¿Qué es un ICONO RELIGIOSO?
La palabra icono es una palabra griega eikoon que significa imagen. Los iconos son pues imágenes de Jesucristo ,la Madre de Dios y los santos que veneran en la iglesia ortodoxa de los países de Europa y Rusia.
En los templos de las Iglesias de Oriente existe entre el altar y el pueblo asistente a la liturgia un cercado de madera en el que se cuelgan grandes iconos que representan la mediación humana de los que Dios ha escogido como mediadores. Este sitio se llama iconostasio que quiere decir el lugar de las imágenes .El icono ha sido en el oriente cristiano un medio de evangelización, pues la propagación del cristianismo se realizo entre pueblos muchas veces incultos. En las iglesias orientales se produjo una gran controversia sobre las imágenes. Ni judíos ni musulmanes se habían atrevido a representar en imagen la divinidad porque no reconocen que Dios se ha hecho hombre. Por ello los iconos orientales se incorporaron a la liturgia y constituyen afirmaciones de la fe de la iglesia. Datan de los mismos orígenes del cristianismo, siglo I después de Cristo y los mas antiguos que se conservan son de los siglos VI Y VII. Las primeras imágenes las encontramos en catacumbas. Los iconos son meras alegorías, dueñas de un lenguaje especial. Estas imágenes suelen estar pintadas a temple sobre una tabla, poseen funciones múltiples: completan la enseñanza del evangelio y sirven a la piedad publica . Los iconos inicialmente fueron pintados por monjes, muchos de ellos pasaban varios días de oración antes de pintar y mientras pintaban. Debían mostrar en el icono no solo una figura sino su relación con Dios. Por ello el icono no es meramente un retrato sino una invitación al encuentro con Dios. Las reglas de la iconografía han ido evolucionando con el tiempo.
La simbología de los colores tienen un lenguaje propio y son portadores de un lenguaje místico. Hablar de los colores en los iconos es hablar de la luz, ya que en ellos la luz no proviene de ningún lugar especifico pues las figuras están inmersas en la luz. El fondo esta compuesto por un pigmento aplicando hojas de oro, que representa la luz de Dios, por tanto cualquier figura representada en ellos esta llena de luz divina. El color negro representa la muerte, el caos pues sin luz la vida deja de existir, el rojo es un color ampliamente usado en los mantos y en las túnicas de Cristo y los mártires , el púrpura es utilizado para las mas finas sedas ya que este color esta reservado para el poder imperial y para algunos reyes, el color azul es un color relacionado con la divinidad, el verde representa la naturaleza y la vida sobre la tierra y la renovación espiritual , y el marrón y en la iconografía es usado para pintar las caras. Estos colores citados son los únicos que pueden ser empleados en los iconos , el uso de otras combinaciones queda fuera de toda regla icnográfica pues no contienen ninguna simbología. La figura humana en los iconos no esta basada en los aspectos físicos, la figura humana esta exenta de cualquier realismo pretendiendo hacer patente el mensaje espiritual de los iconos, puesto que la belleza interior tiene primacía sobre la estética, pues el icono pretende simplemente cumplir con la misión evangélica. El icono desconoce el espacio tridimensional y sus personajes sin relieve alguno están engrandecidos o empequeñecidos en función de su rango honorífico y de su significado interno. En los iconos la cabeza humana no mantiene proporción con el resto del cuerpo, pues en ella radica la inteligencia y la sabiduría, así como es receptora de las luces de Dios. La cabeza femenina siempre es representada por un manto, ocultando por completo el pelo. Las cabezas de Cristo ,la Virgen , los Ángeles, y los Santos están rodeadas de un nimbo dorado que representa la luz de Dios. El rostro de las imágenes es el centro espiritual de las imágenes ya que sugieren virtudes. Generalmente el rostro esta mirando siempre hacia el centro así mantienen un contacto directo con quienes las observan, la iconografía rechaza tajantemente que sea representada la nuca . Los ojos de las figuras son extremadamente grandes y se encuentran enmarcados por cejas muy arqueadas, están fuera de toda proporción. La nariz se representa muy aguda y alargada, es dibujada de esa manera para poder captar solamente el olor de lo sagrado. La boca en los iconos es anulada como órgano sensorial, pintándola extremadamente fina y con dos triángulos que simulan ser labios, siempre permanecerá cerrada por que la verdadera oración se hace en silencio. Las orejas son representadas de dos maneras, extraordinariamente grandes en algunos santos para indicar que eran atentos a escuchar la llamada divina , y en la mayoría de los casos son invisibles ,de esa manera el personaje es ajeno a los ruidos del mundo y solamente oye las voces de su interior. El mentón se representa fuerte y enérgico aun en las figuras femeninas. El cuello se representa muy alargado ya que es el medio por el cual el cuerpo recibe el aliento vivificador del espíritu. El cuerpo es representado alto y delgado, sin volumen, los amplios ropajes ocultan cualquier apariencia sexual , la delgadez del cuerpo indica la superioridad del espíritu sobre la carne. Los brazos aparecen cubiertos por un manto y de la bocamanga surgen las manos, los dedos son siempre sumamente largos y delgados que simulan ser cables conductores de la energía espiritual.
