Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

En emotiva ceremonia fueron entregados los Premios Nacionales de Cultura a 11 creadores venezolanos en los espacios de la Casa del Artista, en Caracas, reconoció a mucho más de 330 años de vida consagrados al enriquecimiento cultural de los venezolanos, a la preservación de las tradiciones, el rescate de la memoria y al aporte de nuevos hallazgos para la creación estética.

¿Vale la pena vivir por el arte?"

En emotiva ceremonia fueron entregados los Premios 

Nacionales de Cultura

Fueron reconocidas 11 meritorias trayectorias

FUERON RECONOCIDAS 11 MERITORIAS TRAYECTORIAS


Caracas, diciembre 2 - El Premio Nacional de Cultura, galardón bienal
entregado este martes a 11 creadores venezolanos en los espacios de la 
Casa del Artista, en Caracas, reconoció a mucho más de 330 años de 
vida consagrados al enriquecimiento cultural de los venezolanos, a la 
preservación de las tradiciones, el rescate de la memoria y al aporte 
de nuevos hallazgos para la creación estética.

En una ceremonia amenizada por las presentaciones de los bailarines
de la Escuela de Danza Jean Piaget y piezas musicales interpretadas
por Nuevo Mundo Jazz Band, Saúl Huerta, en la mención Artes
Plásticas; Laura Antillano, por Literatura; Carlos Márquez, Teatro;
Juan Carlos Núñez, Música; Franciso Sesto, Arquitectura; José Enrique
Castillo, Cine; Pablo Krisch, Fotografía; Ramón Tovar, Humanidades,
y Juan Monzón en Danza, recibieron de manos del ministro de Cultura,
Reinaldo Iturriza, y la presidenta de la Casa del Artista, Lisset Torres,
una medalla y un diploma que representan una vida dedicada a
la creación.

A los merecedores del galardón 2012-2015 mencionados, se sumaron
dos nuevas categorías, Artesanía y Saberes Populares, que fueron
inauguradas por la tejedora guaiquerí Teodora Jimenez y el
maestro del barro Jesús "Chucho" Coello, respectivamente, como 
parte del proceso revolucionario que ha llegado también a esta 
premiación, otrora dedicada a las élites y, por ello, invisibilizadora 
de tanta cultura popular regada por las regiones venezolanas.

Trabajar, amar y vivir

Para este premio se recibieron más de 700 postulaciones, en las
que el único requisito es contar con 30 años de trayectoria, y se
desplegó un equipo por cada gabinete cultural estadal que revisó 
exhaustivamente fotografías, muestras, testimonios, historias, vidas, 
que dan cuenta de que el trabajo y el amor son la mejor combinación 
para que la vida se convierta en una trayectoria digna de 
recordar, replicar y difundir.

Caracas, diciembre 2 - "Uno tiene que amar su trabajo para poder
vivir", dijo sencillamente Teodora, quien a los ocho años aprendió
el oficio de su abuela, en Santa Ana, Nueva Esparta. Desde entonces 
se dedica a reivindicar el saber ancestral del tejido en los incontables 
chinchorros que ha elaborado en su telar, que al principio no fue 
más que dos palitos de leña que utilizó para tejer su primera
 hamaquita, muy pequeña, como para una muñeca, de colores 
azul y blanco.

El evento, conducido por la periodista Marialcira Matute, comenzó
con un homenaje a más de una veintena de premios nacionales que
fallecieron entre los años 2014 y 2015.

El recordatorio se hizo con un video de impecable realización,
elaborado por el equipo audiovisual de la Casa del Artista, que
contenía fotografías de personajes como Simón Díaz, Carlos 
Noguera, Luisa Ritcher, Luis Brito, Luis Pastori, Gladys Meneses, 
Oswaldo Vigas, Bertha Moncayo, Reina Herrera, Víctor Valera, 
entre otros. No faltaron lágrimas asomándose en los ojos del 
público por la nostalgia de recordar tanta experiencia y amor 
dado a Venezuela.

Posteriormente, un audiovisual con testimonios de los propios
galardonados dio a conocer uno detalles más de su realización
cultural, más allá de sus obras, de cómo se decidieron a ejercer
sus labores para terminar siendo ejemplo de lo que es creer en sí 
mismos.

