Batalla de la Victoria. (12 de febrero de 1814)
La Batalla de La Victoria, ganada ejemplarmente en 1814 por José Félix Ribas con jóvenes del Seminario y de la Universidad de Caracas.
Con un puñado de universitarios y seminaristas, José Félix Ribas y Campo Elías se cubrieron de gloria al derrotar en La Victoria a Boves y Morales el 12 de febrero de 1814.
En torno a la Plaza Mayor, Ribas reúne un puñado de jóvenes inexpertos en el uso del fusil, armados más que todo del coraje que inspira la defensa de la patria, y con ellos, que unidos a los soldados no pasan de 1.500, marcha a La Victoria a enfrentarse a las tropas realistas, que tienen unos 2.500 hombres.
La batalla comenzó antes de las 8 de la mañana, y a las cinco de la tarde aún no se había decidido por ningún bando. Finalmente, cuando ya empieza a oscurecer y los patriotas están más comprometidos resistiendo los ataques de Francisco Tomás Morales, aparece Vicente Campo Elías con un valioso refuerzo de 220 soldados, lo cual fue suficiente para que con el empuje de Mariano Montilla, Cedeño, los hermanos Padrón, Campo Elías y el propio Ribas, se obtuviera el espléndido triunfo de la Victoria. Unos cien patriotas murieron, entre ellos el coronel Rivas Dávila.
La de La Victoria fue una batalla que, si se atiende a la enorme diferencia numérica, era imposible que ganaran los patriotas; sin embargo, el coraje, el encendido patriotismo de Ribas, «airado e imponente como el ángel terrible de Ezequías», así como el oportuno auxilio de Campo Elías, lograron el milagro del triunfo, un triunfo que lo fue de la juventud que heroicamente se inmoló ese día en La Victoria. Esta batalla impide el intento realista de cortar las comunicaciones entre Caracas y Valencia.
El 14 de febrero de 1811, el Libertador, que estaba en Valencia, en una emocionada proclama, titulaba a José Félix Ribas «El Vencedor de los Tiranos en La Victoria».
Las tropas patriotas compuestas por seminaristas, voluntarios y todos los soldados que pudo sacar de La Guaira y Caracas, no pasaban de 1.500 hombres. Al comenzar los fuegos, Ribas recorrió la línea de defensa y las arengó: "No podemos optar entre vencer o morir, es necesario vencer".
La primera batalla de San Mateo. (28 de febrero de 1814)
El 28 de febrero de 1814 Simón Bolívar al mando de los patriotas, vence en extraordinaria como increíble batalla a Boves en San Mateo.
Se peleó en las calles del pueblo, en el río, en los caminos, en las alturas, durante más de diez horas. Las heridas de Boves le obligaron a retirarse, dejando en el campo de batalla entre 800 y 1000 muertos y heridos. Víctimas de esta acción fueron, entre otros, los insignes patriotas Villapol y Campo Elías.
El General Bencomo Barrios, historiador militar, describe la acción: «En las primeras horas del 28 de febrero atacaron los realistas. Boves, con la columna principal, cargó contra la derecha; mientras que Morales lo hacía contra el centro, y otra pequeña columna contra la izquierda. Para contrarrestar el ataque de Boves, Bolívar empleó el batallón Barlovento (Vicente Campo Elías), al mismo tiempo que rechazaba a Francisco Tomás Morales con fuegos de fusilería y artillería.
Desde la izquierda republicana, el teniente coronel Gogorza contraatacó la derecha realista y la puso en retirada. El combate se decidió en favor de Bolívar cuando éste lanzó un contraataque sobre las fuerzas de Boves, quien se retiró al otro lado del río Aragua.»
PRIMERA BATALLA DE CARABOBO (28 de mayo de 1814)
Al mando de unos cinco mil soldados, y con jefes de la talla de Urdaneta, que mandaba la primera fila, Ribas, Mariño, Bermúdez, Jacinto Lara, etc... Bolívar vence a Juan Manuel Cagigal en la primera Batalla de Carabobo, el 28 de mayo de 1814. El ejército realista contaba con 6.000 hombres, y el ejército patriota era menos de 5.000 hombres.
