Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

domingo, 14 de abril de 2013

Tiempos de cambios: El Papa Francisco nombra a los ''reformadores'' de la Curia Romana y en Venezuela: líderes sociales llaman a la reconciliación nacional



FRANCISCO PAPA


La ''asignatura pendiente'' de los últimos pontificados: la reforma de la Curia Romana
Francisco nombra una comisión de ocho cardenales de los cinco continentes, con probada experiencia de gobierno, que se reunirán con el papa en octubre
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 13 de abril de 2013 (Zenit.org) - La Secretaría de Estado de la Santa Sede anunció hoy, en un escueto comunicado, pero trascendental, que el papa Francisco nombró a una comisión de cardenales para estudiar una reforma de la Curia Romana, el organismo que gobierna a la Santa Sede bajo la dirección del papa.
Con esta significativa decisión, el papa Bergoglio da un paso más en la estela de sus predecesores para acentuar la colegialidad, dando parte en el proceso de decisión de asuntos que afectan a la Iglesia universal a cardenales que han tenido experiencia de gobierno en la Iglesia, con una larga andadura y méritos, procedentes de las diversas esquinas del planeta, para emprender la asignatura pendiente de todos los últimos papas: la reforma de la Curia Romana, origen de muchos dolores de cabeza y de las filtraciones que dieron base al escándalo conocido como vatileaks.
“El santo padre Francisco, retomando una sugerencia que nació en el curso de las Congregaciones Generales anteriores al cónclave --indica el comunicado- ha constituido un grupo de cardenales para ser aconsejado sobre el gobierno de la Iglesia universal”.
Recordamos que estas Congregaciones Generales fueron decisivas para conocer por ejemplo el perfil de Iglesia del papa Francisco, como luego se dio a conocer por el cardenal Jaime Ortega de La Habana, así como conocer las posturas de los purpurados en la actual situación eclesial. La reforma de la Curia Romana fue uno de los asuntos tratados.
Es una decisión nacida en unas reuniones que, tras la sede vacante, congregaron a todos los cardenales, incluso a quienes por motivo de edad no participaron en la elección del futuro papa. Por tanto, también la experiencia y sabiduría de estos consejeros de más de 80 años del papa, como lo son todos los cardenales, pudo sumarse a la reflexión.
El comunicado de la Secretaría de Estado, añade que la comisión de obispos nombrados por Francisco deberá “estudiar un proyecto de revisión de la constitución apostólica Pastor Bonus, sobre la Curia Romana”.
La Constitución Apostólica Pastor Bonus indica que: “La curia romana es el conjunto de dicasterios y organismos, que ayudan al romano pontífice en el ejercicio de su suprema misión pastoral, para el bien y servicio de la Iglesia universal y de las Iglesias particulares, con lo que se refuerzan la unidad de la fe y la comunión del Pueblo de Dios y se promueve la misión propia de la Iglesia en el mundo”.
En palabras más simples, los dicasterios son el equivalente a los ministerios en un Gobierno, con los cuales un jefe de Estado se ocupa de temas como Asuntos Exteriores, Interior, Cultura, etc.
La necesidad de una reforma de la Curia Romana es un punto del que se viene hablando desde hace mucho tiempo, y que siempre quedó como asignatura pendiente, un pontificado tras otro, seguramente por su complejidad. La Pastor Bonus, escrita por Juan Pablo II en 1988 fue la última reforma de la Curia y sus congregaciones pero no abordó de lleno los problemas centrales de una Curia burocratizada, que ha seguido creciendo al hilo de los tiempos, mientras que en las Congregaciones Generales, según revelaron algunos cardenales, dado que no es tema de secreto lo en ellas tratado, se abogó por una Curia más ágil y funcional.
La Pastor Bonus, en su segundo artículo, organiza los dicasterios en cinco grupos: Secretaría de Estado, Congregaciones, Tribunales, Consejos pontificios y Oficinas de la Curia. (Ver: http://www.zenit.org/es/articles/que-es-y-como-funciona-la-curia-romana).
La Comisión nombrada por Francisco, está integrada por ocho cardenales y un monseñor. De la Curia Romana participa el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano, mientras que muchos de los otros siete cardenales eran papables.
El comunicado de la Secretaría de Estado indica que la comisión está así constituida:
- Card. Giuseppe Bertello, presidente del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano;
- Card. Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de Chile;
- Card. Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India);
- Card. Reinhard Marx, arzobispo de München und Freising (Alemania);
- Card. Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo);
- Card. Sean Patrick O’Malley, O.F.M. Cap., arzobispo de Boston (Estados Unidos);
- Card. George Pell, arzobispo de Sydney (Australia);
- Card. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, S.D.B., arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), con función de coordinador;
- S.E. Mons. Marcello Semeraro, obispo de Albano, con función de secretario.
La proveniencia de los cardenales es variada no sólo por los países de procedencia sino porque integra a los cinco continentes.
Será secretario de esta "Comisión de Reforma" monseñor Semeraro, obispo de Albano, diócesis suburbicaria a la que pertenece Castel Gandolfo, actual residencia del papa emérito Benedicto XVI.
El comunicado concluye precisando que “la primera reunión colectiva del grupo está fijada para los días 1-3 de octubre y su santidad está desde ahora en contacto con los mencionados cardenales”.
O sea que Francisco y su “Comisión de Reforma” tendrán seis meses para comunicarse a distancia sobre sus objetivos, estudiar a fondo el tema, hasta octubre, o sea después del verano europeo, que, como se sabe comporta también la disminución de actividad en la Santa Sede y el periodo de descanso del pontífice.


