Aseguró monseñor José Jiménez desde el santuario coromotano
“La Virgen enseña que siempre hay un punto de encuentro”
- La imagen de la Virgen del Socorro es recibida por segunda vez en el Templo Votivo de “Nuestra Señora de Coromoto”, ubicado en Guanare, estado Portuguesa. (Foto: Raúl Galindo / )
Karen Grisel Mendoza
Guanare, julio 19-. La mañana de este sábado, una nueva manifestación de fe y esperanza tuvo lugar en el Templo Votivo de “Nuestra Señora de Coromoto” en Guanare, tras la segunda peregrinación de la imagen de la Virgen del Socorro, patrona de los valencianos.
Un cielo nublado y una llovizna intermitente acompañó a los peregrinos que nuevamente se trasladaron al estado Portuguesa para participar de la fiesta mariana en veneración de dos advocaciones venezolanas.
Los asistentes de pie y dándole a las palmas cantaron a la Virgen del Socorro “Valencia te quiere, Valencia te aclama, tienes que reinar”. A las 11:11 minutos de la mañana entró en hombros de varios fieles, la madre peregrina, quien por segundo año consecutivo salió de sus fronteras en compañía de un importante número de fieles carabobeños.
Durante la Santa Misa, celebrada por monseñor José Jiménez, vicario de la Arquidiócesis de Valencia y concelebrada por sacerdotes del clero valenciano se recordaron las virtudes de la Madre de Dios. “María es un alma pura, ella es bella porque es limpia, sin mancha en el cuerpo ni en el alma. María es grande porque fue llena de Dios, no somos grandes ante Dios por nuestros cargos ni responsabilidades, sino por la sinceridad del corazón, expresó monseñor Jiménez vicario de la Arquidiócesis de Valencia, quien explicó que por motivos de salud, el arzobispo, monseñor Reinaldo Del Prette no pudo presidir la Eucaristía.
“Monseñor Del Prette lamentó mucho no poder venir hoy (ayer), a tan importante celebración, motivos de salud se lo impidieron, pero les mandó a decir que están presentes en todo momento”, agregó monseñor Jiménez.
Es posible vivir como hermanos pese a las diferencias
“En primer lugar debemos pedirle a María por la familia venezolana que necesita tanto de la ayuda de Dios para rescatar esos valores de la unidad, el respeto y el cariño. Para nosotros es tan importante este día. Venimos con Nuestra Señora del Socorro como guía de la peregrinación porque nos hace saber que es posible vivir como hermanos a pesar de las diferencias que podamos tener, siempre hay un punto de encuentro, y el punto de encuentro es Dios. Nosotros si nos unimos en torno a él sacaremos lo mejor que llevamos dentro, siendo testigos de la fe y la esperanza, manifestó.
Más adelante recordó que la devoción a María no debe quedar en mero sentimentalismo estéril y pasajero. “La virgen tiene que ser nuestro espejo, debemos recordar lo que nos dijo el Papa Francisco, ser una Iglesia en salida”.
“Venimos a pedirle a Nuestra Señora de Coromoto por nuestra Patria Venezuela, la Virgen nos enseñó que le rogáramos a Dios por la fe de su pueblo, por eso venimos a pedirle a ella que renueve esa fe que debe traducirse en sentimientos de solidaridad, de respeto, de diálogo efectivo necesario para todos”, expresó Monseñor José Jiménez,
La celebración transcurrió en un ambiente de recogimiento y oración. El templo estuvo repleto de fieles que desde todas parte de Carabobo, en buses o carros particulares decidieron hacer el recorrido de fe. La coral “Padre Alexandre” del Seminario Mayor Arquidiocesano “Nuestra Señora del Socorro”, organizó los cantos durante misa.
Monseñor Jiménez recordó que la peregrinación evoca inicialmente un desplazamiento religioso, una manifestación de fe, no se trata de hacer turismo. “Además este tipo de actividades nos recuerda que somos caminantes por esta vida, que no estamos en la patria definitiva, pero especialmente que no estamos solos, que Dios y la Virgen nos acompañan y que la patria definitiva es en el cielo”, resaltó.
Antes de la bendición final, se hizo una breve exposición del Santísimo Sacramento del Altar, por lo que toda la asamblea se acercó al prebisterio para adorar a Jesús presente en la Eucaristía, un momento de recogimiento y oración profunda que marcó el final de la concurrida celebración.
Posteriormente, los asistentes iniciaron un recorrido por el imponente templo hasta llegar a la reliquia de Nuestra Señora de Coromoto.
Pasada la 01:00 de la tarde, y luego de que los fieles se acercaran a venerar a la imagen del Socorro, los organizadores emprendieron el retorno a la ciudad de Valencia, toda vez que la parroquia San Rafael de La Michelena esperaba la visita de la imagen a su sede, de acuerdo al itinerario de visitas pautado.