El paisaje ocupa un plano secundario, los árboles y arbustos son pequeños , las casas y los edificios no mantienen ninguna escala con el reto de la pintura y sus puertas y ventanas están localizadas sin ningún concierto, lo cual quiere decir que las cosas terrenales son perecederas. Los nombres de los personajes que aparecen se encuentran escritos en caracteres griegos o cirílicos según su lugar de procedencia , sobre un fondo dorado, la imagen de cristo siempre esta acompañada por las letras IC XC.
En conclusión los iconos dejan de ser una obra pictórica para convertirse en un objeto litúrgico, pues su significado va mas allá de lo que la vista pueda advertir. Su simbología esta obtenida por textos sacados de las sagradas escrituras, que son interpretadas al pie de la letra, la técnica ,el simbolismo, el color, la disposición, y los motivos representados no provocan solo admiración estética sino que también interpretan al espíritu ,convirtiendo a los iconos en vehículos de oración y elevación espiritual y moral.
La Virgen del Perpetuo Socorro es una advocación mariana. La imagen original es un icono procedente de Creta y venerado en Roma en la iglesia de los Agustinos, a finales del siglo XV, y desde 1866 en la iglesia romana de San Pedro. La datación del icono es difícil de precisar. Unos los sitúan entre siglos X y XI, y otros a comienzos del siglo XV. Su festividad se celebra el 27 de junio
Historia
El icono original está en el altar mayor de la iglesia de San Alfonso, muy cerca de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. El icono de laVirgen, pintado sobre madera, de 21 por 17 pulgadas, muestra María con el Niño Jesús. El Niño observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura Pasión mientras agarra fuertemente con las dos manos la de su Madre, quien lo sostiene en sus brazos. El cuadro recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte.
Según una tablilla colocada antiguamente al lado del icono con los orígenes de la imagen, la cuna de este cuadro fue la isla de Creta, en el mar Egeo. Un mercader sustrajo el icono de una iglesia, lo escondió entre su equipaje y se embarcó rumbo a otras tierras. Durante la travesía sobrevino una gran tempestad y los pasajeros se encomendaron a Dios y a la Virgen. La leyenda cuenta que el mar recuperó su calma y el pasaje arribó a puerto seguro.
Poco después el mercade llegó a Roma con el cuadro y, tras algunas resistencias de la familia, el icono pasa a ocupar un lugar preferente en la iglesia de san Mateo, regentada por los agustinos. Era el año 1499, en tiempos del papa Alejandro VI. La iglesia de san Mateo era un templo menor entre las grandes basílicas de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor. Allí permaneció la imagen del Perpetuo Socorro durante trescientos años. Los escritores de la época narraron ampliamente los milagros atribuidos a la imagen. El siglo XVII parece ser el más intenso en la devoción y culto a la Virgen del Perpetuo Socorro.
En febrero de 1798, con la invasión de Napoleón, sus tropas se apoderan de Italia y destruyen en Roma más de treinta iglesias, entre ellas la de San Mateo. Los religiosos agustinos salvan el icono y se lo llevan consigo a una pequeña capilla, quedando allí sin culto popular y en el olvido.
En 1855 los Redentoristas compran unos terrenos al lado de la Via Merulana, muy cerca de Santa María la Mayor. Se llamaba Villa Caserta y en su interior algún día estuvo edificada la iglesia de San Mateo. A través del padre Miguel Marchi se descubre en 1865 el paradero del icono. El 11 de diciembre de 1865, los hijos de San Alfonso María de Ligorio, solicitan al Papa la concesión del Perpetuo Socorro. El 19 de enero de 1866 la imagen regresa a la iglesia de San Alfonso, en el mismo emplazamiento donde había estado tres siglos.