Así, Laura, la autora de La luna no es pan de horno, que se considera
ante todo incansable lectora, contó que su deseo de ser escritora
nació de los intercambios entre su madre Lourdes Armas
(pintora) y Sergio Antillano (periodista); mientras que Castillo
recordó que su primer dibujo animado Conejín, que fue premiado 
en el Festival de Philadelphia (1975), fue inspirado por un niño 
que, en sus años de estudiante para periodista en la UCV, le 
dijera que nunca había visto una comiquita venezolana.

Entre video y video, entre baile y baile, se fue mostrando el
trabajo fotográfico de Pablo Krisch en el mismo telón blanco,
que eventualmente se llenaba de luces entre las presentaciones,
se mostraron los rostros de los homenajeados fallecidos en 2014
y 2015 y los testimonios de los nuevos premios nacionales.

A la lectura de los veredictos, le precedió un discurso de la
presidenta de la Casa del Artista, Lisset Torres, quien desde su
sensibilidad casi lírica hizo reflexionar a todos sobre si vale la
pena vivir por el arte.

Recordando a un joven que aprendió de su padre el tratamiento
del barro con solo 10 años, que a los 16 ya era un albañil de
primera (Coello), y que hoy con 86 años ha sido el maestro de
más de 300 alarifes que ahora enseñarán a otros más a preservar
este oficio autóctono, Torres volvió a preguntar: "¿Vale la pena
vivir por el arte?".

Igualmente lo hizo cuando recordó la labor del profesor,
historiador e investigador de la geografía Ramón Tovar, el
autor de Venezuela, país subdesarrollado y Geografía de
América Latina; cuando describió la trayectoria nacional e
internacional del exponente de danza contemporánea Juan
Monzón y al hablar del miembro fundador de la Asociación
Venezolana de Artistas Plásticos (AVAP), única organización
del gremio en el país, que reúne a más de 38.000 creadores,
Saúl Huerta.

Posteriormente, los artistas subieron uno a uno al escenario para
recibir las preseas y la Casa del Artista estalló en aplausos. Aplausos
para aquellos que creen en sí mismos, para aquellos venezolanos
que han demostrado que sí vale la pena vivir por el arte en esta
tierra caribeña, llanera, amazónica, andina y bendita; aplausos
que casi tumban la sala Juana Sujo cuando fueron los turnos de
Jiménez, Castillo, Márquez y Núñez. Gran parte del público se
puso de pie como muestra de su admiración a los galardonados.

Seguidamente, La canción del Lunerito del Cantor del pueblo,
Alí Primera, fue interpretada por el dúo femenino Sur Consciente 
en honor a los niños y jóvenes, que son los destinatarios prioritarios 
de todo este esfuerzo por reivindicar la cultura, como lo señaló 
el ministro Iturriza.

Chávez, maestro y cultor de la Revolución

"Estaré en alma allí. Será un honor inmenso recibirlo en representación
de mi padre", decía el mensaje enviado por la hija de Hugo Chávez,
Rosinés, cuando se le informó que para esta edición del Premio
Nacional de Cultura se entregaría una mención honorífica post
mortem al Maestro, Creador y Cultor de la Revolución Bolivariana; 
reconocimiento que fue propuesto en el Congreso Nacional de Cultura 
realizado en octubre de 2014.

En los instrumentos de Nuevo Mundo Jazz Band sonó Linda
Barinas junto al zapateo enérgico de los Pioneros del Llano.
Las tablas de la Juana Sujo se estremecieron y el público volvió a 
explotar en alegría como diciendo: "Definitivamente, vale la pena 
vivir para el rescate y cultivo de la cultura venezolana".

Como parte de la premiación, desde hace algunos años, a los
ganadores se les asigna una pensión del Instituto Venezolano de 
Seguros Sociales (IVSS), lo que lo convierte en el único 
reconocimiento en el mundo que otorga una asignación mensual 
de por vida a cada artista y cultor, atención en materia de salud, 
recreación, la posibilidad de dictar talleres en todo el país y, en 
esta ocasión, 100.000 bolívares.

Desde ya está abierta la convocatoria para la próxima entrega,
en la que se incluirá la categoría Diseño Gráfico, como parte de
la adaptación del galardón, que se entrega desde 1940,
a los nuevos tiempos.

