Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
sábado, 13 de agosto de 2011
¿Y...? Cumplir con el deber de hacer país es chévere Parte III
Vajilla de Miguel Angel Peraza. Taller ubicado cerca de Quíbor (Estado Lara)
A partir de ese momento, enrrumbé mis naves gracias a la cercanía con artistas y artesanos de las especialidades de las artes del fuego, conocidos en los itinerarios a lo largo y ancho del Estado Carabobo, viajes que me hicieron comprender la importancia que la región valenciana y en general Carabobo ha tenido en el desarrollo de la cerámica venezolana desde la etapa precolombina, máxime que la Universidad de Carabobo tiene la responsabilidad de organizar el Salón Nacional de las Artes del Fuego desde 1974,y la Dra. Peñalver me había enseñado que en la cultura arawaca, habitante de los alrededores del Lago de Valencia, sus mujeres eran grandes ceramistas.
Indios Caribes.
Desde el año 1984 bajo la tutoría de Cristina Araujo, fui organizando el material hemerográfico y registro documental de esa área de las artes plásticas, someramente presentado bajo el nombre de “Teluria”, serie de columnas que acompañada de entrevistas, publiqué en mi Sección “Evatempo” en el Suplemento Dominical “Letra Inversa” del Diario valenciano Notitarde en la etapa comprendida entre 1990-92, cuando ejercía la dirección el creador de ese encartado, el poeta José Joaquín Burgos. 10 años después ese material recopilado y conservado en mis archivos fue entregado a la Sala "Braulio Salazar" de la Universidad de Carabobo
Galería Universitaria "Braulio Salazar" fundada por el artista plástico Marcastillo durante su gestión como director de la misma, ubicada en una hermosa plaza llamada "Dr.Fabián de Jesús Díaz" en la Urb. "Prebo"
Obra del arquitecto paisajista Fernando Tabora, compañero del creador del parque del Este, arquitecto Roberto Burle Marx .
donde sirvió como un texto más para la Primera Megaexposición que hizo el Ministerio del Poder Popular para la Cultura ya que trabajé allí en el 2004 en Comisión de Servicio para redactar el Libro sobre las Artes del Fuego en Venezuela, objetivo que a puño y letra hice realidad durante todo ese año y por la importancia que reviste para la dignidad y justicia con la región carabobeña, esperaba fuera actualizado y revisado por los especialistas requeridos para la edición final de un óptimo producto, que fuera un aporte a la superación del vacio de recopilación hemero-bibliográfica existente sobre estas especialidades, cuya importancia y ausencia había sido refrendada por el crítico de arte Juan Carlos Palenzuela (fallecido) a lo largo de sus columnas en el diario caraqueño “El Universal” donde se lamentaba de la ausencia de material hemero-bibliográfico sobre las artes plásticas accesible, tanto que según nos cuenta “me llevó ocho años de investigación y tres para conseguir editor” para hacer realidad su libro “Arte en Venezuela 1959-1979”, coeditado por CANTV y Banco Mercantil según registra Ana María Hernández en su reportaje “Arte Venezolano de los 60 y 70”" aparecido en El Universal, 20 de julio de 2006, p. 3-10…
Uno de los Salones Nacionales de las artes del fuego.
Galería "Braulio Salazar" Valencia.
Se ya que la investigación sobre el Salón Nacional de las artes del fuego estará designada a dormir junto a la bibliografía carabobeña, el mismo sueño valenciano en la noche de los tiempos, destino que ha tenido mi obra de investigación en Carabobo, menos los folletos que se venden sobre la Abadía "San José" en Güigüe y otras exquisiteces benedictinas que hice con el Abad José María Martínez osb.
