28 octubre 2010
Alfonso Betancourt || Desde el Meridiano 68
¿Marranos en el Descubrimiento de América?
Sí, así fueron llamados por los españoles los judíos conversos al cristianismo en esa guerra santa, como la de ahora, que emprendieron los Reyes Católicos contra los herejes, moros y judíos, para lograr la unidad político-religiosa del estado español.
Examinemos el hecho a 518 años del Descubrimiento. Para consolidar esa unidad el proceso fue largo y escabroso. Desde luego, también lo fue para el surgimiento de otras nacionalidades como la inglesa y la francesa, en su enfrentamiento a las estructuras feudales reacias a la centralización política, territorial, económica y cultural.
Pero en el caso de España, la penetración árabe desde el siglo VII y su permanencia en suelo hispano por ocho siglos, hizo más trágico ese proceso de unidad, pues en él iba envuelto, a más de la expulsión de los moros, la estructuración de la unidad religiosa al impulso del catolicismo que nada quería con el islamismo mahometano, lo cual fue creando, en ese sentido, un sentimiento fanático de ver en todo lo contrario a las prácticas del catolicismo, herejías que necesariamente había que extirpar. De ello resultó, por reflejo, que tal conducta se extendiera hacia el pueblo judío
Mas tanto moros como judíos habían sido baluartes en las diversas facetas del desarrollo en la península. Muy caro pagaría España, así se adujeran razones de Estado, la expulsión de unos y otros, pues pese a la reconquista, España era de los países europeos que mejor se vislumbraba, finalizando la edad media, y empezando la edad moderna, como el de más desarrollo económico y más proclive a las prácticas democráticas que progresivamente fueron desapareciendo, a medida que se consolidaba el fanatismo religioso y la unidad del Estado
.
Frente a las persecuciones y expulsiones, millares de moros y judíos, se convirtieron y fueron bautizados en el rito católico. Los primeros son los moriscos, los segundos, los neo cristianos, también llamados marranos. Siempre vistos como ojeriza por el fanatismo que se le inculcó al pueblo español, sobresaliendo en ese empeño el tristemente famoso Tomás de Torquemada, el gran inquisidor, a quien, por otra parte, se le atribuye ascendencia judía, así como a Fernando de Aragón, siendo éste el más proclive a la tolerancia que no pudiera resistir el primero, quizá por aquello de que no hay peor cuña que la del mismo palo.
Fernando, estuvo a punto de revocar la expulsión de los judíos cuando Torquemada, arrojando la cruz a los pies del soberano, exclamó: “Judas vendió a su maestro por treinta monedas de plata. Vuestra majestad pretende venderlo por treinta piezas de oro, Tomadlo y vendedlo”. En todo caso, los judíos conversos en apariencia eran cristianos y como tal alcanzaron éxito notable en el mundo de la política, las finanzas, las letras, y hasta la Iglesia. Basta recordar al pequeños grupo de personas que apoyaron a Colón, cuando la mayoría lo consideraba un excéntrico. Luis de Santángel y Gabriel Sánchez, de ascendencia judía y altos dignatarios de la corte de Aragón, financiaron la empresa. Luis de Torres, el intérprete de la expedición y el primer europeo en hollar suelo americano, fue un judío converso. De Colón, se cree lo mismo y parece que existen bases sólidas para ese aserto. Su origen judío fue probablemente una de las causas del deliberado, misterio en el cual envolvió su procedencia.
Muchas de sus cartas privadas ostentan en el extremo izquierdo un signo misterioso que algunos sostienen se trata de una abreviación tradicional, de la fórmula hebrea Beezrat Hashem (con la ayuda de Dios), con la cual los judíos, suelen encabezar su correspondencia. Lo evidente, empero es que Colón gustaba de rodearse de judíos. El apoyo más decidido y consecuente lo recibió de un grupo de judíos y criptojudíos, y uno de sus primeros informes, aquel por cuyo medio daba a conocer al mundo el descubrimiento del nuevo continente, fue dirigido a sus protectores judíos o neocristianos, Luis Santángel, canciller y administrador de la Casa Real de Aragón; y Gabriel Sánchez, alto tesorero del Reino. Había por lo menos un marrano entre los conquistadores que lucharon al mando de Cortés, en México, y hubo también marranos entre los primeros colonos de Centro y Sudamérica.
