Manuel B. ||Prisionero de los demonios que ha ido desatando
"La violencia no deja de tener cierto parentesco con el miedo"
Arthur Graf.
Por violencia se entiende la intervención física de un individuo o grupo contra otro individuo o grupo. La violencia conlleva una intervención física y una intención: destruir, dañar, coartar. El maestro de las Ciencias Políticas Norberto Bobbio anotó que hay violencia cuando se actúa directamente pero también haciendo uso de medios indirectos destinados a alterar el ambiente físico en que la víctima se encuentra, por medio de la destrucción, el daño o la sustracción de recursos materiales. Hace un poco más de 300 años, al hablar de "La guerra de todos contra todos" (béllum omnium contra omnes) Hobbes planteaba que la naturaleza humana es esencialmente egoísta y utilitaria, que cada quien lucha por su propia subsistencia, por la satisfacción de sus intereses individuales, lo que inevitablemente le conduce a una confrontación permanente con otros seres humanos. Para este pensador inglés el precio que debía pagar la ciudadanía para lograr la paz y vivir segura, era la renuncia a todos sus derechos y libertades a favor del instituido como soberano. Mediante tal contrato social los hombres trasfieren la soberanía irrevocablemente a la persona elegida para que los gobierne... ¿Será que el régimen - mayor propiciador de la violencia política- le ha dado una interpretación diferente a lo contenido en esos Clásicos, al pretender legitimar esa andana de violencia que hemos visto desde que nuestros pre-candidatos llevan su aleccionador y esperanzador mensaje por toda la geografía nacional?. Pues resulta que el Estado no es un ente que pueda estar por sobre el individuo y la sociedad. Este gobierno ha convertido la violencia política en un sistema en el que las actividades políticas multiplican la violencia en las calles, en los mercados, en las oficinas gubernamentales, en las universidades, en fin, en todos los ámbitos de la vida cotidiana, esa es la forma en que pretenden atemorizar a toda la sociedad, puesto que la supervivencia del régimen exige mecanismos que, por la amenaza o el uso de la fuerza y de la violencia consigan extender el miedo entre quienes se quiere mantener bajo control. La extensión de la violencia busca paralizar las intenciones de cambiar la realidad que vivimos.
Luego del bárbaro y cobarde ataque contra María Corina Machado el diputado oficialista Robert Serra calificó a la pre-candidata de "payasa, showsera y mentirosa", en tanto que Freddy Bernal manifestó que la visita de Machado al 23 de Enero "es igual" a que si él fuera al mercado de Chacao.
El régimen, en la medida que pase el tiempo y se acerque su inevitable desenlace, y al percatarse que ya ese juego con la psicología de la ciudadanía, con sus decepciones y emociones ya quedó al descubierto, intentará valerse del miedo y la violencia -elementos preferidos del totalitarismo- para impedir lo irreversible, lo que ya se siente, lo que se comenta en todos los rincones de nuestro país: falta poco para dejar atrás este caduco, arcaico y retrógrado sistema... Se acerca la hora de los más jóvenes, la hora del porvenir. No concurrirá nuestro candidato a una elección común y corriente, ni los tiempos que seguirán a esa elección serán tiempos comunes y corrientes.
Pero de lo que si estamos seguros es que ha llegado el momento, tal como lo han demostrado estos jóvenes que con tanto coraje y gallardía nos representan, de perderle el miedo al miedo. Y seguros estamos de que esta nueva generación no se va a convertir en eso que es precisamente lo que el Presidente anhela, pues él no sabe sino ser violento. Tan solo sabe de insultos, destrucción y muerte...(aunque ahora la trate de borrar)... pues así lo ha demostrado a lo largo de dos décadas. El régimen se encuentra ahora prisionero de los propios demonios que ha ido desatando.
barretom2@yahoo.com
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