El Papa: el conflicto entre cristianos debilita la capacidad de evangelizar
El Santo Padre recuerda, durante su audiencia con una delegación la Alianza Evangélica Mundial, que el misterio de la unidad de la Iglesia nos precede
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 06 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco ha recibido este jueves en el Vaticano a una delegación de la Alianza Evangélica Mundial. Durante su discurso, el Santo Padre ha señalado que "el bautismo es un don divino inestimable que tenemos en común" y "gracias a él ya no vivimos sólo en la dimensión terrena, sino en el poder del Espíritu Santo". Por eso, ha indicado que "el sacramento del bautismo nos recuerda una verdad fundamental y muy consoladora: que el Señor siempre nos precede con su amor y su gracia".
De este modo, Francisco ha subrayado que el Señor precede nuestras comunidades, "precede, anticipa y prepara los corazones de aquellos que anuncian el Evangelio y de aquellos que acogen el Evangelio de la salvación". A propósito, ha señalado que el Reino de Dios siempre nos precede como también nos precede el misterio de la unidad de la Iglesia. "Desde el principio ha habido divisiones entre los cristianos, y aún hoy lamentablemente permanecen rivalidades y conflictos entre nuestra comunidades. Estas situaciones debilitan nuestras capacidad de cumplir con el mandato del Señor de predicar el Evangelio a todas las naciones", ha advertido el Pontífice.
Y así, ha añadido que "la realidad de nuestras divisiones estropea la belleza de la única túnica de Cristo, pero no destruye completamente la profunda unidad generada por la gracia en todos los bautizados". Por eso, Francisco ha afirmado que "la eficacia del anuncio cristiano sería realmente mayor si los cristianos superaran sus divisiones y pudieran celebrar juntos los sacramentos y difundir juntos la Palabra de Dios y testimoniar la caridad".
De este modo, el Papa se ha mostrado contento porque en distintos países del mundo "católicos y evangélicos han establecido relaciones de fraternidad y colaboración". Además "los esfuerzos conjuntos entre el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión teológica de la World Evangelical Alliance han abierto nuevas prospectivas, aclarando malentendidos y mostrando caminos para superar prejuicios", ha reconocido el Santo Padre.
Al respecto, el Pontífice ha deseado que tales consultas puedan inspirar "nuestro testimonio común y nuestros esfuerzos evangelizadores". Asimismo, Francisco espera que el documento "Testimonio cristiano en un mundo multi-religioso. Recomendaciones para el comportamiento", se pueda convertir en motivo de inspiración para el anuncio del Evangelio en contextos multi-religiosos.
Para finalizar su discurso, el papa Francisco se ha mostrado confiado en que el Espíritu Santo, "que infunde en la Iglesia, con su poderoso aliento, la valentía de perseverar y también de buscar nuevos métodos de evangelización, pueda inaugurar una etapa nueva en las relaciones entre católicos y evangélicos". Una etapa --ha concluido-- que permita realizar de forma más plena la voluntad del Señor para llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra".
De este modo, Francisco ha subrayado que el Señor precede nuestras comunidades, "precede, anticipa y prepara los corazones de aquellos que anuncian el Evangelio y de aquellos que acogen el Evangelio de la salvación". A propósito, ha señalado que el Reino de Dios siempre nos precede como también nos precede el misterio de la unidad de la Iglesia. "Desde el principio ha habido divisiones entre los cristianos, y aún hoy lamentablemente permanecen rivalidades y conflictos entre nuestra comunidades. Estas situaciones debilitan nuestras capacidad de cumplir con el mandato del Señor de predicar el Evangelio a todas las naciones", ha advertido el Pontífice.
Y así, ha añadido que "la realidad de nuestras divisiones estropea la belleza de la única túnica de Cristo, pero no destruye completamente la profunda unidad generada por la gracia en todos los bautizados". Por eso, Francisco ha afirmado que "la eficacia del anuncio cristiano sería realmente mayor si los cristianos superaran sus divisiones y pudieran celebrar juntos los sacramentos y difundir juntos la Palabra de Dios y testimoniar la caridad".