NOTA:
25/02/2010
Marranos:Los Crypto judios.
*1 MARRANO proviene de la palabra arabe muharram, maharram = cosa prohibida ma(ha)rrano = cerdo
*2 El término "Crypto judío" hace referencia a personas que en secreto siguen siendo fieles al judaísmo, mientras que exteriormente practican y promueven otra religión.
por Henry Makow Ph.D. Traduccion: Bettablue.
con algunas adaptaciones de Gladius.
Después de que los cristianos retomaran España de los moros en el siglo 14, querían ” acabar con todos los elementos no católicos en el país y unirse bajo el gobierno católico”. (Prinz, The Secret Jews, p. 25)
Los judíos habían vivido en España desde el siglo 4 a. C. y habían prosperado bajo los moros.
La Iglesia exigía que los más de 400.000 judíos se convertirían al catolicismo o salieran del país. Debido a que miles de judíos habían sido muertos en los disturbios de la lucha contra judíos de 1391, más de 250.000 Judíos acordaron convertirse y llegaron a ser conocidos como “conversos” o “marranos”.*1
Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que habían cometido un error fatal. Como era de esperar, la mayoría de estos conversos no eran sinceros. Pero ahora que podían pasar como cristianos, estaban exentos de los impuestos y las restricciones que regían a los judíos. Eran más influyentes y poderosos que nunca.
Se casaron con la nobleza y llegaron a los niveles más altos en el gobierno y la Iglesia. El fundador de los jesuitas, Ignacio de Loyola, era un converso, y así también su sucesor Diego Lainex. La mayoría de los conversos practicaban el judaísmo en secreto y se les consideraban “judaizantes”.
Los “judíos habían invadido España desde dentro … no fue sólo el judaísmo incurable, pero parecía ser invencible …. en lugar de resolver la” cuestión judía “las conversiones en masa habían creado un nuevo problema: una poderosa clase media compuesta por "Crypto Judíos"*2 .
Los marranos son el modelo original para los masones y comunistas. Pretendían pertenecer al grupo objetivo. Pero, como con los masones, habían apretones de manos y señas especiales secretas para reconocerse entre sí mismos, y se reunían secretamente y por la noche, para ensayar sus dogmas subversivos.
EXCEPCIONES
Hubo también muchas excepciones, gente coinvertida sincera como Santa Teresa de Ávila, la mujer católica mística más grande.
Irónicamente, cuando los Reyes Católicos restauraron la Inquisición en 1478, convertidos sinceros tomaron la delantera. “El más notorio de ellos es El Gran Inquisidor Fray Tomás de Torquemada, que descendía de una familia judía, al igual que su asistente el Obispo también dominico Diego de Daza.”
La Inquisición contrario a lo que se cree y pretende por parte de muchos, no tenía poder sobre los judíos . Estaba dirigida a los cristianos conversos que se habían desviado de la fe:
“Los marranos … no aparecieron como judíos, sino, como cristianos supuestamente heréticos. La misma Inquisición también castigo a los musulmanes (”los moriscos“)… Sin embargo, no fue llamado a los tribunales ningún judío sin convertir.”
Sin embargo, en 1492 los Reyes Católicos expulsaron a todos los judíos de España. Joachim Prinz( The Secret Jews), observa sobre la incapacidad aparente de judíos para entender o predecir sus propias catástrofes. Los judíos, cuya historia se compone de una tragedia tras otra, todavía no se han preparado para cualquiera de ellas “.
SECUELAS
El mismo proceso se repitió en Portugal. Si bien muchos marranos ibéricos finalmente renunciaron a su religión, muchos más partieron, e inundaron a Europa y el Nuevo Mundo (América) con judíos que fueron capaces de pasar por cristianos, es decir, “judíos falsos”.