Estos son los nuevos Premios nacionales de Cultura:

Carlos Márquez

La trayectoria de 70 años del actor venezolano Carlos Márquez,
de casi 90 años de edad, es reconocida con el Premio Nacional de
Cultura 2012-2014, en su mención Teatro, arte que asumió como
una forma de vida, tal y como él mismo lo ha afirmado en distintas
entrevistas a medios de comunicación.

En su monólogo Inolvidable, escrito por José Gabriel Núñez y dirigido
por Ibrahim Guerra, presentado en distintas salas de Caracas y
por el que recibió innumerables ovaciones, cuenta que fue a los
nueve años cuando comenzó el primer grado de educación; a los
50 se graduó de bachiller; a los 63 obtuvo en la Universidad Central
de Venezuela (UCV) la licenciatura en Artes.

Carlos Márquez.Nació el 19 de abril de 1926 en el estado
Sucre. En 1936, a los 10 años, el actor se mudó a Caracas .En 1950
estuvo casado con la actriz argentina Juana Sujo, con quien fundó la
Sociedad Venezolana de Teatro y también el Teatro Los Caobos, lo
cual fue un gran aporte a la profesionalización de la actividad escénica.

Márquez también se casó con la actriz Dolores Beltrán, quien
murió en 2014. Entre las telenovelas destacadas en las que participó
Márquez se encuentran La fiera, Leonela, Bienvenida Esperanza 
y Mi gorda bella.

Siempre será inevitable recordarlo por su popular personaje de
Eleazar Meléndez, que interpretó en la telenovela La Fiera,
protagonizada por Doris Wells y José Bardina en 1978.

Ramón Tovar

La labor del venezolano Ramón Tovar López, docente e investigador
con más de 50 años de trayectoria, será reconocida este martes 1
de diciembre con el Premio Nacional de Cultura en la mención 
Humanidades.

Hijo del estado Carabobo, Tovar López nació en el año 1923.
En 1950 egresa de la Especialidad de Ciencias Sociales del
Instituto Pedagógico Nacional y más tarde realiza estudios de
postgrado en el Instituto de Greografía de la Facultad de Letras
de la Universidad de Estrasburgo. Allí, recibe el diploma en
Estudios Superiores, en 1960.

Ramón Tovar Ha basado su trabajo en la construcción
de un hombre crítico y relacionado con su entorno, por lo cual 
ha desarrollado trabajos de análisis en diferentes campos de la 
sociedad, los cuales más tarde ha compartido con alumnos de 
forma pedagógica.

Reposan en su haber diferentes títulos tales como La geografía,
ciencias de síntesis; La población de Venezuela; Venezuela país
subdesarrollado; El programa lo hace el profesor, entre otros,
refiere información publicada en el sitio web de la Casa del Artista,
institución encargada de entregar el galardón.

Farruco Sesto

El arquitecto y escritor Francisco Sesto Novas recibirá el Premio
Nacional de Cultura en reconocimiento a su trayectoria. También
conocido como Farruco Sesto, nació en la ciudad de Vigo, en España, 
en 1943. Formó parte del gabinete presidencial del comandante 
Hugo Chávez y asumió la dirección del Ministerio de Cultura, que 
por primera vez, creaba la Revolución Bolivariana.

En 2008 fue nombrado ministro del Despacho de Vivienda y
Hábitat, brindando sus conocimientos a la Misión Vivienda
Venezuela, convertida años más tarde en Gran Misión por el
presidente de la República, Nicolás Maduro, y cuyo proyecto asume
para este 2015 la construcción y entrega de un millón de viviendas
dignas para el pueblo.

Francisco Sesto Información publicada en el sitio web de la Casa del
Artista refiere parte de las obras realizadas por Farruco Sesto:
El Mausoleo del Libertador y el Conjunto Monumental del Panteón
Nacional; el Conjunto Cultural Plaza del Alba y también el
Monumento al 19 de abril. Se incluyen en esta lista, además,
urbanismos de la Gran Misión Vivienda Venezuela.

Actualmente, asume la vicepresidencia del Instituto de Altos
Estudios del Pensamiento Hugo Chávez, institución dedicada a
la promoción de la vida y obra del líder socialista.

Su labor también ha sido reconocida por eventos como la Feria
Internacional del Libro de Venezuela (Filven) que en su edición
en 2014 rindió homenaje a la labor de Sesto por la promoción
de la cultura venezolana.

