El Socialismo y el Marxismo. Marx. El proceso socialista de los países.
En el contexto de la política de las principales naciones y en su proceso en el siglo XIX
surge el marxismo que fue una doctrina económica, política y filosófica elaborada por el
alemán Carlos Marx (1818-1883) partiendo del estudio de las relaciones económicas de la
producción. Se funda en la interpretación materialista de la dialéctica de Hegel aplicada al
proceso histórico y económico de la humanidad, y es la base teórica del comunismo en las obras de Francis Bacon, Tommaso Campanella y sobre todo Tomás Moro. Hasta el
siglo XVIII era un vago planteamiento económico que conduce a las formulaciones de los
socialistas utópicos como Owen y Fourier, lo que dio paso al socialismo científico desde el
siglo XIX. Como doctrina económica el marxismo subrayó la importancia del trabajo en el
proceso de la producción, y señaló los conceptos de plusvalía como base de la acumulación
capitalista y de la lucha de clases como principal agente de transformación social. Las
relaciones de producción determinaban los enfrentamientos entre las clases por la posesión
de los medios de producción. El modo de producción capitalista estaba supuestamente
abocado a la destrucción. La apropiación de los beneficios (plusvalías) y la concentración
del capital en un grupo cada vez menor de burgueses capitalistas a costa de la
depauperación de las demás clases conduciría al estallido de una revolución, en la que la
mayoría obrera se alzaría con el poder instaurando una “dictadura del proletariado” como
paso previo a la creación de una sociedad sin clases.
Marx perteneció a los jóvenes hegelianos de izquierda dando una orientación materialista a
su filosofía desde la realización de su tesis doctoral en 1841 sobre Diferencia entre las
filosofías de la naturaleza de Demócrito y Epicuro. A causa de sus ideas revolucionarias
sufrió el exilio en Francia, Bélgica y Alemania. Desde 1842 colaboró en distintas
publicaciones y comenzó a tener contactos con el movimiento obrero. En 1844 inició su
amistad con Federico Engels de quien recibió ayuda moral y financiera, especialmente
desde 1848 durante su exilio en Londres. Con Engels escribió La sagrada familia (1845),
La ideología alemana (1846), Las Tesis sobre Feuerbach (1848) y al ingresar en la Liga de
los Comunistas, ambos redactaron el Manifiesto Comunista en 1848. Tras las jornadas
revolucionarias de ese año escribió en Londres La lucha de clases en Francia.
Reemprendió luego sus estudios de economía política e inició la redacción de El Capital
(1867-94) considerado como la continuación de la Contribución a la crítica de la economía
política de 1859. En 1864 participó en la fundación de la I Internacional Obrera de la que
redactó la memoria inaugural y los estatutos. Entre otras obras escribió Manuscritos
económico-filosóficos en 1844 y Miseria de la Filosofía en 1847.
Tras la muerte de Marx en 1883 se produjo una adaptación de las teorías marxistas a la
nueva situación política. Como no se producía la revolución en los países industrializados
los partidos marxistas se fueron integrando en el juego parlamentario de los estados
liberales fundamentalmente en la progresiva integración del Partido Socialdemócrata en el
sistema político alemán. Surgió entonces el revisionismo cuyo principal representante fue
Eduard Bernstein quien fue combatido por marxistas ortodoxos como Kautsky.
Posteriormente Rosa Luxemburg desarrolló la noción de capital y actualizó la nueva
doctrina frente a la nueva situación del imperialismo. Los análisis de Lenin se centraron
también en el imperialismo y además en la posibilidad de la revolución en los países
industrializados y en la organización de un partido comunista como vanguardia de la clase
obrera. Lenin fue el líder principal de la Revolución Rusa iniciada en octubre de 1917. Se
coordina con las potencias occidentales para terminar la Primera Guerra Mundial siendo
derrotada Alemania en 1918. A partir de este momento el marxismo fue desarrollado
también en otros países por teóricos como Gramsci, Lukács, Adorno, Korsch y AAlthusser.
La URSS se disuelve a inicios de la década de los noventa tras setenta años de comunismo
y entra en procesos de incorporación al capitalismo.
Otras modalidades de comunismo se desarrollan en China con Mao Tse Tung, en Viet Nam
con Ho Chi Ming y en otros países del este de Asia (Corea del Norte, Myammar, etc) y de
África (Argelia, Egipto, Congo—que no llegó a fructificar tras el asesinato de Patricio
Lumumba). En China tras la muerte de Mao y la entrega de Hong Kong a China por parte
de Inglaterra, se inicia una transición denominada por Chou en Lai como un país dos
sistemas. Manteniendo el sistema comunista se intenta permitir ciertas libertades
económicas propias del capitalismo lo que ha variado totalmente las condiciones tanto que
un residente chino llegó a definir en 2005 al sistema como capi-socialismo. La República
Popular China con inmenso territorio, gran cantidad de población e ingentes recursos
naturales se ha convertido hoy en día en una de las economías más florecientes del planeta
dentro de las llamadas economías emergentes, en un país tradicionalmente etiquetado como
país pobre y atrasado. En América Latina tras un intento socialista en Guatemala bajo el
gobierno de Jacobo Arbenz, electo en 1951 y derrocado 1954, triunfa la Revolución
Cubana el 1º de enero de 1959 bajo el liderazgo de Fidel Castro quien se mantuvo en el
poder hasta 2007, cuando por motivos de salud cede el gobierno a su hermano Raúl. Otros
intentos socialistas fueron el gobierno militar de Velásquez Alvarado en Perú que tomó el
poder en 1968 y fue derrocado en 1975, el gobierno electo de la Unidad Popular en Chile
que llevó a la presidencia a Salvador Allende en 1970, el cual fue objeto de una
conspiración transnacional con los militares que llevó a la muerte del presidente y a la
dictadura de Pinochet en 1973. Otras experiencias se han dado en República Dominicana,
Guyana y Nicaragua. En 1999 es electo Hugo Chávez en Venezuela y posteriormente son
electos gobiernos socialistas moderados en Chile, Brasil, Argentina, Uruguay y socialistas
más radicales en Nicaragua, Bolivia y Ecuador.
k. En cuanto a las constituciones.
La primera Carta Magna de la historia fue la de Inglaterra impuesta a Juan Sin Tierra en
1215 por una liga de personalidades seglares y eclesiásticas. Las primeras constituciones
estructuradas como “ley de leyes” fueron: la de la federación estadounidense de 1787
(modelo de constitución republicana), la francesa de 1791 (modelo de constitución de
Estado centralizado y soberanía popular) y la británica (modelo de constitución de
monarquía parlamentaria). A partir de ellas se desarrollaron en Europa y en otros países del
mundo distintos modelos. Desde sus inicios se concibieron con tres funciones
fundamentales: ser un medio de control del poder absoluto mediante su reparto entre varios
órganos estatales; asegurar al ciudadano una cuota de participación en la gestión del
gobierno a través de la elección de sus representantes mediante sufragio (primero censitario
y sólo a partir de la segunda mitad del siglo XIX, universal), y, derivada de esta última, la
legitimización del poder.
AQUI ESTAMOS historicamente CON UN PAIS POR SURGIR DE SUS CENIZAS Y SU
SUPREMA IGNORANCIA DESDE 1975 PRESTOS A RECIBIR LA ENERGIA
DEL PORTAL 11:11
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