Juan Manuel Cagigal llega a San Carlos y auxilia al ejército realista de Ceballos, y al verse vencidos Cagigal huye hacia el Apure y Ceballos a Occidente.
Rafael María Baralt, al referirse a esta inolvidable acción, dice: «Hasta entonces, en ningún campo de batalla venezolano se había reunido ni tanto número de soldados ni tan expertos jefes.
BATALLA DE LA PUERTA O BATALLA DE SEMEN (16 de marzo de 1818)
El 16 de marzo de 1818 se enfrentan, en el sitio de Semen, los ejércitos en pugna, patriotas y realistas. A la cabeza de ellos sus máximos jefes, Simón Bolívar y Pablo Morillo. A esta acción suele nombrársele erróneamente tercera Batalla de La Puerta.
También en este encuentro los realistas salieron favorecidos, a pesar de haber recibido Pablo Morillo un lanzazo en medio de la refriega Bolívar se retira hacia Calabozo. El jefe realista recibe, gracias a esta acción el título de «Marqués de La Puerta», de allí la confusión histórica con el nombre del sitio en que se realizó.
LA BATALLA DE URICA. (5 de diciembre de 1814)
Batalla de la Guerra de Independencia venezolana librada en el pueblo de Urica (Edo. Anzoátegui), entre el general en jefe José Félix Ribas (por los patriotas) y José Tomás Boves (por los realistas); en esta lucha, murió Boves.
José Tomás Boves va Urica a reunirse, el coronel Francisco Tomás Morales, quien venía de Santa Rosa. Por su parte, Bermúdez retornaba a Maturín, donde el general en jefe José Félix Ribas dispuso la ejecución de la ofensiva contra los realistas en Urica.
Para esta empresa contaba Ribas con 2.000 hombres, al frente de quienes se hallaban José Tadeo Monagas, Pedro Zaraza, Manuel Cedeño, Francisco Parejo y otros. Al llegar al sitio de El Areo, Ribas formó 2 columnas de caballería de 180 hombres, las cuales recibieron el nombre de Rompelíneas, con Monagas y Zaraza de comandantes. El destacamento patriota marchó durante la noche del 4 al 5 de diciembre, para amanecer en Urica frente a los realistas (ya Boves se había incorporado al lugar), desplegados en 3 columnas en una gran sabana. Las hostilidades fueron iniciadas por Boves, cuando salió con su columna a enfrentarse a la que mandaba el coronel Bermúdez, quien pudo rechazar el ataque. Esto permitió a Ribas colocar a sus hombres en línea de batalla y con ellos cargó contra los realistas, quienes respondieron con intenso fuego de artillería. En este momento, ordenó Ribas que las columnas Rompelíneas emprendieran el ataque contra la columna derecha enemiga, lo cual fue ejecutado con éxito. Cuando Boves advirtió que su columna había sido envuelta, salió de su centro precipitadamente y pereció en el choque. El resto de las fuerzas realistas, cargaron contra la línea republicana y la envolvió, y con ello obtuvo la victoria. Las bajas fueron numerosas en ambos bandos.
BATALLA DE MATASIETE (31 de julio de 1817)
Uno de los sucesos más gloriosos de la historia venezolana es la Batalla de Matasiete la cual se libro el 31 de Julio de 1817 para asegurar la independencia neoespartana.
Tal nombre fue el dado en el siglo XVII a una peculiar montaña margariteña y no a la creencia popular que de una sola pedrada los patriotas mataban a siete realistas durante las acciones de 1817.