''El Señor no es un hada con la varita mágica''
Francisco invita a vigilar ante la tentación del triunfalismo, y a pedir la gracia de la perseverancia
Por H. Sergio Mora
CIUDAD DEL VATICANO, 13 de abril de 2013 (Zenit.org) - Que “el señor nos salve de las fantasías triunfalistas” y “perseverar en el camino del Señor, hasta el final, todos los días” son las dos ideas en las cuales se centró la homilía de papa Francisco, durante la misa de ayer viernes en la capilla de la residencia de Santa Marta.
Al comentar las lecturas del día, comenzando por la intervención en el sanedrín de un fariseo de nombre Gamaliel, reportado en los Hechos de los Apóstoles, el papa Francisco observó: “Dar tiempo al tiempo” es “un consejo sabio también para nuestra vida, porque el tiempo es el mensajero de Dios. Dios nos salva en el tiempo y no en el momento”. Y recordó que “el Señor nos salva en la historia, en la historia personal de cada uno de nosotros. No hace como un hada con la varita mágica”.
Y denunció al “triunfalismo” como una “gran tentación de la vida cristiana”, de la cual no se salvaron ni siquiera los apóstoles. Y aseveró: “El triunfalismo no es del Señor”, que vivió “humildemente”. Y que “el Señor nos enseña que en la vida no es todo mágico, que el triunfalismo no es cristiano”.
En cambio, recordó, “hay una gracia que es necesario pedir, la perseverancia, perseverar en el camino del Señor, hasta el final, todos los días”. Porque en el camino “se procede con dificultad, con trabajo, con tantas alegrías”.
El pedido es que “El señor nos salve de las fantasías triunfalistas” y concluyó invitando a recorrer “¡ El camino de todos los días en la presencia de Dios: esta es el camino del Señor, Vamos por ella!”.
Con la misa el Santa Marta el papa está teniendo la posibilidad de tomar contacto cotidianamente con tantas personas. El viernes lo hizo con las personas que pertenecen a la Librería Editorial Vaticana (LEV), a quienes saludó uno por uno al final de la misa, que concelebró con los sacerdotes dirigentes de la misma.
La LEV en los últimos días ha publicado tres libros, dos textos de Francisco cuando era arzobispo de Buenos Aires: “Superar los umbrales de la fe” y “Nosotros como ciudadanos, nosotros como pueblo, hacia el bicentenario con justicia y solidaridad” y los textos de sus primeras intervenciones como papa con el título “Les pido que recen por mi”.

El papa Francisco, religioso y sacerdote
Todo falló, no estaba el elegido de Dios entre las predicciones humanas
Por Jorge Rangel Sánchez
QUERéTARO, 13 de abril de 2013 (Zenit.org) - Hoy se cumple un mes de la elección del papa Francisco. Jorge Rangel Sánchez, de la Comisión Diocesana para la Pastoral de la Comunicación Social de la diócesis de Querétaro, México, describe la figura del pontífice desde su condición de religioso y sacerdote.
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“Habemus Papam”, fueron las palabras que iniciaron el fin del bombardeo de especulaciones de quienes fuera de la Iglesia hasta se atrevían a hacer listas de favoritos y tenían a mano los datos según ellos espectaculares de cargos y notas que dieran de qué hablar del nuevo sucesor de san Pedro, el humilde pescador.
Todo falló, no estaba el elegido de Dios entre las predicciones humanas. Conforme van pasando los días hay noticias sobre el papa. Que si pagó su cuenta en el hotel, que si fue a un hospital, que si le lavó los pies a los presos. Lo novedoso, lo diferente es su sencillez, la anécdota, y los más habladores, especulan, dicen que está ganando la calle, que es una estrategia, los que observan pensando que la Iglesia es una gran fábrica, hasta aquí quedaron.
Ver y estar atento a la persona del papa, en lo personal, me ha recordado a decenas de religiosos y religiosos sacerdotes, que entregan su vida al servicio de la Iglesia. Sencillos en su trato, obedientes al papa y a sus superiores, pobres con austeridad y castos amando a Cristo y a sus hermanos, viviendo en comunidad, desgastando su vida, viviendo un estilo, una manera de ser, imitando a Jesús, escuchando la voz de Dios en sus superiores y en el cumplimiento de una vida ordenada, cada acción tiene su tiempo, con la vista en la tierra y la mirada en el cielo.
Tener un papa “religioso”, es oportunidad de reflexionar sobre la identidad del “religioso sacerdote”. Advirtiendo que por ser religioso, su vocación sacerdotal está impregnada por un “carisma”, rasgo de la rica personalidad de Jesucristo, que toda congregación o instituto asume desde sus orígenes por inspiración divina, para la vivencia de los consejos evangélicos. No es más, ni menos, es definidamente diferente.
El santo padre, cuando profesó como joven religioso jesuita, asumió con mayor fidelidad la pasión que ardía en su corazón y lo impulsaba a buscar la gloria de Dios y la salvación de las almas. Decidió vivir un estilo que comprende Identidad y Misión.
Ser religioso ante todo es un regalo de Dios y supone madurez, aptitudes, voluntad, deseo y capacidades. Aunque Dios siempre con su gracia suple la deficiencia humana y da al que con humildad pide lo que necesita. Para ser religioso se observa una madurez humana necesaria, una vida cristiana probada e instruida, y un crecimiento espiritual ardiente para vivir siguiendo a Jesús, es decir imitándolo como discípulo a su Maestro. Y para quien aspire además de la vida religiosa al sacerdocio debe mantener su vida intachable, es decir, ser digno, esto lo manifiestan los formadores del religioso candidato al orden sacerdotal.
