Trinchera
Edipo en Cúcuta
Luis Cubillán Fonseca
Esos problemas fronterizos son una calamidad, pues a veces se cumplen
los oráculos.
De repente un matrimonio de cucuteños. Tienen un hijo, pero el oráculo,
les dice que el hijo que tuvieren le dará muerte a su padre y luego se
casará con su madre (por la edad), lo peor que pasa es que la gente no se
da cuenta y sin embargo le estará dando cumplimiento al oráculo. Eso
de oráculos es propio de aquellos pueblos cultos pero mágicos.
Una vez pasó un circo por Cúcuta, y traían a una adivina, la mujer no
estaba ni mala, pero tenía una lengua que lo que decía pasaba, el pueblo
estaba alborotado pues dijo que si no adivinaban lo que ella decía la
muerte se los llevaría. Lo primero que les preguntó fue: ¿cuál es el
animal que primero camina con cuatro patas, después con dos y luego
con tres..? Y aquello fue el acabose, fueron casa del padre de la parroquia,
quien los anatematizó, pues los sacerdotes no saben de oráculos.
Sin embargo todo el pueblo estaba alterado, pues como la mayoría no
sabía cuál era el resultado de las adivinanzas, entonces pensaban que
medio pueblo se moriría. La bruja seguía diciendo cosas en griego que
los cucuteños y ningún latinoamericano sabe pues no sabemos griego.
La otra adivinanza que les tiró era facilita: «Son dos hermanas, una de
las cuales engendra a la otra y, a su vez, es engendrada por la primera»
Salieron comisiones para Pamplonita, y Envigado, en aquellos pueblos
nada sabían, pero nada, nadie pegaba con los resultados.
Por fin un señor de Táriba de apellido Becerra dijo que sabía, entonces lo
mandaron a buscar con un carro expreso, al salir el carro de Cúcuta con
unos chupadores le sacaron la gasolina y lo llevaron empujado hasta la
primera bomba venezolana, donde le pusieron tres litros y de regreso, le
volvieron a sacar la gasolina con los chupadores y lo llevaron empujado
hasta Cúcuta. ¡Por fin llegó el que los salvaría! ¡Error! El señor se venía
comiendo una arepa de cochino, antes de salir de San Antonio tuvo que
vomitarla íntegra no fuera a ser contrabando de cochino. El señor de repente
se ve metido en esos problemas solo por saber una respuesta que desde
hace cuatro mil años la sabe todo el mundo, al señor le dio mucho miedo,
pues vio en la Alcabala de San Antonio un aparato de radiografía, un oficial
le pregunto que qué había comido el día anterior, para hacerle una “radio”,
no fuera a ser un contrabando intestinal. El señor dijo que era vegetariano,
entonces el oficial decidió no hacerle la radio, ni el dolorosísimo “tacto”,
en toda la ropa un flux nuevo y una camisa, se las marcaron con tinta azul
de marcar dedo en las votaciones, no fuera a ser que los vendiera en
Cúcuta, y lo que le dio más dolor fue ver su interiorcito nuevo, todo
manchado de azul por el delantero y el trasero, no fuera ser que lo vendiera
en Cúcuta. ¡La guardia está haciendo lo que debe, así se hace patria,
el día anterior había destruido, cincuenta ranchos, y en la madrugada
aún estaba sacando invasores, unos sutes (carricitos) de once años, y
unas mujeres, peligrosísimas para la patria. Felicitaciones a la Guardia.
Y que sigan así. Los chavistas se la echan de bolivarianos, y los únicos
que están haciendo algo verdaderamente bolivariano son esas pobres
gentes que no son de allá ni son de aquí, ellos son de Colombia la Grande.
Muchos culpables de eso no saben si a la que maltratan en la madrugada
es su propia madre, y sus hermanitos!
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