La Batalla de Matasiete fue suscitada por la salida de Pampatar del General realista Pablo Morillo con la idea de tomar El Portachuelo para impedir las comunicaciones de los patriotas entre Juangriego, La Asunción y los caminos de la parte este de la isla. Así pues y con la idea de detenerlo el General patriota Francisco Esteban Gómez salió desde La Asunción en la madrugada del 31 de julio de 1817 y esperó a que los realistas bajaran a las faldas del Cerro Matasiete para enfrentar su ataque a pesar de la evidente desventaja numérica en la que sus fuerzas se encontraban, sin embargo, los soldados patriotas y varias mujeres como Tomasa Feliciana Vicuña lucharon cuerpo a cuerpo hasta que en la tarde, los realistas se retiraron hacia Porlamar gracias a que desde el Fortín la Libertad los patriotas le cerraron el paso.
En fin la Batalla de Matasiete culminó con la muerte 400 hombres en ambos bandos y con la victoria que propició la retirada por siempre de España de la tierra neoespartana.
Batalla de la Queseras del Medio (2 de abril de 1819)
El 2 de abril de 1819, con 154 llaneros Páez atraviesa el Arauca en busca de las tropas enemigas, y dejándose perseguir un trecho, como quien huye, se devuelve presuroso al grito de «¡vuelvan caras!», y aprovecha el desconcierto de los realistas para penetrar en sus filas y derrotarlas.
Las Queseras del Medio, que así se llamó esta acción por el sitio que sirvió de escenario, dieron al caudillo llanero una victoria inenarrable y le merecieron del Libertador el título de «la mejor lanza del mundo».
Ciento cincuenta hombres, guiados por el impertérrito general Páez, de propósito deliberado han atacado de frente a todo el ejército español de Morillo. Artillería, infantería, caballería, nada bastó al enemigo para defenderse de los ciento cincuenta compañeros de Páez.
Esta batalla el día 2 de abril, y del mismo parte de guerra se infiere que ocurrió ese día. Sin embargo, el propio Páez en su Autobiografía señala que fue el 3 de abril.
Luego de tan heroica acción, Bolívar premió a los 150 guerreros con la Cruz de los Libertadores y dictó una hermosa proclama que decía: “¡Soldados! Acabáis de ejecutar la proeza más extraordinaria que puede celebrar la historia militar de las naciones.”
Batalla de Boyacá (07 de agosto de 1819)
Esta Batalla fue uno de los combates decisivos de las guerras de emancipación de América Latina (1810-1825), emprendido por los criollos y patriotas sudamericanos. Tuvo lugar en Boyacá, Nueva Granada (hoy en día perteneciente a Colombia), entre el ejército español dirigido por el general José María Barreiro y el ejército revolucionario de Venezuela y Nueva Granada, a las órdenes de Simón Bolívar, que fue dividido en dos contingentes, comandados por Francisco de Paula Santander y José Antonio Anzoátegui. Los insurgentes ganaron la batalla, y la victoria sentó las bases para la independencia de Nueva Granada y Venezuela del dominio español. Fue la primera de una serie casi ininterrumpida de victorias, que culminaron en 1824 con la batalla de Ayacucho.
Bolívar apenas contaba 36 años, cuando participó en la Batalla de Boyacá, librada el 6 de agosto de 1819. El Libertador, que había comenzado la Campaña con unos 2.500 hombres, llegó a Boyacá con un ejército exhausto. En Boyacá, donde se logró la libertad de Nueva Granada, el General Barreiro sufrió completa derrota. El mismo quedó prisionero junto con 1.600 españoles más. Apenas se salvaron 50 hombres. El virrey Sámano huyó precipitadamente de Bogotá.