Los medios informativos nos ayudan a ver rasgos de la calidad humana del que siendo Jorge Mario Bergoglio, hombre, religioso, sacerdote, obispo, y ahora Santo Padre, tiene y ha tenido para los destinatarios de su trabajo, como jesuita y como sacerdote.
Desde la fe veamos que la primera característica de la vocación cristiana del Santo Padre y de todo cristiano es: un encuentro con Cristo, una relación personal de amistad con el Señor que llena el corazón y transforma la vida. Este encuentro transformador animado por la caridad, en actos sencillos y espontáneos, convierte a los creyentes y a las comunidades cristianas en propagadores de la Buena Nueva del Evangelio de Jesús. Las obras de Dios se aprecian mejor en la suave brisa que en el viento huracanado. El santo padre es un hombre de fe y esto se manifiesta en las sencillas obras de amor que no son actuadas ni premeditadas sino frutos de su entrega alegre.
Cada día, el papa Francisco como miembro de la Iglesia, con su testimonio de vida responde al llamado de renovar el dinamismo vocacional de sus hermanos en la fe: comunica y comparte el entusiasmo y la pasión con la que está viviendo su vocación cristiana, de modo que su propia vida se convierte en propuesta vocacional para otros.
“Caminar, edificar, confesar”, ideas expresadas en su primera homilía son reflejo de su programa de vida porque todo jesuita por naturaleza busca “Servir al Señor solo y a la Iglesia”. Siempre al servicio de la fe, promoviendo la justicia, promoviendo el diálogo intercultural e interreligioso. Su santidad Francisco unido a los obispos en Aparecida dijo: ¡No teman! ¡Abran, más todavía, abran de par en par las puertas a Cristo!... quien deja entrar a Cristo no pierde nada, nada –absolutamente nada– de lo que hace la vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se abren las puertas de la vida. Sólo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la condición humana. Sólo con esta amistad experimentamos lo que es bello y lo que nos libera… ¡No tengan miedo de Cristo! Él no quita nada y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. Sí, abran, abran de par en par las puertas a Cristo y encontrarán la verdadera vida”.



SANTA SEDE


Los ''reformadores'' de la Curia Romana
Perfil de los consejeros del papa para estudiar los cambios del gobierno de la Santa Sede
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 13 de abril de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos a los lectores el perfil de los ocho eclesiásticos –siete cardenales y un obispo- que han recibido del papa Francisco el encargo de formar una Comisión para estudiar la reforma de la Curia Romana. Procedentes de todos los continentes, son hombres de probada experiencia de gobierno y algunos de ellos, que sepamos, si no todos, abogaron por una Curia Romana más ágil y funcional en las recientes Congregaciones Generales que precedieron a la elección del papa Bergoglio.
Giuseppe Bertello
Es presidente del Gobernatorado del Estado de la Ciudad del Vaticano.El Governatorado es el gobierno encargado de la gestión del Estado de la Ciudad del Vaticano. Un microestado de tan solo 44 hectáreas de extensión y una población de 900 ciudadanos.
Bertello nació en 1942 en Foglizzo, en la región italiana de Piamonte; y fue ordenado sacerdote en 1966. Tras estudiar en la Academia Diplomática de la Santa Sede fue nombrado pronuncio en Benín, Ghana y Togo. Ordenado arzobispo en 1987, fue nuncio apostólico en Ruanda y México. Desempeñó también actividades en la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra y en la Organización Mundial del Comercio.
Francisco Javier Errázuriz
Es arzobispo emérito de Santiago de Chile, cargo que ejerció de 1998 a 2010. Fue creado cardenal en 2001. Nació en Santiago de Chile en 1933.
Como presidente de la Conferencia Episcopal organizó el Año Santo Jubilar de 2000, basado en un trabajo pastoral de base, y en el esfuerzo por aliviar la dramática situación de los sin techo. Algunos actos públicos del Jubileo marcaron a toda la sociedad chilena. Entre ellos, uno de los acontecimientos más decisivos en pro de la paz y la justicia: la ceremonia de "Purificación de la Memoria". Los obispos chilenos pidieron perdón por los pecados de la Iglesia en este país.
Preparó la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de mayo de 2007 en Aparecida, como presidente del CELAM. En la inauguración, en la que estuvo Benedicto XVI, dijo: “La vida que buscamos para nuestros pueblos está íntimamente unida al anuncio misionero de Jesucristo, a dejarnos encontrar cada vez que venga hasta nosotros. Él, la Vida que estaba en el principio, vino a nosotros para que tuviéramos vida en abundancia”.
En 1971 se trasladó a Alemania como miembro del Consejo General de su comunidad y en 1974 fue elegido superior general de su Instituto y presidente del Consejo Internacional de la Obra de Schöenstatt, hasta diciembre de 1990. Fue llamado al Vaticano como secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada. Recibió la ordenación episcopal en 1991. Fue además consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y miembro de varios dicasterios como el de Laicos, Emigrantes e Itinerantes, Operadores Sanitarios, América Latina, y de la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre la Vida Consagrada.
En 1996, el papa le nombró obispo de Valparaíso, Chile. Su lema episcopal es Ut vitam habeant (Para que tengan vida, Jn. 10,10). En 1997 participó en el Sínodo de los Obispos de América. En 1998 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, por tres años, y reelegido hasta 2004.