De este modo, el Papa se ha mostrado contento porque en distintos países del mundo "católicos y evangélicos han establecido relaciones de fraternidad y colaboración". Además "los esfuerzos conjuntos entre el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión teológica de la World Evangelical Alliance han abierto nuevas prospectivas, aclarando malentendidos y mostrando caminos para superar prejuicios", ha reconocido el Santo Padre.
Al respecto, el Pontífice ha deseado que tales consultas puedan inspirar "nuestro testimonio común y nuestros esfuerzos evangelizadores". Asimismo, Francisco espera que el documento "Testimonio cristiano en un mundo multi-religioso. Recomendaciones para el comportamiento", se pueda convertir en motivo de inspiración para el anuncio del Evangelio en contextos multi-religiosos.
Para finalizar su discurso, el papa Francisco se ha mostrado confiado en que el Espíritu Santo, "que infunde en la Iglesia, con su poderoso aliento, la valentía de perseverar y también de buscar nuevos métodos de evangelización, pueda inaugurar una etapa nueva en las relaciones entre católicos y evangélicos". Una etapa --ha concluido-- que permita realizar de forma más plena la voluntad del Señor para llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra".
SANTA SEDE
La Santa Sede a la ONU: mejorar el rédito no es suficiente
Para luchar contra la pobreza y exclusión es necesario considerar la promoción del desarrollo integral de la persona
Por Redacción
ROMA, 06 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Mejorar el rédito pro capite es importante pero no suficiente para librar a los países e indiduos de la pobreza, si no va acompañado de una visión que apoye el desarroilo integral de la persona; para ello es necesario también entender la realidad de cada país y no imponer modelos de desarrollo preconcebidos en los cuales no faltan muchas veces los matices ideológicos.
Lo indicó el observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, el arzobispo Berdardito Auza, el 23 de octubre pasado en su exposición en la 69 Asamblea General reunida en Nueva York y publicada hoy por el diario del Vaticano L'Observatore Romano.
“Mi delegación piensa que para combatir la pobreza extrema los países deberían desarrollar políticas y estrategias basadas en las evidencias más que a soluciones preconcebidas iguales para todos” dijo, y precisó que las soluciones que se a veces tienen “matices ideológicos”.
O sea, una estrategia “basada sobre realidades concretas más que sobre la ideología, de inclusión más que de exclusión, de la solidaridad más que de la sobrevivencia del más fuerte”.
En particular, indica el observador permanente citando a la exhortación Evangelii Gaudium, poner en discusión los modelos económicos que aumentan la exclusión y desigualdad, “que excluyen y marginan a masas de personas dejándolas privadas de un trabajo, privadas de posibilidades, privadas de cualquier medio para huír de la pobreza”.
Vale a decir “un desarrollo sostenible que necesite de la participación de todos, de la vida de las familias, de las comunidades, de las organizaciones y de la sociedad”.
Y sobre el crecimiento económico ejemplifico: “Nos dicen que la marea creciente no siempre lleva a flote a todas las embarcaciones. Muchas veces levanta solamente a los yatcht, mantiene a flote pocos barcos, arrastra a muchas y hunde a otras”.
Otro de los puntos levantados es “la exclusión de las mujeres y la equitativa y activa participación al desarrollo de sus comunidades”, así como su exclusión del estudio o la sujeción a la violencia.
Añadió que la variación de riqueza afecta “el acceso a los servicios, a la educación básica”. Por ello la Santa Sede elogia a los países en los cuales se realizaron progresos significativos en estos ámbitos, e invita a quienes aún no lo hicieron a enfrentarlo de manera eficaz y con urgencia.
La delegación de la Santa Sede, consideró que la exclusión no se puede limitar al aspecto económico, si bien parte se debe a ello, porque “la pobreza se manifiesta también en las dimensiones educativa, social, política, cultural y espiritual de la vida”.
Invitó por ello a resistir a la tentación de reducir la erradicación de la pobreza solamente al aumento de la suma de dinero diario con el que vive una persona, porque el desarrollo “más que la suma invertida en los proyectos de desarrollo”, incluye “elementos a veces intangibles” que “contribuyen realmente a una prosperidad humana más grande y capaz de transformar la vida”.
