Juan Melchor Bosco Occhiena más conocido como Don Bosco (en italiano Giovanni Melchiorre Bosco) (I Becchi, 16 de agosto de 1815 - Turín,31 de enero de 1888) fue un sacerdote, educador y escritor italiano delsiglo XIX. Fundó la Congregación Salesiana, la Asociación de María Auxiliadora (ADMA), la Asociación de Salesianos Cooperadores, el Boletín Salesiano, el Oratorio Salesiano y el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.
El Papa a los salesianos: “Como don Bosco, con los jóvenes y para los jóvenes”
Por el bicentenario del nacimiento de san Juan Bosco, Francisco envía una carta a la familia salesiana y le exhorta a vivir con valentía los aspectos esenciales del legado espiritual y pastoral de su fundador
Por Rocío Lancho García
Ciudad del Vaticano, 16 de julio de 2015 (ZENIT.org)
El Santo Padre ha enviado un carta a la familia salesiana, en el bicentenario del nacimiento de san Juan Bosco, en la que se une a ellos en “acción de gracias a Dios”. La misiva, dirigida al padre Ángel Fernández Artime, rector mayor de los Salesianos, se titula “Como don Bosco, con los jóvenes y para los jóvenes”.
De este modo, Francisco ha querido recordar los aspectos esenciales del legado espiritual y pastoral de don Bosco, y “exhortar a vivirlos con valentía”. Observando que el mundo ha cambiado mucho en estos dos siglos, el Papa asegura que “el alma de los jóvenes no”. También hoy los muchachos y las chicas --añade-- están abiertos a la vida y al encuentro con Dios y con los demás, pero hay tantos con riesgo de desánimo, de anemia espiritual y de marginación.
Por eso, el Pontífice recuerda que don Bosco enseña “a no quedarnos mirando, sino a ponernos en primera línea, para ofrecer a los jóvenes una experiencia educativa integral que, sólidamente basada sobre la dimensión religiosa, involucre la mente, los afectos, toda la persona, considerada siempre como creada y amada por Dios”.
Y de aquí deriva “una pedagogía genuinamente humana y cristiana”, animada por la preocupación preventiva e inclusiva, especialmente para los jóvenes de los sectores populares y de los grupos marginales de la sociedad, a los cuales ofrece también la posibilidad de la instrucción y de aprender un oficio, para ser buenos cristianos y honestos ciudadanos, explica el Santo Padre.
Por otro lado, el Pontífice señala que un rasgo característico de la pedagogía de don Bosco es la amorevolezza, “la amabilidad, a entenderse como amor manifestado y percibido, en el cual se revelan la simpatía, el afecto, la comprensión y la participación en la vida del otro”.
Otros rasgos distintivos de la praxis educativa de Don Bosco comentado por Francisco en su carta son el “ambiente de familia”, la “presencia del educador como padre, maestro y amigo del joven”, expresado por un término clásico de la pedagogía salesiana: “la asistencia; clima de alegría y de fiesta; amplio espacio dado al canto, a la música y al teatro; importancia del juego, del patio de recreación, de los paseos y del deporte”.
Y tal y como observa el Santo Padre, estas actitudes llevaron a don Bosco a “salir” y a concretar decisiones valientes. “Él concretó este proyecto con estilo acogedor, alegre y de simpatía, en el encuentro personal y en el acompañamiento de cada uno”, asegura.
Igualmente, recuerda Francisco que también hoy la familia salesiana “se abre hacia nuevas fronteras educativas y misioneras, recorriendo las sendas de los nuevos medios de comunicación social y las de la educación intercultural junto a pueblos de religiones diversas, o de países en vías de desarrollo, o de lugares signados por la inmigración”.
Como Familia Salesiana --indica-- estáis llamados a reavivar la creatividad carismática dentro y más allá de vuestras instituciones educativas, poniéndoos con dedicación apostólica sobre los senderos de los jóvenes, particularmente de aquellos de las periferias.
En particular, el Papa señala dos tareas que llegan hoy del discernimiento sobre la realidad juvenil: “educar según la antropología cristiana en el lenguaje de los nuevos medios de comunicación y de las redes sociales, que plasma en profundidad los códigos culturales de los jóvenes, y por lo tanto, la visión de la realidad humana y religiosa” y “promover formas de voluntariado social, no resignándose a las ideologías que anteponen el mercado y la producción a la dignidad de la persona y al valor del trabajo”.
Por otro lado advierte que no puede haber una eficacia pastoral juvenil “sin una válida pastoral familiar”.
Al finalizar la carta, el Santo Padre les alienta a “asumir el legado de vuestro fundador y padre con la radicalidad evangélica que ha sido suya en el pensar, hablar y obrar, con la competencia adecuada y con generoso espíritu de servicio”, “con los jóvenes y para los jóvenes”.
Un ejemplo del alumno egresado del Colegio Don Bosco de Valencia
Un ejemplo del alumno egresado del Colegio Don Bosco de Valencia
Lectura Tangente
Don Luis de Valencia (Sobre Luis Cubillán Fonseca)
Guillermo Mujica Sevilla
La relación de la familia Cubillán con nuestra ciudad de Valencia, tiene sus antecedentes históricos.
En Valencia fue excelente funcionario público el padre de Luis, Don Aniceto Cubillán, -el Coronel
Aniceto Cubillán- tuvo el mérito de ser uno de los fundadores de la Guardia Nacional. Pero aparte de
eso, su vida estuvo marcada por la nobleza, la honestidad y el celo en el cumplimiento del deber
eso lo caracterizó tanto en su actuación militar, como en su vida pública y privada.
