Santiago Quintero ||
La dramática situación del lago
santiagoquintero@gmail.com
El Lago de Valencia, única cuenca endorreica del país, se encuentra en un estado de metástasis con plazo vencido. Inunda a la ciudad de Maracay y envenena a toda su población sin que ésta realmente lo perciba. La cota de 408 metros ha sido rebasada en 4 metros. Los habitantes en sus alrededores están acusando recibo de la filtración de aguas que están tragándose literalmente construcciones y terrenos. Pero esto es apenas la punta del iceberg. Tres millones y medio de personas viven directamente en el seno de la cuenca. Seis millones de personas en su área de influencia. Y 13 millones de personas estarían en contacto con sus supuraciones y emanaciones tóxicas a través del complejo sistema de aguas subterráneas de la zona, que compromete a todo el centro del país, incluyendo al área metropolitana.
Bajo la más absoluta de las omisiones sanitarias y ambientales de la historia de nuestra nación, se ha permitido la contaminación biológica y química del sistema hídrico Pao-Cachinche. Aguas llenas de coliformes han sido suministradas a toda la población. La concentración de sedimentos orgánicos y químicos es evidente. En los tanques de casas y edificios sedimenta la brea. Los niveles de aluminio exceden por mucho los niveles admisibles en el ser humano y ya comienzan a realizar estragos en la salud mental de la población donde el Mal de Alzheimer manifiesta su expansión. Los problemas dermatológicos y gastrointestinales se incrementan, y todos tienen un origen común. El grado de contaminación que han alcanzado las aguas que se ingieren, está originando una silente invasión en la salud de todos.
Los colegios de abogados, médicos e ingenieros de todo el país deberían tomar cartas en el asunto en forma conjunta y desarrollar una labor de valoración permanente de la cuenca hidrográfica para aportar soluciones al gran problema ambiental de nuestra nación.
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