“En nuestro empeño por erradicar la pobreza -concluyó el arzobispo- tenemos siempre que volver al principio fundamental de nuestros esfuerzos, o sea la promoción del desarrollo auténtico de toda la persona y de todos los pueblos”.
Lo indicó el observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, el arzobispo Berdardito Auza, el 23 de octubre pasado en su exposición en la 69 Asamblea General reunida en Nueva York y publicada hoy por el diario del Vaticano L'Observatore Romano.
“Mi delegación piensa que para combatir la pobreza extrema los países deberían desarrollar políticas y estrategias basadas en las evidencias más que a soluciones preconcebidas iguales para todos” dijo, y precisó que las soluciones que se a veces tienen “matices ideológicos”.
O sea, una estrategia “basada sobre realidades concretas más que sobre la ideología, de inclusión más que de exclusión, de la solidaridad más que de la sobrevivencia del más fuerte”.
En particular, indica el observador permanente citando a la exhortación Evangelii Gaudium, poner en discusión los modelos económicos que aumentan la exclusión y desigualdad, “que excluyen y marginan a masas de personas dejándolas privadas de un trabajo, privadas de posibilidades, privadas de cualquier medio para huír de la pobreza”.
Vale a decir “un desarrollo sostenible que necesite de la participación de todos, de la vida de las familias, de las comunidades, de las organizaciones y de la sociedad”.
Y sobre el crecimiento económico ejemplifico: “Nos dicen que la marea creciente no siempre lleva a flote a todas las embarcaciones. Muchas veces levanta solamente a los yatcht, mantiene a flote pocos barcos, arrastra a muchas y hunde a otras”.
Otro de los puntos levantados es “la exclusión de las mujeres y la equitativa y activa participación al desarrollo de sus comunidades”, así como su exclusión del estudio o la sujeción a la violencia.
Añadió que la variación de riqueza afecta “el acceso a los servicios, a la educación básica”. Por ello la Santa Sede elogia a los países en los cuales se realizaron progresos significativos en estos ámbitos, e invita a quienes aún no lo hicieron a enfrentarlo de manera eficaz y con urgencia.
La delegación de la Santa Sede, consideró que la exclusión no se puede limitar al aspecto económico, si bien parte se debe a ello, porque “la pobreza se manifiesta también en las dimensiones educativa, social, política, cultural y espiritual de la vida”.
Invitó por ello a resistir a la tentación de reducir la erradicación de la pobreza solamente al aumento de la suma de dinero diario con el que vive una persona, porque el desarrollo “más que la suma invertida en los proyectos de desarrollo”, incluye “elementos a veces intangibles” que “contribuyen realmente a una prosperidad humana más grande y capaz de transformar la vida”.
“En nuestro empeño por erradicar la pobreza -concluyó el arzobispo- tenemos siempre que volver al principio fundamental de nuestros esfuerzos, o sea la promoción del desarrollo auténtico de toda la persona y de todos los pueblos”.
MIRADA AL MUNDO
Cardenal Tauran: 'una religión no puede justificar tales crímenes'
El presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso valora el asesinato de un matrimonio cristiano acusado de blasfemia en Pakistán. Primeros arrestados
Por Iván de Vargas
MADRID, 06 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - La Policía paquistaní ha arrestado este miércoles a docenas de personas por quemar a un matrimonio cristiano, Shahzad Masih y su esposa Shama Bibi, porque habrían profanado el Corán. La blasfemia es considerada un delito grave en este país de mayoría musulmana, donde aquellos que son acusados pueden sufrir linchamientos.
Los medios locales han informado de que el matrimonio cristiano estaba acusado de quemar una copia del Corán y arrojarlo a la basura en el sur de Lahore el pasado martes. La Policía ha dicho que sus cuerpos fueron quemados en la fábrica de ladrillos en la que trabajaban.