BATALLA DE CARABOBO (24 de junio de 1821)
Esta batalla fue librada cerca de la ciudad de Valencia, el 24 de junio de 1821, entre el ejército realista a cargo Miguel de la Torre y el patriota comandado por Simón Bolívar. La victoria lograda por este último, resultó decisiva para la liberación de Caracas y el territorio venezolano,
A tempranas horas del 24 de junio, desde las alturas de Buenavista, el Libertador hizo un reconocimiento de la posición realista y llegó a la conclusión de que ésta era inexpugnable por el frente y por el sur. En consecuencia, ordenó que las divisiones modificaran su marcha por la izquierda y se dirigieran al flanco derecho realista, el cual estaba descubierto; es decir, Bolívar concibió una maniobra tendiente a desbordar el ala derecha enemiga, operación ejecutada por las divisiones de Páez y Cedeño, en tanto que la división Plaza seguía por el camino hacia el centro de la posición defensiva. Al darse cuenta la Torre de la maniobra de los republicanos, ordenó al batallón Burgos que marchase al norte a ocupar la altura hacia la cual se dirigían las divisiones de Bolívar. Al llegar el Burgos al área indicada, abrió fuego contra el batallón Bravos de Apure, cabeza de la primera división, el cual después de cruzar el riachuelo de Carabobo, trataba de escalar la pendiente que lo llevaría a la parte plana de la sabana. Tan violento fue el contraataque del Burgos, que el Bravos de Apure tuvo que replegarse por dos veces. La situación cambió cuando una unidad que lo seguía, el batallón Cazadores Británicos, se enfrentó al Burgos y lo obligó a retroceder. Por su parte, los batallones Infante y Hostalrich, entraron en auxilio del Burgos, pero reorganizado el Bravos de Apure, se unió al Cazadores Británicos para reanudar el ataque, ayudado por dos compañías del batallón Tiradores. Para detener el repliegue de las unidades realistas que había producido la operación patriota, Torre envió los batallones Príncipe, Barbastro e Infante, los que lograron sostener la línea de combate, pero sólo por breve tiempo, pues el grueso de la caballería de la primera división del ejército republicano entró por el norte de la sabana. Con el fin de hacer frente a este nuevo ataque, la Torre ordenó al regimiento Húsares de Fernando VII que cargase contra la caballería patriota, pero esta unidad se retiró después de disparar sus carabinas.
Finalmente, atacados de frente por la infantería y por la derecha por la caballería, los batallones realistas optaron por la retirada. Como último recurso, la Torre le ordenó al regimiento de los Lanceros del Rey que atacara a la caballería patriota, pero esta unidad no sólo desobedeció la orden, sino que huyó ante la embestida de las fuerzas republicanas. Al entrar la batalla en su fase final, los patriotas iniciaron una tenaz persecución del ejército español, la cual fue llevada a cabo hasta Valencia De los 4.279 efectivos que participaron en la batalla de Carabobo, los realistas perdieron dos oficiales superiores, 120 subalternos y 2.786 soldados. Por su parte, las bajas de los republicanos también fueron cuantiosas. El resto del ejército realista terminó refugiándose en Puerto Cabello.
Batalla de Bomboná
Acción táctica de Simón Bolívar contra Basilio García, durante la marcha hacia Quito. El campo donde se llevó a cabo la batalla, está situado en las estribaciones occidentales del volcán Galeras (departamento de Nariño, Colombia)
En horas de la mañana del 7 de abril de 1822, el coronel Basilio García se estableció defensivamente en las alturas de Cariaco. Su fuerza estaba constituida por 3 batallones de infantería y 2 cañones violentos. Después de un reconocimiento del área, Bolívar comprobó que la posición contraria era inabordable por el frente y por la izquierda, mas, por las laderas del volcán había un sendero que podía ser utilizado, aunque con cierta dificultad. En consecuencia ordenó que el general Manuel Valdés, con el batallón Rifles (coronel Arturo Sandes), atacase el flanco derecho enemigo, en tanto que el general Pedro León Torres, con 2 batallones de infantería y 2 escuadrones de caballería, atacaría por el frente. A las 3:30 p.m. se inició el ataque. Torres cargó contra el centro, al mismo tiempo que Valdés se dirigía contra la derecha realista. Torres fue rechazado con grandes pérdidas; pero en cambio, el batallón Rifles, protegido por las sinuosidades del terreno y por la niebla, cumplió con éxito su cometido, al tomar las alturas de la derecha contraria, lo cual le daba completo dominio de la posición. Con esta maniobra, los defensores fueron envueltos. La victoria fue de Bolívar, aunque a costa de muchas bajas. Protegidos por la oscuridad de la noche, el jefe realista y sus tropas evacuaron la posición.