Teodora Jiménez, una ilustre margariteña tejedora de sueños

A Teodora Jiménez sus amigas le dijeron una vez que al casarse
y tener hijos abandonaría el oficio de entrelazar coloridos hilos 
y construir con ellos las hamacas que ya son célebres no sólo en 
el estado Nueva Esparta, zona insular de Venezuela, sino en 
toda la región oriental. Estaban equivocadas.

“Empecé en esto cuando tenía diez añitos y ahora tengo 87.
No le he dejado nunca, ni cuando me tocó tener hijos, ¡y tuve
cinco! Amo este trabajo porque lo aprendí de mi abuela y ella
lo aprendió de su mamá. Es una tradición familiar que viene
desde mis bisabuelos y más allá. Es algo que respeto y mantengo”,
afirma convencida esta artesana residente de Santa Ana,
capital del municipio Gómez, ubicado al noreste de la isla de Margarita.

Teodora no prestó atención a las amigas que auguraban su retiro
y se hizo acreedora del Premio Nacional de Cultura, mención
Artesanía edición 2012-2014, gracias a sus manos expertas y su
sensibilidad creadora.teodorajimenez1448564439
Es hija ilustre de Santa Ana, distinción que le fue otorgada por la
Alcaldía de Gómez y reconocida en su labor como tejedora por
la Fundación Casa del Artista en 2014.

“Yo decía que casada o no, seguiría teniendo las mismas manos y
los mismos hilos, y continué tejiendo, a pesar de que fui quedando
solita con mis hijos. Quedé sin hermanos, sin esposo, sin madre, y
aún así, seguí atendiendo el telar. En verdad, cuando uno ama su
trabajo, no quiere dejarlo. Yo dejaré de tejer cuando me muera”,
sostiene.

Esta dedicación ha convertido a doña Teodora Antonia Jiménez
Villarroel en un reconocido valor cultural de la jurisdicción de
 Gómez, famosa no sólo por sus atractivos turísticos sino por la
artesanía que incluye las hamacas y chinchorros que esta alegre
señora y otros artesanos elaboran. También por los mapires de
Pedro González, las alpargatas en Altagracia o las piezas en
arcilla realizadas en El Cercado.

Para ella elaborar una hamaca es mucho más que generar una
pieza artesanal. Refiere que sentarse frente al telar implica un 
supremo acto de creación: “Yo me siento como si fuera una mamá. 
Para mí todas esas hamacas son como hijitos”.

La creación una hamaca o un chinchorro que luego se convierte
en una pieza artesanal podría sonar como rutinaria a los oídos de
los desprevenidos: “Bajo mi telar, paso mi hilo y empiezo a pensar
en colores y formas. Ahí me mantengo horas y horas”.

Nos recuerda que un telar rústico está formado por 4 palos, dos
verticales llamados “horcones” y dos horizontales llamados
“varas”, más dos varitas delgadas llamadas “latas” ó “varillas
de cruce”.

Sobre el proceso de elaboración de la hamaca, explica la artesana,
se va pasando el hilo por encima y por debajo de las varas,
guiándolo una vez por fuera y después por dentro de la varilla de
cruzar. Una vez terminados estos movimientos, se hace el
denominado “enlice” una especie de cadeneta que conecta los hilos
urdidos. Cada hamaca puede llevarle unos cinco días de labor.

Teodora está contenta de poder transmitir esta tradición familiar
a las nuevas generaciones. Afirma que sus hijos y nietos ya han
aprendido a tejer y mantendrán viva esta práctica por muchos
años más. Su mensaje para ellos es claro: “Trabajar es mejor
que andar en la calle sin hacer nada”.

Ya cercana a los 90 años, sigue demostrando su compromiso como
maestra formadora de generaciones que mantiene viva la
tejeduría de los pueblos originarios del estado Nueva Esparta,
con valores estéticos que integran los saberes de la
pluriculturalidad neoespartana.

La experimentada creadora es una invitada permanente en ferias
regionales y nacionales organizadas en su mayoría por entes
como el Ministerio para la Cultura. “Eso no veía antes. Me parece
bien bueno porque les dan a los artesanos el chance de mostrar
sus trabajos en tantos eventos y les dan respaldo. Además para
mí significa que ahora tengo que trabajar mucho más, pa’ que
la gente vea”.