Restaurada la imagen, ocupa el centro del ábside de la iglesia de San Alfonso y su devoción e influencia se extiende a los cinco continentes. El Papa Pío IX dijo, en la audiencia al Superior General de los Redentoristas el 11 de diciembre de 1865: "Den a conocerla a todo el mundo". Juan Pablo II, en su autobiografía "Don y misterio", al referirse a los orígenes de su vocación sacerdotal, afirma: "No puedo olvidar la trayectoria mariana. La veneración a la Madre de Dios en su forma tradicional me viene de la familia y de la parroquia de Wadowice. Recuerdo, en la iglesia parroquial, una capilla lateral dedicada a la Madre del Perpetuo Socorro a la cual por la mañana, antes del comienzo de las clases, acudían los estudiantes del instituto. También, al acabar las clases, en las horas de la tarde, iban muchos estudiantes para rezar a la Virgen".
Descripción del icono
La imagen o icono original del Perpetuo Socorro está pintado al temple sobre madera. Mide 53 cm de alto por 41,5 cm de ancho.≮ Sobre un fondo de oro destacan cuatro figuras. En el centro, llenándolo todo como protagonistas, la Virgen María y el Niño Jesús; y en un lejano segundo plano, los dos arcángeles Miguel y Gabriel con los instrumentos de la Pasión. Según costumbre oriental, cada personaje está identificado por una inscripción griega en abreviatura.
La Virgen es mostrada sólo de medio cuerpo y de pie. Viste una túnica de color rojo abrochada en el cuello y un manto azul marino que la cubre desde la cabeza. Bajo el manto apunta una cofia de color verde mar, que recoge y oculta sus cabellos. Tiene sobre la frente dos estrellas. Las coronas de oro y pedrería del Niño y de la Madre son regalos del Capítulo Vaticano para su coronación.
El Niño Jesús descansa sobre el brazo izquierdo de su Madre y se agarra con ambas manos a la mano derecha de María, buscando protección, al contemplar los instrumentos de la Pasión que le aguarda. Su figura es de cuerpo entero, vestido con túnica verde, ceñida con faja roja y de su hombro derecho cuelga un manto de color rojizo marrón. Tiene entrecruzadas las piernas y lleva los pies calzados con simples sandalias, con la peculiaridad que la del pie derecho queda suelta y colgando. Los instrumentos que presenta el Arcángel Gabriel son la cruz griegade doble travesaño y cuatro clavos. El Arcángel Miguel lleva la lanza y la esponja. Ambos arcángeles ocultan sus manos que sostienen un pomo con los símbolos de la Pasión. Los abundantes pliegues y sombreados de las vestiduras van profusamente marcados en color oro.∈
Las abreviaturas griegas que hay escritas sobre el icono significan 'MP-ΘΥ (Μήτηρ Θεού, Madre de Dios en idioma español, inscripción que se halla en la parte superior del cuadro); OAM (Ο Αρχάγγελος Μιχαήλ, El Arcángel Miguel, inscripción en el lado superior izquierdo); OAΓ (Ο αρχάγγελος Γαβριήλ, El Arcángel Gabriel, inscripción en el lado superior derecho); y Iς-Xς ( Ἰησοῦς Χριστός, Jesús Cristo, al lado del Jesús Niño), respectivamente.
Mensaje del icono
María del Perpetuo Socorro es un icono bizantino de la escuela cretense, una imagen representativa de la Virgen de la Pasión. La interpretación general es clara. Los arcángeles Gabriel y Miguel presentan a Jesús niño los instrumentos de sus sufrimientos futuros. Al contemplar esta dramática visión, el Niño, en su condición de hombre mortal, se asusta y se estremece y en un brusco movimiento busca socorro en los brazos de su Madre, a cuya mano se aferra con fuerza. El susto y movimiento brusco del Niño están expresados por la contorsión de piernas, el repliegue del manto y la sandalia desprendida.
El icono representa la realidad teológica completa de la Redención por la Pasión. Los instrumentos de la Pasión no son sólo presagio de dolor y muerte, aparecen en las manos ‘veladas’ como trofeo y símbolo de victoria lograda.
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