Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Tal vez haya sido que Nicolás se dio cuenta de que al "dojo-dojito" había que ponerlo en un sitio donde, si no inofensivo, al menos no hiciera tanto daño. O, tal vez, los Castro le ordenaron a Maduro que lo cambiara para Cancillería porque a ellos les interesa más allí que destruyendo, o terminando de destruir, mejor dicho, nuestra industria petrolera en particular y nuestra economía en general. Uno no sabe nada.

Notitarde 04/09/2014
Albersidades

¿Qué hacemos?


Peter Albers
Tal vez haya sido que Nicolás se dio cuenta de que al "dojo-dojito" había que ponerlo en un sitio donde, si no inofensivo, al menos no hiciera tanto daño. O, tal vez, los Castro le ordenaron a Maduro que lo cambiara para Cancillería porque a ellos les interesa más allí que destruyendo, o terminando de destruir, mejor dicho, nuestra industria petrolera en particular y nuestra economía en general. Uno no sabe nada.
Pero lo cierto es que el tal "sacudón" tan largamente anunciado, o amenazado, mejor dicho, por Maduro, no causó "ni la más mínima" conmoción. Es lamentable, porque hacía falta ese sacudón en este aletargado país que se deja meter capta huellas, colas, "dakazos" y "makrazos" sin chistar.  Tan poco impactante ha sido, que los diarios dieron mayor importancia al aumento de la cesta básica, que ya va por cuatro o cinco salarios mínimos ¡y vaya si son mínimos! que al cacareado "sacudón" que no fue otra cosa que un cambio de puestos entre la misma gente que viene disfrutando de las mieles del poder, sin dejar ni siquiera  migajas para los demás. Siguen los apagones, y Jessie sigue ahí. Siguen los atracos, y Miguel sigue ahí. Siguen las miserias de los presos, e Iris sigue ahí.
"Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate" dijo Dante que está escrito en las puertas del infierno. Y los Castro nos mandan a decir, vía "vuelo relámpago de Maduro a La Habana", que dejemos toda esperanza, nosotros que entramos en este infierno venezolano. Pero no podemos dejar de tener esperanzas de que este régimen dejará el poder voluntaria y amistosamente cuando puedan entender que han traído la ruina al país que otrora fue próspero. Pero ¿serán capaces de comprender eso algún día? ¿Cómo hacer que abran los ojos quienes tienen los párpados pegados con saliva del "Gran Charlatán de Sabaneta"?
¿Cómo hacerles entender que la falta de repuestos para automóviles es culpa de los Castro y sus tercos seguidores? ¿Cómo hacerles entender que la ausencia de fármacos en las farmacias es consecuencia de un régimen indiferente al dolor del pueblo? ¿Cómo lograr que se convenzan de que los vacíos en los anaqueles donde antes había alimentos de todo tipo, son culpa de los Jauas y los Loyos que pululan en la "administración" pública? ¿Cómo explicarles que la ignorancia de nuestros jóvenes se debe a Hansenes y Navarros que obedecen órdenes de distorsionar la educación para hacerles creer que el "Gran Cadáver" está por encima de Simón Bolívar?
Tarea ardua, más no imposible. Pero hay que comenzar por dejar a un lado intereses politiqueros que llevan al liderazgo opositor a ponerse a sacar cuentas sobre cuánto cuesta una curul en el venidero parlamento. En verdad necesitamos un nuevo parlamento, donde lo normal sea parlar y no insultar, donde la regla sea respetar a quien diside y no tratarlo como un enemigo tras una trinchera; pero la prioridad es encontrar la manera de que quienes detentan el poder se convenzan de su incapacidad para gobernar, de su total alejamiento del pueblo al que una vez enamoraron con falsas promesas.
En verdad necesitamos convencernos de que quemando cauchos y rompiendo vidrieras no se sale de un mal gobierno; que insultando al otro no lograremos acercarnos a él y explicarle que en el mundo hay sociedades mejores que la nuestra.
Para eso necesitamos entendernos, razonando serenamente.
peterkalbers@yahoo.com
@peterkalbers

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