Todo indica que a Teodora le falta mucho por tejer porque al
hacerlo, no sólo elabora el preciado chinchorro margariteño. Al
entrecruzar hilos y colores ella también teje tributo a su sangre
guaiquerí y teje esos sueños creadores que nunca ha abandonado.

Saúl Antonio Huerta

Saúl Antonio Huerta Sanabria destaca entre el ámbito de las
artes plásticas de Venezuela por ser un excelente dibujante cuya
trayectoria data desde hace 40 años, y que este 1 de diciembre
será reconocida por la Casa del Artista con el Premio Nacional
de Cultura.

Nació en la ciudad de Caracas en 1950. En 1973 egresó de la
Escuela Cristóbal Rojas para luego cursar una especialización
en técnicas gráficas en el Centro Gráfico del Instituto Nacional
de Cultura y Bellas Artes (Inciba) —también ubicado en Caracas
— entre los años de 1972 y 1974.

saulhuerta1448563909Ha servido como profesor en la
Universidad Central de Venezuela (UCV) y también dirigió la
Escuela de Artes Plásticas Rafael Monasterios de Maracay, en el
estado Aragua, durante la década de 1980.

Tres años más tarde regresó a la Escuela Cristóbal Rojas para
impartir clases de dibujo, enseñando a jóvenes artistas diferentes
destrezas que lo diferenciaban entre otros docentes, por poseer
una excelente técnica y capacidad para abordar diferentes propuestas.

Así lo manifestó en 1980 la también artista plástico Elsa Flores,
en una entrevista. “Son sus dibujos sumamente elaborados, de
lenta y escrupulosa gestación, presentan una apariencia
reconcentrada, reflexiva. Su cuidado por una construcción
equilibrada, su análisis del espacio neutraliza el expresionismo
heredado de la otra generación, y que acredita la vasta
influencia de Bacon en la contemporaneidad venezolana”.

Este 1 de diciembre, Huerta Sanabria y otros 10 venezolanos
más representantes de las artes plásticas, serán homenajeados
durante un acto en la Casa del Artista, ubicado en Quebranda
Honda, a pocos metros de la estación Colegio de Ingenieros del
Metro de Caracas.

Ese día, Huerta y otros compañeros recibirán un diploma, una
medalla y un cheque por la cantidad de 100.000 bolívares, más
una licencia que los acreditará para poder expandir sus
conocimientos en instituciones para el estudio ubicadas en
todo el país.

Pablo Krisch

Pablo Krisch tenía sólo 18 años cuando comenzó a trabajar como
reportero gráfico en la ciudad de Caracas, y con ello, ya sentaba
las bases de una extensa carrera dedicada a la fotografía, y que
hoy lo convierten en ganador del Premio Nacional de Cultura
2012-2014, galardón que le será entregado este martes 1 de
diciembre en la sede de la Casa del Artista.

Krisch nació el 9 de julio de 1955. En su formación académica
resaltan estudios de fotografía pura realizados en el Bornemouth
College of Arte, en Inglaterra, donde residió durante tres años.

ablokrisch1448565002De vuelta al país dedica una trayectoria
de más de cuatro décadas captando la belleza de diversos escenarios
naturales, entre ellos las montañas andinas del estado Mérida,
donde vive desde 1990 impartiendo sus conocimientos a jóvenes
interesados en el arte de la fotografía. Al mismo tiempo, ha
trabajado por más de 20 años en la revista semanal Todo en
Domingo del diario El Nacional, y también se ha desempeñado
como fotógrafo corporativo.

Su talento le ha hecho merecer diferentes premios, entre ellos el
Premio Anda y el Primer Premio del Salón de Fotografía de
Fundarte, el cual recibió por su trabajo América Mitológica,
una exploración realizada al parque botánico La Piedra Blanca,
ubicado en el estado Mérida.

Existen dos libros que hacen mención del trabajo de Pablo Krisch:
Uno de ellos editado en 2004 y que lleva por nombre Venezuela
Oculta, donde el artista realizó fotografías de comunidades
indígenas del país, su fauna y también su arquitectura; y otro
titulado Venezuela infinita, publicado en 2009, y que retrata
la belleza de Venezuela y su riqueza natural.

José Enrique Castillo

Más de 40 años en el mundo de la animación han acompañado la
vida artística del realizador, dibujante y periodista José Enrique
Castillo, quien ha sido galardonado con el Premio Nacional de
Cultura 2012-2014, en la mención Cine, el cual le será entregado
este martes 1 de diciembre en la sede de la Casa del Artista.