Batalla de Pichincha (24 de mayo de1822)
Batalla definitiva de la Guerra de Independencia de Quito (Ecuador) El general de brigada Antonio José de Sucre había llegado el 17 de mayo de 1822 al valle de Chillo. Consciente de la maniobra planteada por Sucre, el mariscal de campo Melchor Aymerich ocupó la ciudad de Quito el 16 de mayo en la noche. Sucre la pasó La colina de Puengasi,, después de burlar los puestos avanzados de Aymerich. El 21, bajó el ejército republicano al llano Turubamba y presentó batalla a los realistas, quienes la rechazaron pues ocupaban posiciones impenetrables. Después de algunas maniobras, Sucre llevó sus tropas al pueblo de Chillogallo, a unos 1.600 metros de las posiciones contrarias. Durante la noche del 23 al 24 de mayo, Sucre marchó con su división con la idea de ocupar el valle de Iñaquito, al norte de Quito, el cual, además de ser el mejor terreno, se hallaba entre Pasto y Quito.
Después de atravesar un camino muy escabroso, la columna de Sucre llegó a las 8 a.m. del día 24 a las alturas del Pichincha. Detrás había quedado el parque, custodiado por el batallón Albión. A las 9:30 a.m., la compañía de cazadores del batallón Paya, tomó contacto con la división realista.
Se inició el combate, y poco después llegó el batallón Trujillo (coronel Andrés Santa Cruz), seguido de 2 compañías del batallón Yaguachi. El resto de la infantería, bajo las órdenes del general José Mires, seguía el movimiento de estas unidades, hasta entrar en combate. Entre tanto, el coronel Córdoba marchó con las 2 compañías del batallón Magdalena, buscando situarse a retaguardia del enemigo; pero lo fragoso del terreno se lo impidió y tuvo que regresar. Avanzaron los realistas, pero el batallón Paya los cargó a la bayoneta y les hizo perder la ventaja que habían obtenido.
Córdoba recibió la orden de relevar al batallón Paya y cargó contra el enemigo, hasta desorganizarlo y derrotarlo. Al mediodía, Sucre había obtenido la victoria; la explotación de ésta fue llevada a cabo por los batallones Paya, Yaguachi y Albión, la cual fue llevada hasta la propia ciudad de Quito. Imposibilitados los realistas para hacer frente a estas acciones, se refugiaron en el fuerte del Panecillo, y hasta allí les hizo llegar Sucre su oferta para una capitulación, aceptada por Aymerich y ratificada el día siguiente. Con la victoria de Pichincha el general Sucre tomó posesión de todo el departamento. .Los realistas tuvieron 400 muertos y los patriotas 200.
La Batalla Naval del Lago de Maracaibo (24 de julio de 1823)
Librada el 24 de julio de 1823 resultó una acción decisiva en las campañas navales de la Independencia. En dicha batalla se enfrentó la escuadra republicana dirigida por el general José Prudencio Padilla, y la realista mandada por el capitán de navío Ángel Laborde y Navarro,
Luego de haber tenido 3 encuentros parciales con la española, la escuadra republicana se apostó en el puerto de Moporo, donde pasó la primera quincena de julio sin actividades de mayor importancia hasta el 17 en que el comandante Labordex envió a Padilla una intimación que éste rechazó, por lo que los días subsiguientes transcurrieron en febril actividad bélica, en el que ambos comandantes se mantuvieron acondicionando sus buques, concentrando provisiones y adiestrando sus tripulaciones con miras al combate.