Oswald Gracias
El cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, India, nació en Bombay en 1944. Asistió al colegio San Francisco Javier en Ranchi. De 1977 a 1982 completó su preparación en Roma. Es licenciado enderecho canónico en la Universidad Urbaniana y diplomado en derecho en la Gregoriana.
En 1997 fue elegido obispo titular de Bladia y nombrado auxiliar del arzobispo de Bombay. Fue encargado de seguir pastoralmente la zona de Navi y los suburbios de Bombay, especialmente pobres. En 2000 fue nombrado arzobispo de Agra y de Bombay en 2006, sucediendo al cardenal Ivan Dias, llamado a Roma como prefecto de la Congregación por la Evangelización de los Pueblos.
En la Conferencia Episcopal India ha tenido cargos, sobre todo en ámbito jurídico y de las comunicaciones sociales. En 2001 fue elegido presidente de la FABC, la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia.
Fue creado cardenal por Benedicto XVI en 2007. Es miembro de los dicasterios para el Culto Divino, Educación Católica, Textos Legislativos, Comunicaciones Sociales; del XIII Consejo Ordinario de la Secretaria General del Sínodo de los Obispos; y del Comité Vox Clara.
Reinhard Marx
El arzobispo de Munich y cardenal Reinhard Marx nació en Alemania en septiembre de 1953. Hijo de un sindicalista comprometido, a sus 60 años, es uno de los miembros más jóvenes del Colegio Cardenalicio.
Fue ordenado sacerdote en 1979, y se graduó en Teología con la tesis "¿La Iglesia es diferente? Posibilidades y métodos de un modo de ver sociológico".
En 1996 fue nombrado profesor de Doctrina Social Cristiana en la Facultad de Teología de Paderborn, que pertenece a la universidad más antigua de Westfalia, fundada en 1614.
Es uno de los teólogos más respetados y recientemente ha publicado El Capital. Un alegato a favor de la Humanidad, en el que, bajo el título de unas de las obras más conocidas de Marx, hace una reflexión sobre la doctrina y la crisis del capitalismo. Asegura que en el libro se critica el capitalismo "porque un capitalismo sin un marco ético es enemigo del género humano".
Considera que el catolicismo debe aportar una visión “ética y social” para una reforma “sensata” de los sistemas financieros. Siempre se ha mostrado comprometido con las pastorales del mundo profesional y laboral. Benedicto XVI le creó cardenal en 2010.
Su lema, Ubi Spiritus Domini, ibi libertas (Donde está el Espíritu del Señor, está la libertad), lo explica de la siguiente manera: "La libertad significa elegir el bien en libertad”.
Laurent Monsengwo
El cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa, República Democrática del Congo, tiene 73 años. Fue ordenado en 1980, en Kinshasa, por Juan Pablo II y creado cardenal en 2010 en Roma por Benedicto XVI. Estudió en Roma, en la Universidad Urbaniana y en el Instituto Pontificio Bíblico, así como en Jerusalén. Obtuvo el doctorado en Ciencias Bíblicas en el Instituto Pontificio Bíblico (1970), primer doctor africano en ciencias bíblicas. En 2012, fue llamado por Benedicto XVI a predicar los ejercicios espirituales en el Vaticano.
Ha sido presidente de la Conferencia Episcopal de su país, presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y de Madagascar (SCEAM) y presidente de Pax Christi International.
En El Vaticano, ha sido miembro de la Comisión bíblica pontificia y de la Comisión Fe y Constitución, del Consejo Ecuménico de las Iglesias.
Nació en 1939, en Mongobele, diócesis de Inongo, el Congo (actualmente República Democrática del Congo). Pertenece a una de las familias reales de Basakata, su segundo nombre, Monsengwo, significa "nieto de un jefe tribal".
Asumió, entre 1991 y 1992 la presidencia de la Conferencia Nacional de su país y en 1996, el Parlamento de Transición para guiar al antiguo Zaire hacia la transición democrática, tras la caída de Mobutu. Siempre ha tenido un papel activo en la defensa de la justicia y de la paz.
Sean Patrick O’Malley OFM
Si no fuera por el birrete color púrpura se le podría confundir tranquilamente por un humilde franciscano de visita en Roma. Sin embargo es cardenal y arzobispo de Boston, una de las diócesis más importantes de Estados Unidos.
Sean Patrick O'Malley es un cardenal "humilde", "valiente", "popular" no solo en el sentido de famoso sino porque siempre está dispuesto a 'bajar a la calle' y hablar con la gente, creyente o no. Tanto como para ser el primer purpurado en abrir un blog personal (www.cardinalseansblog.org), utilizado constantemente como instrumento de comunicación y de encuentro.
Nació en 1944 en Lakewood, y se trasladó pronto a Pensilvania. Con solo 12 años entra en el seminario menor franciscano. Con 21 hace la primera profesión con los votos temporales y entra a formar parte de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, asumiendo el nombre de Sean, en honor de san Juan.
Tras un periodo de diaconado en la Isla de Pascua, recibe la ordenación sacerdotal en 1970, y es enviado a Washington. Allí enseña literatura española y portuguesa y funda el Centro Católico Hispánico para la asistencia a prófugos e inmigrantes. En 1978, es nombrado vicario episcopal para Washington y en 1984 obispo coadjutor de Saint Thomas, en Islas Vírgenes, y luego obispo diocesano. En 1992 es nombrado obispo de Fall River, en Massachusetts. En 2002, de Palm Beach y luego arzobispo de Boston. Benedicto XVI lo crea cardenal en 2006, con el título presbiteral de Santa María de la Victoria.