Prosperaban por dondequiera que iban. Su riqueza era “asombrosa … En Burdeos, Aviñón, Nantes y Marsella, se hizo un cumplido; el caracterizar a los hombres de negocios cristianos denominándolos: ”ricos como judío “.
En Inglaterra, sólo había 100 familias marranas en el principio del siglo XVII , pero “se encontraban entre los comerciantes de mayor éxito en Londres.” En Alemania, 40 familias Marranas participaron en la fundación del Banco de Hamburgo en 1619. La fortuna de los marranos de Altona, cerca de Hamburgo, se estimó en casi seis millones de marcos y algunas de las mejores casas de Amsterdam pertenecían a marranos recién llegados.
Todo el mundo sabía que eran cristianos de conveniencia. “La ficción de la obediencia cristiana era un acuerdo comercial … [su] casa de banca .. era una institución cristiana con la cual los emperadores, duques, obispos y jefes de gobierno de manera segura podían hacer negocios”. (130)
Inevitablemente, estos banqueros y comerciantes Marranos actuaban en conjunto. Prinz(The Secret Jews) cuenta la historia de la banca Marrana (Casa de Mendes) Joseph Nasi (1524-1579) que controlaba el Imperio Otomano como Asesor a Sultán Suleiman, y más tarde a su hijo Salim. El trató de crear una patria judía en Tiberíades, pero ningún judío quería establecerse allí. Más tarde, ideó la estrategia del “Marrano”. Habría boicot o la ruina a cualquiera que persiguiera a los marranos.
Cuando un incendio destruyó el puerto de Venecia en 1571, muchos sospecharon de la Casa de Mendes de haber pagado a los incendiarios para iniciar el siniestro. “Y mientras gran parte de la ciudad aún estaba en llamas, Joseph Nasi aconsejó al sultán para ocupar la isla veneciana de Chipre, declarándola posesión turca”.
Agustín Blanco Muñoz
A partir de ese momento, y de acuerdo con el invasor, comenzamos a dejar atrás la condición de animalidad. Claro, el “descubridor” se vio obligado a sacrificar a muchos de los invadidos porque no respondían a su jerarquía humana.
Y no sólo los sacrificó sino que los acusó de alojar todos los demonios. Por ello, el invasor determina que este continente comienza a existir a partir de su llegada.
De hecho, las naves de exploración buscaban territorios no conocidos y despoblados, para tomarlos y hacerlos lugares de vida y producción. Pero ese no es el caso de la ‘América’ invadida con un registro milenario al que se le impuso una ruptura que lleva a la creación de polos.
Por una parte el supuesto descubridor y señor invasor, dueño de todos los privilegios y por la otra el llamado descubierto, despojado hasta de su propia vida y convertido en ‘pueblo’.
Y a lo largo de 518 años se ha mantenido esa enorme institución que es la polarización. Una cosa fueron los movimientos considerados preindependentistas como el de Gual y España y otra las jornadas conspirativas adelantadas y dirigidas por los mantuanos. De modo que alrededor de la declaración de independencia se mueven los polos.
Una polarización presente en la independencia, en la república de liberales y conservadores, en la Guerra Federal de las mismas fuerzas que se vieron obligadas a cerrar filas en el Pacto de Coche para enfrentar la tercera fuerza que, a nivel de pueblos y no descubiertos, se convirtieron en un peligro para la estabilidad del orden vigente.
Después de esa guerra se establece la polarización ligada a las dictaduras y a partir de 1958 a la democracia representativa. Y a lo interno de una y otra grupos de intereses armando polos.
Hoy tenemos la polarización de ‘revolucionarios y demócratas’ en representación del orden vigente y la disidencia que no cuadra ni cabe en el festín de los descubridores. Por ello Sancho, aquí sigue planteada una ruptura que imponga la historia que parte de esta concepción: ¡Nadie descubre a Nadie! @ablancomunoz
Últimas Noticias, 09 de octubre del 2010
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