Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

sábado, 10 de mayo de 2014

Los museos comienzan a caminar Los expertos hacen balance a propósito del Día del Artista Plástico.

Los museos comienzan a caminar

Los expertos hacen balance a propósito del Día del Artista Plástico.

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La Galería de Arte Nacional, el Museo de Bellas Arte y el de Arte Contemporáneo comenzaron a realizar exposiciones individuales con un margen de duración de hasta tres meses. FOTOS: OSWER DÍAZ MIRELES
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DUBRASKA FALCÓN |  EL UNIVERSAL
jueves 10 de mayo de 2012  
Como si se tratara de una terapia de electroshock, los museos venezolanos parecen haber despertado del letargo. Y aunque artistas plásticos, curadores y críticos, aseguran que su estado de salud aún es delicado, algo sucede en el interior de las salas expositivas. 

Tras cuatro años de inactividad -las exposiciones se realizaban con las colecciones permanentes, las muestras llegaron a durar ocho meses, algunos museos albergaron a damnificados y los trabajadores protagonizaron manifestaciones en reclamo de sus beneficios, amén de que se borraron del mapa las muestras individuales-, los expertos aseguran que el semblante del paciente ha comenzado a cambiar. Para muestra un botón: la Galería de Arte Nacional planea hacer 22 individuales este año. 

Pero, a propósito del Día del Artista Plástico, que se celebra hoy, los creadores nacionales dicen no estar conformes. El artista multidisciplinario Juan José Olavarría, por ejemplo, asegura que ha visto algunas aperturas. Sin embargo, para él el tema político sigue caminando por las salas. 

"Sigue haciendo falta la inclusión, pero creo que se trata de un problema de desconocimiento de la realidad del arte y de la cultura que se produce en el país. En los museos hay una serie de exposiciones de artistas que no he escuchado en mi vida, y ahora están en sala. Yo nunca he desechado una oportunidad de exponer en un museo, pero tal vez a ellos no les interesa el trabajo que yo hago. Por ejemplo, para la exposición acerca del 4 de Febrero (del Museo de Bellas Artes) se escogieron obras de la colección y se descontextualizaron. La curaduría lo hizo por ignorancia, y se vio una ruptura ligada al poder. ¡Los museos se derrumbaron y se convirtieron en refugio!", afirma el artista. 

Y no es el único que observa movimientos en las instituciones museísticas. Carlos Zerpa, el llamado 'Niño terrible del arte', dice haber visto movimientos mínimos en los museos, pero agrega: "¡Es porque antes no pasaba nada!". 

"Son 13 años de inamovilidad, así que cuando dan medio paso parece que están haciendo cosas. Creo que Juan Calzadilla tiene buenas intenciones, pero eso no basta, porque él es un individuo rodeado de mucha gente a la cual no le interesa la cultura", apunta Zerpa. 

Y el curador Gerardo Zavarce está de acuerdo: hay mucho movimiento en los museos que en años anteriores, pero con muchas fallas en materia de curaduría. "La movilidad debe celebrarse, indudablemente", dice, pero advierte de inmediato: "Pero todavía falta mucho. Sigo lamentando que hay exposiciones en las que falta el trabajo curatorial. Las bibliotecas no funcionan los fines de semana. Se está comenzado a romper la inercia, pero todavía son paso paquidérmicos. Uno siente lentitud, sobre todo si se compara con la vitalidad y la presencia de los trabajos curatoriales que hacen los espacios alternativos y las galerías privadas. Uno ve exposiciones como la de Asdrúbal Colmenárez en Los Galpones y dice: 'Es una muestra de gran nivel'", dice Zavarce. 

Lo mismo piensa el artista plástico Javier León, quien afirma sin embargo que las exposiciones "las están haciendo mal". "Por ejemplo, Antonio Moya es un artista que no tiene talla para que la Galería de Arte Nacional le haga ese homenaje. En el Bellas Artes recibieron el 2012 con una exposición de un artista argentino y otra de un cubano, que no son reconocidos en sus países. Y Rubén Wisotzki (director del MBA) no tiene experiencia como museólogo. Entiendo que hay iniciativas mejores. Pero es que teníamos congelado el aparato museístico desde hace cinco años", remata. 

En el año 1983 se designó el 10 de mayo, día del natalicio de Armando Reverón, como el Día del Artista Plástico en Venezuela. 29 años después los creadores nacionales afirman que no hay nada que celebrar. 

"¿Celebrar? No lo sé", afirma el artista Juan José Olavarría. "Yo estoy trabajando hoy, lo haré mañana y el 31 de diciembre. ¡No tengo nada que celebrar! Celebraría si hubiese una mayor disposición de parte del Estado de compartir una serie de planteamientos y otras maneras de producción de conocimiento. Ojalá uno tuviese un apoyo extra. Una beca, por ejemplo. Los seguros los debería proporcionar el Estado. Los artistas estamos en un nivel muy bajo dentro de la sociedad. El arte no es solo el cuadrito en la pared", asegura. 

Javier León opina que el artista es un "celebrador" de la propia vida. "En ese sentido, tenemos que celebrar. Pero como colectivo, más que celebrar tenemos que problematizar y pensar qué está fallando. En el mundo privado nos hemos convertido en un gremio sectario y lleno de egos. Y en el mundo institucional, presenciamos la decadencia de la calidad en las instituciones", dice el creador. 

Carlos Zerpa, quien jura no ser muy dado a celebraciones como las del Día del Artista Plástico, afirma que en este país no hay nada que celebrar. "Mientras continuemos viviendo con esta nube negra sobre la cultura, en nuestro país no hay nada que celebrar. Quizás sí tenemos que recordar la memoria de Armando Reverón. Eso sería lo más bonito, pues al final es uno de los grandes artistas venezolanos", agrega el artista plástico. 

El curador Gerardo Zavarce afirma que los creadores que han mantenido una posición crítica, más que celebrar, tienen que estar satisfechos. "Hay muchos artistas que están haciendo muy buen trabajo. Y más que celebrar por su posición crítica, tendrá hoy mucho que denunciar". DF

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