Según Sardar Mushtaq Gill, abogado que visitó el lugar de los hechos, la supuesta blasfemia se produjo tras la muerte reciente del padre de la Shahzad. Shama estaba limpiando la casa de su suegro, y quemó algunos objetos personales y documentos que parecían inútiles. Un musulmán vio lo que estaba haciendo y corrió la voz por los pueblos de los alrededores de que Shama estaba quemando páginas del Corán. Una turba de más de un centenar de personas tomó como rehenes a la pareja. Al cabo de dos días Shahzad y Shama fueron golpeados y empujados al horno para hacer ladrillos. La mujer, que tenía cuatro hijos, estaba embarazada.
El presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Jean-Louis Tauran, ha valorado este jueves el trágico suceso. En una entrevista con Radio Vaticano, el purpurado ha reconocido que está "conmocionado" y "sin palabras" ante tal acto de barbarie. Según el cardenal Tauran, "lo que es aún más grave es que se ha invocado específicamente la religión". "Una religión --ha enfatizado-- no puede justificar tales crímenes". Además, ha añadido, "existe esta ley sobre la blasfemia, que es un problema". En este sentido, se ha preguntado si la comunidad internacional no debería intervenir.
"Por un lado, están ciertamente las creencias religiosas que deben ser respetadas, pero también es necesario salvaguardar un mínimo de humanidad y solidaridad", ha explicado. "Por lo tanto, creo que se impone el diálogo. Pero, por desgracia, esto no se repite con la suficiente frecuencia", ha lamentado. "Mientras más delicada es la situación, más se requiere el diálogo", ha subrayado.
Preguntado sobre si espera una reacción por parte de los líderes musulmanes ante esta acción, el responsable vaticano para el diálogo interreligioso ha afirmado rotundamente que sí. Para el purpurado de origen francés, "las primeras víctimas de estos crímenes son los musulmanes, porque dan una imagen terrible del Islam". Por lo tanto, ha concluido, "deberían tener todo el interés en denunciar, y también de una manera fuerte".
Los cristianos suponen alrededor del cuatro por ciento de la población paquistaní y suelen tener un perfil bajo en un país en el que los milicianos suníes atacan frecuentemente a los colectivos que consideran herejes (sufíes, chiíes y demás grupos religiosos).
Todas las minorías que habitan en Pakistán consideran que el Estado no hace lo suficiente para defenderlos e, incluso, tolera la violencia contra ellos.
El mes pasado, un hombre británico que padecía una enfermedad mental y había sido condenado por blasfemia a principios de año, fue asesinado en su celda por un guardia de la prisión.
También en octubre, un jurado paquistaní confirmó la pena de muerte a Asia Bibi, una mujer cristiana, madre de cinco hijos, acusada por blasfemia. Un caso que ha acaparado el interés de la comunidad internacional después de que dos reputados políticos que trataron de ayudarla fueran asesinados.
Los medios locales han informado de que el matrimonio cristiano estaba acusado de quemar una copia del Corán y arrojarlo a la basura en el sur de Lahore el pasado martes. La Policía ha dicho que sus cuerpos fueron quemados en la fábrica de ladrillos en la que trabajaban.
Según Sardar Mushtaq Gill, abogado que visitó el lugar de los hechos, la supuesta blasfemia se produjo tras la muerte reciente del padre de la Shahzad. Shama estaba limpiando la casa de su suegro, y quemó algunos objetos personales y documentos que parecían inútiles. Un musulmán vio lo que estaba haciendo y corrió la voz por los pueblos de los alrededores de que Shama estaba quemando páginas del Corán. Una turba de más de un centenar de personas tomó como rehenes a la pareja. Al cabo de dos días Shahzad y Shama fueron golpeados y empujados al horno para hacer ladrillos. La mujer, que tenía cuatro hijos, estaba embarazada.
El presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Jean-Louis Tauran, ha valorado este jueves el trágico suceso. En una entrevista con Radio Vaticano, el purpurado ha reconocido que está "conmocionado" y "sin palabras" ante tal acto de barbarie. Según el cardenal Tauran, "lo que es aún más grave es que se ha invocado específicamente la religión". "Una religión --ha enfatizado-- no puede justificar tales crímenes". Además, ha añadido, "existe esta ley sobre la blasfemia, que es un problema". En este sentido, se ha preguntado si la comunidad internacional no debería intervenir.