Castillo ha realizado 23 cortometrajes con la técnica de dibujo
“cuadro por cuadro” sobre una cinta de celuloide, de la cual es
pionero en Venezuela. Ha obtenido reconocimientos desde 1976
en diferentes festivales internacionales de países como Alemania,
Estados Unidos, Canadá, Dinamarca y Japón, con la participación
de sus cortos Conejín, La Hormiga de Hiroshima y Kimono.

osecastillo1448564797En 2004, su corto Fantasía China, de cinco
minutos de duración, un dibujo animado que exalta diferentes
regiones del país asiático, fue seleccionado entre 1.500 participantes
de todo el mundo para representar a Venezuela en el Festival
Internacional de Animación Hiroshima.

“Es un dibujo animado de las diferentes regiones de China que
comienza con el despegue de un cohete espacial de ese país”,
explicó Castillo en una oportunidad.

Jesús Coello Chirinos

El trabajador incansable Jesús Coello Chirinos, quien maneja las
técnicas tradicionales para la reconstrucción y mantenimiento de
las casas de barro suma a los reconocimientos que tiene su oficio
el Premio Nacional de Cultura 2012-2014, mención Saberes
Tradicionales, el cual le será entregado este martes 1 de diciembre.

Lleva 70 años desarrollando su trabajo para la construcción del
barro, oficio que aprendió de sus maestros Polloyo y Agustín
Camacho. Su labor es reconocida en Santa Ana de Coro y en el
Puerto Real de la Vela de Coro, estado Falcón, entre otras
ciudades de Venezuela.

esuscoello1448564031Desde 2006 colabora en la supervisión de
obras de construcción tradicional que se están llevando en el
Centro Histórico de Coro y La Vela, como apoyo al personal
técnico del Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) de la capital 
falconiana.

Actualmente es maestro facilitador de los talleres de técnicas
constructivas de barro, dirigidos a todos los que integran las
brigadas de conservación y protección del patrimonio.

Laura Mercedes Antillano Armas (Caracas1950)

La merecedora del Premio Nacional de Cultura 2012-2014, mención
Literatura, es una de las escritoras referenciales de la literatura
venezolana contemporánea y este martes 1 de diciembre recibirá
este galardón que reconoce su trayectoria en el mundo de las letras.
Hija de Sergio Antillano y la gran artista Lourdes Armas, además
de sobrina del famoso Alfredo Armas Alfonso

Su experiencia y trayectoria abarca el quehacer como narradora,
poeta, ensayista, crítica de cine y fotógrafa, promotora cultural
y titiritera.

lauraantillano1448564092Nació en Caracas el 8 de agosto de 1950.
Estuvo vinculada desde su niñez con Maracaibo, donde estudió
Letras en la Universidad del Zulia, en 1972. Es Magíster en
Literatura Venezolana por la misma universidad y realizó estudios
de especialización en Chile y Estados Unidos. Es profesora jubilada
de la Universidad de Carabobo (UC,) donde también se desempeñó
como directora de Cultura entre 1998 y 2000.

El Centro Nacional del Libre (Cenal) destaca su participación en
el grupo literario La Mandrágora y su labor como productora y
directora del programa de radio La palmera Luminosa, que se
transmite por Universitaria, 104.5 FM desde 1997. Asimismo, es
coordinadora del Área de Literatura Infantil de la Casa Nacional
de las Letras Andrés Bello y preside LA Fundación La Letra
Voladora.

Ha desarrollado una importante obra en el género infantil y juvenil
y ha colaborado en distintas publicaciones periódicas como Papel
Literario, de El Nacional; Zona Franca, Imagen y otras revistas
literarias. En 1970 publicó su primera novela, La muerte del monstruo
Come-piedras, a través de la editorial Monte Ávila, Caracas.

Entre los premios que ha recibido se encuentran el Segundo
Premio de Novela “Miguel Otero Silva”, de la Editorial Planeta,
1990, con Solitaria solidaria; Premio de Poesía de la Bienal
 “José Rafael Pocaterra”, Valencia, 2004, por Migaja, y el Premio
Ministerio de la Cultura, en la categoría Literatura, 2010.