Con incredulidad he observado que a lo largo de los años todo el patrimonio documental ha sido condenado al arcón de lo inservible de manera demasiado evidente ante la importancia prestada al patrimonio edificado y el natural, creando un acumulado abandono del rescate, conservación y difusión del material bibliográfico y no bibliográfico que ratifica nuestro pasado histórico, y debe complementar el registro de todas las manifestaciones patrimoniales físicas, que dispersó a partir de los años 80 el empuje que hizo que en 1974, Venezuela fuera el primer país latinoamericano que se adhirió al marco conceptual propuesto por "la UNESCO" que invitaba a los gobiernos a planificar y crear sus Sistemas Nacionales de Información (NATIS), para utilizar al máximo, mediante la coordinación de los elementos individuales, los recursos y servicios de información de que disponen. Ha sido tan manifiesta la crisis, que desde 1986 la prensa registra declaraciones como ésta: “Nos estamos quedando atrás. Los desmadres telúricos –como bien lo indica Gabriel García Márquez-, los cataclismos políticos y sociales no nos han dejado mucho tiempo para asimilar las lecciones del pasado ni pensar en el futuro.“Latinoamericanos y caribes –precisó García Márquez en el discurso que pronunció en el acto de instalación del II Congreso de intelectuales celebrado en La Habana:"nos acercamos al S.XXI con la sensación desoladora de habernos saltado el S.XX: lo hemos padecido sin vivirlo…nosotros apenas empezamos a vislumbrar los beneficios de la revolución industrial” (GUZMAN, Patricia: “La carencia de bibliografía agrava la crisis”. IN: El Nacional 16 de mayo de 1986, pág.C-16). Este artículo recoge las declaraciones de miembros de la Junta Directiva de la Asociación para el Progreso de la Investigación Universitaria" donde advierten: “…sin bibliografía actualizada los institutos de investigación y las universidades sufrirán un golpe mortal. Proponen que las bibliotecas sean declaradas patrimonio nacional”.(Ibid)
Parque "Fernando Peñalver" hermosa obra del arq. Eduardo Santaella durante el
Gobierno de Henrique Salas Römer ubicado junto al Parque "Negra Hipólita" hecho en el gobierno de Luis Herrera Campins
Esa preocupación por rescatar el patrimonio edificado monumental y estatuario, el natural a través de leyes que controlen la destrucción de la fauna, la flora y tantos recursos naturales a punto de extinción además del triste abandono en que estaban sumidos los parques y plazas se reflejó en el Estado Carabobo después del proceso de descentralización ocurrido en la nación a comienzos de la década de los 90, en decretos y leyes como el siguientes:
Gaceta Oficial del Estado Carabobo, Ordinaria No. 2.203, de fecha 31 de enero de 1992, Decreto 003 en el que se declara 1992, AÑO CULTURAL DE CARABOBO, cuyo alcance y el de los decretados en años siguientes no puedo exponer por falta de pruebas que sostengan mi exposición, igual que el programa cumplido por la Red de Bibliotecas Públicas y los objetivos de la Sala Estadal de la BPC “Dr.Manuel Feo y la actualización de la Bibliografía del Estado Carabobo, ya que me dediqué a la investigación en "la Abadía Benedictina" “San José” de Güigüe que produjo las publicaciones ofrecidas hasta el presente al público en la Hospedería de la misma, realizadas (como ya dije) con el segundo Abad Dr. José María Martínez OSB., con el diseño del artista plástico Edmundo Vargas, publicados en los años 1994-95 por Ex-Libris Editorial...y la Mano de Dios protegiéndola pues impidió la acción destructora de mis enemigos desde çue en 1982 me fuera "no trasladado" de Caracas a Valencia el cargo que me fue asignado de Investigadora y Bibliógrafo Regional, como se hizo con todos los Investigadores asignados para tal fin en las diversas regiones del país, 35 años después, al quererme jubilar supe de la hipocresía del Ejecutivo de entonces, pues quienes consideraba mis "amigos" jugaron con mi asignación, y como no tenía importancia fue asumido a mis espaldas gracias a las artes heredadas del Dr. Miguel Peña, por el mismito miembro de la godarria valenciana sin títulos que lo acrediataran más allá de Bachiller del Colegio "Don Bosco", su lengua viperina y gentil socialité de Maquiavelo valenciano, amparado por la jerarquía eclesiástica local, los intereses de la valencianidad más rancia y las autoridades de turno. Valencia se sumió en la sombra ante la muerte de los verdaderos fundadores del Centro de Historia, la disminución por edad y enfermedades de escritores de valía que antes de la mitad de la década de los 80 desaparecieron del mundo de las instituciones culturales valencianas, y las existentes accedieron a peticiones excluyentes, impuestas por conveniencias de grupo, y necesidad de reescribir la historia a favor de medianías elevadas a cargos imposibles de alcanzar sin el “empujoncito de la palanca política” o la complicidad de autoridades universitarias que necesitaban el charol intelectual que amparara sus ignorancias en ese aspecto,(en la Universidad de Carabobo por conveniencias políticas no hay Facultad de Humanidades como se quiso hacer, sólo tienen una Escuela de Educación con Literatura y Arte en sus pensa) sin calibrar el daño que ocasionaban permitiendo que las otrora instituciones culturales valencianas de calidad y efectivos éxitos, se convirtieran en lo que son hoy en dia, instituciones anárquicas, divididas, agencias de festejos, de condecoraciones, premiaciones recíprocas y autonombradas, repetitivas de nombres y trampolín para proyectarse en el país, de personajes cuyas credenciales son su ambición y ego desmedido, que no miden las formas cómo alcanzan sus objetivos personales, algunos inclusive sin verdadero peso moral o intelectual para continuar la obra de quienes levantaron esas instituciones a punta de trabajo y sincera entrega en pro de la cultura de la región y no de sus intereses exclusivamente individuales.
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