"Por un lado, están ciertamente las creencias religiosas que deben ser respetadas, pero también es necesario salvaguardar un mínimo de humanidad y solidaridad", ha explicado. "Por lo tanto, creo que se impone el diálogo. Pero, por desgracia, esto no se repite con la suficiente frecuencia", ha lamentado. "Mientras más delicada es la situación, más se requiere el diálogo", ha subrayado.
Preguntado sobre si espera una reacción por parte de los líderes musulmanes ante esta acción, el responsable vaticano para el diálogo interreligioso ha afirmado rotundamente que sí. Para el purpurado de origen francés, "las primeras víctimas de estos crímenes son los musulmanes, porque dan una imagen terrible del Islam". Por lo tanto, ha concluido, "deberían tener todo el interés en denunciar, y también de una manera fuerte".
Los cristianos suponen alrededor del cuatro por ciento de la población paquistaní y suelen tener un perfil bajo en un país en el que los milicianos suníes atacan frecuentemente a los colectivos que consideran herejes (sufíes, chiíes y demás grupos religiosos).
Todas las minorías que habitan en Pakistán consideran que el Estado no hace lo suficiente para defenderlos e, incluso, tolera la violencia contra ellos.
El mes pasado, un hombre británico que padecía una enfermedad mental y había sido condenado por blasfemia a principios de año, fue asesinado en su celda por un guardia de la prisión.
También en octubre, un jurado paquistaní confirmó la pena de muerte a Asia Bibi, una mujer cristiana, madre de cinco hijos, acusada por blasfemia. Un caso que ha acaparado el interés de la comunidad internacional después de que dos reputados políticos que trataron de ayudarla fueran asesinados.
Su Beatitud Gregorio III: 'Las armas no bastan para vencer al ISIS'
Entrevista al patriarca de la Iglesia Greco-Católica Melquita. 'Es necesario encontrar un consenso general entre todos los países árabes y occidentales'
Por Iván de Vargas
MADRID, 05 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El patriarca de Antioquía y todo el Oriente, Alejandría y Jerusalén de los Melquitas, su beatitud Gregorio III Laham, nació en 1933 en Daraya, cerca de Damasco (Siria), en el mismo lugar donde se convirtió san Pablo. Actualmente es presidente del Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Melquita y presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Siria.
Hoy la Iglesia Greco-Católica Melquita cuenta con 1,5 millones de fieles repartidos por todo el mundo. Están presentes en todos los países árabes de Oriente Medio, así como en Europa, Canadá, Estados Unidos, América Latina y Australia. Se trata de una gran diáspora que aumenta cada día, debido a la emigración, y que diezma la presencia de estos cristianos en sus países de origen por diversas razones, en particular, por los diferentes conflictos que están en curso en la región.
La mayoría de los fieles de esta Iglesia oriental "sui iuris", que está en plena comunión con el Papa, son de lengua árabe. Su máximo representante es el Patriarca, que tiene jurisdicción para nombrar obispos y crear diócesis dentro de su territorio canónico. El Patriarcado de Antioquía y todo el Oriente comprende: Siria, Líbano, Jordania, Israel, los territorios palestinos, Iraq, Egipto, Sudán, Kuwait, Libia y Turquía.
En estos más de tres años de conflicto, Su Beatitud está siendo una de las principales voces contra la guerra en Siria. Además, no ha dejado de denunciar la difícil situación que viven los cristianos en la zona. Por este motivo, se encuentra estos días en Madrid, donde ha presentado el Informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo 2014.
En esta entrevista con ZENIT, el patriarca Gregorio III Laham insta a la comunidad internacional a alcanzar un consenso general para combatir al ISIS, y ayudar al país a encontrar una solución a la crisis.
