El pasado miércoles, recorriendo los canales en vana búsqueda de algo
interesante, me topé con la señora Vanessa Davies entrevistando al señor
sirio Tarek El Aissami, ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia.
Al fondo, la estructura metálica de un edificio en construcción: la sede de una
cosa llamada "Universidad Experimental de la Seguridad" o algo así. Según el
señor ministro, "única en América Latina".
¡Gran cosota! Entre los muchos "únicos en América Latina" que tenemos en
Venezuela, está el más alto índice de inseguridad, de manera que uno no sabe
que lecciones de seguridad podemos dar en esa universidad: de eso parece que
tenemos poco que enseñar.
Uno va poco a poco entendiendo que es eso de "Ministerio del poder popular
para las Relaciones Interiores y Justicia". Se refiere al poder absoluto que pretende
ejercer el presidente Chávez sobre el pueblo, que somos nosotros; lo de "relaciones
interiores" versa sobre los estados donde gobierna un chavista, pues solamente a
ellos van los inmensos recursos de que dispone el Gobierno; y lo de "justicia"
parece que tiene algo que ver con aplicar las medidas represivas que el
presidente Chávez ordene contra cualquier ciudadano que contraríe sus antojos.
Pero vayamos a la entrevista. Durante el breve tiempo que permanecí escuchando
los torpes balbuceos de El Aissami, ya característicos en él, pude captar,
además de lo dicho sobre la universidad "única en América Latina", que el
edificio se erigía sobre el mismo terreno donde estuvo el tristemente
célebre "Retén La Planta". No desaprovechó el momento el Ministro para recalcar
que ese fue un sitio de reclusión de la "cuarta república" y de sus gobernantes adecos y
copeyanos, lacayos del imperio; sitio donde ciudadanos venezolanos llevaban
su vida privados de la libertad, en condiciones infrahumanas, injustamente tratados
como bestias. Cualquiera que lo escuche y no conozca el estado de nuestras cárceles
después de trece años de "quinta república", creerá que nombres como "El Rodeo I", y la tragedia
vivida alli peor que la del retén de Catia, es más, pasó a la historia como hecho capital en
nuestro historial penitenciario,"Tocuyito", "Tocorón" o "Uribana" se refieren a hoteles
cinco estrellas, donde ingratos huéspedes se la pasan quejándose de los malos tratos
y los abusos que contra ellos cometen los encargados de velar por su bienestar y confort.
Como todas las obras que inicia (y nunca acaba) este Gobierno, seguramente el
proyecto de la universidad "única en América Latina" ha sido contratado a dedo a
algún arquitecto "revolucionario" y la construcción ha sido adjudicada, también a dedo y
sin la correspondiente licitación, a alguna empresa perteneciente a un seguidor
de "el proceso" dispuesto a pagar la comisión de costumbre.
El día que se concluya la obra, cosa poco probable, vista la total ineficacia de
este Gobierno para tales logros, tal vez tengamos la satisfacción de tener policías
que, título en mano, se dedicarán a prevenir el delito y a castigar a los delincuentes
que mantienen en constante zozobra a los venezolanos.
Tal vez ese día podamos pasarlo sin tener que contar el número de asesinatos,
y de los cuales, desgraciadamente con mucha frecuencia, los autores son
precisamente los responsables de evitarlos.
Tal vez también sería buena una universidad de jueces honestos y valientes.
Podría llamarse Universidad María Lourdes Afiuni, por ejemplo.
Pero será cuando Capriles sea Presidente.
peterkalbers@yahoo.com
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