Saltó al centro de la opinión pública por su lucha decidida contra la pedofilia del clero. En junio de 2010, es elegido por el papa entre los delegados para Irlanda por este escándalo. El capuchino vacía las cajas de la Archidiócesis para compensar a las víctimas e invierte en anuncios televisivos para que los fieles vuelvan a la Iglesia. La campaña publicitaria, con el título Catholics come home (Católicos volved a casa) funciona, y solo en Phoenix, lleva a un aumento de la frecuencia de los fieles de cerca de un 12%.
En relación al reciente cónclave, el arzobispo de Boston no se mordió la lengua y dijo que la cuestión esencial para el sucesor de Ratzinger sería "el gobierno central de la Iglesia", en particular una mayor coordinación y eficacia de los diferentes dicasterios, además de una "visión global", que permita al nuevo papa responder a los desafíos del mundo contemporáneo.
George Pell
El cardenal George Pell, de 71 años, es arzobispo de Sidney. En una reciente entrevista, sin ser un profeta, decía: "Creo que no elegiremos a alguien que tenga 77 o 78 años. Pero tampoco elegiremos a alguien demasiado joven, porque creo que sería positivo cambiar de papado cada 10, 15 o 20 años". "Permítame comenzar diciendo lo que no buscamos en un papa. Yo no buscaría a un candidato de una región particular. Creo que el origen del próximo papa es bastante secundario ante sus capacidades personales para dirigir a la Iglesia (…) Necesitamos a alguien que sea un estratega, que tome decisiones, un organizador, alguien que haya demostrado tener capacidades pastorales fuertes y que pueda tomar las riendas de la situación para sacar adelante a toda la Iglesia". "La habilidad para gobernar es importante". "Es muy importante esta habilidad para gobernar. Podría parecer que algunos problemas de fondo han surgido a través de los 'vatileaks' y cosas por el estilo, por lo que creo que estos problemas deben ser encauzados verdaderamente, y deben seguir un cauce específico, podríamos decir simbólico, para que el mundo se dé cuenta de que el nuevo papa es consciente de las oportunidades pero también de los enormes desafíos, y que está dispuesto a hacer algo al respecto".
Sobre la reforma de la Curia, dij: “Creo que el personal de la Curia, el liderazgo de la Curia, es muy importante. La reforma de la Curia es una de las tantas cuestiones en juego y dependerá de la voluntad y de las capacidades del nuevo papa. Creo que una consulta más amplia sería un factor que habría que considerar".
Nació en Ballarat, en el estado de Victoria, al sur de Australia, en 1941. Estudió para el sacerdocio en el Corpus Christi College, Werribee, y la Universidad de Propaganda Fide de Roma, y fue ordenado sacerdote de la diócesis de Ballarat por el cardenal Agagianian en la Basílica de San Pedro, en 1966. En 1987 fue ordenado obispo auxiliar de la archidiócesis de Melbourne y obispo titular de Scala. En 1996 Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Melbourne. En 2001, de Sydney. Juan Pablo II lo creó cardenal en 2003 y presbítero de la Iglesia de Santa María Dominica Mazzarello en Roma.
Tiene una licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Urbaniana, Roma (1967), una maestría en Educación de la Universidad de Monash, Melbourne (1982), y un doctorado en Filosofía en la Historia de la Iglesia en la Universidad de Oxford (1971).
En febrero de 2007 fue nombrado miembro del Consejo de Cardenales para los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede. En 2008, miembro del Comité de Administración de la Comisión Católica Internacional de Migración. En diciembre de 2010, miembro tanto del recién creado Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización como del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Asistentes Sanitarios. Formó parte de la Congregación para los Obispos, en septiembre de 2012.
Oscar Andrés R. Maradiaga
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, salesiano, arzobispo de Tegucigalpa, nació en Honduras en 1942. Recibió la ordenación sacerdotal en 1970 y Juan Pablo II lo creó cardenal en el 2001.
Muy marcado por el carisma salesiano, siempre estuvo cerca de la gente, muy sensible a los problemas de la pobreza. Domina seis idiomas y posee el título de piloto aeronáutico. Estudió psicología clínica y psicoterapia en Innsbruck.
Fueron famosas sus palabras en 2003, antes de la guerra en Irak, cuando denunció que las armas de destrucción de masa más que las químicas son la pobreza y la injusticia. Sus denuncias al narcotráfico y la corrupción le valieron muchos enemigos. Describió la justicia como una serpiente que muerde solamente al que está descalzo, al que tiene botas no le pasa nada. Su voz se ha oído en campañas por la defensa de los derechos humanos así como la petición de condonación de la deuda externa. Fue mediador en negociaciones de paz con grupos armados.
Subrayó la necesidad de apoyar la opción preferencial por los pobres y enfocar los cambios necesarios en el sistema económico, y superar el proteccionismo agrícola de los países industrializados que perjudica a los pobres. Precisó que en la nueva evangelización la fe se testimonia con la caridad.
Tiene un doctorado en Teología moral en la Universidad Lateranense. Es arzobispo de Tegucigalpa desde 1993, presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, y desde 2007 presidente de Caritas Internationalis el organismo de la Santa Sede que agrupa a todas las Caritas nacionales y regionales y otras organizaciones con idénticos fines que ponen en obra la caridad de la Iglesia a nivel universal.