***
Su Beatitud, ¿cree que los cristianos son conscientes del papel que juegan en Oriente Medio? ¿Cuál es su situación?-- Patriarca Gregorio III Laham: Los cristianos están presentes en esta tierra desde hace dos mil años. Jesús nació en Palestina, pero el cristianismo en Siria. Estamos hablando en un sentido geográfico amplio. Es decir, nos estamos refiriendo al llamado Levante. No se puede negar que tenemos una experiencia vital en esta tierra.
Hayamos sido más o menos numerosos, hemos sufrido bastante. En 1860, 25 mil cristianos fueron asesinados por los musulmanes. Hemos tenido problemas... Tampoco podemos olvidar el genocidio armenio o cuando asesinaron a más de 25 mil siríacos ortodoxos y católicos. Más recientemente, los cristianos han sido echados de sus hogares en Mosul y Nínive. Hemos sufrido graves pruebas, pero hemos permanecido aquí. Hemos podido, a pesar de todo, tener una misión muy importante.
En este línea, podemos decir que el arabismo ha nacido del cristianismo. Somos nosotros los que lo hemos inventado o desarrollado, para tener el derecho de ciudadanía en el mundo musulmán. Las grandes escuelas, las grandes instituciones sociales, los orfanatos y multitud de iniciativas en el ámbito de la cultura han sido fundadas por cristianos. Ha sido nuestro modo de permanecer y tener un papel en este lugar. Hemos conseguido que nos aprecien, no imponiéndonos a nuestros conciudadanos sino contando con ellos. Grandes políticos, hombres de negocios, profesores, doctores, juristas… han sido formados en nuestras escuelas y organizaciones católicas. Son antiguos alumnos de nuestros centros locales y en el extranjero. Nuestro patriarcado gestiona un centenar de escuelas en Oriente Medio. También hay que contar con la labor de las congregaciones religiosas. Los cristianos en Oriente Medio ofrecen una gran contribución en este sentido. Se trata de nuestro documento de identidad. Esta es la manera de que nos conozcan en Oriente Medio. Por este motivo debemos permanecer.
Queremos ayudar a los cristianos a que permanezcan aquí, antes que dejarles marchar. Los que quieran irse lo pueden hacer, pero nosotros vamos a seguir invitándoles a que se queden. Su presencia es necesaria para contribuir en esta tarea tan importante. También para los musulmanes. Los musulmanes [saben que] nos necesitan, a pesar de que hay una cierta discriminación e incluso persecución.
Como ha dicho el Santo Padre, no podemos imaginar un Oriente Medio sin cristianos. Nuestra misión es permanecer. Noblesse oblige. Nuestros padres han construido la historia de Oriente Medio. Ahora nos toca a nostros.
¿Es posible dialogar con los fundamentalistas del ISIS?-- Patriarca Gregorio III Laham: Es demasiado pronto para decirlo. ¿Quienes son estos del ISIS? ¿Son verdaderos musulmanes o no? ¿Son unos auténticos seres humanos o sólo unos robots? ¿Se trata quizás de unas marionetas, de unos simples instrumentos?
Hemos tenido diferentes experiencias en la región de Oriente Medio. Por ejemplo, con los otomanos. Ya en su día, el Imperio Otomano otorgó la carta de ciudadanía a los que no eran musulmanes. Por tanto, se ha podido dialogar. También se ha podido dialogar en otros casos más recientes. Pero el ISIS todavía no tiene un documento de identidad. ¿Qué es el ISIS? No lo sabemos.
Cristo nos ha llamado al diálogo. ¿En qué consiste el cristianismo? Es la religión del diálogo. Como dice san Pablo, Dios habla a los hombres. Dios ha hablado a los hombres a lo largo de toda la historia. Y ahora nos habla. ¿Cómo pueden los cristianos hacer que Jesús hable hoy al mundo? ¿Cómo podemos los cristianos de Oriente y Occidente mostrar una visión verdadera al mundo? Este es el gran desafío. Los cristianos, con sus propias fuerzas y no con la ayuda de los gobiernos, tienen que mostrar al mundo una nueva visión. Ayudar al mundo a tener una nueva visión, una nueva manera de tratar el problema... No sólo con la guerra y las armas. Debemos responder a esta pregunta: ¿cómo podemos construir una civilización del amor?
