticas positivas en el espíritu revolucionario para mejorar, pero está la crítica con ponzoñas para perjudicar. La crítica positiva es bienvenida; con la ponzoñoza vean sus autores qué hacen con ella. Es difícil que causen daño a una organización con madurez política.
—¿En esa “ponzoña” están Marea, William Izarra y los Círculos, entre otras corrientes?
—El PSUV no tiene corrientes. Hay sí un debate abierto, en el cual todos participan y hacen propuestas. Hay sectores, externos al PSUV, que deben crear sus partidos y tener su vida interna; allá ellos. Desde su soberanía son libres de opinar y el PSUV no se mete en sus asuntos.
—¿La disidencia será excluida por hacer críticas?
—Hay mucha gente que no está en el PSUV, pero que apoya la revolución en sus niveles. Hay quienes apoyan todo el proceso; otros, una parte; y otros en nada. Esos son sus niveles de compromiso. Hay sectores que no están en el PSUV ni en el Gran Polo Patriótico, que se dicen revolucionarios, de quienes respetamos sus opiniones, aunque no las compartamos.
—¿Quiénes critican serán expulsados?
—En el PSUV no hay exclusiones ni expulsiones. Tenemos una democracia vigorosa. Quienes son militantes deben actuar disciplinadamente. A veces la prensa habla de “gente del PSUV” que no está en el PSUV. Los militantes están registrados y hacen vida en las UBCH, en las direcciones parroquiales, regionales, municipales y en la nacional. El PSUV tiene clara su vida interna, organizada. Se eligieron delegados al Congreso y entre noviembre y diciembre se escogerán los jefes de Círculos del Buen Vivir, de las UBCH y de patrullas. Quienes no pertenezcan a las UBCH o patrullas no están en el PSUV porque no hacen vida interna.
—¿Usted está en una de ellas?
—Sí, en Valencia.
—¿Sancionarán a Héctor Navarro?
—No tengo información; solo sé que él introdujo un recurso. No soy miembro del Tribunal Disciplinario, así que desconozco el curso de esa causa.
—¿Está alzada la militancia del PSUV?
—Son comentarios que no vienen a lugar; eso no es serio. Hable con ellos.
—¿Teme una implosión en el PSUV?
—El PSUV saldrá fortalecido en sus elecciones internas. De allí, nos prepararemos para ganar las parlamentarias en 2015. Allá quienes se mueven en dos aguas: la salida insurreccional y la electoral. Nosotros estamos claritos: la meta es fortalecer la democracia socialista.
ES PROPICIA LA OCASIÓN PARA RECORDAR LO QUE HUGO CHÁVEZ PENSABA DE
VALENCIA PUES TODA ESA RABIA FUE ATIZADA CONTRA ESTA CIUDAD. RECUERDEN ESTE EXTRACTO DEL LARGUISIMO PROGRAMA DOMINICAL:
"Estás de más aquí, José Antonio (PÁEZ), no cabes aquí en este recinto patriótico. No, te le entregaste a la oligarquía valenciana y caraqueña y traicionaste al Negro primero y a los centauros que te adoraron".
"Estás de más aquí, José Antonio (PÁEZ), no cabes aquí en este recinto patriótico. No, te le entregaste a la oligarquía valenciana y caraqueña y traicionaste al Negro primero y a los centauros que te adoraron".
Programa Aló Presidente No. 165, presidido por Hugo Chávez Frías, el 21 de septiembre del 2003.(EXTRACTO)
(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
Hugo Chávez.- Misión Sucre. Hoy, domingo, como lo anunciamos. Hoy es domingo, 21 de septiembre, y es otro día de júbilo.
Un abrazo, desde mi corazón, a todos los venezolanos y a todas las venezolanas.
Aquí estamos, en el despacho presidencial, desde aquí, desde el Palacio del pueblo de Venezuela, para toda Venezuela y el mundo, este Aló Presidente No. 165, 21 de septiembre del 2003. Lo habíamos dicho y hoy estamos cumpliéndolo: el censo nacional de la Misión Sucre. Nació la Misión Sucre en honor -enfóquenme allá la estampa que recogió Tito Salas- al Gran Mariscal de Ayacucho.
Todos los días lo veo cuando me siento aquí, y uno se inspira en la figura legendaria. Enfócalo completo. ¿No podrás enfocarlo completo, el cuadro completo?, para que todo el país vea esta obra original del gran pintor venezolano Tito Salas. ¿No se podrá poner vertical la cámara, captar solo el cuadro? Parece que no se puede poner una cámara vertical así como la cámara fotográfica. A ver, ahí están los muchachos… No, así no se ve bien. Acércalo más entonces. Las luces que están allí… Ahí está bien enfocado, correcto, correcto, muy bien, ahí está.
Ese es un cuadro original, al óleo, de Tito Salas, gran pintor venezolano. Vean ustedes. Ahí está el general Sucre, el gran cumanés, Antonio José de Sucre. Hay unos detalles allí. Qué linda es la pintura. Yo quise ser pintor en una época, e incursioné un poquito en la pintura, llegué hasta pintor ingenuo.
Bueno, ahí está Sucre, el Mariscal. El próximo año estaremos celebrando 180 de Ayacucho, y en el año 2005 los 180 de la creación de Bolivia: Sucre, su primer presidente. ¡Qué grande fue el Mariscal Sucre! Vamos a recordar lo que dijo Bolívar en una ocasión.
Aquí estoy leyendo este libro de Cunar Mendoza Loza, un historiador boliviano. Este libro es impresionante, porque recoge, sobre todo, esta época en la cual Sucre organizó a Bolivia. Este libro se llama Sucre y la organización de la República de Bolivia en 1825.