Es miembro de los dicasterios para el Clero, Educación Católica, Justicia y Paz; Comunicaciones Sociales; Cor Unum, América Latina; y del Consejo para América Latina del Sínodo de los Obispos.
Marcello Semeraro
Ordenado sacerdote en 1971. En 1998 es elegido obispo de Oria. Profesor de eclesiología en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, en  2001 el papa Juan Pablo II lo eligió como secretario especial de la décima asamblea general del Sínodo de los Obispos. Recibe la ordenación episcopal en 1998. En 2004 es nombrado obispo de Albano,diócesis a la que pertenece Castel Gandolfo, la residencia temporal del papa emérito Benedicto XVI.
Es consultor de la Congregación para el Clero. En 2010 es elegido presidente dem la Comisión Episcopal de la Doctrina de la Fe de Italia.

MIRADA AL MUNDO


Venezuela: líderes sociales llaman a la reconciliación nacional
En vísperas de las elecciones denuncian irregularidades ante la Nunciatura para ponerlas en conocimiento del papa Francisco
Por Redacción
CARACAS, 13 de abril de 2013 (Zenit.org) - Hoy la prensa venezolana da cuenta de un documento en el que políticos, juristas y periodistas entre otros, hacen un llamamiento a la reconciliación nacional, en vísperas de la elecciones a la Presidencia de la República con una reñida confrontación Maduro-Capriles. Así mismo informa de que un grupo de ex embajadores y abogados entregaron en la Nunciatura un documento, dirigido al papa Francisco, en el que denuncian diez irregularidades cometidas en esta campaña electoral.
Un grupo de ex embajadores y abogados entregaron en la Nunciatura Apostólica un documento, en el que denuncian diez irregularidades cometidas a propósito de las elecciones. El objetivo es que el escrito sea entregado al santo padre. “Que el Papa Francisco acompañe al pueblo espiritualmente este domingo y nos haga llegar su bendición”, indica el documento
Por otra parte, políticos, académicos, juristas, periodistas, prelados de la Conferencia Episcopal Venezolana y varias personalidades participaron en un acto en el que llamaron a todos los sectores del país y a la población en general, independientemente de su orientación política, a trabajar por la reconciliación nacional.
"Exhortamos a que, cualquiera que sea el gobierno que surja de esta elección, se constituya en líder nacional de la construcción del entendimiento nacional y se conciba como constructor de la convivencia ciudadana", se indica en el documento titulado Construyamos la Paz y la Convivencia entre los Venezolanos, que fue leído por el rector de la Universidad Católica Andrés Bello, José Virtuoso SJ.
En el documento, que fue suscrito por todos los presentes, se indica que la política de división entre venezolanos debe dar paso a la reconciliación. "Eso es lo que reclaman por igual los ciudadanos colocados a uno u otro lado del debate político y electoral", afirman los firmantes.
Henry Ramos Allup, de Acción Democrática, señaló: "El próximo lunes vamos a tener un gobierno que va a heredar dos problemas graves: el económico y el militar. Cualquiera que sea el electo va a necesitar el apoyo de todos los venezolanos. Cuidado si llega el momento en el que, independientemente del resultado de las elecciones, tengamos todos que salir a la calle a defender el gobierno electo el domingo si queremos preservar la democracia", advirtió.
La rectora de la Universidad Central de Venezuela, Cecilia Sosa Arocha, llamó a no acostumbrarse a los hechos de violencia como los que se generaron en el Aula Magna en la presentación de la obra de Norkys Batista. "Venezuela tiene que aprender que un país dividido no puede progresar. Para reforzar la reconciliación está de por medio un instrumento muy importante que es la Constitución", indicó el dirigente político Pompeyo Márquez.
Al acto asistieron los políticos Roberto Henríquez, del Partido Social Cristiano y Felipe Mujica de Movimiento al Socialismo, así como los dirigentes Claudio Fermín y Luis Miquilena, entre otros. También estuvieron presentes los juristas Alberto Artega y Román Duque, los periodistas Nelson Bocaranda y Tinedo Guía, presidente del Colegio Nacional de Periodistas, y el secretario general de la Conferencia Episcopal de Venezuela, monseñor Jesús González de Zárate, entre otras personalidades.
El periodista Vladimir Villegas, hermano del ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, fungió de moderador. "Nosotros nos queremos todos los hermanos, independientemente de nuestras diferencias políticas, y así es como debe ser", dijo. Advirtió que a la actividad habían sido invitados representantes del Gobierno e integrantes de Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), en el poder. "Que no hayan asistido no quiere decir que dejaremos de insistir", explicó.  

BIOÉTICA


Los derechos del hombre exigen ser tutelados no sólo singularmente, sino en su conjunto
La Iglesia de Puerto Rico expone en el Senado su postura sobre la política en contra del discrimen por orientación sexual e identidad de género en cualquier gestión pública o privada
Por Redacción
SAN JUAN, 13 de abril de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos a los lectores el texto de la ponencia del arzobispo de San Juan Roberto Octavio González Nieves, ante el Senado, este 12 de abril, en representación de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña, sobre una ley que establece como política pública en Puerto Rico el discrimen por orientación sexual tanto en la gestión pública como la privada.
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1. Introducción
Comparece ante ustedes el licenciado Ramón Antonio Guzmán Rivera en representación del arzobispo metropolitano de San Juan de Puerto Rico para presentar la ponencia de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña.
Quiero, en primer lugar, agradecer profundamente la oportunidad que se le brinda a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana en Puerto Rico para expresarse en este foro legislativo sobre los asuntos que interesan y preocupan grandemente al Pueblo de Dios que peregrina en nuestra patria.