En la tarde del 23 la escuadra realista se dirigió a la costa occidental del lago, quedando en línea de combate, pero la republicana permaneció en la vela hasta el anochecer que fue a dar fondo en Los Puertos de Altagracia, quedando todos los buques en una línea paralela a la costa oriental, avanzando las fuerzas sutiles hasta Punta de Piedra.
Al amanecer del 24 los comandantes de los buques republicanos fueron llamados por el general Padilla el cual les dio las últimas instrucciones para el combate.
A las 2 p.m., se ordenó al comandante de las fuerzas sutiles levar y seguir sobre las embarcaciones realistas de su clase, en atención a que por su menor andar debía adelantarse; a las 2: 20 p.m., hicieron la señal de dar la vela, y minutos después la de formar la línea de frente para atacar al mismo tiempo a todos los buques enemigos que, observando aquellos movimientos que se acordaron.
Los buques republicanos avanzaron con rapidez sobre la escuadra realista que se mantuvo anclada en espera del ataque; el ala sur de la escuadra la llevaba el general Padilla y el ala norte estaba a las órdenes del capitán del navío Nicolás Joly, cortando la retirada hacia la bahía.
Como consecuencia del ataque patriota, fueron destruidos muchos buques realistas y capturados otros. Los realistas en la más angustiosa situación picaron los cables y trataron de escapar haciéndose a la vela; pero fracasaron en su intento, pues sus buques mayores fueron hechos prisioneros. La mayor parte de la tripulación del San Carlos se arrojó al agua e igual suerte corrió la de los otros buques, excepto la del bergantín-goleta Esperanza, que fue destruida por una explosión. En definitiva, sólo tres goletas lograron escapar y se pusieron al abrigo del castillo San Carlos.
Terminada la jornada el general Padilla ordenó que la escuadra diese fondo allí donde había combatido.
Las pérdidas de los republicanos fueron de 8 oficiales y 36 individuos de tripulación y tropa muertos, 14 de los primeros y 150 de los segundos heridos y un oficial contuso, mientras que la de los realistas resultaron mayores, sin contar los 69 oficiales y 368 soldados y marineros que quedaron prisioneros.
Acción militar final de la Campaña Libertadora del Perú, en la que el general Antonio José de Sucre, liberó de manera definitiva a dicha nación. Los preparativos para esta batalla contra las autoridades españolas, comenzaron el 6 de diciembre de 1824 cuando el Ejército Unido llegó a la pampa de Ayacucho, en las cercanías del pueblo de Quinua (Perú),
Por su parte, el ejército realista llegó al campo de batalla el 8 de diciembre, comandado por el general José de La Serna y se estableció en las faldas del cerro Condorcunca, frente la línea formada por Sucre.
Finalmente, en la mañana del 9 de diciembre, los realistas al mando de La Serna iniciaron el ataque, cuando la división del general Jerónimo Valdés avanzó con la finalidad de desbordar el ala izquierda republicana, al tiempo que las divisiones de los generales Antonio Monet y Alejandro González Villalobos se adelantaban para lanzar su ataque contra el centro y derecha de Sucre, tan pronto como Valdés cumpliese su cometido. Sin embargo, esta maniobra fracasó..La acción siguiente de Sucre fue ordenar a Córdoba que atacara a los cuerpos de Monet y Villalobos, los cuales aún no habían entrado en combate. La división del general José María Córdoba cargó contra las unidades realistas, en proceso de despliegue en batalla, produciéndose una gran desorganización en estas unidades, seguida de la persecución que realizaron los batallones de Córdoba. Algo similar ocurrió con la caballería de La Serna cuando fue embestida por la caballería republicana. La reserva de Sucre intervino nuevamente, esta vez para auxiliar a las unidades de Córdoba, hasta que los realistas, imposibilitados para sostener el combate por más tiempo, pidieron una capitulación que abrió el camino para la liberación del Perú
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