Carabobeños estusiastas ante cada peregrinación
Desde muy temprano, a las afueras de la parroquias valencianas aguardaba el autobús que trasladaría a los fieles al santuario de Nuestra Señora de Coromoto. A pesar de las casi cuatro horas que se deben recorrer antes de llegar a Guanare, las personas se mostraron muy estusiasmadas por esta peregrinación- que según dijeron- supone un fortalecimiento de la fe y un avivar de la devocación mariana en el país.
Un cielo nublado y una llovizna intermitente acompañó a los peregrinos que nuevamente se trasladaron al estado Portuguesa para participar de la fiesta mariana en veneración de dos advocaciones venezolanas.
Los asistentes de pie y dándole a las palmas cantaron a la Virgen del Socorro “Valencia te quiere, Valencia te aclama, tienes que reinar”. A las 11:11 minutos de la mañana entró en hombros de varios fieles, la madre peregrina, quien por segundo año consecutivo salió de sus fronteras en compañía de un importante número de fieles carabobeños.
Durante la Santa Misa, celebrada por monseñor José Jiménez, vicario de la Arquidiócesis de Valencia y concelebrada por sacerdotes del clero valenciano se recordaron las virtudes de la Madre de Dios. “María es un alma pura, ella es bella porque es limpia, sin mancha en el cuerpo ni en el alma. María es grande porque fue llena de Dios, no somos grandes ante Dios por nuestros cargos ni responsabilidades, sino por la sinceridad del corazón, expresó monseñor Jiménez vicario de la Arquidiócesis de Valencia, quien explicó que por motivos de salud, el arzobispo, monseñor Reinaldo Del Prette no pudo presidir la Eucaristía.
“Monseñor Del Prette lamentó mucho no poder venir hoy (ayer), a tan importante celebración, motivos de salud se lo impidieron, pero les mandó a decir que están presentes en todo momento”, agregó monseñor Jiménez.
Es posible vivir como hermanos pese a las diferencias
“En primer lugar debemos pedirle a María por la familia venezolana que necesita tanto de la ayuda de Dios para rescatar esos valores de la unidad, el respeto y el cariño. Para nosotros es tan importante este día. Venimos con Nuestra Señora del Socorro como guía de la peregrinación porque nos hace saber que es posible vivir como hermanos a pesar de las diferencias que podamos tener, siempre hay un punto de encuentro, y el punto de encuentro es Dios. Nosotros si nos unimos en torno a él sacaremos lo mejor que llevamos dentro, siendo testigos de la fe y la esperanza, manifestó.
Más adelante recordó que la devoción a María no debe quedar en mero sentimentalismo estéril y pasajero. “La virgen tiene que ser nuestro espejo, debemos recordar lo que nos dijo el Papa Francisco, ser una Iglesia en salida”.
“Venimos a pedirle a Nuestra Señora de Coromoto por nuestra Patria Venezuela, la Virgen nos enseñó que le rogáramos a Dios por la fe de su pueblo, por eso venimos a pedirle a ella que renueve esa fe que debe traducirse en sentimientos de solidaridad, de respeto, de diálogo efectivo necesario para todos”, expresó Monseñor José Jiménez,
La celebración transcurrió en un ambiente de recogimiento y oración. El templo estuvo repleto de fieles que desde todas parte de Carabobo, en buses o carros particulares decidieron hacer el recorrido de fe. La coral “Padre Alexandre” del Seminario Mayor Arquidiocesano “Nuestra Señora del Socorro”, organizó los cantos durante misa.
Monseñor Jiménez recordó que la peregrinación evoca inicialmente un desplazamiento religioso, una manifestación de fe, no se trata de hacer turismo. “Además este tipo de actividades nos recuerda que somos caminantes por esta vida, que no estamos en la patria definitiva, pero especialmente que no estamos solos, que Dios y la Virgen nos acompañan y que la patria definitiva es en el cielo”, resaltó.
Antes de la bendición final, se hizo una breve exposición del Santísimo Sacramento del Altar, por lo que toda la asamblea se acercó al prebisterio para adorar a Jesús presente en la Eucaristía, un momento de recogimiento y oración profunda que marcó el final de la concurrida celebración.
Posteriormente, los asistentes iniciaron un recorrido por el imponente templo hasta llegar a la reliquia de Nuestra Señora de Coromoto.
Pasada la 01:00 de la tarde, y luego de que los fieles se acercaran a venerar a la imagen del Socorro, los organizadores emprendieron el retorno a la ciudad de Valencia, toda vez que la parroquia San Rafael de La Michelena esperaba la visita de la imagen a su sede, de acuerdo al itinerario de visitas pautado.
Carabobeños estusiastas ante cada peregrinación
Desde muy temprano, a las afueras de la parroquias valencianas aguardaba el autobús que trasladaría a los fieles al santuario de Nuestra Señora de Coromoto. A pesar de las casi cuatro horas que se deben recorrer antes de llegar a Guanare, las personas se mostraron muy estusiasmadas por esta peregrinación- que según dijeron- supone un fortalecimiento de la fe y un avivar de la devocación mariana en el país.
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