A Luis Cubillán Fonseca lo conocí cuando ya él era factor importante en nuestro Centro de
Historia, es decir, la Academia Regional de Historia, Institución del cual no es simplemente el
presidente: Luis, más que eso, es eje motor e inspiración de este Centro.
En Luis nuestra ciudad ha conseguido un historiador, un celoso guardián de su historia, de su
arte, de su vida, y cuando en el campo histórico, emite una opinión o toma una decisión,
se encuentra perfectamente documentado sobre el tema al cual se refiere. Ha sido para mí,
tanto en lo referente al cargo de Cronista de la Ciudad de Valencia, como en el de Cronista
de la Universidad de Carabobo, un colaborador invalorable.
En sus funciones en el Centro de Historia, Luis ha sido el motor intelectual en la tarea de
restauración de la histórica Casa de la Estrella, sede del Centro de Historia. Su labor de
investigador,
le ha permitido reunir documentos que le han dado seriedad y buen fundamento del excelente
trabajo de los arquitectos. Una vez que le propusieron personas de Caracas, hacer una
restauración, digamos “simbólica”, a la cual se opuso Luis, con todas sus fuerzas, apoyado en
el Centro de Historia y personas conocedoras del país. De esta manera, y con el apoyo
de las autoridades regionales, se pudo hacer una restauración con todas las de la ley.
Que actualmente espera por su continuación para que la casa quede totalmente recuperada.
Esto en lo relativo a La Casa de la Estrella, porque Luis ha sido el sabio asesor de otras empresas
de reconstrucción del valioso patrimonio de la ciudad y del Estado. En el caso de nuestro
Teatro Municipal, no solamente fue voz autorizada en los aspectos históricos sino en el artístico,
por cuanto para ello le dan base sus conocimientos en materia de arte (Luis es miembro,
según recordamos de la Asociación Internacional de Críticos de Arte - Unesco- y del
Consejo Internacional de Museos -Unesco-)
En la Universidad su labor ha sido excelente. Como es hombre de acción reaccionó vivamente
Cuando en uno de los tantos disturbios universitarios personas alocadas, falta de consciencia
universitaria (no dudo en emplear estos calificativos) quemaron las oficinas rectorales,
con la cual provocaron daños al Patrimonio Artístico de la Universidad. Aquí una vez más,
la acción rápida y enérgica de Luis, permitió recuperar ese patrimonio.
Por sus esfuerzos, ayudado eficazmente por el resto de personas excelentes que laboran en la
Oficina del Cronista Universitario, logró Luis, con el apoyo del Rector Maldonado y su equipo
rectoral, restaurar el hermoso Paraninfo de nuestra Universidad. Y como un regalo de Dios,
a esta acción tan importante, surgió debajo del Cuadro de crespo (retrato hecho por nuestro
Arturo Michelena) un segundo retrato del mismo caudillo venezolano. Nadie tenía idea de
la existencia de este segundo cuadro, tapado quien sabe cuándo y quien sabe por qué. Las
manos y la ciencia expertas del restaurador Fernando de Tovar, encontraron ese segundo
cuadro, hoy expuesto junto con el de Michelena en el restaurado Paraninfo.
Sus nexos con la Academia Nacional de la Historia de la cual es destacado miembro, han hecho
que la labor que desarrolla el Centro de Historia y otras instituciones tengan repercusión y
carácter nacional.
La gestión de Luis en el Centro de Historia, le ha dado a este Centro además de esa
personalidad nacional, regularidad, majestad y cuerpo. Las sesiones del Centro se desarrollan
dentro de ese marco de eficiencia y majestad. Últimamente, disfrutamos de la hermosa sesión
de recepción de ese gran ciudadano que es el Dr. Alejandro Divo, que a todos los presentes
nos llenó de justificada emoción tanto por la ceremonia en sí, como por los discursos del Dr. Divo
y del Dr. Bacalao, así como por el realce que le dieron los asistentes. Eficaz colaborador de
Luis en la conducción del Centro de Historia, es una persona gran calidad intelectual y
humana: el Profesor Eduardo Arroyo Álvarez, siempre presente con su trabajo y con su
personalidad histórica y literaria. No se concibe llegar al Centro, sin encontrarse al Profesor
Arroyo en su oficina y a Cecilia en la Secretaría.
En lo personal, recuerdo un viaje en avión con Luis, a Maracaibo, a un Congreso Nacional
de Historia. En el vuelo tuvimos también la gratísima compañía de la hermosa hija de nuestro
muy destacado historiador Orlando González.
Allí, para distraer el viaje, hablamos de muchas cosas, principalmente de ópera y zarzuela.
De allí surgió la idea de reunirnos periódicamente un grupo de destacados amigos, y amigas,
en una tertulia de zarzuela y ópera.
Luis tiene una hermosa familia, donde en su vida privada, continúa con su noble esposa e
hijas, las cualidades que muestra en la vida pública. Pero ambos tenemos, aparte de la
familia una novia común: Valencia. Como valencianos nos sentimos orgullosos de la
labor de Luis Cubillán Fonseca. Don Luis, Caballero de Valencia. Pare él recordamos la
frase de la canción del sembrador, (La rosa del azafrán, zarzuela): “No hay empresa más
gallarda que el afán del sembrador”. (Guillermo Mujica Sevilla. De Azules y de brumas 1997.
Pág. 254).
(Azules y Brumas, 1997. Pág. 254).
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