El objetivo de esta medida, “establecer la Política Pública del Gobierno de Puerto Rico en contra del discrimen por orientación sexual e identidad de género en cualquier gestión gubernamental, pública o privada”, visto a simple vista pudiera aparecer aceptable porque nos oponemos a la discriminación contra todo ser humano. Pero se trata de un tema que hay que discernir con mucha atención y delicadeza, teniendo en cuenta la verdad y el bien común de toda la sociedad:
1. Legislar contra un discrimen por orientación sexual e identidad de género sin definir lo que es identidad de género, es inadmisible. No sabemos su alcance y efectos sobre la juventud, la familia, el matrimonio y la sociedad en general.
2. Cuando está en juego una cuestión acerca del bien común, no es oportuno que las autoridades eclesiales apoyen o se mantengan neutrales ante una legislación negativa, aunque ésta haga algunas excepciones con las organizaciones y las instituciones de la Iglesia. La Iglesia tiene la responsabilidad de promover la vida de la familia y la moralidad pública de la entera sociedad civil basándose en los valores morales fundamentales, y no sólo para protegerse a sí misma de la aplicación de leyes perniciosas.
3. Nos preocupa los efectos que puede tener esta ley sobre los fieles laicos católicos que no quedarían cobijados bajo excepciones algunas que se hagan para proteger a instituciones religiosas. Esta medida debe proteger los derechos de nuestros feligreses en sus casas, negocios, vida profesional y familiar. Por eso, para nosotros no es suficiente que se excluyan a las iglesias, se debe proteger el derecho de los laicos a quienes con esta medida se les impone actuar contra sus propios preceptos.
2. Principios
Habiendo dicho lo anterior, la Iglesia propone unos principios sobre los cuales se deben fundamentar todo tipo de reconocimiento a la dignidad humana:
La igual dignidad de las personas: “'Dios no hace acepción de personas' (Hch 10,34; cf. Rm 2,11; Ga 2,6; Ef 6,9), porque todos los hombres tienen la misma dignidad de criaturas a su imagen y semejanza… 'Ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús' (Ga 3,28; cf.Rm 10,12; 1 Co 12,13; Col 3,11).” (n. 144)
La identificación y la proclamación de los derechos del ser humano es uno de los esfuerzos más relevantes para responder eficazmente a las exigencias imprescindibles de la dignidad humana.
La Iglesia ve en estos derechos la extraordinaria ocasión que nuestro tiempo ofrece para que, mediante su consolidación, la dignidad humana sea reconocida más eficazmente y promovida universalmente como característica impresa por Dios Creador en su criatura. (n. 152)
Los derechos del hombre exigen ser tutelados no sólo singularmente, sino en su conjunto: una protección parcial de ellos equivaldría a una especie de falta de reconocimiento. (n. 154)
La persona homosexual debe ser plenamente respetada en su dignidad… Este respeto no significa la legitimación de comportamientos contrarios a la ley moral ni, mucho menos, el reconocimiento de un derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, con la consiguiente equiparación de estas uniones con la familia: (n. 228)
En relación a las teorías que consideran la identidad de género como un mero producto cultural y social derivado de la interacción entre la comunidad y el individuo, con independencia de la identidad sexual personal y del verdadero significado de la sexualidad, la Iglesia no se cansará de ofrecer la propia enseñanza: « Corresponde a cada uno, hombre y mujer, reconocer y aceptar su identidad sexual. La diferenciay la complementariedad físicas, morales y espirituales, están orientadas a los bienes del matrimonio y al desarrollo de la vida familiar. … Esta perspectiva lleva a considerar necesaria la adecuación del derecho positivo a la ley natural, según la cual la identidad sexual es indiscutible, porque es la condición objetiva para formar una pareja en el matrimonio. (n. 224)
Una igualdad que está diferenciada en lo masculino y femenino: «Masculino» y «femenino» diferencian a dos individuos de igual dignidad, que, sin embargo, no poseen una igualdad estática, porque lo específico femenino es diverso de lo específico masculino. Esta diversidad en la igualdad es enriquecedora e indispensable para una armoniosa convivencia humana: (n. 146)
La tendencia sexual no constituye una cualidad comparable con la raza, el origen étnico, etc., respecto a la no discriminación. A diferencia de esas cualidades, algunas tendencias sexuales constituyen un desorden objetivo y conllevan una cuestión moral.
Existen ámbitos en los que no se da discriminación injusta cuando se tiene en cuenta la tendencia sexual: por ejemplo, en la adopción o custodia de niños, en la contratación de profesores o instructores, etc.
Las personas homosexuales, en cuanto personas humanas, tienen los mismos derechos que todas las demás personas, incluso el derecho a no ser tratados de una manera que ofenda su dignidad personal. Entre otros derechos, todas las personas tienen derecho al trabajo, a la casa, etc. Sin embargo, esos derechos no son absolutos. Pueden ser limitados legítimamente a causa de un comportamiento externo objetivamente desordenado. Esto, a veces, no sólo es lícito, sino también obligatorio; no sólo se impondrá a causa de un comportamiento culpable, sino también en el caso de personas enfermas física o mentalmente. Así, se acepta que el Estado puede limitar el ejercicio de los derechos, por ejemplo, en el caso de personas contagiosas o enfermos mentales, con el fin de proteger el bien común.
