Notitarde 06-09-12
Amuay
Luis Cubillán Fonseca
¡No!, no fue censura, fue quebranto; una vulgar y común culebrilla, que me paralizó la mano
derecha, de manera que quienes me llamaron para burlarse perdieron su tiempo. ¡Están
ponchaos!, Ni Ricardo José, ni Laurentzi, son viteliosreyes provistos de claudicantes lápices
rojos, para cercenar la opinión no siempre mansa a quienes tenemos el privilegio de
un lugarcito, en las páginas de Notitarde. Privilegio que significa llegarle a miles de
personas, que diariamente compran “su” Notitarde, y en un gesto ya típico, lo doblan
y se lo colocan debajo del brazo; luego, habrá un resquicio para leerlo, sobre todo en
al autobús, sin molestar al viajero de al lado, quien hecho el loco también le da su vistazo
a las noticias. Comenzará la jornada, y habrá tiempo para leer, digo leernos ¿Con qué
se paga el saludo, que con un gesto de simpatía se recibe por esas calles de Dios: ¡Yo lo leo!?
Esas palabras provenientes de nuestra gente rebosan el corazón más duro. También
¿por qué no decirlo?, los hay que fruncen el ceño, todo se recibe como gajes del oficio.
La mortificante adjetivación. El sabio profesor Eduardo Arroyo Álvarez, colega, mentor y
La mortificante adjetivación. El sabio profesor Eduardo Arroyo Álvarez, colega, mentor y
amigo, quien me acompañara más que 22 años en la Secretaria de la Academia
de la Historia, no se cansaba de repetirme las palabras de Huidobro: “el adjetivo cuando
no da vida, mata”
Por mi parte, disfruto mucho escribiendo para la prensa, y me esfuerzo en hacerlo en un
lenguaje popular, que de vez en cuando aderezo con alguna palabreja, y un chistecito, pues
la gente ya está tupida con el “bien decir” del Presidente, quien que como hijo de maestro,
cree que sabe hacerlo muy bien, últimamente se le ha notado, incidencia en dos
términos: “majunche” y “jala bola” y cierto descamino en el hablar. Gracias a Globovisión,
podemos presenciar momentos estelares, del engaño, o lo que es lo mismo: lo dijo pero
no lo dije, suman cientos de estos episodios. Que sin duda pasaran a la historia.
Indignante la presencia del Ex Embajador de Cuba en Venezuela, entre los aplaudientes
el día de la tragedia de Amuay, mismo que trató de complicar a Capriles Radonski
en una componenda. Ahora es inspector de “pozos ardientes”, vigila con su cara muy lavada
el flujo de caja, para seguir enviando puntualmente la mesada que mantiene al tirano al
cual sirve, por un lado salieron los americanos, y ya los cubiches se acuñaron en los
campos petroleros. Curvelo, nombre del funcionario castrocomunista, disfruta de todo,
y aun más que cualquier criollo. Se le alegraron los ojos, cuando el candidato del
régimen pronunció las celebres palabras muy parecidas a las de Freddy Mercury,
pocos días antes de que el sida lo matara. “The show must go on”. El cubano, respiró
confiado, pues cree que el show, continúa. Luego de las elecciones, tendrá que ver cuál
va a ser su situación, muy pronto la ocupación cubana terminará, por lo tanto, con
mucho cuidado, para que no se le rompan, vaya doblando, sus calzoncillos socialistas
rojos rojitos, que ya acusan debilidad en los tejidos después de catorce años de julepe,
y tenga lista la maleta para retornar a su “paraíso”.
de la Historia, no se cansaba de repetirme las palabras de Huidobro: “el adjetivo cuando
no da vida, mata”
Por mi parte, disfruto mucho escribiendo para la prensa, y me esfuerzo en hacerlo en un
lenguaje popular, que de vez en cuando aderezo con alguna palabreja, y un chistecito, pues
la gente ya está tupida con el “bien decir” del Presidente, quien que como hijo de maestro,
cree que sabe hacerlo muy bien, últimamente se le ha notado, incidencia en dos
términos: “majunche” y “jala bola” y cierto descamino en el hablar. Gracias a Globovisión,
podemos presenciar momentos estelares, del engaño, o lo que es lo mismo: lo dijo pero
no lo dije, suman cientos de estos episodios. Que sin duda pasaran a la historia.
Indignante la presencia del Ex Embajador de Cuba en Venezuela, entre los aplaudientes
el día de la tragedia de Amuay, mismo que trató de complicar a Capriles Radonski
en una componenda. Ahora es inspector de “pozos ardientes”, vigila con su cara muy lavada
el flujo de caja, para seguir enviando puntualmente la mesada que mantiene al tirano al
cual sirve, por un lado salieron los americanos, y ya los cubiches se acuñaron en los
campos petroleros. Curvelo, nombre del funcionario castrocomunista, disfruta de todo,
y aun más que cualquier criollo. Se le alegraron los ojos, cuando el candidato del
régimen pronunció las celebres palabras muy parecidas a las de Freddy Mercury,
pocos días antes de que el sida lo matara. “The show must go on”. El cubano, respiró
confiado, pues cree que el show, continúa. Luego de las elecciones, tendrá que ver cuál
va a ser su situación, muy pronto la ocupación cubana terminará, por lo tanto, con
mucho cuidado, para que no se le rompan, vaya doblando, sus calzoncillos socialistas
rojos rojitos, que ya acusan debilidad en los tejidos después de catorce años de julepe,
y tenga lista la maleta para retornar a su “paraíso”.
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