DOMINGO, 23 DE NOVIEMBRE DE 2014
Sagitario nos lleva a la inmortalidad
Tomado del blog "Termómetro Zodiacal" de Pedro González Silva.
El Sol acaba de entrar a Sagitario, activando sus características esenciales, que nos envolverán a todos, cada quien a su manera y en circunstancias diversas, hasta el 21 de diciembre.
En este ciclo sagitariano podemos vivir con más conciencia las particularidades de esta zona del zodíaco, que favorece el ambiente para conectarnos con nuestros poderes creadores.
Sagitario se relaciona con el sentido de trascendencia del ser humano, nos conecta con la inmortalidad. Nuestro ser físico está limitado en el tiempo, pero lo que nosotros creamos, la huella que podemos dejar, se prolonga, nos trasciende.
Después de desaparecidos físicamente, podemos seguir viviendo a través de la obra que dejemos, como un escritor sigue vivo cada vez que alguien lee un libro de él, o un músico cada vez que alguien interpreta una de sus obras.
Las energías de Sagitario nos mueven a crear, a trascender; es el signo de la filosofía, de la mitología. Las ideas son inmortales, los seres mitológicos, las leyendas, siempre viven en el inconsciente colectivo.
Como seres conscientes, aprendemos cosas, pero somos capaces de mucho más que aprender, somos capaces de crear sobre la base de lo aprendido, de desarrollar nuestras propias ideas: ese es el principio sagitariano, la mente abstracta, la idea de algo que formamos en nuestra imaginación para luego hacerlo realidad.
Sagitario nos conecta con el sentido de trascendencia a través de la búsqueda espiritual, que nos lleva a entender que somos mucho más que el cuerpo físico, que nos lleva a expandir la mente, a conectarnos con la inmortalidad del espíritu. Sagitario es el arquero que con su flecha apunta hacia arriba, al infinito.
Sagitario nos conecta con la necesidad de la vivencia directa, de experimentar por nosotros mismos, nos da el sentido autodidacta. Es el conocimiento superior que no está en los libros, sino en tu propia vivencia, en el desarrollo de tu propia experiencia, de tu propia investigación, en el acto de pensar.
Es un signo de fuego, activo, impulsivo, que nos ayuda a dar el “salto en el vacío” para aventurarnos a mundos nuevos y desconocidos. Lo rige Júpiter, astro de la buena fortuna y el éxito, porque nuestros mejores logros provienen de nuestra necesidad de no estancarnos en la rutina, de nuestra capacidad de pensar y crear.
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