¿Cree que es posible encontrar una solución pacífica al conflicto con el ISIS?-- Patriarca Gregorio III Laham: Por supuesto. Y no sólo el conflicto con el ISIS. No podemos olvidar la campaña militar que está en curso. Es necesario un consenso general, sin excluir a ningún país. Si se alcanza un acuerdo entre todos los países árabes, musulmanes, y europeos para combatir al ISIS, se va a conseguir. Este consenso general tiene que estar guiado por una nueva forma de concebir el mundo, de concebir la guerra y la paz. Por un lado, se trata de un combate material y, por otro, de un consenso general.
El consenso general para vencer al ISIS va más allá del uso de las armas. Se trata de una batalla del pensamiento, de las ideas, de la orientación, de esa nueva visión del mundo a la que hacia referencia anteriormente. Lo que nosotros deseamos es poder dar una nueva visión al mundo, que no se base solamente en la guerra. Que el mundo sepa que existen unas raíces de la fe. Europa vacila a la hora de decir que tiene una raíces cristianas, pero nosotros debemos decir que tenemos esas raíces de la fe. La fe es nuestra victoria, como dice el Apóstol. El arma para vencer es nuestra fe.
Puede leer también: AIN: la libertad religiosa sufre un 'grave deterioro' en el mundo
Hoy la Iglesia Greco-Católica Melquita cuenta con 1,5 millones de fieles repartidos por todo el mundo. Están presentes en todos los países árabes de Oriente Medio, así como en Europa, Canadá, Estados Unidos, América Latina y Australia. Se trata de una gran diáspora que aumenta cada día, debido a la emigración, y que diezma la presencia de estos cristianos en sus países de origen por diversas razones, en particular, por los diferentes conflictos que están en curso en la región.
La mayoría de los fieles de esta Iglesia oriental "sui iuris", que está en plena comunión con el Papa, son de lengua árabe. Su máximo representante es el Patriarca, que tiene jurisdicción para nombrar obispos y crear diócesis dentro de su territorio canónico. El Patriarcado de Antioquía y todo el Oriente comprende: Siria, Líbano, Jordania, Israel, los territorios palestinos, Iraq, Egipto, Sudán, Kuwait, Libia y Turquía.
En estos más de tres años de conflicto, Su Beatitud está siendo una de las principales voces contra la guerra en Siria. Además, no ha dejado de denunciar la difícil situación que viven los cristianos en la zona. Por este motivo, se encuentra estos días en Madrid, donde ha presentado el Informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo 2014.
En esta entrevista con ZENIT, el patriarca Gregorio III Laham insta a la comunidad internacional a alcanzar un consenso general para combatir al ISIS, y ayudar al país a encontrar una solución a la crisis.
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Su Beatitud, ¿cree que los cristianos son conscientes del papel que juegan en Oriente Medio? ¿Cuál es su situación?-- Patriarca Gregorio III Laham: Los cristianos están presentes en esta tierra desde hace dos mil años. Jesús nació en Palestina, pero el cristianismo en Siria. Estamos hablando en un sentido geográfico amplio. Es decir, nos estamos refiriendo al llamado Levante. No se puede negar que tenemos una experiencia vital en esta tierra.
Hayamos sido más o menos numerosos, hemos sufrido bastante. En 1860, 25 mil cristianos fueron asesinados por los musulmanes. Hemos tenido problemas... Tampoco podemos olvidar el genocidio armenio o cuando asesinaron a más de 25 mil siríacos ortodoxos y católicos. Más recientemente, los cristianos han sido echados de sus hogares en Mosul y Nínive. Hemos sufrido graves pruebas, pero hemos permanecido aquí. Hemos podido, a pesar de todo, tener una misión muy importante.