Yo les he dicho a mis amigos los bolivianos, que en el año 2005 celebraremos pues los 180 años de la creación de Bolivia, para honor de Bolívar y para honor de Sucre, el Gran Mariscal, y del pueblo boliviano, en primer lugar, y de los pueblos de Suramérica, los pueblos bolivarianos.
Yo les he dicho a mis amigos los bolivianos, que en el año 2005 celebraremos pues los 180 años de la creación de Bolivia, para honor de Bolívar y para honor de Sucre, el Gran Mariscal, y del pueblo boliviano, en primer lugar, y de los pueblos de Suramérica, los pueblos bolivarianos.
Miren, Sucre no solo fue el Gran Mariscal de Ayacucho, como le conocemos, ¿no? El Gran Mariscal de Ayacucho y ya. No. Antonio José de Sucre a los 16 ó 17 años ya andaba en batalla en la Primera República, y fue edecán de campo del generalísimo Francisco de Miranda.
Yo el otro día me puse a pensar que en vez de José Antonio Páez ahí deberíamos tener a Miranda. Aquí falta Miranda y sobra Páez. Todo mi respeto al centauro, pero… Estás de más aquí, José Antonio, no cabes aquí en este recinto patriótico. No, te le entregaste a la oligarquía valenciana y caraqueña y traicionaste al Negro primero y a los centauros que te adoraron.
Claro, cuando Tito Salas pintó estos cuadros, no teníamos muy claro aquí, seguramente, la significación.
Urdaneta, leal soldado, para honra de los zulianos, ¿no?, para honra zuliana. El general Rafael Urdaneta, leal hasta el final.
Cuando trajeron los restos de Bolívar, años después de su muerte, el general Rafael Urdaneta quiso vestir su informe de gala y se uniformó por última vez en su vida. Tenía años retirado sin uniformarse. Vistió sus galas y comandó la parada, comandó la gala militar que le dio la bienvenida a los restos de Bolívar que subieron desde La Guaira en su carroza fúnebre, y aquel pueblo que salió a recibir los restos mortales del Gran Libertador.
¡Salve!, pues, mi general Rafael Urdaneta. Sucre por allá y Bolívar. Allá debería estar Miranda, debería estar Miranda; pero, bueno, está Páez, mi general Páez, el león de Payara, el tigre de las Queseras y el corderito de la oligarquía.
¡Salve!, pues, mi general Rafael Urdaneta. Sucre por allá y Bolívar. Allá debería estar Miranda, debería estar Miranda; pero, bueno, está Páez, mi general Páez, el león de Payara, el tigre de las Queseras y el corderito de la oligarquía.
Bueno, eso hay que decirlo, para que no nos caigamos a mentiras y nos escondamos. No, José Antonio Páez permitió que a Bolívar lo expulsaran de Venezuela. José Antonio Páez no permitió que el Mariscal Sucre entrara, apenas lo dejó llegar hasta San Cristóbal, y mandó a un oscuro general a evitar que Sucre regresara a Venezuela. Bolívar lo había mandado desde Bogotá, como un último intento. Conocedor Bolívar de la capacidad negociadora del Mariscal Sucre.
Del general Sucre, Bolívar dijo: “El general Sucre, donde va, va el alma del ejército.” El general Sucre fue quien negoció el tratado de regularización de la guerra con los españoles, y el general Sucre fue el que organizó el encuentro de Bolívar y Morillo; él organizó todo aquello, porque era en verdad un líder militar, un gran estratega, un gran capitán, pero era un gran político, armador de política.
Bolívar lo dijo, repito, donde va el general Sucre, va el alma del ejército. Bolívar lo quería como a un hijo, pues; el hijo que no tuvo Bolívar, el hijo natural que no tuvo, lo consiguió en el Mariscal Sucre, y se lo mataron, se lo mataron. Por eso cuando muere Sucre, Bolívar se echa, y se rinde y muere también, y cuando matan a Sucre, y él sale a los días, pues lanzó aquella frase: “Han matado al Abel de Colombia.” Y dijo: “Dios, si tienes justicia, lanza un rayo de tus manos sobre el monstruo que ha matado a Sucre.” Tenía apenas 35 años Antonio José de Sucre cuando murió. El había nacido allá en Cumaná, tan querida, en 1795. Casi pudo haber sido hijo de Bolívar. Cuando Sucre nació en Cumaná, Simoncito Bolívar tenía 12 años, ya andaba correteando travieso por el valle de Caracas con Simón Rodríguez.
Después la vida los unió, y ya Miranda estaba planificando cómo venir… Cuando Antonio José de Sucre nació, ya Miranda era el generalísimo. No, no era generalísimo todavía, fue generalísimo en 1811, aquí, al lado de Sucre, por cierto; pero ya Miranda había estado en la revolución de Estados Unidos, con Washington, ya era Mariscal de Francia, era coronel español; pero, por supuesto, dejó las fuerzas del Rey de España. España lo declaró traidor, fue traidor a España, sí, pero no fue traidor al pueblo venezolano y a Venezuela, su patria, fue un verdadero patriota, Francisco de Miranda, el gran caraqueño.
Entonces, Sucre, vean ustedes esto. Este libro vale oro, este libro me lo dejó María Isabel -a ella se lo regalaron en 1999, y ella, la madre de Rosa Inés, María Isabel, desde aquí la saludo, y a la familia-, me lo regaló. Anoche estuve leyendo algo, creo que lo subrayé, aquí está. Sí, señor: “Organización republicana.” Sucre era un gran organizador, y por eso hemos tomado de él la inspiración del nombre de la Misión Sucre.
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