“LOS VALENCIANOS SON MUY VAINOSOS”, le respondió el presidente Pérez Jiménez al Coronel Ricardo Arroyo Ludert gobernador de Carabobo

El Carabobeño 26 marzo 2012

Luis Cisneros Cróquer || La Familia Magallanera

“LOS VALENCIANOS SON MUY VAINOSOS”, le respondió el presidente Pérez Jiménez al Coronel Ricardo Arroyo Ludert gobernador de Carabobo, cuando éste le planteó el problema que tenía para bautizar el Estadio de Beisbol de Valencia, por las propuestas de dos nombres: Manuel Antonio “El Pollo” Malpica y José Bernardo Pérez. Póngale CUATRICENTENARIO y deje eso así, recomendó el andino al porteño. De manera que el 8 de octubre de 1955 se inauguró la obra con el campeonato nacional de beisbol amateur. En la caseta de transmisión de la Voz de Carabobo estábamos: Pepe Faja, Edgar Guarenas Borges, Nelson Jiménez, Alberto Ochoa Rotjes y este servidor. Siempre están conmigo en el inmenso recuerdo aquellos momentos. En 1965 se decidió lo del nombre y el bautizo como José Bernardo Pérez... ALCIDES DELGADO también fue un maestro de la narración deportiva y recuerdo su frase cuando las bases estaban llenas: “se formó el paranpanpanpampero” y “de aquello... nada”. JUSTAMENTE eso es lo que está formado con el “Reglamento” de la Ley del Deporte de Venezuela... El beisbol profesional y la Vinotinto, en riesgos graves por la pretensión de ejercer hegemonía, control y “mete la mano” en el dinero de los patrocinios y de la publicidad, contrariando lo que definitivamente está en el texto, aprobado por la Asamblea Nacional. Si ese “Reglamento” no va hacia atrás y no hay rectificaciones- como alguien ha prometido en reunión con las Federaciones Deportivas y el Comité Olímpico las cosas se ponen moradas y en el año electoral. Los deportes, sin duda, reúnen a la inmensa mayoría de la población. Es algo así como “mírame y no me toques”. Pareciera que hay influencia de otro país en donde el deporte y los atletas no tienen libertad y en donde por supuesto no existen empresas patrocinantes como aquí. Si se mantiene ese régimen propuesta, cosas verdaderamente inenarrables, nos esperan. ESTA CLARO que debe existir la participación de las ganancias del sector privado en auxilio del deporte, pero la integridad de la dirigencia deportiva debe respetarse y no colocar a la burocracia, con no mucho prestigio en administración de recursos, por encima de estos factores positivos de la sociedad civil... EN EL REGLAMENTO inventan que los clubes deben inscribirse en los Consejos Comunales y no en las asociaciones ni en las Fundaciones Deportivas municipales. Con este plan caribeño lo que se quiere es tener el control de los votos para nombrar las asociaciones y votar por la composición de las federaciones hasta llegar al Comité Olímpico, sin tocar tablita. UNA SOLA MANO para manejar el uno por ciento de las ganancias de las empresas. Ellos son quienes le dirán al Magallanes de qué presupuesto dispondrá para la temporada y lo mismo al Caracas y a los Tigres. Los equipos de menores recursos se irán de la competencia. Impondrán los bates y las pelotas y controlarán los gritos de las barras. Y supervisarán y objetarán o aprobarán los contratos. Locutores, narradores, publicistas, out, ponchados. Y el campeonato está diseñado para comenzar en los primeros días del mes de octubre, un poco antes del 7 para poder tener tiempo de preparar al campeón para la Serie del Caribe que se efectuará en México en el año 2013. Quiera el Dios del Deporte que estas cosas, peliagudas, no se lleven a cabo porque los niños, por lo menos los aficionados del Magallanes, llorarán... PENDIENTE UN ALMUERZO: Aníbal J. Núñez Lugo, tenía pendiente un almuerzo conmigo, solo esperábamos la fecha propicia, para hablar como siempre de nuestras familias, del trabajo y de los sueños. Pero se me fue inesperadamente después de someterse a una operación que lucía cómoda. Cuando lo conocí llenó horas recordando a su abuela que le dio crianza; y me convenció de su amor a Lérida su querida esposa, su hijo Aníbal José y su empresa. Le metió el pecho a la Presidencia de Capemiac y les dejó una sede y rescató la Hacienda Country Club. El corazón se lo puso a la amistad y su vida fue de nobleza y honradez acrisolada. Hoy, ruego el permiso de la familia magallanera para despedir con palabras y recuerdos a este magallanero, que se hizo carabobeño para servir al prójimo. Allá está, sembrado en Barquisimeto, la tierra de su amada.