En este línea, podemos decir que el arabismo ha nacido del cristianismo. Somos nosotros los que lo hemos inventado o desarrollado, para tener el derecho de ciudadanía en el mundo musulmán. Las grandes escuelas, las grandes instituciones sociales, los orfanatos y multitud de iniciativas en el ámbito de la cultura han sido fundadas por cristianos. Ha sido nuestro modo de permanecer y tener un papel en este lugar. Hemos conseguido que nos aprecien, no imponiéndonos a nuestros conciudadanos sino contando con ellos. Grandes políticos, hombres de negocios, profesores, doctores, juristas… han sido formados en nuestras escuelas y organizaciones católicas. Son antiguos alumnos de nuestros centros locales y en el extranjero. Nuestro patriarcado gestiona un centenar de escuelas en Oriente Medio. También hay que contar con la labor de las congregaciones religiosas. Los cristianos en Oriente Medio ofrecen una gran contribución en este sentido. Se trata de nuestro documento de identidad. Esta es la manera de que nos conozcan en Oriente Medio. Por este motivo debemos permanecer.
Queremos ayudar a los cristianos a que permanezcan aquí, antes que dejarles marchar. Los que quieran irse lo pueden hacer, pero nosotros vamos a seguir invitándoles a que se queden. Su presencia es necesaria para contribuir en esta tarea tan importante. También para los musulmanes. Los musulmanes [saben que] nos necesitan, a pesar de que hay una cierta discriminación e incluso persecución.
Como ha dicho el Santo Padre, no podemos imaginar un Oriente Medio sin cristianos. Nuestra misión es permanecer. Noblesse oblige. Nuestros padres han construido la historia de Oriente Medio. Ahora nos toca a nostros.
¿Es posible dialogar con los fundamentalistas del ISIS?-- Patriarca Gregorio III Laham: Es demasiado pronto para decirlo. ¿Quienes son estos del ISIS? ¿Son verdaderos musulmanes o no? ¿Son unos auténticos seres humanos o sólo unos robots? ¿Se trata quizás de unas marionetas, de unos simples instrumentos?
Hemos tenido diferentes experiencias en la región de Oriente Medio. Por ejemplo, con los otomanos. Ya en su día, el Imperio Otomano otorgó la carta de ciudadanía a los que no eran musulmanes. Por tanto, se ha podido dialogar. También se ha podido dialogar en otros casos más recientes. Pero el ISIS todavía no tiene un documento de identidad. ¿Qué es el ISIS? No lo sabemos.
Cristo nos ha llamado al diálogo. ¿En qué consiste el cristianismo? Es la religión del diálogo. Como dice san Pablo, Dios habla a los hombres. Dios ha hablado a los hombres a lo largo de toda la historia. Y ahora nos habla. ¿Cómo pueden los cristianos hacer que Jesús hable hoy al mundo? ¿Cómo podemos los cristianos de Oriente y Occidente mostrar una visión verdadera al mundo? Este es el gran desafío. Los cristianos, con sus propias fuerzas y no con la ayuda de los gobiernos, tienen que mostrar al mundo una nueva visión. Ayudar al mundo a tener una nueva visión, una nueva manera de tratar el problema... No sólo con la guerra y las armas. Debemos responder a esta pregunta: ¿cómo podemos construir una civilización del amor?
¿Cree que es posible encontrar una solución pacífica al conflicto con el ISIS?-- Patriarca Gregorio III Laham: Por supuesto. Y no sólo el conflicto con el ISIS. No podemos olvidar la campaña militar que está en curso. Es necesario un consenso general, sin excluir a ningún país. Si se alcanza un acuerdo entre todos los países árabes, musulmanes, y europeos para combatir al ISIS, se va a conseguir. Este consenso general tiene que estar guiado por una nueva forma de concebir el mundo, de concebir la guerra y la paz. Por un lado, se trata de un combate material y, por otro, de un consenso general.
El consenso general para vencer al ISIS va más allá del uso de las armas. Se trata de una batalla del pensamiento, de las ideas, de la orientación, de esa nueva visión del mundo a la que hacia referencia anteriormente. Lo que nosotros deseamos es poder dar una nueva visión al mundo, que no se base solamente en la guerra. Que el mundo sepa que existen unas raíces de la fe. Europa vacila a la hora de decir que tiene una raíces cristianas, pero nosotros debemos decir que tenemos esas raíces de la fe. La fe es nuestra victoria, como dice el Apóstol. El arma para vencer es nuestra fe.
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