Juan Carlos Núñez

Juan Carlos Núñez es considerado uno de los más importantes
compositores de Venezuela en el ámbito de la música clásica
contemporánea y su obra es reconocida con el Premio Nacional
de Cultura 2012-2014, mención Música, que le será entregado
el 1 de diciembre.

Este músico, compositor, director de orquesta, pianista y arreglista,
cuyas piezas han sido interpretadas por diversas orquestas y
agrupaciones musicales alrededor del mundo, inició sus estudios
musicales en la Escuela de Música José Ángel Lamas, Caracas.
Estudió piano y composición con los maestros Sergio Moreira,
Moisés Moleiro, Vicente Emilio Sojo, Inocente Carreño, Francisco
Rodrigo y Evencio Castellanos.

uancarlosnunez1448564337Durante 1971 decidió abandonar sus
estudios académicos en la institución y se dedicó a componer la
Toccata n.º 1, obra que fue galardonada con el Premio Nacional
de Música en 1972.

En 1973 se trasladó a Varsovia (Polonia) donde realizó estudios
formales con el maestro Stanislaw Wislocki, en las áreas de
composición
y de dirección de orquesta. Tras su regreso a Venezuela, trabajó
como director en los primeros conciertos de la Orquesta Juvenil
de Venezuela.

Entre las orquestas que Núñez también ha dirigido se encuentran
la del Teatro La Fenice (en Venecia-Italia), la Sinfónica Venezuela,
Sinfónica de Maracaibo, Filarmónica Nacional y Sinfónica
Municipal Caracas, las cuales mantienen obras de su autoría
en sus repertorios.

A principios de la década de 1990 trabajó en el Iudem (Instituto
Universitario de la Música) como profesor en el área de
Composición y en 1993 fundó la Cátedra Latinoamericana de
Composición Antonio Estévez.

Juan Monzón

Con más de 46 años de trayectoria en el mundo de la danza, Juan
Monzón nació en el año 1945, en Santa Cruz de Tenerife. Cuando
se trasladó a Venezuela asumió el trabajo como herramienta para
sostener a su familia, desamparada por la ausencia del padre.
Fue a esa edad cuando el niño reconoció que su pasión era la danza.

La oportunidad de pisar por primera vez la tarima de un escenario
llegó en 1959, luego de seis meses bajo la instrucción del bailarín
Grishka Holguin y José “El Negro” Ledezma —ambos
reconocidos por ser dos pilares importantes en la danza
contemporánea— concreta una presentación en el Teatro Nacional.
“Yo soy de la segunda generación de bailarines de danza
contemporánea de Venezuela” reconocería Monzón en ese
entonces, emocionado, cuando apenas ideaba cómo comenzar
una trayectoria en la danza que hoy supera cuatro décadas.

juanmonzon1448564382Años más tarde, cuando ya era reconocido
en el país por su destrezas como bailarín, divide su agenda diaria en
dos empleos: uno que lleva a cabo en Venevisión donde formaba
parte del elenco de bailarines y ganaba 8.000 bolívares mensuales
“un dineral para la época”, y otro que ejercía como profesor en
la Universidad Central de Venezuela.

“En Venevisión ganaba ocho mil bolívares al mes ¡Un dineral!
Mientras que en la universidad ganaba 500 bolívares, y yo allí era
maestro, coreógrafo y bailarín, pero era feliz, porque eso era lo que
yo quería hacer y no me importaba lo que me pagaban, porque
nunca hice danza por dinero. La retribución es de otro tipo”,
declaró Monzón en una entrevista realizada en 2007 y
publicada en el sitio web de Encontrarte.

Con el pasar del tiempo manifestó tener un concepto de la danza
alejado a las normas comerciales marcadas por la televisión y la
moda. “Poner mi creatividad al servicio de eso en lo que no creía,
era sentir que estaba faltando a mis creencias”, expresó el artista,
que tiempo después vio concretada su propuesta en la Escuela de
Danza Contemporánea de Carabobo.

“Con la danza el bailarín eres tú, hay una introspección muy fuerte.
Hay gente que todavía piensa que la danza es un divertimento,
un mero espectáculo y no se da cuenta de que es directamente un
arte transformador. Inyectarles ese pensamiento a los niños, a la
juventud es una herramienta de rescate”, sentenció el bailarín, que
hoy tiene 70 años de edad.

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