Incluir la «tendencia homosexual» entre las consideraciones según las cuales es ilegal discriminar, puede llevar fácilmente a considerar la homosexualidad como fuente positiva de derechos humanos. Esto es tanto más perjudicial cuanto que no existe un derecho a la homosexualidad y que, por tanto, no debería constituir una plataforma para reivindicaciones judiciales. El paso del reconocimiento de la homosexualidad como factor según el cual es ilegal discriminar puede llevar fácilmente, si no de modo automático, a la protección legislativa y a la promoción de la homosexualidad. Se invocaría la homosexualidad de una persona, contraponiéndola a una discriminación comprobada, y así el ejercicio de los derechos se defendería precisamente a través de la afirmación de la condición homosexual, en lugar de hacerlo a través de la demostración de una violación de los derechos humanos fundamentales.
La «tendencia sexual» de una persona no es comparable con la raza, el sexo, la edad, etc., por otra razón, además de la antes mencionada, a la que también hay que prestar atención. La tendencia sexual de una persona no es, por lo general, conocida por las demás personas, salvo que reconozca públicamente tener esa tendencia, o que un comportamiento externo suyo la manifieste. Por regla general, la mayoría de las personas con tendencia homosexual, que procuran llevar una vida casta, no dan a conocer públicamente su tendencia sexual. En consecuencia, el problema de la discriminación en términos de empleo, casa, etc., normalmente no se plantea.
Por el contrario, las personas homosexuales que declaran su homosexualidad son, casi siempre, personas que consideran su comportamiento o su estilo de vida homosexual como «indiferente o, sin más, bueno», y por eso digno de aprobación pública. Dentro de este grupo de personas es posible hallar con mayor facilidad a quienes usan la táctica de afirmar con tonos de protesta que cualquier crítica o reserva en relación con las personas homosexuales... constituye simplemente una forma de injusta discriminación.
Desde el momento que en la valoración de una propuesta de legislación hay que poner el máximo cuidado en la responsabilidad de defender y promover la vida de la familia, se debe prestar una gran atención a cada una de las disposiciones de las intervenciones propuestas. ¿Cómo influirán en la adopción o en la custodia? ¿Serán una defensa de los actos homosexuales, públicos o privados? ¿Conferirán a las uniones homosexuales un estado equivalente al de la familia?
3. Separación de Iglesia y Estado
El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia Católica establece que: “Efectivamente, la comunidad política y la Iglesia, en su propio campo, son independientes y autónomas, aunque ambas están, a título diverso, « al servicio de la vocación personal y social del hombre ». Más aún, se puede afirmar que la distinción entre religión y política y el principio de la libertad religiosa —que gozan de una gran importancia en el plano histórico y cultural— constituyen una conquista específica del cristianismo.” (n. 48).
No obstante, esta separación de Iglesia y Estado, ni la autonomía de cada uno excluye una colaboración.  Como muy bien señala la doctrina social de la Iglesia: “La recíproca autonomía de la Iglesia y la comunidad política no comporta una separación tal que excluya la colaboración: ambas, aunque a título diverso, están al servicio de la vocación personal y social de los mismos hombres. La Iglesia y la comunidad política, en efecto, se expresan mediante formas organizativas que no constituyen un fin en sí mismas, sino que están al servicio del hombre, para permitirle el pleno ejercicio de sus derechos, inherentes a su identidad de ciudadano y de cristiano, y un correcto cumplimiento de los correspondientes deberes. La Iglesia y la comunidad política pueden desarrollar su servicio « con tanta mayor eficacia, para bien de todos, cuanto mejor cultiven ambas entre sí una sana cooperación, habida cuenta de las circunstancias de lugar y tiempo »” (n. 425).
4. Conclusión
Legislar por el bien común no es una tarea fácil en una sociedad pluralista y marcada por varias concepciones del ser humano. En aras de eliminar la discriminación es importante no poner en riesgo instituciones como la familia, el matrimonio porque son instituciones fundacionales de la humanidad. También es importante que no se establezcan identidades sexuales distintas a las del orden natural porque el resultado puede ser la misma indefinición de la persona.
En esta ardua tarea de legislar, además de los principios antes mencionado de la Doctrina Social de la Iglesia Católica, viene a mi mente unas palabras que el Papa Francisco, el pasado 23 de marzo dirigió al Presidente de la Corte Suprema de Argentina:
“Cuente con mi plegaria. A Dios le hablaré de usted y del importante quehacer que desempeña y le diré que lo ayude en su ardua labor y que asista con su luz y su gracia a cuantos imparten justicia en los distintos tribunales de ese amado país.”
“Administrar justicia es una de las más insignes tareas que el hombre puede ejercer” y agregó: “Ciertamente no es fácil y, a menudo, no faltan dificultades, riesgos o tentaciones. Sin embargo, no se puede perder el ánimo”.
“A este respecto es de gran utilidad tener siempre presentes los bellos ideales de ecuanimidad, imparcialidad y nobles miras que caracterizaron a los grandes magistrados que han pasado a la historia de la humanidad por la rectitud de su conciencia, los conspicuos valores que los distinguían y la irreprochabilidad con que llevaron a cabo su servicio al pueblo”.
Hoy yo me quiero hacer eco de estas palabras y les aseguro mis plegarias y suplico las plegarias del pueblo puertorriqueño por cada uno de nuestros legisladores. Oramos para que ustedes sean adornados con virtudes humanas como el discernimiento y la sabiduría para que puedan tutelar la verdad sobre el ser humano, la dignidad humana, la familia y el matrimonio, el bien común, los legítimos derechos humanos que garantizan la cohesión social, el trato igual y la justicia social en nuestra sociedad.

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